Partida Rol por web

Ja, como me quieren los dados... tengo +2 por tener menos de 5 el turno anterior así que obtuve un total de 5pm... que malaria :(

Los enviados a conocer a Madre acompañaron con arrogancia a los nayas que habían salido a su encuentro para escoltarlos hasta su presencia. Eran los dueños de los mares. Ningún mortal con piernas los intimidaba en su terreno.

Así llegaron hasta la costa oriental del continente. Aquellos que podían habitar en ambos terrenos salieron del agua rumbo a la ciudad. Sin embargo, no serían ellos los que hablarían con la líder del pueblo pirata. La cantora enviada por Ohh’lp’lh aguardaba cerca de la orilla a que la naya que había reunido a su pueblo se acercara hasta allí para transmitirle su mensaje. La Perla de Pyaray había calculado este detalle para que los suyos se encontraran en su elemento en caso de que los terrenales quisieran intentar traicionarlos mientras comenzaban a entablar relaciones entre reinos.

Uriel se encontraba en una de las multiples salas ,en la capital de su imperio .

Ante el tenia un tapiz magico que reflejaba un mapa de la zona central de Albur en toda su esplendor,habia pasado horas haciendo calculos ,tocando el tapiz la magia hacia moverse como si tuvieran vida los dibujos que hay habitaban de tropas y ciudades.

Paso sus frios dedos de muerte entre las capitales que formaban el continente como acariciandolas,parecia ensimismado incluso empezo a hablar solo.

-No puedo hacer esto yo solo ,somos debiles no podremos hacerle frente asi si regresa,si..

Y entonces un elemental lllamo a la puerta.

Se giro y dio permiso para entrar ,el sirviente como todo aquel que s eveia afectado por la voluntad del propio emperador ,estaba bajos los efectos de su aura de miedo que envolvia metros a la redonda.

Si aquel ser el cual nadie conocia ni sabia mas que habia llegado y dominado al resto de señores de los elementales por la fuerza con un poder que habia desaparecido años atrás el ultimo elemental de muerte.

Muchos decian que si era un avatar del propio Luciel venido a aplastar estas tierras bajo el yugo de su imperio,pero solo eran rumores y leyendas nada habia cierto sobre el personaje.

-Mi amo ,las tropas ,estan preparadas somos muchas tantas como......

¡¡¡¡No son suficientes,entiendes no son bastantes!!!!-grito mientars su servidor cayo de enojos aterrorizado.

-No ha llegado el momento ,no se quien ha atacado a los gigantes pero me temo que todo puede estar relacionado,entrenad a mas cadetes hasta que yo diga.

El pequeño elemental de aire salio corriendo cuando su señor le dio permiso

Uriel miro el telar y dio un puñetazo en el.
- Donde te escondes maldita sea donde estas??

Escuchaba unos susurros que, mecidos por el viento, avanzaban hasta su oido...

Al principio ininteligibles, pero a medida que el tiempo avanzaba, su vision se tornaba mas y mas borrosa y aquellas palabras iban tomando forma...

Subyugar los elementos... Dominar Albur... Eliminar a la competencia...

Sentia un punzante dolor cada vez que cuestionaba aquellas voces, asi que fue cuestion de tiempo que estas tomaran el control...

Orion, el Cazador, reunia ejercitos bajo su mando, elementales estramboticos danzaban a su son por el planeta...

-Su fuerza sera tuya... Humedo y calido... Liviano y arrollador...Todas las vertientes de Albur en tu ser...

Aunque las acciones del elemental eran sigilosas y medidas, gritaban a los cuatro vientos en su realidad...

Por ello, avanzo agilmente oculto ante los elementales, que no se percataban de su presencia, pues aquellos susurros eran grandes guias...

Llego entonces hasta Orion, y se detuvo... Ni siquiera el avatar era consciente de la visita que acababa de recibir...

El avieso Tvu, o mas bien, lo que de el quedaba, se acerco hasta el elemental, cubriendolo con sus ya invisibles alas... Retorciendose en el invisible halo que lo retenia, temiendo por su vida... Entonces hablo:

-Subyugar los elementos... Tres cayeron antes que tu, pero no se levantaron de nuevo... Su rencor es tu lastre, su envidia tu dolor...

