Partida Rol por web

Al fin encontraron la celda del último de los grandes espíritus de Harrowstone, porque por todos los colgantes de distintas fes que adornaban aquel esqueleto ya habían adivinado el inquilino de aquel lugar. El Padre Charlatán no podía estar lejos...

Entonces el joven conde de Anactoria cayó entre horribles sufrimientos, y el clérigo tuvo que asistir impotente mientras la vida se escapaba de Erzsen, el último hermano, el benjamín de la familia... No cabía más pena y dolor en el alma de Ishaya. No gritó porque no podía. No lloró porque no podía. La estupefacción hizo presa del enano y entró en un estado semi-catatónico en el que se empezó a mover por impulsos.

Y el primer instinto que le llegó fue arrodillarse junto a Erzsen y evaluar sus heridas por si pudiera hacer un postrero esfuerzo por salvar la vida de su hermano.... o para averiguar qué era lo que había acabado con el último conde de Anactoria y poder prevenir al resto... pero algo tenía claro: el Padre Charlatán estaba detrás de aquella muerte horripilante.

Ishaya y todos los demás estaban vencidos, sobrepasados por un mal tenaz e insidioso como el que se había desarrollado en las paredes de la vieja prisión. Ahora Erzsen caía sin poder ni tan siquiera gritar su agonía, y una flema de pena y rabia emergía por la garganta del sacerdote pharasmita. Todo apuntaba a que era obra del Padre Charlatán...

Se acercó para averiguar posibles causas de la muerte del conde, y entonces cayó en la cuenta de que el pelirrojo pícaro todavía respiraba... ¡¡Estaba vivo!!... Pero completamente inconsciente...

Acto seguido Desther miró al joven de ojos como jade, con su mirada severa e inquisitiva, llegando a una conclusión que nuevamente sorprendía a los Vengadores...

- Detecto mal en él.- Sentenció con firmeza.

No!! El pequeño conde no!.

Otro hermano muerto. La pena ya no cabía en su corazón. Giró en redondo cuando cayó en la cuenta que la muerte de Erzsen se debía a posiblemente al último de os fantasmas... Y la voz de Lyria confirmó sus dudas.

- Mira en todas las direcciones. El espíritu estará en otra parte de la habitación ....

El pistolero sacó la espada. Ahora que Sicarius no estaba, y el conde también había caído, tenía que ejercer como guerrero junto al buen Desther.

En la periferia de su visión, comprobó que Ishaya estaba atendiendo al  Conde. Aun podía haber esperanza!!!!Y entonces la una frase de Desther lo volvió a dejar totalmente descolocado...

Lyria se acercó al cuerpo de Erzsen cuando vio la expresión de esperanza en Ishaya. Entonces todo cobró algo más de sentido. Se dirigió al resto de sus hermanos en un susurro:
- Erzsen está poseído por el espíritu del Padre Charlatán. Ahora debe de estar luchando mentalmente con él. - Mientras decía esto, extrajo el último frasco de cazaembrujos - Tanto Erzsen como el espíritu pueden llegar a oírnos, ..., con lo que podemos influir en ellos. - Dijo con una sonrisa maliciosa al ver un punto débil en la adversa situación. - Tenemos que ayudarlo, influyendo con curas sobre él, con amenazas creíbles directas al espíritu, o con algún ritual religioso, de la religión de Pharasma, que influya en el espíritu y/o en el alma de Erzsen. -

El veloz análisis de la cambiante rozaba los cánones sobrehumanos sin duda. En poco más de unos segundos, había conseguido detectar los posibles puntos flacos del mal que afectaba a Erzsen, y así lo había explicado. Ishaya por su contra, se debatía con el pobre muchacho en el suelo, intentando hallar una respuesta que permitiera devolverle la consciencia, pero como la hechicera había dicho, el último de los espíritus de Harrowstone se había afincado en el cuerpo del muchacho de pelo como el fuego.

De repente, sin previo aviso, el cuerpo del niño conde se puso tieso en un rigor sobrenatural, y sus ojos se abrieron dejando ver sus blancas conjuntivas desirizadas. Un grito brutal salió expelido de su boca, al tiempo que a través de la pechera de su camisa fluía un humillo negruzco. El sacerdote enano decordó el escote del pícaro sin perder un segundo, y entonces una terrible visión impactó a los Vengadores...

Las cadenas y símbolos del amuleto del Padre Charlatán, poco a poco se iban grabando a fuego en el pecho del malogrado y poseido Erzsen...

Estaba vivo. Erzsen seguía vivo pero bajo el influjo del Padre Charlatán que había tomado su cuerpo y luchaba con el joven desde el interior... El alivio momentáneo dejó paso a la premura del momento pero.... ¿Qué podían hacer para ayudarlo?

Lyria, la brillante Lyria, encontró entre todo el conocimiento que atesoraba, opciones con las que ayudar a su hermano. Cada uno utilizaría la habilidad que tuviera más entrenada. El clérigo pharasmita tomó las decisiones sin perder un instante.

Jarik, utiliza el cazaembrujos a ver si logramos dañar al Padre Charlatán. Desther, reza a la Dama de las Tumbas con todo el fervor, ella nos ayudará. Lyria, necesito tu fuerza de espíritu para forzar al maldito cabrón. Mientras tanto trataré de salvaguardar el cuerpo de Erzsen mientras su mente lucha....

RESISTE ERZSEN!!!! TUS HERMANOS ESTÁN CONTIGO!!! LOADA SEA PHARASMA!!!!

El hijo de herrero dejó caer a un lado la alabarda. Había llegado el momento de abandonar las armas y rezar a Pharasma. El filo de su alabarda, final de muchos enemigos impíos, era sustituido por la plegaria más pura que Desther era capaz de hallar en lo profundo de su ser.

- ¡¡Oh Pharasma!!... Dama del Destino, Custodio del Ciclo. No desoigas nuestras súplicas. En estas horas de temor y oscuridad, guía nuestros cánticos a través de las brumas para hallar el camino que nos dirigirá hasta tu gracia... ¡¡Oh Dama Gris!!... Loada seas una y mil veces... Jamás quede vacío tu copa y tu juicio... No Nos dejes sucumbir en estas remotas horas de maldad y peligro... Loada seas una y mil veces...

Oraba el inquisidor como si de un monaguillo de coro se tratara...