Sin problemas Sei
Los Izakaya son muy populares en Japón para tomar algo después del trabajo. En una izakaya se sirven tanto comidas como bebidas. Y en la mayoría de ellas hay disponibles tanto mesas y sillas al estilo occidental como zonas y habitaciones privadas con suelo de tatami siguiendo el tradicional estilo japonés.
Generalmente, la manera mas habitual de comer y beber en una izakaya consiste en ir pidiendo distintos platos que se comparten entre los comensales. Este es quizás el concepto mas importante que diferencia a una izakaya de otros locales: la comida se sirve en raciones no muy grandes, y siempre pensada para compartir y no como platos individuales. Por eso lo habitual es comer muchas cosas, mientras se consumen diversas bebidas alcohólicas.
Es el típico lugar donde los trabajadores de clase media, van a tomar unas cervezas y un par de aperitivos.
No tardas en llegar al lugar de vuestra cita. Hay algunas personas en el lugar, la mayoría trabajadores de clase media, que han acudido tras su jornada de trabajo para tomar alguna copa y relajarse antes de volver a sus hogares.
Takahiro aún no ha llegado.
Puedes ver un par de mesas libres.
Toma asiento en una de las mesas libres, mirando su reloj y preguntándose cuánto tardaría Takahiro en llegar. ¿Estaban persiguiéndole? ¿En qué clase de problemas andaba metido?
Ha pasado una media hora cuando ves llegar a Takahiro por la ventana del local.
Puedes ver como cruza la calle y entra en el lugar, buscándote con la mirada hasta que por fin te localiza.
Ya podéis interactuar
Tardas una media hora en llegar al lugar de vuestra cita. Hay algunas personas en el lugar, la mayoría trabajadores de clase media, que han acudido tras su jornada de trabajo para tomar alguna copa y relajarse antes de volver a sus hogares.
No te cuesta localizar a Takeshi en una mesa, y parece que él ya se ha percatado de tu presencia.
Ya podéis interactuar
Takahiro se acercó a la mesa donde estaba sentado Takeshi y sin decir nada se sentó junto a él, de forma silenciosa y pulcra, dejando su maletín sobre su regazo.
—Buenas noches, Takeshi-san. Siento haberle hecho esperar —se disculpó, con un tono monótono y una entonación pausada, mientras miraba al frente. Entonces se giró hacia él y tragó saliva—. ¿Ha notado algo raro usted también?
Ahora que podemos interactuar, ¿podrías ponernos a ambos como destinatarios por defecto para no tener que marcarnos o te es necesario para tus gestiones masteriles? :P
Takahiro. Mucho más formal y decoroso que él. O ella, a efectos prácticos.
Le observó detenidamente, sin disimulo, y asintió en un gesto seco a modo de saludo- No se preocupe, Takahiro-san- se cruzó de brazos, adquiriendo una pose más pensativa. No solía tener grandes revelaciones, ni tampoco se le ocurrían grandes cosas, pero aquello le daba un aspecto más regio ante uno de sus semejantes.
- En efecto he notado algo extraño, pero prefiero escucharle primero a usted.
Asintió solemnemente.
—Bien. Anoche, después de hacer unas averiguaciones, sobre las que también me gustaría comentarle cuando hayamos solucionado este asunto de mayor prioridad, se apareció una urraca ante mi ventana, como pidiendo paso. La dejé entrar, pensando que podía ser un buen augurio o un espíritu con un mensaje. Simplemente se durmió sobre un armario y no cambió su posición ni cuando me fui a descansar yo. Al despertar, una de sus plumas descansaba sobre mi cuerpo. La tengo aquí mismo —busco en el bolsillo de mi chaqueta y se la tiendo—. Y al ir en busca de los más ancianos en busca de consejo, supe que me seguían y al girarme vi un ser que solo podía ser un shen. Parecía una especie de enorme tigre blanco y azul.
Su expresión se llenó de sorpresa de forma abrupta, pero procuró devolverla a su estado anterior— ¿Un enorme tigre blanco y azul? ¿Y sabe qué quería de usted? ¿Se mostraba agresivo, o por el contrario, símplemente le contemplaba?
¿Shiro está conmigo?
Shiro no está contigo... pero entonces reparas en que hay alguien observándote.
La nieta del anciano esta fuera del local, y te está mirando.
—Lo vi durante aproximadamente una fracción de segundo. Pero parecía amenazante.
Takeshi se llevó un dedo a los labios, pidiéndole a Takahiro que guardase silencio- Nos están observando.
Miró hacia la puerta del bar, e hizo un gesto a quien observaba allí, pidiéndole que se acercase.
La niña primero se esconde colocándose a un lado de la puerta, unos segundos después comprende que su vano intento de esconderse no ha dado el resultado esperado, y entra con timidez.
Camina hacia vuestra mesa con la cabeza baja, dando pequeños pasos. Cuando llega a vuestra altura se detiene y con la cabeza gacha alza los ojos apesadumbrada.
Parece que espera una reprimenda.
Aunque os observa no os escucha con el ruido del local.
Miró hacia la puerta en silencio y vio a la niña llegar, extrañado.
Observa a la cría, ahora a sabiendas de que lo que había ocurrido en la tienda no era una mera coincidencia. Cuando llega a su altura, la mira fijamente- ¿Por qué nos observabas, Liu?- dijo, recordando el nombre por el que la había llamado su abuelo.
No parece hacer mucho caso a Takahiro, a ti, en cambio, no deja de mirarte.
- Es que...
Parece dudar un momento y mira a Takahiro antes de hablar.
Señala hacia una de las ventanas del local. No te cuesta reconocer la desdibujada imagen de Shiro
- Ella me dijo que usted podría ayudarme, que usted podría encontrar a mi tía.
Perdón el retraso, lo leí y olvidé marcarlo como no leído para responder mas tarde.
Me mantengo en silencio, observando a la niña con atención y escuchando la conversación. No intervengo, sin embargo, puesto que no es asunto mío.
- Shiro...-dijo, echando una mirada de soslayo a aquella zorra muerta con la ceja enarcada. Sin embargo, decidió ignorarla y volvió a prestar atención a la niña- ¿A tu tia? ¿Se ha perdido?