Y el aura, densa como el plomo se encogia, oprimiendo el cuerpo del Cazador, que poco a poco se cristalizaba, convirtiendose en hielo, agrietandose despues, para acabar pulverizado en mil pedazos, de nuevo envolviendo el alma del Tvu junto a las otras voces...

El poder de Orion era inmenso, y el odio al Tvu que lo llevo a tal fin y a los elementales que lo guiaron implacable...

-Eliminar a la competencia... Unico y todopoderoso seras...

Y a duras penas, haciendose su cuerpo aun al tremendo poder obtenido, se encamino el Tvu hacia Naghaurn, dispuesto a exterminar a su propia raza...

Apenas llego a la cumbre de Skraag, se detuvo... Una voz desconocida llamo su atencion...

-Alto ahi... A donde vais? No hay sitio para vosotros en esta ciudad...El Tvu miro a su interlocutor... Era Onuniru!!

El instante en que dudo fue el que aprovecho el Primura para sujetar la esencia del Tvu, controlada por los elementales caidos, donde el poder de Orion, el Cazador, era evidente pero no incontrolable...

Onuniru era sabio, y en el tiempo que permanecio desaparecido aprendio a utilizar algunas artes secretas, y aunque el resto de los Tvus no le importaran lo mas minimo, no podia permitir que fuera otro quien decidiera sobre su destino...

Con unos rapidos movimientos, las manos de Onuniru irradiaron una cegadora luz, desintegrando al oscuro ser... El odio y el rencor de los elementales en su interior hacian que aun se aferrara a la vida, pero los esfuerzos del Avatar eliminaron la amenaza, aunque a un alto precio...

Onuniru cayo al suelo, inconsciente, a causa del esfuerzo realizado...Naghaurn estaria a salvo, y el Primura, que desaparecio para aprender por si solo, no podria escapar una segunda vez de su destino, que era morir
por los suyos, aunque estos nunca conocerian la verdad...
 

TURNO CERRADO.

Aquel noble hombre no tuvo demasiados problemas en ubicar la fuente del alboroto, o mas bien lo que estaba buscando. El lugar estaba atestado de sigilosos mirones, que sin dejarse ver abiertamente fisgoneaban en dirección a su objetivo.

Por el suelo, en el punto donde se centraban las miradas, se podían ver algunos objetos desparramados. Algunos de estos los reconoció como mercadería de ciertos puntos de la ciudad, y no tardó en entender que se trataban de simples compras. También había un hombre ayudando a recogerlas. Junto a él como si nada, también las recogía ella a pesar de que su silueta, que daba una falsa impresión de humanidad, era delatada por su color y rasgos suavizados como la brisa matinal. Se podía observar una charla transcurriendo conforme la mujer acomodaba la carga lo mejor posible.

Por un momento se temió que se tratara de algún atraco, puesto que a ese hombre le reconoció de forma instantanea. D'Larien era su apellido, y su reputación como mercenario por los alrededores y otras ciudades era neutral, jalando a ser mal visto por su tendencia de venderse al mejor postor. Sin embargo, en la balanza también pesaba (y mas que lo anterior) su habilidad como luchador y estratega.

Conforme decidió aproximarse, este se puso de pie tras devolver las cosas que estaba recogiendo con gesto vago, aunque miró de reojo y de forma furtiva a Juri.

-Hmpf, lo que se ve estos días...creí que ver a un espíritu iba a ser mas místico que esto, que de cosas... -se le escuchó decir, algo incredulo.

-Ah -respondió Procellae con aire despreocupado y una sonrisa fresca- los humanos tenéis una rara visión de lo que no conocéis. Aunque he de decir que tenéis artilugios sumamente monos. Si visitas alguna vez las tierras mas al sur de aqui verás que las cosas son diferentes.

-Me lo pensaré -comentó alejandose con recelo.

