Partida Rol por web

Uriel sentado en su trono contemplaba impavido su imperio.

Habian muchas leyendas acerca de aquel ser,unos le señalaban como un guerrero de la epoca del comflicto a quien le habia sido otorgada la inmortalidad,otros decian que era el propio Luciel encarnado,en lo que todos coincidian es que era un cruel tirano ,pero mantenia unidad en la raza elemental.

Habia logrado construir un nuevo futuro en el continente central,la ciudad del vacio la llamaban.

(la ciudad noe sta en un volcan por si alguien se lo pregunta)
Uriel elemental de la muerte tenia viista ,uno de sus mejores hombres ,un elemental de fuego estaba frente a su trono arrodillado.
-Te llame porque el imperio necesita soldados,valientes que luchen por la causa ,has demostrado aptitudes para el combate y creo que podrias estar preparado.

El elemental de fuego,sudaba entre sus brasas al estar en contacto con aquella aura de muerte que desprendia su señor.

Asi que teniendolo en cuenta he pensado en premiarte.
Y de pronto las manos de Uriel atraparon el cuello de aquella pobre criatura.

Tranquilo solo te dolera mientras vivas despues renaceras mirame alos ojos con ese fuego ,hoy seras mi mensajero.

Y estallando en mil llamas desaparecio para despues volver a unirse como un nuevo ser un avatar.

-Te llamare Estrella brillante.
Ahora busca entre los tuyos y llama a las armas tengo trabajo para ti..

Los batidores kohiri exploraron el territorio hasta una gran distancia de Sol de Oriente, localizando las mejores zonas de caza, los puntos en que recolectar, los peligros de la tierra y los asentamientos vecinos de otras razas, se asignaron vigilantes para estos vecinos, para prevenir

En el octavo mes de gobierno de Hipocea llego a la tribu Yrmark el Oraculo, un sabio Vurmak traido por el camino, fue recibido con honores y hablo a Hipocea de su visión, se acercaba un tiempo de conflicto y la tribu del Sol de Oriente seria esencial, debian prepararse. Este y otros portentos fueron desvelados por Yrmark que estuvo reunido con Hipocea y otros jefes de tribus vecinas durante toda la noche.

A esto siguio un acalorado debate sobre los pasos a seguir, durante ocho dias los jefes, oraculos y shamanes discutieron, al final se decidio que le resto de tribus se declararian vasallas del Sol de Oriente mientras durase el tiempo del conflicto, cada tribu entregaria a algunos de sus mejores guerreros y Shamanes para formar una orden independiente de las tribus, Los Caminantes

Por último Hipocea fue nombrada Guia, pues su deber seria liderar a las tribus en los tiempos por venir

Ya hemos llegado. Pensó Jonsu.

Alto sobre las montañas, observaba desde su posición el futuro emplazamiento de su ciudad, después de viajar desde la Grieta Insondable, su hogar ancestral, hasta este lugar. Junto a el viajaban dos dragones Devastadores como guardias personales y cien de sus congéneres Nyrv, todos con la misma misión.

Años atrás, cuando la alianza entre su raza y los Karrdum empezaba a florecer junto con el comercio en la Ruta, su señor decidió que alguien tenia que vigilar sus intereses en el norte y ayudar a estrechar lazos con sus aliados, y que un emplazamiento conveniente tenia que construirse para reunirlos a todos. El había sido el líder elegido entre sus nobles compañeros para tal honor, y el lugar seleccionado era el tramo de la Ruta que atravesaba la cordillera, desde donde podría vigilar con facilidad el comercio y sus vecinos. Ya se podía ver los cimientos de la nueva ciudad, junto con los miles de esclavos proporcionados por Magnus y Roztek para la construcción de este enclave, que ayudaría a estrechar lazos.

Satisfecho, empezó a descender a su futuro hogar.

Los preparativos ya habían terminado. Narrieh se presentó ante todos los hermanos en el interior del Templo del Coraje. Su blanca armadura reflejaba la cálida luz que provenía de todo el templo. Un agradable trecho arquitectónico que Cicero había añadido al templo para llenarlo de luminosidad.

- El templo por fin ha sido terminado. Éste será el santuario de todos los justos que habiten estas tierras. Pero no olvidéis que hemos venido desde nuestro hogar Alharei para repartir la palabra de la verdadera justicia. Este será nuestro punto de reunión, pero nuestro hogar debe estar en todo Albur, junto a las demás razas. Les enseñaremos el significado de la justicia y protegeremos al débil del tirano. La Llama Blanca de Alharei se extenderá por estas tierras y consumirá la injusticia.

Todos los Har-Ail vitorearon al caballero. A él le había sido encomendada la tarea de supervisar esta gran misión. Él era el dirigente de los Har-Ail allá donde Alharei no estaba. Él representaba el espíritu de un pueblo que quería repartirse por el mundo y vivir en equilibrio con todos los demás seres de Albur.

