Partida Rol por web

- Entonces mejor forma es no pensar más y derribar puerta!! - dice Vehexa poniendo su hacha frente a ella, y murmurando unas palabras mientras observa el filo.

Veo que Vehexa se comienza a preparar para hacer un asalto directo, y observo a Loranda a ver que opina...

Cuando Kilder nos cede el honor de decidir que hacer lo miro de reojo haciendo una mueca. Vehexa se me adelanta, a veces es demasiado impulsiva pero puede que el factor sorpresa nos vaya bien. Sin oponerme a ninguno de los dos lanzo un conjuro sobre el arma de Vehexa y pido a los dioses que nos vaya bien. 

-Espero que esa mujer este durmiendo, de lo contrario tendremos problemas, a nadie le gusta que entren en su casa derribando la puerta. Veamos que pasa y entremos de una vez. 

La puerta parece el único acceso a la vivienda y aparentemente no está vigilada, así que nada impide que os situeis frente a ella.

Vehexa se agacha mirando la cerradura. Saca una pequeña daga de su bota y la introduce, moviéndola e intentando abrir la puerta. Su paciencia dura dos segundos, tras lo cual guarda la daga, da un par de pasos atrás y se lanza contra la puerta con toda su fuerza.

Observaba nervioso como Vehexa estaba intentando forzar la cerradura, y comenzaba a hacer ruido.

Entonces la empujé un poco hacia le lado mientras negaba con la cabeza. Saqué una pequeña cuchilla con la que tallaba madera, y giré la cerradura suavemente, mientras le susurraba:

-Todo el mundo tiene un pasado... ale, ya podéis pasar...

Vehexa trata de abrir la puerta por las buenas y viendo que no es posible coge carrerilla y estampa su corpachón contra la puerta, saliendo rebotada sin que ésta se inmute. Kilder fuerza la cerradura una vez más y esta vez se abre con un sonoro crujido.

El interior de la casa está oscuro y huele un poco extraño, como si viviera mucha gente hacinada aquí. El recibidor es un pasillo estrecho en forma de T invertida. Ante vosotros se extiende un pasillo que llega hasta el otro extremos de la casa y a ambos lados, los extremos de la T terminan en un desorden de trastos, muebles tirados y piezas de tela entre los que destacan las estátuas de un león y un lobo. Apenas habeis dado un paso cuando una voz masculina os habla desde el extremo del pasillo más largo.

-¿Se puede ser más entrometidos? No entiendo qué interés os mueve, pero vuestro camino termina aquí.

Al acercarse os dais cuenta de que el hombre que habla es el calvo que visteis en la posada y quien posteriormente se llevó a la niña en el callejón. Parece confiado para estar solo y pronto descubrís porqué; Las figuras animales en vuestros flancos resultan no ser simples estátuas y se mueven a una órden del hombre en vuestra dirección.

Vehexa mira a los 3 oponentes, escrutando su fuerza y tratando de discernir sus habilidades de combate. Sus ojos se paran en esa especie de oveja amarilla y con zarpas. Bufa enseñando sus enormes fauces y retrae sus zarpas enseñando unas garras enormes y afiladas en cada una de sus cuatro patas. No hay duda, pues, ¡Eso debe ser un sherryll!. Vehexa se lanza contra la fiera apuntando con su hacha a la cabeza, dispuesta a dañar lo mínimo posible la piel que piensa quedarse luego como trofeo.

-¡Maldita sea! -digo cuando veo a las bestias peludas y calvas.

Sin decir nada, me encaro al lobo, lógicamente me será mas fácil vencer a un animal que a una persona debido a la personalidad de carda uno, además, el pelo arde...

-Hell on fire...

Giro mi bastón lanzando dos bolas de fuego antes de que le de tiempo de llegar a mi...

-Ahora te ayudo Loranda...

Observo al calvo sopesando las posibilidades. Si es quien domina a las fieras tal vez usando uno de mis conjuros logre neutralizarlos a los tres. Sin acercarme demasiado al hombre, conjuro intentando ganar tiempo mientras mis compañeros luchan contra las bestias. 

Asalto de Vehexa:

La bestia parecida a un gato gigante con melena salta sobre Vehexa con tal rapidez que ésta no tiene tiempo de preparar su hacha. Una garra llena de uñas afiladas como cuchillas pasa a poca distancia de su cuerpo, momento que la guerrera aprovecha para dejar caer su hacha justo sobre la nuca del animal, que a pesar de su resistencia sobrehumana, queda tendido, inconsciente en el suelo.

Asalto de Kilder:

Los ojos del bastón de Kilder se iluminan con resplandor ígneo antes de que el lobo pueda alcanzarle con sus terribles mandíbulas. Dos fogonazos estallan, uno en la cabeza y otro en los cuartos delanteros del animal, dejandolo tendido en el suelo y llenando la casa de un desagradable olor a pelo quemado.

Asalto de Loranda:

El primer conjuro de Loranda falla y eso le otorga a Soloman (el calvo) una oportunidad única para atacar. Con una habilidad fruto de años de combates y reyertas, el mercenario golpea con su espada en el pecho de Loranda, rasgando su túnica desde el hombro hasta el obligo. El golpe debería haber sido mortal de necesidad, pero la sorpresa se revela en los ojos de Soloman al ver aparecer la blanquecina y brillante cota de escamas de dragón que salva la vida de la mujer.

Esta vez he tenido suerte, el conjuro no ha surtido efecto pero gracias a mi coraza he salvado la vida. Aprovechando los segundos en los que el calvo se queda mirando sorprendido vuelvo la cabeza un momento y veo que tanto Kilder como Vehexa han acabado con las bestias. Furiosa y sabiendo que pronto los tendre ayudandome arremeto contra Salomon y lo ataco con mis dagas. 

Al ver la bestia ne el suelo exclamo:

-¿Hueles eso? ¿Lo oléis muchachas? Es azufre. Nada en el mundo huele así.¡Qué delicia oler pelo quemado por la mañana!

Me giro y veo a ¿Salomon?, y vuelvo a recitar mis hechizos lentamente, un poco apenado al ver que este no olerá igual...

-Morts ultima ratio...

El primer fogonazo ígneo de Kilder impacta justo en la pierna del mercenario, obligandole a chillar y apoyarse contra una de las paredes del pasillo para seguir luchando.

El filo de su rapier pasa tan cerca de la cabeza de Loranda que llega a cortarle un mechón de cabello y de no ser por su posición de desventaja, no habría fallado.

El mercenario logra desviar sin dificultad la primera daga de Loranda, pero el segundo ataque le pilla por sorpresa y le causa una pequeña herida en el brazo izquierdo.

-Ya basta, ya basta. -Grita desesperado el hombre, arrojando su espada al suelo. -Esa bruja no me paga lo suficiente para dar la vida por ella. Perdonadme la vida y quizás podré agradeceroslo otro dia. Sheryll está abajo, en el sótano, con la niña. No sé qué quiere hacer con ella pero seguro que es algo maligno...

- Oh, así que ésto no era el Sherryl... -dice Vehexa agachada junto al león tras rematarlo con cuidado - Uhm, igual es solo gato que ha comido mucho... -murmura. Tras acariciar la piel un momento, se levanta y se dirige a sus compañeros. - Luego yo quedarme piel del león, pero antes salvar niña. Y mejor matar hombre calvo, nunca dejar enemigos detrás. Vamos.