-Hasta luego, y hola -respondió ella viendo al jefe de los soldados del lugar detenerse cerca de si, que también mirando de soslayo al individuo que se alejaba.

Juri también se quedó algo perplejo viendo como un ser como aquel cargaba con cosas tan banales como compras de Hydratan. Sin embargo no le manifestó abiertamente su estupor, sino que, amablemente, se dedicó a justificar su presencia allí.

-Oh, es la segunda vez que se me olvida lo que vine a hacer en estas tierras. Gracias por recordarmelo, os seguiré allá.

Y conforme empezaron a andar, aquel hombre se dedicó a meditar sobre lo ocurrido. Las leyendas decían otra cosa sobre seres de esa clase, lo que podían llegar a hacer clamando a los elementos y algunas hablaban calamidades pasadas, pero la criatura que le seguía no se encajaba ni de lejos en ellas aparentemente. De hecho, lo único inusual en esos momentos era que el viento estaba caprichoso, y de a ratos formaba pequeños remolinos que arrastraban hojas consigo.

Conforme andaba, se detuvo algo unos instantes, y levantó la cabeza, escuchando el susurro de las rafagas de aire. Y su ceño se tornó algo severo. Solía ser muy perceptiva con los delicados mensajes naturales y no los tomaba a la ligera.

Hmmm. Algo no me gusta, y agita el orden. Tengo un mal presentimiento.

Por momentos, la fuerza del viento aumentó drásticamente, mandando a volar alguna cosa liviana para disgusto de mas de un mercader. Pero duró solo unos segundos, porque la masa de aire se había alejado de la ciudad. Ella siguió su camino tranquilamente, aunque Juri se sobresaltó algo.

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Su voluntad viajó con aquel pequeño soplo. Sin dificultad ni limitaciones por los obstáculos terrenales. Corrió veloz al sur. Y entró incluso al interior de la morada y de repente, Roth sintió aquella brisa golpearle de lleno para luego extinguirse, tomandole por sorpresa. Y escuchó un susurro en aquel momento.

Extrema precauciones, Acantilado Rocoso, porque ciertamente os digo que hay algo que inquieta el viento. Cuida del sur sin escatimar.

El Acantilado se quedó confuso durante unos segundos. Pero sabía que la emperatriz no hablaba solo porque si, nunca lo había hecho. Salió de sus aposentos entonces con premura. Escribió sendos pergaminos con estas palabras e indicaciones propias, que partieron hacia Flora, Socofo y el Valle en cuestión de minutos.

Empezad a crear replicas de las runas de la ciudad primigenia en ciertos puntos de las vuestras también. La emperatriz nos ha alertado a no descuidarnos ni a ser míseros en cuanto a nuestra seguridad.

Flora fue la primera en recibir el recado a pesar de estar algo alejada. Y además de lo que ponía el mensaje, también empezaron a procurar nuevas e improvisadas formas de defensa. Además de su verdor primaveral, empezaron, con sumo cuidado, a procurar que aquellas plantas se desarrollaran mas aún. Y algunas de estas empezaron a volverse algo mas tóxicas en respuesta. En específico un tipo nuevo de flor, parecída a un bulbo de medio metro en color rosa viejo. Este enorme cuerpo estaba asentado sobre un soporte verde repleto de pinchos con la punta blanca, dandole también una rara belleza. Sin embargo, cuando se pasaba cerca de una de estas peculiares creaciones, expulsaba esporas sumamente virulentas. Se le llamó Flos Venom al nuevo brote.

El ruido de los cascos de un kohiri a toda velocidad repicaban por el suelo pétreo de las calles de Talruum, un gigante herido y cubierto de sangre le seguía a grandes y peligrosos pasos apresurados tras él como si de una carrera a vida o muerte se tratara, llamando a gritos al Rey Kilombo pasaron de largo del consejo de Eruditos y llegaron al modesto palacete sobreornamentado de columnas, atravesaron el dintel de un portal sin puerta y aún resollando fué el kohiri el que dijo:

-Rey Kilombo, ¡ le tenemos !

