Partida Rol por web

Jarik estaba agotado... no podía ni hablar... iba a dar las gracias cuando apareció el buen Erszen. Estaba aún peor que el pistolero.

Lo vio caer rendido allí mismo, y en ese momento, su cuerpo recordó que estaba fatal... Se dejó caer también en un rincón para recobrar fuerzas....

Creo que a mi cuerpo le gustaría dormir un rato. Estoy agotado y dolorido, como creo que está la mayoría... Tal vez podamos descansar en la sala del fantasma de la mujer del carcelero... Parecía la única dispuesta a ayudarnos...   

Desther, encontrandose aún examinando a Erzsen junto al buen clérigo enano se alzó dejando que esté acabará con los cuidado usando sus dones.

Tras oir el comentario de Jarik arqueó una ceja inquisitiva a Jarik. - ¿Descansar junto a una aparición corrupta? Este sitio es el lugar más enloquecedor en el que he estado nunca, pero debemos evitar caer en esas cosas... mucho me temo que no hallaremos descanso aquí más que aquel que nos lleve ante Pharasma. - replicó serio.

Pues entonces necesitamos decidir si continuamos  o nos vamos. Lo cierto es que a mi  me gustaría acabar el mal que asola este sitio. Pero en estos momentos estoy bastante dolorido. Ahora bien, aún puedo continuar... Un poco más al menos...

Y diciendo esto, el pistolero se pone de pie otra vez, mirando fijamente a Desther. Puede que en su fanatismo resida la voluntad para acabar de una vez por toda con la senda. Pero también puede que este los arrastre a una muerte por desgaste. Ya se verá en su momento.

Saca poco a poco el cartucho gastado de pimentera y lo sustituye por otro. No quedan muchos ya.  Cansado, dolorido, hinchado por todas las picaduras de los insectos, y casi sin munición... Sí, las posibilidades eran maravillosas

Hermanos, hemos venido aquí con una misión y yo no pienso irme sin haberla cumplido. Si alguno quiere irse no le juzgaré, el mal que alberga Harrowstone es poderoso... Pero siento que Pharasma está con nosotros y nos ayudará en nuestro cometido...

Se descolgó la mochila y empezó a evaluar la situación de sus hermanos, a Erzsen le dio un vial que tenía parecidas características que el don que había utilizado antes y le conminó a que se lo tomase. Luego sacó una varita y se acercó a Jarik. Su piel aún mostraba signos del paso de aquella plaga. Musitó la palabra que haría que se activase el objeto y se concentró en sanar a su hermano... Los demás no presentaban más que magulladuras y moretones superficiales por lo que prefirió guardar para más adelante el resto de sus opciones, seguro que les iban a hacer falta...

Podemos continuar? Erzsen....tú dirás.

Ishaya obró con toda su eficiencia, tanto moral y espiritual como practica. Tanto con sus dones sagrados como con los objetos benditos obró milagros en la salud de Erzsen. Sus palabras inflamaron su alma, sus actos lo hicieron con su cuerpo. Si alguien podía (y debía) guiarlos en aquella empresa enorme y mortal, y de paso, en todas las que les viniesen más adelante, era el. Lider natural, amigo incondicional, hermano sin igual. El joven conde creía que todos allí tenían la misma opinion del firme sacerdote enano que él, pero para él, en especial, Ishaya representaba mucho más. Él lo sacó de su vida vacía y muerta, le llamó hermano, confió en el sin reservas cuando nunca nadie lo había hecho y le dió el regalo más precioso que alguien pudiera dar alguna vez: su amistad. Por todo aquello, Erzsen Bathory se puso en pie con firmeza y miró al enano mientras sanaba a Jarik con una varita. Cuando oyó su voz preguntandole si se veia con fuerzas para seguir, el muchacho de pelo llameante sonrió con fiereza, pero recuperando también su simpatía recien adquirida, los ojos esmeralda reluciendo con un fuego renovado. Con aquella voz suya que a veces brotaba de su menudo cuerpo, la voz de señor, dijo:

- Estoy como nuevo, hermano mio. Pharasma nos guia a través de ti, y si ella guia, nada hemos de temer. No será tan facil hacernos desistir. Vamos!!

