Partida Rol por web

Lady Cottonwell no había dormido bien, así que se quedó en la cama un rato más, dando vueltas y suspirando todo el rato.

Agradeció el silencio de Molly durante la noche, y esperaba no tener que darle excusas para no levantarse, pero lo cierto es que no deseaba ver a su marido, sobretodo ver cómo se marchaba con su primo a una tarea peligrosa y sin sentido.

Maurice salió de la tienda en cuanto amaneció. Tenía por costumbre despertarse con los primeros rayos del día y allí en medio, con esa molesta tienda de campaña, no iba a hacer una excepción. Pese a las preocupaciones y el asalto del día anterior durmió como un tronco. Temió haber roncado molestando a Blusier pero eso era algo que se le escapaba de sus manos.

Salió afuera y vio como Lord Cottonwell maldecía. Al parecer no estaba listo su desayuno pero sus porteadores si estaban comiendo. No podía imaginar la cara de Costigan cuando viera aquello. Decidió hacer unas sentadilla y sus ejercicios matinales para prevenir contracturas.

Amanece un nuevo día. A ver si el tiempo nos acompaña un poco esta mañana pues no será fácil seguir el rastro de esos gabachos. - pienso mientras me levanto.

Al salir de la tienda empiezo a escuchar a Lor Cottonwell protestar.

- ¿Qué pasa ahora? - digo llegando a su lado.

Cuando me cuenta que no están ni el cocinero ni el señor Doyle empiezo a enervarme y eso es malo para los que están a mi alrededor.

Sin mediar palabra me dirijo a los porteadores y les pregunto directamente y sin tapujos donde están ambos. Por su bien espero que contesten y su respuesta sea convincente pues de lo contrario ...

La noche había pasado entre la necesidad de quedarse inmovil en la litera, y la urgencia de moverse, salir, estar bajo la luna. Pasó un buen rato despierto pero no oyó más que sus pensamientos; una parte de Jim quería darles caza a los franceses como perros rabiosos, otra se resistía en involucrarse en un conflicto que no era el suyo.

Finalmente sale de la carpa al oir las palabras del Lord. Puesto que parece creer que Bill es el cerebro de la organización, decide pasar de él y dejar que su compañero se encargue.

Rengueando y en silencio, Jim se acerca a los porteadores a la par de Costigan. Duda que sea algo directamente culpa de los hombres; y si es así está listo para defenderlos de los negros humores del británico.

Los porteadores miran a Costigan con incomprensión, ya que ellos tienen sus propias provisiones y cocinan aparte del cocinero de Lord Cottonwell, de modo que Tembaqui se levanta para apaciguar al enfurecido militar

-nosotros no cuidar blancos. ¿tu ido a tienda de hombre-cocina? tal vez el duerme- da una rapida instrucción a uno de los porteadores en su lengua nativa y este sale corriendo hacia la tienda, para volver al cabo de un escaso minuto visiblemente alterado y repitiendo algo en voz alta. Tembaqui lo mira sorprendido y va el mismo a la tienda del cocinero seguido por algunos de vosotros*

Antes de entrar en la tienda notáis que algo va mal, un olor a sangre os recibe, aunque no lleváis carne fresca en vuestras provisiones.

En el interior de la tienda el olor es mas fuerte, una mancha enorme salpica el catre y algunos muebles mas. La ropa del cocinero esta al lado de su cama sin tocar y en el suelo hay un gran cuchillo de cocina, este sin sangre.

No hay ningún otro rastro del cocinero

Molly se levantó con sigilo, pensando que Lady Cottonwell seguía dormida, y se vistió aprisa, pues le había parecido escuchar algo extraño fuera. Cuando salió y vio a los hombres hablar con un alterado Tembaqui se acercó a ellos y los siguió hasta la tienda del cocinero. Al ver la sangre, Molly ahogó un grito y se tambaleó ligeramente. Sentía náuseas.

Tras un rato sentado sin recibir explicación alguna de los guías sobre lo sucedido y viendo lo que pasaba en el grupo de porteadores cuando Costigan intervino, no tuve más remedio que levantarme e ir tras ellos a ver qué pasaba, no me gustaba como había empezado el día y sabía que no sería nada bueno.

El olor a sangre me era familiar, en la guerra era el pan de cada día, pero nunca se acostumbra uno a ello, así que, aunque algo aturdido por el intenso olor, mantuve el tipo y entré en la tienda con relativa tranquilidad.

Todo parecía indicar lo peor… -¿pero qué?.... ¿qué demonios ha pasado aquí?- …pensaba en voz alta. Muchas dudas y preguntas pasaron por mi cabeza, pero había que mantener la calma y averiguar lo ocurrido sin sembrar el pánico en la expedición.

