Partida Rol por web

-Claro... yo no he dicho nada- responde secamente el nosferatu a Baal, aunque no es capaz de perder esa leve sonrisa de suficiencia mientras sigue al daeva con la mirada, dejando que se marche en dirección a la sala de vigilancia... en la cuál no encuentra nada excepto las grabaciones que el propio Odín ya explicó, así que tras unos instantes de posible titubeo el psicópata de la cuadrilla sube las escaleras hasta llegar a la habitación de Bastian.

El mekhet está enfrascado con varias cintas que ha volcado en su ordenador, intentando limpiar las imágenes de las grabaciones de seguridad para encontrar algún dato de utilidad que por el momento no ha encontrado.

Después de no sabes cuánto tiempo, recobras la consciencia de tu propia mente y el control e tu propio cuerpo. Por suerte estás donde habías ido, el sótano del Refugio, sin embargo estás rodeada de bolsas vacías de plasma, con varias manchas en tu llamativo vestido y en el propio suelo debido al descontrol que te dominaba mientras te alimentaste.

Ahora te encuentras bastante saciada, aunque no del todo, sin duda podrías comer algo más. Ya no tienes ningún tipo de problema para controlarte a ti misma pero compruebas con cierto fastidio que has acabado con todas las reservas de sangre que teníais en e los congeladores. Ahora sólo quedan algunos trozos de cuerpos mutilados que probablemente Baal tenga ahí de "recuerdo" o vete a saber qué.

Arriba todo está en calma así que parece que nadie más debe haber montado escándalo... aunque quién sabe cuánto tiempo llevas ausente.

Cuando recupera la conciencia de si misma observa avergonzada como se ha zampado todas las reservas de sangre ella sola... seguro que la iba a caer una buena bronca por parte de Odín y posiblemente de Baal también. Recoge todas las bolsas vacias y las tira a la basura, para después observar con asco los cadaveres mutilados que guardaba Baal - Maldito enfermo..

Se relame los labios por última vez saboreando las gotas resecas de sangre y comienza a subir las escaleras pesadamente y con vergüenza en su rostro, avanzando hasta el vestíbulo donde antes se encontraban todos y donde seguramente le tocaría aguantar la reprimenda.

Bueno, es mejor esto que haber atacado a cualquiera..

No encuentro nada de nada de momento, eso me fustra...lo mío son las fotos y vídeos...y no sacar algo de esto es algo que daña mi orgullo. Tengo que lograr sacar algo en limpio y a ser posible lo más rápido posible. No tenemos mucho tiempo y eso me preocupa. Puede que no tengamos muchas oportunidades de coger a los cabrones que hicieron esto y menos de que Quincey colabore con nosotros si no encuentra a Gabrielle.

Mientras sigo intentando sacar algo de las cintas veo a Baal que entra en mi habitación. Lo saludo con la cabeza antes de decir:

- Buenas Baal...tengo las imágenes de los cabrones que entraron...estoy a ver si saco algo de ellas...de momento poca cosa...

Sigo tecleando en mi ordenador y le pongo la grabación limpia a Baal.

- A ver si tú logras ver algo que se me escape...

Cuando llegas nuevamente hasta el recibidor ensangrentado, lo único que encuentars es el cuerpo inerte de Quincey al haber recibido una estaca bastante tosca "fabricada" a partir de la pata de una de las sillas destrozadas cercanas. Al principio te alarmas, pensando que tal vez esos tipos han vuelto a por vosotros, pero Odín hace pronto acto de presencia, aparentemente tranquilo, mientras se atabía con su habitual gabardina larga.

-Quincey ha entrado en el mismo estado que tú... Déjale así, voy a buscarle algo de alimento- explica cómo si del padre que tiene que ir a comprar al supermercado se tratara -Baal y Bastian están arriba, creo que por una vez están colaborando... aunque no te lo puedo asegurar- compone una sonrisa ladeada, incrédulo incluso él mismo. Después abre la puerta con cuidado y sale del mismo modo. Cualquiera que pase por la calle podría ver el estropicio... aunque por suerte no es muy concurrida al no tener salida.

Baal entra en la habitación de Bastián con su expresión de siempre, como si nada hubiera pasado. Al parecer el mekhet tiene tantas ansias de venganza como podía tener Quincey, lo cual es sin duda alguna patético. El daeva miró con poco interés las cintas que había en la cama y directamente se centró donde le dijo el propio Bastián: en la grabación que estaba reproduciendo.

-Veremos a ver...- responde intentando descifrar alguna de las borrosas caras del video. La verdad es que a él no le interesaba demasiado el tema. Sólo le fastidiaba el hehco de que hubieran "secuestrado" a Gabrielle. La muerte de Roman le resbalaba por completo.- No podéis estar tan cabreados. No son más que ghouls lo miréis por donde lo miréis. Y si de verdad esto se trata de una venganza y los ques e están vengando son gente importante, no podremos hacer demasiado, y mucho menos ir clamando venganza.- informa en tono neutro para que se de cuenta de la situación. Lo que decía no era ninguna tontería, pues si aquellos ghouls estaban a cargo de una familia importante  cualquier ataque directo podría causar represalias peores a las de aquella noche...

