Partida Rol por web

Ambos enemigos están cerca de Eadar y Angainor, y confío en la pericia de mis compañeros, pero hay un enemigo más que puede resultar un problema. Angainor reaccionó, y yo no me contengo más. 

Me decido a lanzar mi sortilegio, y que los Dioses acompañen mi hechizo. 

La fuerza de mi magia surge de mis manos, y enfoco su fuerza hacia nuestros enemigos, con intención de dejarlos fuera de combate. Tengo confianza en que funcione.

Apunto al enemigo que veo a lo lejos y espero mi oportunidad para acabar con su vida. Mi prioridad es evitar que cualquiera de mis compañeros salgan dañados de este combate, por lo que decido asegurar mi disparo ya que puede ser el único que realice un este altercado violento. 

- Antepasados guiad mi flecha que no dañe a los míos.... - murmuro mientras apunto. 

Si se acerca más a Angainoe dispararé contra él intentando que muera antes de tocar el suelo. 

El primero de los enemigos llega a nuestra altura y Anaginor en un movimiento habilidoso se interpone entre Eadar y el enemigo y de un mazazo logra llevarle hasta el suelo. Un enemigo menos. El montaraz eleva la vista y ve como dos más llegan corriendo. Angainor se traba en combate con el primero y Eadar sale al encuentro del segundo para interceptarlo. Dos pasos al frente y eleva el arma esperando que el enemigo se acerque para asestarle un golpe que espera no logre evitar aquel hombre. 

Mut (35) = Apunta a N3

Eadar (20) = Ataca a N3 -> 100-10+35+40 = 165 -> 30E -> Mano cercenada 12xas at 6 -> Lo mata

Angainor (15) = 

Lorgan (10) = Lanza sortilegio

     Vs N2 53 +0 +2 -1 +10 = -15 + 5 = -10 -> EXITO

     Vs N3 53 -10 +2 -1 +10 = -5 +5 = 0 -> EXITO

Therge (10) = Dispara a N2 -> 22E - > Pecho 1xas at1 - > Lo mata

Novicio 2 (10) = Se duerme

Novicio 3 (10) = Se duerme

Lo más rápido siempre es la magia. Lorgan lleva tiempo concentrándose en un sortilegio que lanza en estos momentos sobre los dos enemigos. Pese a que uno de ellos ya está a una distancia considerable, los dos caen dormidos al instante.

El primero en aprovechar esta situación es Therge, que ya estaba apuntando al más cercano de los encapuchados. Su flecha surca el aire y se clava profundamente en el torax del incauto. Este cae y comienza a asfixiarse rápidamente en su propia sangre que inunda sus pulmones y muerte.

El otro enemigo es víctima de Eadar que se dirige hasta el con decisión y de un espadazo le corta la mano. El humano despierta tan sólo para descubrir como se le escapa la vida a chorros en una breve agonía.

El combate ha sido un éxito rotundo y rápido. Por el momento no se avista a nadie más en la zona. 

Avanzo hacia mis compañeros con la vista fija en la torre ya que de ese lugar podrían salir más hombres. Aunque por suerte hemos terminado con tres y ninguno de nosotros resultó herido.

Me dirijo al resto y les digo:

- Creo que deberíamos inspeccionar la torre, puede que haya alguno más ahí...y no es mal sitio para pasar la noche y echar un vistazo desde los pisos superiores...puede que veamos más que a ras de suelo, sobre todo yo...

Bajo el arma y comienzo a respirar más tranquilo hasta que mi pecho vuelve a moverse con calma. Miro alrededor los cuerpos de los cazadores muertos y luego a mis compañeros. La fortuna y la sorpresa han estado de nuestro lado y hemos acabado rápidamente con ellos.

Escucho las palabras del hobbit y asiento a lo que dice. "- Es verdad... asegurarnos de que no hay más hombres en la torre y guarecernos allí será lo mejor. Como bien dice Mut, tal vez pueda echar un vistazo desde lo alto y observar con detenimiento la zona- comento".

Gracias al actuar de Lorgan el combate duró menos de lo esperado. En cuestión de segundos ambos compañeros se desembarazaron de sus enemigos. 

Los ojos de todos los integrantes se posaron en la enorme torre que reinaba en la zona. Eadar asintió a las palabras de sus compañeros y enfundando de nuevo el arma comentó:

-No esperemos más. Vayamos hacia allí. Dijo moviéndose con cuidado. Seguramente sería más fácil que ellos fuesen detectados antes de detectar a alguien.

Salió bien mi conjuro, e interiormente, aunque no era muy humilde pensarlo, me alegré. Estaba exhausto, pero había merecido la pena. 

-Sí, vayamos hacia la torre guardando las debidas precauciones, tal vez haya alguien aguardándonos.. o algo.

Saqué mi arco y una flecha, y, a pesar de mi cansancio, coloqué la saeta en su lugar, lista para ser disparada si algo se movía en nuestro trayecto hacia la torre.

Mut (35) = 

Eadar (20) =

Angainor (15) = 

Lorgan (10) = 

Therge (10) = 

Iniciado 1 (10) =

Iniciado 2 (10) =

Hacía algo de viendo que mecía la hierba del claro. Por el momento no se avistaba nada más en dirección a la torre así que progresasteis lentamente en dirección a ella.

