Partida Rol por web

La cabeza de Follen cayó sobre sus pies, y ella no pudo evitar mirarla mientras guardaba la pistola al cinto. Pobre cabrón... Era uno más de ellos, un infante al que habían enviado al culo del universo en una misión suicida para explorar un territorio que se sabía infestado de bichos.

Aquello le recordó a la matanza de su colonia, las fotos y los videos que emitió la cadena federal: cuerpos despanzurrados, hechos pedazos, regueros de sangre y vísceras por el suelo... Malditos bichos. Malditos fueran todos ellos.

Entonces, la rabia pudo sobre el dolor de sus heridas, y viendo al bicho gigantesco, la mantis que se acercaba dispuesta a asesinarla, sintió que era una cuestión personal. De zorra asesina a zorra asesina. Terció el morita, descargando una ráfaga en fuego automático sobre la criatura, apretando los dientes.

-¿Y tu te crees una reina? ¡No eres más que una puta aprendiz! -masculló.

-Bien hecho gente, sobretodo tu Summers, pero recordad que el edificio está a punto de explotar. Rápido, salid cagando leches y poneros a cubierto.

Me acerco hasta Fisher que se encuentra muy malherido y lo llevo conmigo en dirección hacia el vehículo todo lo rápido que me es posible.

-Kaylan, hechame una mano con Fisher. Debemos darnos prisa.

Sabía que esfozarlo le provocaba mucho dolor, pero más le valía que le doliese, así al menos sabrá que sigue vivo.

Rodriguez desde su nueva posicion observo a Summer como abatia una especie de mantis que se acercaba peligrosamente y decidio que el no iba a ser menos. asi qiue como si fuera un veterano, apunta al bicho que se ensañaba con Fisher y le disparo toda la municion que permitia el arma, e incluso en ese clima helado empezo a notar como salia humo de la bocacha del arma. a la vez que decia....

: - Vamos hijoputa!!!, comete esto si tienes Hambre!!!!

Aaaaaagh!!-Grito cuando uno de los bichos guerreros salta sobre mi y comienza a hacer lo que quiere conmigo...gracias al traje consigo no recibir heridas profundas, sin embargo estoy en el suelo tendido, arrastrándome intentando huir del bicho que tenía delante cuando es abatido y más tarde pulverizado por Miller. Me pregunto a mi mismo si estaré tocado por algún Dios, o simplemente la Fortuna me ha sonreído hoy a mi. Veo a Frost acercarse y me levanto para apoyarme en él y andar junto a él, apenas puedo tenerme en pie, entre las heridas y que las piernas me tiemblan de una manera exagerada.

-T...Tío...vi a la m...muerte....a...a...acecharme-La voz me tiembla como a un niño después de darle un susto de muerte.

No se como pero he conseguido salir vivo de la situación, aunque me cuesta creerlo y tal vez sea un sueño.

Alex al escuchar el ruido empieza a entender que tienen que salir volando del lugar lo mas lejos posible.

Mientras corre hacia su compañera que aun esta disfrutando de la destrucción del bicho invisible, saca el lanzagarfios y dispara, primero había pensado en el árbol que tenia justo al lado, fácil de sujetar pero seguramente la explosión lo haría volar por los aires y ellas caerían al suelo. Por esto cuando estaba bastante cerca del bordillo disparo a la misma piedra rezando para que se clavara como dios manda.

En pocos segundos estaría saltando por el barranco y si hacia falta cogería a su compañera y la mantendría a peso.

El edificio temblaba ferozmente, desde sus casi inexistentes paredes podía verse claramente como el cilindro central que contenía al taladro se bamboleaba con furia, parecía que en cualquier instante saldría disparado de allí con fuerza. Pero, cual era el tamaño real del taladro era algo que los infantes desconocían.

El sargento descendía por el sendero de la colina habiendo abatido al ultimo de los bichos que quedaban tras la contundente puntería de Summers, quien había abatido al bicho que asesinara a sus compañeros hacia tiempo atrás con suma facilidad, aquella cosa parecida a una matiz gigante yacía ahora despedazada junto a los demás bichos caídos al este de la colina.

Los infantes empezaban a tomar en serio la inminente explosión del taladro y se preparaban para alejarse de esté a toda prisa del edificio; al oeste del edificio Kaylan y Frost intentaban auxiliar al malherido Fisher que apenas podía arrastrarse por la nieve.