Un grito me saco de mis pensamientos, enseguida vi a Molly en la tienda y como está a punto de desmayarse por la visión de la escena, rápidamente me abalanzo hacia ella y la sujeto… -¡¡Tembaqui!!, llévese a Molly junto a mi esposa, deprisa- …le dije mientras se la acercaba… -y no deje que mi esposa se acerque a la tienda, dígale que lo he ordenado yo, luego avise al señor Harthower y al señor Farewell que vengan inmediatamente-

Salí junto a Tembaqui para esperar a los guías en la puerta e impedir que el resto de la expedición vieran tal terrorífica escena, ya se les informaría cuando supiéramos con certeza lo ocurrido, mientras tenían que mantener la calma, solo los guías y Costigan podían ser de ayuda ahora, tal vez mas adelante necesitáramos consultar a Fondec, pero eso no entraba en mis planes de momento.

Aún sin tener muy claro si seguirían a los franceses o no, aunque éstos ya estuvieran lejos, Blusieur salió de la tienda después de no haber dormido demasiado, por eso seguía cansado. Se frotó los ojos y comprobó que Boring ya había salido. Al oír voces salió a ver que pasaba.

Pero un olor le recibió en cuanto salió al exterior. Y había visto en su oficio demasiada sangre como para reconocerla de lejos. Tembaqui se dirigía hacia allí alterado y el médico francés no tardó en coger su maletín y seguir al africano.

-Será mejor que vaya yo- dijo receloso por si alguien le impedía el paso- Puede haber algún herido.

Escucho las palabras de Tembaqui.

- ¿Alguien ha comprobado si el Señor Doyle está en su tienda? - pregunto sin dirigirme a nadie en particular.

Tembaqui da instrucciones a uno de los porteadores el cual sale corriendo hacia la tienda del señor Doyle. Cuando vuelve lo hace alterado y tras pronunciar unas palabras en voz alta Tembaqui se levanta y sale corriendo hacia la tienda del cocinero.

Me giro y salgo detrás suyo. Al llegar a la tienda empiezo a oler a sangre, el olor se acentúa al abrirla y mirar en el interior.

- ¿Qué demonios ha pasado aquí? - pienso. Además parece que no soy el único que lo piensa pues Lord Cottonwell formula la misma pregunta en voz alta.

- Tembaqui, pregunta a los porteadores si alguno de ellos ha visto algo. - le ordeno antes de que se vaya con Lord Cottonwell. Necesitamos saber qué ha pasado aquí.

Acto seguido vuelvo mi atención a la tienda y me dedico a observar todo. Al observar de nuevo el charco de sangre decido buscar algún rastro de sangre que nos indique que ha podido pasarle al Señor Doyle. También entro en la tienda para observar si hay algún tipo de desperfecto provocado por garras o cuchillos.

Lord Cottonwell que compartía la tienda con Doyle recuerda que dentro no ha visto nada raro, tampoco busco claro

En la tienda entran Lord Cottonwell, Costigan mientras dos porteadores guardan la entrada siguiendo las ordenes de Lord Cottonwell y Tembaqui se reúne con los demás para preguntarles, se nota que están visiblemente nerviosos

Tembaqui lleva a Molly a su tienda antes de ir a preguntar al resto de porteadores

Dorothy estaba en la cama todavía tratando de averiguar qué era el ajetreo que escuchaba fuera, además juraría que había oido un grito, pero se resistía a dejar su cama cómoda y segura. Cuando oyó que alguien entraba, supuso que sería Molly con el desayuno, pero no olia a café y bollos, así que miró, cuando al ver que entraba Tembaqui con Molly algo indispuesta, se levantó de golpe. - ¿Qué pasado? ¿Molly estás bien? preguntó mientras la atendía y la ayudaba a sentarse en su cama.

-¿Qué le parece señor Costigan, cree que esto es obra de un animal de la sabana?- …pregunté al entrar de nuevo en la tienda una vez los porteadores custodiaban la entrada.

-Todo parece indicar que fue atacado por un animal, su ropa está intacta, lo que hace pensar que dormía y el cuchillo del suelo no tiene sangre, parece que intento defenderse sin éxito, pero ¿Qué animal entra por la noche sin ser visto en la tienda y ataca supuestamente al cocinero sin hacer ruido y se lo lleva sin dejar rastro?, el gruñido de un león cazando a su presa es bastante elevado-

Mientras hablaba, intentaba buscar alguna pista que nos revelara lo sucedido, marcas de garras en la cama, alguna huella animal o humana en el suelo, incluso algún rastro de sangre hacia el exterior de la tienda, cualquier cosa que no encajara debía de tenerla en cuenta.

Jim apenas asomó la cabeza dentro de la tienda, lo suficiente para comprobar con los ojos lo que su olfato le decía. El olor a sangre era espeso, penetrante... Pero la tienda parecía intacta. Ningún animal sería tan prolijo... o eso creía él.

Notando el nerviosismo de los porteadores, Jim se encaminó hacia allí pensativo. 

La búsqueda no revela huellas de ningún tipo en el interior, esta tienda es tanto el dormitorio como el almacén de vuestra cocina (separadas en dos dependencias por una cortina que también está manchada de sangre) y la cocina esta justo fuera, la tierra esta bastante apisonada aquí

Pero tu búsqueda no resulta infructuosa, un lateral de la tienda esta rajado formando una salida que da a la parte de atrás del campamento, los bordes rasgados de la tela están manchados con sangre

El corte es limpio, ningún animal habría podido hacerlo así