En la parte oeste se encontraba la puerta, o mejor dicho el arco pues tan sólo una tupida tela hacía esta función. Ante vosotros se abría un corto corredor con una abertura a la izquierda y una puerta de madera en no muy buen estado a la derecha.

Olía un poco rancio y tan sólo se escuchaba como un leve siseo del que era difícil de determinar su procedencia. También se estaba algo más fresco en el interior.

Al acercarnos a la torre a salvo, coloqué de nuevo mi arco en su lugar, y devolví la flecha al suyo. Desenvainé en cambio mi espada, pendiente de que pudiera haber algo peligroso dentro de la torre.

-Shhh.. - susurré a mis amigos, preocupado porque un ruido o una voz pudiese delatarnos ante enemigos no prevenidos. 

Procuré no hacer ruido alguno, y tras la rama traidora de antes, también vigilaba mis pies. Me mantuve atento, pero mis amigos iban delante de mí. Ojalá no hubiese nada malo dentro.

Hago gestos indicando que voy a entrar el primero. Preparo una flecha en el arco, pero no tenso la cuerda. Muevo la cortina lentamente intentando no hacer ningún ruido.

Mi pequeño tamaño es interesante para entrar en los sitios ya que la gente no suelen prestar tanta atención al rango de alturas en los que me muevo. Camino en silencio hasta cerca de la esquina de ambas puertas y les hago un gesto para que entren. 

Una vez llegaron a la torre, el montaraz sacó su espada de nuevo. Si había alguien en el interior esperaba no les pillase por sorpresa. El pequeño mediano entró el primero y tras su gesto Eadar pasó detrás tan sigiloso como pudo intentando cubrir el lado opuesto.

Ya a las puertas de la torres, asiento a Lorgan que inmediatamente nos llama a silencio para intentar dar una primera oída a la zona. Un sonido extraño nos llega pero tan difícil resulta descifrarlo que por el momento hemos de centrarnos en lo que tenemos al frente.

El olor nos llega como una bocanada, pero si bien al principio molesta de inmediato me resulta indiferente... el vivir rodeado de la humedad de la roca durante mucho tiempo ayuda a que los fuertes olores no hagan tanta mella.

Veo a Mut adelantarse para vigilar la zona y ante el gesto seguro es Eadar quien primer se mueve. A continuación me muevo hacia adentro, observando la puerta y el pasillo. Señalo a mis compañeros la abertura descubierta a nuestra izquierda y comienzo a moverme escudo en alto para corroborar el lugar.

Mut (35) = 

Eadar (20) =

Angainor (15) = 

Lorgan (10) = 

Therge (10) = 

Iniciado 1 (10) =

Iniciado 2 (10) =

EL grupo va tomando posiciones, en el fondo del pequeño corredor hay otra cortina que al principio había pasado desapercibida y resulta dar a unas escaleras de caracol que ascienden hacia arriba.

Pero lo más reseñable es lo que veis por el arco abierto. En el suelo de la sala 1 veis cinco jergones elaborados con madera y acolchados con hojas suaves y sobre uno de ellos duerme alguien, ese es el siseo que habíais escuchado. El hombre dormía con un ligero roncar.

Hago un gesto con la mano para que avancen y les hago un gesto señalando a donde duerme uno de ellos indicando que es uno y luego me decido a entrar sigilosamente en la habitación para tomar posición y apuntarle mientras el resto entra.

Entro lo más sigilosamente posible en la sale y me abro hacia la izquierda para dejarles paso mientras apunto al durmiente. Espero que el resto entre y que podamos atraparlo y hablar con él. Si se muestra agresivo acabaremos con su vida seguramente ya que en un espacio tan reducido tenemos clara ventaja.

Por los silenciosos gestos de Mut, entiendo que hay alguien durmiendo, aunque como yo soy el último en entrar no lo veo todavía. Preparo mi espada, y vigilo nuestra retaguardia, por si alguien inesperado desea unirse a la fiesta, y permanezco también atento al avance de mis compañeros que van delante.

En modo alguno quiero que ningún sonido nos delate, así que incluso modulo mi respiración. 

Observo a Mut adentrarse en la sala contigua y luego señalarnos la presencia de alguien dormitando. Veo sus pasos y movimientos, intentando no llamar la atención del enemigo, y sonrío al indicarnos él que entremos, pues pesado es mi caminar y dificultoso el pasar desapercibido con la protección que llevo encima.

Me muevo apenas hacia la pared contraría y le dejo espacio a Eadar para que pueda pasar si es que desea entrar. Recuerdo la vez que mi sigilo poco sigiloso nos hizo enfrentarnos junto al amigo dúnadan a un grupo de orcos que tenían cautivo al viejo y querido Lorn. Con el recuerdo y la experiencia, la sonrisa y precaución me llega pues prefiero quedarme afuera y evitar que mis torpes pasos llamen la atención.

Caigo en cuenta que Lorgan se está moviendo intentando que entremos y le hago un gesto señalando que me quedaré afuera, dándole paso a él y Therge.