Y con paso decidido se puso en camino, ya pensando en la siguiente puerta que examinar, en la siguiente sala que visitar, en el proximo mal que exterminar. Sintió que si Ishaya los dirigía, serían capaces de entrar en el mismisimo infierno con una sonrisa en los labios.

Este era Ishaya. Había acabado con las dudas del grupo en un abrir y cerrar de ojos. Tan simple como mirar en su mochila. Esa claridad de ideas le confería el halo que todos admiraban en el.

Gracias hermano.- Comenta el pistolero mientras se pone en pie y comprueba su movilidad.

Tras las palabras de Erzsen y comprobar como este se adelanta, Jarik se coloca en su posición habitual. Espera que la claridad de pensamiento de su hermano le ayude a encontrar la suya, que parece haberse ido al garete desde que han entrado en la prisión...

Tras el pequeño discurso de Ishaya, todo el grupo recobró la moral perdida y la desgana de seguir adelante. Sicarius estaba dispuesto como siempre, a él le daba lo mismo morir si era por una causa como esta y jamás habría visto con buenos ojos retirarse. Así que asintió las ordenes del pequeño hermano mayor y confirmó su aprobación dando un pequeño golpe con la hoja de la espada plana en el canto de su escudo, de paso también solicitó comprobar si la luz era suficiente en duración y propuso que alguien más llevase luz, por ejemplo Jarik en su pistola para cubrir mejor la retaguardia.

Loada sea Pharasma y loado seas tú Ishaya. ¡Vamos nenas, al turrón!

Tras unos momentos de inseguridad y miedo, la voz de la templanza ejecutada por el sacerdote enano, renovó la confianza del grupo. Ishaya sacó el arsenal de recursos que el grupo había ido recogiendo por las diferentes cámaras por las que habían pasado. Harrowstone era un lugar maligno y letal, pero el devoto servidor de Pharasma, no abandonaría su cruzada tan fácilmente. Su destino pasaba directamente por erradicar el mal de ese lugar, y si debía encontrar la muerte en ese antro de malévola voluntad, la acataría, pues a buen seguro sería la decisión de la Dama de las Tumbas, su Señora, la única que podía juzgar a los vivos y a los muertos.

Una vez recobrados de sus innumerables heridas, Erzsen se dirigió a las pequeñas puertas de la sala donde la criatura invisible habia mantenido un reñido pulso con Ishaya. Todavía le producía cierto repelús aquel sitio, pero marchaba junto a Ishaya, "El Inquebrantable"... Sonrió sólo de pensarlo. Un nuevo héroe para su mente que a veces no era más que la imaginación de un niño.

Inspeccionó con tiento las tres puertas, y al no detectar nada, las abrió. Tras ellas, tres reducidas celdas de abastecimiento. Ningún enemigo. Eso era bueno, pues los últimos combates habían sido exigentes al máximo.

Una vez registradas las tres celdas, el sacerdote enano reparó en una serie de viales que se guardaban en varios arcones que había en ellas. Ishaya miró algunos de ellos y sonrió... Pharasma había enviado una nueva señal.

Tras registrar y aprovisonarse con los objetos de las celdas que servían como almacén de botica, cosa que agradecieron sobremanera, los Vengadores continuaron su purga del lugar. Erzsen se volvió a situar como enlace de la vanguardia y la medular del equipo, adelantandose solo para cerciorarse de que las entradas que franqueaban estuviesen limpias de trampas. Su siguiente objetivo, la puerta de la esquina este de la sala del maldito fantasma.

Lyria sintió desfallecerse. El grupo estaba tocado y las fuerzas tanto físicas como mentales estaban por los suelos. Se planteaba una retirada, en palabras de ciertos integrantes del grupos, y personalmente tampoco lo veía mal dado el estado general del grupo. Aunque temía que los poderes de Harrowstone se terminasen de desatar si ellos realizaban un receso en su misión.

Pero en los momentos más bajos y más oscuros, la luz volvió a brillar. Ishaya, recuperando la vieja costumbre, se personificó en esa luz. Una luz de convicción. Una luz de fuerza. Una luz de esperanza. Esa luz iluminó a todos ellos y les infundió nuevamente la perseverancia que necesitaban para continuar. Ishaya devolvió la salud y la fuerza de voluntad al grupo, y el resto decidió acudir en su respuesta.

