Partida Rol por web

Lyria por puro instinto se agachó al escuchar la explosión, y sólo por esa acción se salvó de una muerte segura, aunque numerosos fragmentos impactaron en sus brazos, con los que había protegido su cara, y en el resto de su cuerpo.

Al notar la onda de la explosión, Jarik giró sobre si mismo como un torbellino... Sintió dolor, pero en el último momento notó como su voluntad y agilidad se imponían a la situación...abrió los ojos nuevamente, y volvio a empuñar el extraño hacha, mientras de su nariz salia sangre...

Ishaya escuchó el tremendo sonido de pimentera estallando... y comenzó a temer por la vida de Jarik. El humo causado por la deflagración no le permitía ver a Lyria, y la ansiedad comenzó a apretarle el corazón de forma desmedida. Casi sin buscarla la energía sagrada fluyó a través de él....

El gran espadón continuaba entorpeciendo las maniobras del recio guerrero, pero ahora además, la última cuchillada recibida, seguramente habría lesionado algún tendón, pues le costaba sobremanera alzar el peso de su arma...

Lyria se incorporó con esfuerzo y múltiples dolores por las heridas sangrantes. Pero se concentró en repetir el mismo ataque sobre el mismo esqueleto. Elevó otra piedra hasta situarla justo encima del muerto ser y volvió a interrumpir la telequinesis. La piedra cayó sin daño alguno para el esqueleto. Lyria tenía que coger más práctica y saber anticiparse.

Erodel dió un respingo al oir la explosión del extraño artefacto del guerrero aquel. El esqueleto aprovechó y atacó, casi a la vez que una piedra flotante caia a sus pies con un "plok"...Al instante miró la que él llevaba en la mano y trató de estamparla entre los huesos animados del muerto...pero aquello era como cazar dragones a escupitajos...el combate prometía ser largo...muy largo...

La situación se volvía tensa a cada segundo de combate. Tal vez, ésta fuera la primera vez que sus dotes se evaluaban en un marco de amplia hostilidad. Ya eran mucho los encarnizados combates que se habían sucedido, dando paso al cansancio y la impresición. Aún con todo, los muertos vivientes, a pesar de ser veloces en su reacción, no mostraban actitudes combativas que temer... Pero, ¿Cuánto tiempo soportarían tan titánico esfuerzo.

Con la nueva arma llamada "capullito" en la mano y sintiéndose arropado por sus hermanos, Jarik arremete contra los esqueletos. Necesita golpear y lo sabe, así que pone todo su empeño y su atención para ello...

Era el momento de medidas alternativas, los guerreros del grupo necesitaban apoyo.... Ishaya sacó la maza y le lanzó un ataque al esqueleto que le separaba de sus heridos hermanos

Vuelve a la muerte, este no es tu sitio

La maza impactó contra un costado de la cadavérica criatura, lanzando por el aire esquirlas óseas...

Sicarius alzó su enorme espadón con el convencimiento de que ahora destruiría a una de esas malvadas criaturas. Ishaya había conseguido reventar a uno de los esqueletos, y eso insufló nuevas energías en el robusto guerrero. Una vez más, dejó caer la hoja del mandoble, pero en esta ocasión sí que acertó de pleno. Los huesos crujieron al quebrarse por diferentes puntos y el esqueleto de desmontó. Acto seguido, viró sobre sus talones dispuesto a rematar la faena, pero nuevamente, la gran espada chocó con los muros impidiendo la letal maniobra de Sicarius.

El niño giró sobre si mismo al ver como el esqueleto que tenia al lado estallaba después del mazazo de Ishaya. Aquello iluminó la risueña cara de Erodel, y le dió impetú para correr hacia al gran guerrero y el esqueleto que quedaba en pie. Para evitar la cometida de este último, el chiquillo fintó, saltó y giró con la agilidad de los gatos, algo imposible de ver, o de suponer, viendo el ligero sobrepeso del niño. Aterrizando tras el esqueleto, daga en mano y sujetando una de las puntas de su negra capa, Erodel rememoró la verborrea de taberna, y azuzando al muerto en vida como si fuese un vaquero tras el ganado, soltó un retahila de improperios, también imposibles de suponer si se miraba la cara infantil del muchacjo pelirrojo.

- Bastardo de mierda! Mirame con esos agujeros del culo que tienes en la cabeza! Que me mires, hijo de puta huesudooo!!

La retaila de improperios llamaron la atención del no-muerto, que giró sobre sus caderas y lanzó una terrible cuchillada que por suerte el joven pícaro pudo esquivar. Ahora, sus defensas restaban bajas y desarboladas...

Jarik da dos grandes pasos y pasa entre Ishaya y la pared tras Sic. Gira sobre si mismo en un grácil movimiento y lanza el hacha. Por desgracia, la posición es en el mejor de los casos complicada, y el tiro sale por encima de la cabeza el esqueleto...

Tras el arrebato de furia que le había llevado a propinar un mazazo al esqueleto que tenía más cerca, y la posterior destrución del mismo, vió como el pistolero entraba en la sala haciendo diversas maniobras de distracción mientras empuñaba el hacha de mano hallada en el monasterio.
Serenó su mente y percibió que Lyria no había entrado en la sala. ¿Se encontraría bien? Quizás la anterior explosión de energia divina no la había alcanzado lo suficiente para sanar sus heridas. Iría a comprobarlo.
Ishaya salió de la sala en linea recta y cuando salió por la puerta secreta vió el estado en el que se encontraba su hermana. Volvió a cuestionarse si había sido buena idea el venir al abandonado monasterio y se dijo que en cuanto acabaran los chicos con el esqueleto que quedaba le propondría cojer las setas y volver para casa. Ya estaba bien de sobresaltos, la aventura ya había puesto al límite sus capacidades y casi pudo costar la vida de alguno de sus hermanos.
Buscó el don divino que le quedaba y lo sustituyó por un don curativo, en esos momentos era lo que Lyria necesitaba.

El angosto pasillo y la estrategia de equipo habían dejado poco espacio para maniobras de esgrima con armas tan pesadas como Descanso Eterno, pero ahora también dejaban al maldito ser acorralado y con poco espacio para esquivar. Así que volvió a coger su majestuosa arma como quien asesta una lanzada y con la rabia de un berserker lanzó su estocada arremetiendo con todo el peso de su cuerpo. 

Esta vez no habría sangre, solo astillas de huesos rotos, esta vez no habría grito, solo el silencio de usar todas las fuerzas para golpear, esta vez solo habría descanso para el no-muerto.

El brutal embate del gran guerrero quedó en nada... como era posible? Malditos esqueletos, que se retorcian como culebras, aun sin carne en aquellos cerúleos huesos. Asi pues, el chiquillo siguió con sus maldiciones, insultos y distracciones para bajar la guardia de aquel maldito ser, y ya que ahora el pistolero se había unido al baile, esperaba que su "actuación" le ayudase de algún modo.

El no-muerto continuaba imperturbable en su fin de segar la vida de los aventureros. Esta vez, se giró hacia Sicarius y lanzó su oxidada cuchilla con fuerza, aunque nuevamente volvió a errar su ataque.

Justo en el momento que Jarik alzaba su mano para coger su espada, nota el contacto del hacha en su mano... Como puede ser? Sin cuestionar la suerte y viendo un pequeño hueco, introduce a Capullito para poder golpear con toda su fuerza...Pero la posición es dificily no puede ejercer el angulo adecuado así que vuelve a fallar el golpe. Ligeramente contrariado, toma una posición defensiva, mirando al esqueleto con algo parecido al odio...