El suelo vibraba como si hubiera una colonia entera de bichos bajo los pies de Miller, el enorme taladro iba a explotar y de alguna manera el zapador se había quedado rezagado mientras sus compañeros huían. Su mejor opción como la de todos era el barranco, aunque por su posición, Miller no tendría tiempo de usar cables o bajar con cuidado, simplemente se dió media vuelta y corrió como nunca lanzándose por el barranco y tratando de caer rodando sobre el hombro como les habían enseñado en la instrucción. Solo que en la instrucción se hacía sobre terreno firme y no había una máquina a punto de volatilizarlo todo.

El sonido del taladro se hacia cada vez más fuerte y los chirridos que indicaban la inminente explosión sólo provocaba que mi preocupación de si lograbamos escapar del rango de la explosión. Sabía por mi experiencia en situaciones del mismo tipo que no debían de faltar ni diez segundos para que explotase y estos últimos segundos en los que nos encontramos aun corriendo en dirreción al vehículo intentando escapar de la explosión y salvarle la vida a nuestro compañero. Son los segundos más decisivos que he tenido en mi vida, uno segundo más o un segundo menos podría indicar nuestra salvación o nuestra perdición, y eso me estaba ejerciendo una presión en el pecho como nunca antes había sentido.

-Joder Kaylan, vamos tira de Fisher, debemos darnos toda la prisa que podamos no pares.

Vamos corriendo y arrastrando de fisher para ponernos a cubierto detrás del vehículo, ponernos a la altura de las ruedas gigantes del susodicho vehículo y cubrirnos en el suelo al lado de ellas.

 Ayudo con todas mis fuerzas a mis compañeros, intentando llegar hasta el camión.

Como salgamos de esta...os juro invitaros a cervezas por el resto de vuestras vidas-Digo entre jadeos y esputos de sangre.

Esto es una mala idea. Pensando en lo de ocultarnos tras el vehículo, pero a falta de planes y tiempo para poder hacer otra cosa, los sigo cargando del pobre Fisher. - Más te vale que cumplas. - Mientras me lo cargo en un hombro al igual que Frost y corro a todo lo que pueda tras el vehículo, tratando de quedar perpendicular al vehículo y sin poder ver el edificio al estar tapado por las cubiertas.

willem estaba en el borde y no tenia otra salida, era saltar o morir, asi que cuando vio a sus compañeros saltar por el barranco de diferentes maneras, el tomo la suya.

disparo el anclaje del traje al suelo, y se lanzo haciendo rapel por la pared esperando que la explosion tardara lo suficiente como para estar en el suelo.

Alex se había puesto a su lado, y comprendía lo que quería hacer. Bajar como estaba haciendo Rodriguez, sin tirarse abajo. Tampoco es que le apeteciera mucho, herida como estaba. Se abrazó a ella por la cintura, y bajaron juntas hacia abajo, con la mayor rapidez y seguridad posible.

Una vez abajo, habría que refugiarse de la explosión, o salir corriendo de la misma. Dependiendo de lo que hiciera el resto. No había mucho tiempo para pensar.

El movimiento fue algo mas rápido del previsto y cuando las dos chicas se cogieron fue un instante antes de precipitarse al vació, el cable tenia que aguantar el peso de los dos infantes.

Agilmente todos los infantes se pusieron a cubierto, incluso el Sargento que apenas se reponía del miedo había descendido de la colina para ponerse a cubierto muy cerca de la posición de las chicas. El ruido del taladro paso en un instante de ser algo en extremo intenso a ser simplemente ensordecedor, los infantes no podían hablar entre si, Kaylan y Frost intentaban comunicarse pero simplemente era imposible incluso con la radio. Y justo cuando el sonido era insoportable se produjo la gran explosión, fue tal la fuerza que por un momento Kaylan y los demás vieron con terrible asombro como el vehículo se les venia encima, sin embargo este solo llego a posarse sobre una hilera de llantas tambaleandose hasta de nuevo caer sobre sus dos juegos de llantas. El resto del grupo pudo observar como los restos del edificio eran lanzados con terrible fuerza hacia todos los alrededores del lugar, los terribles proyectiles que iban desde un pequeño tornillo hasta una placa de concreto llevaban tal fuerza que habrían podido penetrar en la armadura de los infantes sin mucho problema. Tras unos segundos las cosas se fueron tranquilizando, una nube intensa de nieve y polvo cubría el lugar reduciendo la visión efectiva a apenas 10m; los infantes parecían estar bien. Al sur, el espectáculo que presenciaban Rodríguez y Miller no era nada alentador.

Sin esperar mas el Sargento se puso en pie y con un fuerte grito llamo a sus tropas -Levantaos todos, reparemos ese maldito vehículo y salgamos de aquí cuanto antes, esas cosas no tardaran en volver-