Semanas después de la muerte de Hoyuh, su hijo Uhmar aún aullaba inmerso en esa furia característica, bajaron al gigante encadenado por las  calles hasta la muralla donde en una trinchera aguardaba bien atado el dragón-asesino, le habian rastreado durante dias pero al fin le habian encontrado.

Cuando soltaron a Uhmar en la trinchera este quedó boquiabierto antes de entrar en una frenética furia berserker, durante horas apalizó al dragón sin descanso, bajo la voz atronadora y controladora del Rey Kilombo, al final los enormes dedos de Uhmar se clavaban fuerte hasta el fondo de las cuencas del aullante dragón, que no esperaba encontrar tan agónica muerte en el rincón aparentemente más pacífico de Albur

El Rey volvió a repetir su pregunta que durante la paliza habia repetido sin parar, y a la que todos los gigantes alrededor esperaban

¿¡QUIEN TE ENVIA!?

Horas después los gigantes pertrechados hacian sonar sus armas y armaduras mientras salían de Albur encabezados por Uhmar quien mantenía su mirada fija en un horizonte que a sus ojos solo podía ser rojo sangre.

TURNO CERRADO.

 TURNO 9 

9 puntos más, este turno llega el Avatar y los 10 ejércitos a arrasar Pankheru, imagino tendrá 24h para organizar la defensa de la ciudad, el post trataré de hacerlo mañana. De la misma manera que él sabe qué le ataca pido haga su defensa en abierto, porque me dedicaré a desbaratar su defensa

5 + 5 + 2 = 12pm

Bieeeeen, arrancamos el año por encima del promedio!!! XD

El sonido del dragón rompiendo las puertas de piedras estremeció al pueblo, el cuerpo muerto del dragón aún avanzó debido al lanzamiento levantando las bellas calles de Pankheru, una extraña runa aparecia grabada en su cuerpo y la silueta de un gigante apareció a las puertas de la ciudad dejando que un puñado de plumas negras cayeran de su palma ahora abierta, las plumas cayeron suavemente y finalmente tocaron tierra, los curiosos tvus que se habían asomado a las calles fueron los primeros en ver la devastación que a esto le siguió.

Tras el primer gigante aparecieron dos más que desde ambos lados de la calle dieron un pisotón en el suelo y arrastraron el pie, dejando que una ola de piedra se levantara y avanzara hacia el  centro de la ciudad malogrando toda muestra de artesanía que hubiera podido haber. Y tras esto, otros ocho gigantes fuertemente acorazados avanzaron a la carrera, derribando con sus gigantescas mazas y escudos cualquier edificio que se interpusiera en su camino.

Poco o nada se podría hacer para detener tan gigantesco avance.

Joer que coño ,no me deja hacer na el foro...
EN fin ...Recarge la pagina e hice solo 1 tirada ya que la que no hice el turno anterior no puedo hacerla .

Y salio ese 1 y el 4 al recargar me repitio el post y la tirada vale la mas bajita solo que es la 1era tirada

Osea es 5+5 guardados+2 x tener 5 o menos =12 pps

La sirénida se volvió con impaciencia, retorciéndose las manos en el proceso. Había recorrido la estancia una docena de veces, moviéndose en la oscuridad, silenciando su andar, pero sin poder detenerse.

¿Y si ahora que han asesinado a varios líderes decidió toma más recaudos? No, no es posible. Su soberbia la hace sentir invulnerable. Pedir una guardia extra sería un signo de debilidad a sus ojos. Jajaja, ese orgullo es lo que acabará con ella.

Faltaban escasos minutos para que su plan se concretara y sabía que nada podía salir mal. Sin embargo, esa espera de tan poco tiempo se le antojaba una eternidad y dudas irracionales la asaltaban acosándola.

Mientras aguardaba al paso del tiempo analizó las razones de por qué se encontraba allí.

