Partida Rol por web

Carne Picada

1. Llegada

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09/09/2008, 20:39
Director

El sueño tarda un tanto en alcanzarte, inquieto como estás por la marcha no tan fluida como debería de la producción. AL menos, piensas, estáis aquí con tiempo de sobra y sin bajas en el material. En fin, ya veremos. Con estos pensamientos, caes dormido.

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09/09/2008, 20:41
Director

El cansancio te impide dormir como querrías, haciendo que te despiertes cada cierto tiempo con algún calambre en las piernas o sed. Sin embargo, por fin logras dormirte y te alcanzan sueños fragmentados en los que alguien de televisión Española te hecha el ojo y acabas presentando un telediario prime time y..

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09/09/2008, 20:47
Director

Con tu habitual tendencia a la organización, colocas todo tu material y tu ropa antes de echarte a dormir. Piensas en tus compañeros y en su cinismo, su falta de interés por fenómenos que como no comprenden, simplemente descartan. Piensas un poco en las cosas que sabes de la zona y en lo que has visto hasta ahora del sitio y con estos pensamientos te quedas dormido.

Notas de juego

Recuerda que en cualquier momento puedes hacer una tirada de 2d6 + Conocimientos + la habilidad que consideres oportuna para averiguar cosa sobre lo que veas o te cuenten. No olvides que eres el referente intelectual del grupo, sin tí, podrían acabar intentando darle de merendar a un zombie.. XD

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09/09/2008, 20:50
Director

Tu siesta es como el zumbido blanco de una radio sin sintonizar. Ni sueñas, ni te remueves en la bañera. Vagamente, eres consciente algunas veces de tu entorno y de cómo el frío se va apoderando de tu piel, pero poco más.

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09/09/2008, 20:51
Empleado Hostal Marino (Javier)

A las doce, como estaba previsto, unos golpes en la puerta por parte del dependiente os indican que ha llegado la hora de ponerse en marcha. Tan pronto comprueba que uno de vosotros ha reaccionado a la llamada, se marcha de nuevo, suponiendo que ya os encargaréis de terminar de despertaros unos a otros.

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09/09/2008, 21:03
Facundo Caballero

Finalmente el sueño fue interrumpido por el molesto tocar de la puerta. Facu abrió los ojos y no pronunció sonido, simplemente esperó que los golpes se repitieran, sea en su puerta o en otra, hasta que alguien le contestara al empleado que ya estaba despierto. El no pensaba molestarse en esa tarea menor... después de todo para eso le pagaban.

Tras unos minutos más en la cama, disfrutando del sol que entraba por la ventana, decidió que era el momento de poner manos a la obra. Ernesto no toleraría demoras y no pensaba darla la ocasión de que se volviera a molestar con el.

Lentamente entró al baño y dejó que el agua terminara de limpiar las telarañas de su sueño. Frio. Caliente. Frio. Caliente. Los golpes del agua a distintas temperaturas terminaron de despertarlo y se sintió listo para enfrentar al mundo... o por lo menos a la "tarde laboral" en compañía del extraño grupo que se había formado.

Tras elegir una camisa celeste, el blanco nunca se veía bien en la pantalla y una corbata discreta, se calzó uno de sus trajes que, como de costumbre, parecían hechos a medida. Un pañuelo en el bolsillo superior, un par de pasadas con el peine y el locutor estaba listo para comenzar su trabajo. Tras mirar su reloj, y ver que aún quedaba algo de tiempo, aprovechó para repasar la lista de términos que el parapsicólogo le había entregado y la puso en uno de los bolsillos de su mochila.

Luego revisó que tuviera todo lo que estimaba necesario. De su valija, que pensaba dejar en el hotel, solo tomó un par de pequeños bolsos, dispuesto a dejarlso en la camioneta pro si hacían falta. El maquillaje y el equipo de mate. El resto de los objetos, en su mochila, lo acompañarían durante la recorrida. Ya vería de dejar la mochila en la camioneta, si hacia falta, cuando comenzaran a filmar, pero por el momento lo mejor era estar listo para lo que viniera.

Facundo respiró profundamente y se preparó a comenzar la investigación. Abrió la puerta y descendió al lobby, dandose cuenta que tenía mucha hambre... ese cafe mañanero ya no hacía más efecto

Con la mochila al hombro y los dos pequeños bolsos en su mano izquierda, esperó que el resto hiciera acto de presencia.

Notas de juego

Salvo la "ropa" llevo el resto de las cosas "pequeñas" sobre mi mismo (como el celular) o en la mochila donde está la notebook. esta mochila va conmigo a todos lados.