Continuaron con las investigaciones, y en las puertas de la enfermería encontraron celdas de suministros con nuevos objetos que podrían utilizar en contra de las fuerzas malignas de Harrowstone, ..., como si los antiguos habitantes, o el mismo Hawkran, les tendiese una mano para dicha misión.

Lyria se adelantó, al detectar magia en 4 viales:

- Mientras termináis de investigar, yo miro de averiguar las propiedades de estos 4 frascos.

Una vez más, ninguna trampa custodiaba la habitación que se disponían a cruzar los Vengadores. La sala, bastante grande, se encontraba completamente quemada en su vertiente este, debido al incedio que finalizara con el cometido de la antigua prisión. Gran parte de la estructura oriental se habia colapsado, dejando paso a la entrada del agua procedente del lago que formado junto a las paredes de Harrowstone. Como la gran mayoría de los tabiques, se habían derrumbado por la acción del fuego, desde este punto se podía observar dicho lago con una magnífica panorámica. Las aguas habían vencido los discontinuos límites de la estancia, e invadían inundando casi la mitad este de la gran sala.

Un gran horno de piedra, dominaba esta gran habitación. Su tamaño era tal, que un niño de diez años tendría que trepar para llegar a su vientre. En una placa de cobre, ennegrecida por el humo y el hollín, colgada sobre la embocadura del horno, se podía leer las siguientes palabras escritas: " Boca de Brasas".

Una puerta en la pared sur, parece conducir hasta otra habitación que seguramente también presente parte de su superficie anegada por el agua procedente del lago.

Desther contempló con el ceño fruncido el horno - Detecto un aura de mal entorno a esto.... ¿será alguna clase de artilugío oscuro? Cuidado.... tal vez esté embrujado. - sentenció examinando todo el conjunto del lugar como un perro buscando a su presa.

Las palabras del Desther alertan al pistolero, que se pone tenso como un resorte, preparándose para cualquier acción que puede devenir en aquella sala. 

Parece ser que el horno es el lugar de donde puede venir la amenaza según las habilidades del inquisidor. Y es allí a donde se centra la atención de Jarik...

Lyria terminó con la exploración mágica de los viales:

- Se trata de viales de la misma naturaleza que los encontrados anteriormente. Restaurarán las pequeñas heridas sufridas. - Comentó al resto del grupo los resultados de dicho análisis.

Acto seguido ocupó su posición habitual de exploración, renovando nuevamente el conjuro de detección de auras mágicas. Entraron en la nueva sala abierta al exterior y se puso tensa al escuchar las palabras de Desther, revelando la presencia de mal en el horno:

- Tened cuidado. No hay signos de magia en el horno, con lo que es muy probable que estemos en presencia de un embrujo. - Comentó mientras se dirigía hacia Ishaya en busca de un "Cazaembrujos".

Sin saber cómo, la embocadura del horno se comenzó a deformarse mientras la negruzaca peidra se animaba. Parecía como si el horno hubiera sido imbuido por un funesto hechizo. Pero... Lyria no detectaba magia...

Rápidamente, la temperatura en el lugar comenzó a aumentar, mientras el olor a carne quemada saturó el ambiente de la cámara...

Erzsen ya tanteaba su costado en busca de Ira de Pharasma cuando del horno, que según Desther emanaba maldad; empezó a brotar calor. El olor a chamuscado inundó sus fosas nasales. Lyria había asegurado que no había magia en aquel artilugio, sin embargo aquello no podía ser natural. Sus sopechas se confirmaron cuando la piedra empezó a combarse sobre si misma, presta a seguramente cambiar de forma.

- Atentooos!! - voceó el conde a grito pelado - El horno va a cambiaaaaar!!! Se mueveeee!!! Frascas para embrujos yaaaa!!!

Sin dudarlo, aun sabiendo que la daga apenas dañaba a estos seres, desenfundó como el rayo la curva arma bendecida.

- ¡ Todos en guardia! - vociferó el corpulento inquisidor tras el aviso de Erzsen. Interponiendose al clérigo y la hechicera, Desther preparó su alabarda dispuesta a golpear lo que fuese que estuviera dominando aquel horno. Si las armas no servían para nada contra aquel nuevo enemigo, tal y como sospechaba, estaría preparado para invocar los favores de Pharasma.