Ohh’lp’lh estaba resultando ser una líder que había perdido el rumbo. Aplicaba mano dura con los suyos y permitía atropellos de las demás razas. ¿Cómo se había llegado a querer comerciar con los nayas, pueblo profanador de sus aguas? ¿Por qué escuchaba el consejo de ese ser elemental en vez de oír a los suyos? ¿Por qué intentaba convertirlos en corderos cuando su dios los había creado para lobos? De un tiempo a esa parte, una gran facción del pueblo se sentía disconforme. Más la milicia obedecía ciegamente a la primera Emperatriz del océano, así que poco podían hacer los rebeldes. Estaban atados de pies y manos. Corrección, se dijo, hubieran estado atados de pies y manos, bailando al son que esa sardina les toca si no hubiera aparecido yo.

Ypp'lh sonrió socarronamente, con el hielo dibujado en sus ojos.

Su llegada al grupo de insurgentes había sido fundamental. Ella era la mano derecha de la reina, quien manejaba todos los asuntos secundarios y quien conocía mejor que nadie la manera de pensar de Ohh'lp'lh. Así, que a su modo de ver, era justo que ella se encargara de acabar con ese mal para su pueblo y, por supuesto, se hiciera cargo de gobernarlo una vez ese cáncer fuera extirpado.

Ilusa... me encantaría que supieras que es mi mano la que acaba contigo, pero solo un idiota se expondría de esa manera. No, he buscado a los más idóneos de esta tierra. Los he buscado para que te acaben, sucia lameculos de los terrestres y de paso me den una excusa para cargar contra ellos. Ya verán esos bípedos lo que las huestes de sirénidos pueden hacer.

El tiempo seguía escurriéndose demasiado lento para su gusto.

Tranquila. En cinco minutos comenzará a funcionar el engranaje. En diez, ya deberías ser la nueva reina.

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El tvu se deslizó por el pasadizo secreto que llevaba hasta las habitaciones de la Perla de Pyaray sin contratiempos. Era un túnel tan sólo conocido por la Perla y su segunda al mando, así que no corría peligro de ser descubierto.

Llegó empuñando una daga, un arma que había sido robada a la propia Cábala. La orden de los asesinos tenían muy buenas relaciones con la secta del Ala Negra. Se movió como una sombra, nadando en el agua como si toda su vida se hubiera desarrollado en ese medio. La magia elemental podía ser muy poderosa si se conocían los conjuros adecuados.

La reina yacía con total tranquilidad en su lecho cuando la daga atravesó su garganta. Apenas tuvo tiempo de abrir los ojos antes de ahogarse en su propia sangre.

Con la satisfacción de haber cumplido a la perfección su trabajo, limpió el arma en los ropajes de la muerta y se dispuso a partir. Pero un grito potente, un látigo de poder acuático lo retuvo en su lugar, incapaz de hacer algo para defenderse.

-¡Guardias! ¡a él! ¡que no escape!- Ypp'lh había usado su voz y su dominio de la magia del agua para que el asesino no tuviese ninguna oportunidad, ni de escapar, ni de hablar. Caro le había costado el trato que había hecho con el líder de la secta para poder quedarse con su sirviente, pero de ello dependía todo el desarrollo de su plan.

Con prisa, corrió hasta donde yacía Ohh'lp'hh para cerciorarse de que el trabajo estuviera terminado. Al comprobar que esto era así, su rostro se iluminó, pero se guardó muy bien de que se le notara. Ahora era momento de simular duelo y por sobre todo, rabia.

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-Muy bien pueblo sirénido. Esta ofensa no puede quedar impune. Es más que claro que los tvus desean nuestra destrucción. La osadía de ese asesino, portando un arma entregada por los mismísimos líderes de Pankheru demuestra el desafío que nos están haciendo. Nos consideran débiles y cobardes, ya que han podido llegar hasta Ohh'lp'hh con total facilidad. Lo próximo que harán será enviar sus ejércitos y destruirnos si no ponemos fin a este reinado blando y permisivo con los mortales.

Sirénidos, ¡es vuestro deber defender vuestro honor!-

La nueva Perla de Pyaray observó con satisfacción como sus ejércitos respondían a su arenga. Nada mejor que una guerra para consolidar su poder. Era hora de marchar.