Miro al daeva y respondo con una sonrisa:

- No es sólo por la muerte del ghoul...es porque esos cabrones entraron en nuestra casa e hicieron eso...Baal...pudieron acabar con nosotros y no nos habríamos dado cuenta...saben dónde dormimos y pueden venir cuando quieran...aunque no los invitemos...la venganza es la mejor forma de que no vuelvan a entrar aquí...¿no te parece?

Creo que veo algo en el vídeo y me dedico a pasar cierto sector de él varias veces para determinar justo que fue lo que me llamó la atención.

Bastian detiene repentinamente las imágenes en un margen de apenas 5 frames, retrocediendo y avanzando con cuidado, enfocando, contrastando y aplicando los mejores filtros que se le ocurren y encuentran, pero es Baal el que acaba señalando la parte concreta de la pantalla.

Se trata de una pequeña porción de la puerta de entrada y salida del Refugio, en uno de los frames podéis distinguir la matrícula del vehículo lo suficientemente nítida para apuntarla... exceptuando un número.

Intento fijarme en el modelo de coche, puede que sea importante para determinar que coche es el que buscamos.

- Buena vista Baal...sabía que se me escapaba algo ahí pero no caía en qué...tenemos algo por donde empezar...

Apunto la matrícula e intento determinar el modelo de coche si es posible, por lo menos la marca es bastante más clara. Acto seguido entro en la página de la policía de tráfico de Illinois e intento ver si es posible mirar matrículas para ver a quién pertenecen...es bastante improbable pero por intentarlo que no quede.

Baal analizó las palabras de Bastian. Si había algún miembro del refugio que pensara de manera más aproximada a la del daeva era sin duda aquel chico. Y su exposición de la situación no tenía desperdicio a decir verdad. El único enemigo que no era peligroso era aquel que estaba muerto.

- Si, al menos tenemos algo, aunque que nos falte un número no es demasiado bueno. Tendremos que reducir el campo de una manera más significativa.- explica lo evidente en tono totalmente distendido, como si no fuera con él la cosa. Reducir el campo estaba bien, pues tenían que descubrir quién les había atacado, pero a decir verdad, a Baal no le importaba en absoluto recorrerse la ciudad eliminando a todos los propietarios de coches con esos nº de matrícula...Pero era un método poco preciso y muy laborioso, así que ni siquiera se molestó en proponerlo. Probablemente a ninguno le parecería bien.

La represalia sigue siendo peligros, aún así..tal vez si los dejáramos en paz simplemente se encargarían de Gabrielle y punto...Pero bueno, nunca esta de más saber quién nos la ha jugado... tal vez resulte ser una fuente de diversión...

Vale.

Asiente a Odín extrañada de no recibir bronca alguna y cuando este se marcha se queda sola contemplando el cuerpo de Quincey. Al parecer el no supo controlarse a tiempo.

Como no tenía mucho que más que hacer subió al piso de arriba para buscar a Baal y Bastian, a ver en que andaban metidos..

Hola de nuevo...-murmuró algo avergonzada.

Toxic se presenta repentinamente en la habitación de Baal, aparentemente controlada por completo y sin más problemas, aunque su ropa y parte de sí misma está manchada de salpicaduras de sangre ajenas.

Por su parte, Bastian y Baal se encuentran mirando con fijeza la pantalla del ordenador del primero, en la cuál se encuentra la imagen pausada y amplificada de una de las cámaras de seguridad del refugio.
Se aprecia el número de matrícula de un vehículo oscuro y de apariencia normal, es decir un coche turismo en lugar de furgoneta o algo más llamativo, pero apenas puede verse nada más con la escasa perspectiva que se tiene de la puerta en las grabaciones.

Bastian ensegudia deja de lado esa imagen e ingresa en la web del departamento de policía, donde podéis encontrar su ubicación, comprar merchaindaisng, consultar multas, el código penal y todo ese tipo de cosas, pero está claro que no podéis acceder a una base de datos privada y personal, para eso necesitaréis muchos más conocimientos de hackeo de los que tenéis cualquiera de los tres.

>Es entonces cuando repentinamente suena el timbre de la puerta de entrada.

No sabes cuánto tiempo ha pasado desde que perdiste el control de tus acciones, pero cuando recperas la consciencia sigues en el recibidor ensangrentado, acabando de alimentarte de un hombre algo escuálido y de aspecto callejero que debe hacer poco que has matado. Lo que está claro es que ya no hay nada  que hacer por él, y aunque aún tienes un poco de hambre ahora puedes controlarte perfectamente. Por desgracia ésta sangre no estaba tan limpia como la habitual y enseguida aprecias cierto "mareo" incómodo.

-Ya era hora... No es lo mejor pero sí lo más discreto- dice repentinamente Odín cerca de tu posición, cogiendo el cadáver y apartándotelo de encima. Es el único que parece estar por tu zona.
-Los demás están indagando en las imágenes de las cámaras para encontrar pistas. Llevan un buen rato así que quizá ha habido suerte...- informa mientras te dedica una mirada severa antes de salir de la sala en dirección al sótano para probablemente ocultar el cuerpo.