Los dos bolsos son, por un lado el estuche con todo el maquillaje y por otro el equipo de mate (completito, yerba, bombilla, mate... mate amargo (sin azucar), obvio) que quedarán en la combi para cuando resulten necesarios.

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10/09/2008, 20:29
Raúl Camestres

A pesar del clima que reinaba en el exterior, Camestres se sorprendió desparramado en las frías baldosas del piso de la bañera. Su cuerpo tiritaba descontrolado, y la helada ducha que caía sobre él lo aguijoneaba con certera eficacia. Había olvidado la puerta del baño abierta, por lo que escuchó claramente los leves llamados del empleado del hotel. Sin embargo, se mantuvo unos prolongados momentos en esa posición, incapaz de hacer el más mínimo movimiento. Finalmente, recurriendo a toda su reserva de voluntad, consiguió ponerse de pie y, acto seguido, giró uno de los grifos. La temperatura del agua comenzó a elevarse y el calor penetró en su cuerpo y lo despejó del entumecimiento que lo atenazaba.
Mientras se vestía (con las mismas ropas con las que había viajado), tomó conciencia de una sensación perturbadora. La combinación de frío penetrante y calor extremo (sumada, por supuesto, a los residuos que los fármacos habían dejado en su cerebro) había provocado en Camestres un muy particular estado de alteración en su percepción. No podía explicarlo con claridad, pero se sentía extraño. Receptivamente extraño…
 

Notas de juego

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10/09/2008, 20:30
Raúl Camestres
Sólo para el director

Notas de juego

Lo siento, pero no se como colgar musica del Goear. Si sabes como hacerlo, borra y video y sube el tema.

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10/09/2008, 20:11
Ernesto Crocce

Ernesto sale despedido de su habitación apenas el muchacho toca la puerta. Lleva consigo el bolso personal con el que se bajó del avión, distinta ropa, el pelo húmedo, la piel más brillante y una cara de fastidio aún más grave que la que tenía antes de retirarse a su cuarto. Por la rapidez con la que emerge de atrás de la puerta, se hace evidente, se ha despertado por sí solo bastante antes que el empleado siquiera se dirigiera a despertarlos. Vaya a saber uno qué había hecho desde ese momento hasta aquel otro, encerrado en aquella habitación pequeña, rumiando su descontento por los imprevistos del viaje, y de sus acompañantes.

Pero ahí está, en la soledad del hall, esperando al resto, luego de golpear las puertas correspondientes para reforzar el trabajo del empleado. Todavía falta tiempo para la una, así que se toma el atrevimiento de recorrer brevemente las instalaciones, fijarse si el mostrador del hostal tiene algún tipo de folleto turístico a mano, salir y echar una mirada a los alrededores...

Piensa en que si vuelve a encontrar al empleado, se encargará de hacerle saber, en pequeños términos monetarios y con sutileza característica, que aprecia su buena predisposición más allá de sus obligaciones laborales. No le va a ser fácil si Camestres vuelve a pasearse desnudo por los pasillos... El solo pensamiento pone a Ernesto al borde de un ataque. Sacude enérgicamente la cabeza. Lo único que falta. Zoológico humano, del cual fue nombrado director. Por favor, no. No.

Repasando mentalmente las cosas de su bolso, los equipos, las cosas para hacer y, empezando por lo básico, qué y dónde podrían comer, Ernesto espera en el hall a que se presenten los demás. Allí lo encuentra Facundo, cuando baja.

- Qué puntualidad - dice Ernesto, mirando su reloj pulsera como acto reflejo aunque sabe bien qué hora es - Espero encontrar un buen lugar para comer, pero eso depende de cuán rápido lleguen los demás. ¿Vos ya estás preparado?

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10/09/2008, 20:57
Facundo Caballero

- Siempre listo, como los boy-scouts - contesta el locutor con una sonrisa - incluso traje el mate... - le muestra el bolso - ... para dejarlo en la camioneta, por supuesto - completa al sospechar que la idea no pueda ser bien recibida por Ernesto.

- Solo espero que la comida sirva para que se tranquilicen los ánimos. Algunos parecen un poco... eh... nerviosos. Bueno. Suele pasar. Algunos reaccionan mal a los vuelos - intenta minimizar la cosa mientras deja boyando su idea de que el único confiable es el.

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11/09/2008, 05:29
Ernesto Crocce

Las cejas de Ernesto se vuelven dos arcos románicos.

- ¿Mate? ¿Y cómo hiciste con la yerba, la traficaste en la valija?