- Yo, Nairreh, prometo dar equilibrio a este lugar, y gloria a nuestro pueblo.

Así comenzó la expansión de la recientemente nacida Llama Blanca. Su misión en Albur no había hecho más que comenzar.

TURNO CERRADO.

Ya estan abiertas la escena (Libros de Textos) para incluir las ciudades y los avatares. Usamos el mismo estilo que en la anterior partida.
Tambien he abierto una escena (Cronologia) bastante evidente, donde llevar el control de acciones de cada turno.
ya sabeis, la cronologia cosa mia, las ciudades y avatares, cosa vuestra.

Algunos lo han hecho por su escena, por el off o por aqui, he ido respondiendo y los de aqui se han quedado con la duda. El primer turno no daba esos dos puntos de poder extra, ya que no habia turno anterior con poder de 5 o menos.

Horus, este turno te he puesto el asentamiento orco, a partir de ahora necesito que hagas un texto para que lo acompañe o tendre que anular tu accion ;)

Tengo pendiente añadir la ciudad de Nuevo Amanecer de los Nayas, que creo Luciel, pero nunca me acuerdo de buscarla xD.

4 + 2 + 3= 9pp

4 que tenia, mas 2 por tener menos de 5, mas 3 de este turno (que basura de tirada, asi no voy a poder hacer na)

Siiii, mwajajajajaja SuperGiants !!

Todor llegó a Sol de Oriente, los kohiri observaron sin miedo al gigante que se acercaba en solitario a la aldea, aunque con desconfianza y armas en mano le permitieran acercarse, contínuamente golpeaban sus  cascos contra el suelo nerviosos, pues los Kohiri eran la raza más antigua de Albur, habian visto al resto de razas nacer, y sabían que los gigantes eran creación directa de Pyaray, era impredecible lo que el gigante fuera a hacer.

Soy Todor, emisario del nuevo Rey Gigante Kilombo, y vengo a vuestra aldea para ofreceros una alianza, vengo de parte de mi Rey, para ofrecer a los más sabios de vuestra tribu un puesto en nuestro concilio de sabios, pedimos que vuestros conocimientos, los mayores de Albur, iluminen nuestro pueblo y nos ayude a encauzar nuestra civilización

El gigante esperó la respuesta de los Kohiri, que empezaron a cuchichear entre ellos, una alianza entre Kohiris y Gigantes, podía ser tan peligrosa como fundar una ciudad en la linde del mar, mucho habia que arriesgar para querer algo así.

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Hodrum llegó a Pankheru, los escritos del Rey Oslo ya hablaban de estas montañas, hablaban de sus hazañas al cruzarlas durante la Edad del Velo, hablaban de rocas parlantes de las que podían forjarse las armas más extrañas y espléndidas que un gigante pudiera blandir, desde un lado del risco podía ver la ciudad de Pankheru, resultaba tan dificil acceder a ella..... El gigante dió una fuerte palmada a la pared de roca y el risco se alargó en un saliente de piedra en el que podría descansar, los Tvus revoloteaban entorno a la ciudad, pero para él era tan fácil llegar como para los alados podría ser internarse en el mar.

Por la espalda, Hodrum era observado y desde una postura segura el jovencísimo Doctvu preguntó ~¿Quién eres viajero Gigante? Estás lejos de tu hogar, ¿Porqué miras nuestra ciudad Pankheru?

Hodrum vió entonces al alado y sonrió, la retaíla de presentación del Doctvu compuesta de preguntas le recordó a su propia raza, siempre sedienta de saber más, él le llevaría a Pankheru - Soy Hodrum, emisario del Rey Gigante, vengo a ofrecer una alianza, una tregua en los tiempos de guerra que se avecinan, vengo en busca de los más sabios entre los sabios, pues es sabido que vuestra raza anhela la suprema sabiduría tanto o más como nosotros, y a vuestros mejores sabios, vengo a ofrecerles un puesto en el consejo de eruditos de la ciudad de Talruum, hazlo saber a tu señor, que el Rey Kilombo, busca su apoyo para encontrar la luz del conocimiento en unos años venideros, que sin duda estarán regados con la sangre de mil batallas.

Ok, 7pp +2 por tener menos de 5 en la reserva... nada mal :) 

El Rey Gigante Kilombo se sentó en las gradas del gran anfiteatro de piedra, como uno más entre los suyos presenció el debate entre los sabios gigantes acerca de las prioridades y mayores dificultades de la raza. La ciudad estaba siendo reconstruida con éxito a golpe de magia, los emisarios habian sido enviados hace dos años y aún no habia habido respuesta, entre los sabios debía discutirse acerca de las precauciones que debían tomarse, al sentir que aquellos que consideraban sus iguales intelectuales no deseaban un pacto.