Una mayor contemplación de ti mismo te permite apreciar lo sucio de sangre que te encuentras al haber tenido contacto con el suelo, y después te fijas mejor en tu ropa encontrando un agujero en tu camiseta, justo en el corazón, cuya herida ya ha sido cerrada.

Justo entonces, suena el timbre de la puerta

- Buenas Toxic... - saludo a mi compañera sin mirarla siquiera ya que estoy absorto observando la pantalla de mi ordenador.

Debería comprar una pantalla de 40 pulgadas, la de 26 no capta del todo los detalles como debiera, lo haré si continuo no-vivo después de Halloween. Escucho el sonido del timbre y les digo a mis compañeros:

- Joder...hoy creo que nos vamos hartar de tanta visita...

Tras decir eso me levanto y voy corriendo hacia la mesita de noche que está a la izquierda de mi cama. Abro el primer cajón y saco la pistola que le robé al policía hace dos noches. La coloco en plan pandillero entre mi espalda y el pantalón vaquero. Me giro hacia mis compañeros y les miro diciéndoles:

- Teniendo en cuenta las visitas que tenemos últimamente...es mejor tomar precauciones...

Me acerco otra vez al ordenador y paso las imágenes a mi iPhone. Luego bloqueo la sesión para que nadie pueda acceder a mis datos fácilmente.

- Bueno...¿bajamos? - les pregunto - ...luego contactaré con unos amigos para ver si entran en la base de datos de tráfico y nos dan las direcciones que necesitamos...

Cuando volví en mi, la situación en que me encontraba no era demasiado agradable. Mis recuerdos eran confusos y salvajes y mi cabeza empezaba a zumbar a causa de aquella asquerosa sangre de la que me había tenido que alimentar. Maldecí con todas mis fuerzas en mi interior.

Miré a mi alrededor buscando explicaciones. Por desgracia todo aquello continuaba siendo un macabro espectáculo bañado en sangre. Los que hubieran hecho aquello lo iban a pagar. Y cómo...

Reparé entonces en Odín cuando éste me ayudó a sacarme aquel cadáver de encima. Me habló entonces, pero tenía grandes dificultades para prestarle atención, a pesar de que lo intenté con todas mis fuerzas.

- Gracias... - logré musitar antes de que se fuera.

Justo entonces sonó el timbre de la puerta. En el estado en que estaba , no solo yo, sino la casa en sí también, no podía abrir la puerta, aquello estaba claro. ¿Pero y si era Gabrielle? Suponía que, teniendo en cuenta las circunstancias, alguien vendría a ver quién era, pero necesitaba saber si se trataba de ella. Me levanté no sin cierta dificultad e, intentando no hacer demasiado ruido, me acerqué a la mirilla de la puerta para intentar discernir quién podía ser.

Baal aleja su vista del monitor cuando hace acto de presencia la otra daeva del grupo. Toxic había demostrado no sólo que no tenía gusto para la moda, sino que además era incapaz de controlar su propia naturaleza. Esas dos características demostraban al vampiro lo patética que era.

-Vaya, por fin ha vuelto la "hambrienta".- se burla descaradamente.- Eso te ocurre por negar tu propia naturaleza. Te guste o no eres un vampiro, y tienes que alimentarte de sangre, aunque eso implique matar a insignificantes humanos. Cuanto antes aprendas eso mejor, porque es posible que la próxima vez que no puedas controlar tu propia sed estés rodeada de amigos, y no dispongas de una fuente de sangre alternativa...- dice esta vez más serio, como echándole la bronca. La verdad es que el consejo no era nada malo, pero Baal no lo había lanzado pensando en su utilidad...

Es entonces cuando el timbre de la puerta interrumpe una posible continuación de el diálogo. Bastian rápidamente se armó, lo cual decía mucho de él, y el daeva no iba a ser menos. Rápidamente se desplazó a su habitación para hacerse con su preciado cuchillo de emergencia: preparado para un ataque sorpresa, como defensa ante cualquier imprevisto, para torturas no planificadas...Se lo guarda en la manga izquierda y va directa a las escaleras.

-Vamos a ver de quién se trata.- anuncia a Bastián y Toxic esperando que lo siguieran.

Aguantó la reprimenda de Baal callada por una vez y tragándose su orgullo reconociendo su error, aunque trato de restarle un poco de hierro a su fallo, comentantdo consternada el incidente de la noche anterior- Anoche estuve ocupada y no pude alimentarme.. me topé con un cazador en mi local, iba a matarme..-sacude un poco la cabeza, ahora que lo recordaba tendría que comentarselo a Odín por si el pudiera ayudarla o aconsejarla.

Frunce el ceño cuando llaman a la puerta y devuelve la mirada significativa a sus otros dos compañeros de piso. Asiente a la idea de mejor ir armados y antes de pasar por el recibidor va a la armería a recoger su revólver