La sola idea de haberse podido quedar demorado o bien en Ezeiza o bien en Barajas con un conjunto de policías y aduaneros alrededor debatiéndose sobre si el paquete tenía efectivamente yerba mate u otra clase de yerba, hace que Ernesto se quede sin reacción. Todo eso podría haber pasado. Todo eso, además del desnudo de Camestres, el olor aséptico de aquel lugar, la poca diligencia en general para ejercer lo sencillas que eran sus funciones... Ernesto siente ganas de agarrarse la cabeza, pero mantiene la compostura y en su lenguaje corporal, su frase no es más que un guiño cómplice hacia Facundo. En realidad, empieza a tomar conciencia de lo poco concientes que son los que están a su cargo y de lo mal que podría haber salido todo. Mejor dicho, peor aún.

- Bueno - dice, casi al instante: no quiere certificar esa respuesta. No quiere ni sentir lo cerca que pudo estar todo ese lío - Un amargo no nos va a venir mal mientras estemos trabajando. A ver si despabila los ánimos.

No hay nada que Ernesto quiera más. Que se despierten, que no jodan, que hagan lo que vinieron a hacer y que no se maten en el transcurso. Lo único que le falta.

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11/09/2008, 15:50
Facundo Caballero

- Traficarla? - el rostro de Facundo demuestra que no está seguro si las palabras de Ernesto encierran una crítica o una broma - No, si solo traje un paquete de Taragüi. Cerrado, tal como lo saqué del supermercado - se intenta explicar - Porque debería traficarlo. es solo yerba. Que yo sepa incluso se vende aquí, solo que no creí que tuvieramos tiempo para ir al supermercado -

El locutor esta nervioso, no entiende la reacción del redactor y quiere suponer que se debe a que sus compañeros aún no han bajado. Con un gesto mecánico se alisa el cabello e intenta cambiar de tema - Pues bien... entonces una comida y manos a la obra - repite, nervioso, las palabras de Ernesto.

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11/09/2008, 18:47
Director

Durante su breve paseo por los alrededores, Ernesto ha podido ver varios restaurantes cercanos. El que tiene mejor aspecto en cuanto a que se debe comer mejor, con una mezcla de comida española e internacional, tradicional y moderna, ubicado en una tranquila placita de bancos de piedra, llamado El Espino. El problema es que no tiene menú del día y puede salir a unos 30 euros por persona. También hay otro, llamado Sierra, en el mismo centro del pueblo, frente a la iglesia. Es un sitio no muy limpio, pero amplio. El menú del día sale a 9 euros por persona. Y por supuesto, el propio Hostal Marino tiene su restaurante anexo. Precios razonables (menú de 11 euros), tranquilo y accesible, pero poco luminoso.

Notas de juego

Sí, en España se vende mate, pero de no haber venido envuelto, sí, podríais haber tenido algún problema, los aduaneros españoles son bastant quisquillosos con el tema drogas. Y bastante ignorantes. Sin embargo, siendo un vuelo argentino y tras una sencilla explicación, no ha habido problema.

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12/09/2008, 03:13
Diego Hess

Es uno de los últimos en bajar, con la ropa arrugada y el pelo tal cual como se levanto así quedo... aun bostezando y frotándose los ojos... su vos se torna alegre
-Escuche algo sobre comer?... para eso vine aquí, para probar la comida ibérica
Mientras se acerca a Ernesto y le dice en vos baja...
-Ernesto... no me hago cargo de la seguridad personal de Raul, casi se mata con agua fría el idiota

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12/09/2008, 14:35
Ernesto Crocce

- ¿Cómo? - responde Ernesto al instante, pasando de mirar fijamente a Facundo a mirar a Diego - Decime que es una joda.

Pero los ojos del camarógrafo no le muestran humor. Los escruta de nuevo, buscando una respuesta razonable a la incoherencia que le acaba de informar. Ante la ausencia de respuesta, de locura y de ánimos de broma en el gesto de Diego, Ernesto cae en la cuenta de que eso efectivamente ha sucedido. Un miembro de su equipo posiblemente intentó suicidarse en España de una hipotermia, o quedó tan tarado por el Rivotril que se le dañó la capacidad de reaccionar.

Aprieta los labios y se frota el puente de la nariz. No quiere creerlo.

¡Ni los pendejos me dieron tantos problemas!

- ¿Está arriba? - mira a donde apuntan sus palabras - Bueno, el consideración de los últimos acontecimientos, me parece que vamos a comer acá por hoy. Así que averigüen qué dan de comer mientras yo me ocupo de esto.

Ernesto se da vuelta, y como si fuera directo a encabezar un fusilamiento, sube las escaleras para buscar a Camestres.

Notas de juego

El problema es que con todos los casos de drogas de vuelos argentinos a España (empezando por el de las modelos, que fue un escándalo en Argentina), podía ser que estuvieran más perspicaces... O eso piensa Ernesto. Es su paranoia.

¿Qué marca de yerba es? :P

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12/09/2008, 15:16
Raúl Camestres

Camestres se acercaba al lobby del hotel cuando lo vio venir a Ernesto hecho una furia y sacando chispas por los ojos. Aprovechando sus nuevas capacidades sensoriales, dedujo que habría sido producto de las bizantinas discusiones entre el camarógrafo y Caballero.
- Pobre tipo, tener que lidiar con esa gente. Decí que me tiene a mí para darle una mano, que si no…

Cuando estuvieron cara a cara, Camestres se acercó y pareció susurrarle unas palabras por lo bajo.
 

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12/09/2008, 15:18
Raúl Camestres

- Mire Sr. Crocce, la verdad que no se como decirle esto… pero en el episodio del avión… Bueno, no quiero acusar a nadie… pero me parece que alguien se aprovechó. Capaz que fueron los de la aerolínea o alguno de los otros pasajeros… El tema es que me desaparecieron algunos papeles… nada importante. Pero no encuentro mi registro para conducir… y me falta algo de plata. No le estoy pidiendo nada, tenía otro poco guardado en la valija, pero le comento para que sepa…

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12/09/2008, 15:13
Facundo Caballero

Facu observa la situación y al ver el rostro desencajado de Ernesto opta por no hacer comentarios, con la seguidad que serán rechazados - Me... nos ocupamos - le informa, dándose cuenta que no es el momento de separar, aún más, al grupo

- Vamos? - le pregunta a Diego cuando el redactor se retira y encara hacia el restaurante del hotel - Este pendejo nos va a meter en problemas - comenta en voz alta sin tener claro si le interesa uan respuesta de su compañero y preguntándose donde habrá ido a parar el parapsicólogo.

Facu elige una mesa y se sienta con seguridad mientras eleva la vista y busca a quien los debe atender - Una carta - le pide mientras menea la cabeza, empezando a preocuparse por las posibilidades de que el reportaje se pueda hacer - Esto se está complicando - comenta en voz baja - Espero que pueda hacer entrar en razones al drogón - Tras una pausa agrega - Y que ese viejo demente decida bajar de una vez. Dos locos en cinco personas... que mal, que mal - comenta sin darse cuenta que, sin darse cuenta esta ubicando a Diego, y a el mismo, en el grupo de los cuerdos.

Notas de juego

Parece que algunos PJ, son más paranoicos, aún, que el Master, jaja. Lo puse en el otro post: "Taraguí"

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13/09/2008, 06:14
Ernesto Crocce

A la distancia, lo único que se ve de Ernesto es cómo el gesto le cambia hasta adoptar una expresión muy comparable a un enorme signo de pregunta. Rígido como estaba al dejar a Facundo y a Diego, pasa a adoptar una postura resignada; pero inmediatamente, y sin dar espacio a que se note lo anterior, vuelve a su posición de autoridad. El cansancio parece haberlo pasado de rosca, finalmente. Parece responderle algo a Camestres, con tono menos bajo pero más tranquilo. Desde la posición de Facundo y Diego, sólo se oyen palabras clave.

... grave... no necesitás... productora... registro... comisaría... desgracia... de perder... laborales... el rivotril... no quiero... avión... Buenos Aires.

Tras aquello, se ve a Ernesto mirar a Camestres directamente a los ojos. Parece decirle algo en tono más bajo, y tras eso, parece dar por terminada la conversación.

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13/09/2008, 06:24
Ernesto Crocce

- Lo que me estás diciendo es grave, Raúl. Por el tema de la plata no necesitás preocuparte porque los gastos los paga la productora. Pero lo del registro es complicado: mañana mismo vamos a la comisaría a hacer la denuncia de robo o extravío, no podemos dejarlo pasar. Es una desgracia... creo que entendés que con esto acabás de perder parte de tus obligaciones laborales. Así que espero que dejes el Rivotril y te pongas las pilas, porque no quiero verme en la obligación de ponerte en un avión de vuelta a Buenos Aires.

Ernesto mira a Camestres directamente a los ojos, tratando de certificar que en algún rincón de ese cerebro dormido, han llegado sus palabras. Todavía le queda una ligera esperanza de hacerse entender en la gravedad de la situación. Pero por si las dudas, remata su pequeño discurso con más palabras:

- No quiero volver a enterarme que te paseás desnudo por ningún lado ni bajo efectos de ninguna droga, legal o no. Quiero ver que hagas tu trabajo, y que le pongas voluntad. Mientras eso sea así, no tenés que preocuparte por la plata. Lo del registro, ya veremos.

Espera un momento a ver si recibe contestación por parte de Camestres. Tras la minúscula espera de rigor, parece dar por terminada la charla, a menos que Camestres tenga algo extraordinariamente importante para objetar o acotar.