La ciudad Gigante de Talruum habia sido tomada ya una vez, y no podían permitirse el lujo de volver a perderla, este habia sido su origen, y esta habia sido la cuna de su raza, eran tiempos de guerra y esto era por todos sabido, pero no volverían a caer en un ataque como el de los esqueletos hacia ya más de cuatrocientos años, y para que esto no ocurriera.

Que los Vandrer se hubieran instalado en las llanuras no tenia mayor peligro, pero la migración en masa de los sirénidos a la bahía de coral y el nuevo asentamiento de los elementales era algo que debia temerse.

El Rey Kilombo se levantó en la sala para tomar la palabra y todos los gigantes se giraron hacia él señalando a Hoyuh, el gigante que exponía los mayores problemas de su civilización los tiempos que corrían.

Hoyuh, eres venerable incluso entre los longevos Kohiri, tu experiencia es inigualable entre los gigantes y tu fuerza comparable a la de los dioses, necesitamos a alguien que dé órdenes fuera de las paredes del Concilio de Sabios. Desde hoy, quedas nombrado cabecilla y portavoz de este concilio, si bien la ciudad siempre se ha guiado por las cuestiones que aquí se debaten, serás encargado de ver como se llevan a cabo.

Hoyuh, Erudito Venerable de Talruum

Hoyuh se dirigió a las lindes de la ciudad, con cuatrocientos y pocos años, no solo era el más viejo de los gigantes de Talruum, sino también el más poderoso de los manipuladores de tierra. Dando tremendas palmadas al suelo, comenzó a erigir una muralla que la rodearía, un muro cuadrado de seis metros en los que un gigante pudiera encaramarse, pero imposible de alcanzar para el resto de Alburienses, muros sin escaleras, ni puertas, un muro listo y sólido de piedra maciza.

Con la ayuda de manipuladores de tierra de toda Talruum, en apenas dos semanas se completó tan dificil labor, y Hoyuh, reclutó a un grupo de gigantes, de ahora en adelante estarían siempre vigilantes, no les volverían a pillar por sorpresa.

Dos gigantes patrullarían la muralla cada quinientos metros durante todo el día, cualquier gigante de la ciudad de Talruum, podía abrir y cerrar la muralla o saltarla para ir al exterior, pero su tamaño supondría un gran problema para todo aquél que quisiera atravesarla sin más.

Los gigantes, seguían sin responder a otra jerarquía que la de venerar a su Rey, seguían siendo una sociedad en la que todos desempeñaban todos los trabajos y todos dependían de todos, y, sin embargo, ya se estaban empezando a fijar unos roles por los que no todos los ciudadanos estarían dispuestos a pasar.

6+2 por empezar con menos de 5=8 de poder(o como se diga)

La mujer de cortos cabellos supervisó las tareas con rigor, y cono inteligencia. Bajo su vista Hydratan prosperaba y crecía, como un hijo de Pyaray haciéndose ancho y largo en la extensión del claro.

Los Hojas mantenían el orden y armonía. Sin dudarlo, Hydratan era uno de los pocos lugares donde un Sirénido podía llegar a ofrecer perlas magníficas en intercambio por pergaminos, o tal vez solo un instante de paz en la superficie. O un terrón de azúcar, por supuesto. Grandes intercambios habían acontecido alrededor de un saco del dulce néctar que los marinos seres adoraban.

La ajetreada paz del asentamiento Vandrer solo era interrumpido, ocasionalmente, por los tambores lejanos de la selva. Tambores que puntuaban un lenguaje que nadie entendía, un lenguaje que nadie había nunca podido aprender. 

Los tambores de los Orcos parecían comunicar una urgencia. Los jóvenes Orcos, enormes aún para su propia raza, encargados de comunicar a todos, propios y ajenos, sobre las intenciones de los clanes, las noticias, los nacimientos, y las muertes, no descansaban. El sonido de los tambores era una charla permanente que cada orco reconocía como si fuera el olor de su propia madre.

Pero cuando el viento los arrastraba sobre Hydratan, los Vandrer solo podían preguntarse cuál era su significado. Si vida, o guerra.

Uriel tenia grandes planes para los elementales habian sido nomadas ,diferentes al resto d e razas quizas solo los tvus podrian haberlos comprendido pero eso era tiempo atrás.

Ahora eran una raza fuerte y poderosa debian ampliar sus miras construir un imperio tan grande que se extenderia por todo el continente central y dominara el nucleo de Albur.

Asi pues llamo a su mensajero y le ordeno que partiera junto algunos de sus hermanos de fuego y de

aire y en los pilares de ambos elementos creara 2 ciudades .

Dominia en el desierto de fuego y aerith en las montañas del cielo.

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Nairreh paseaba plácidamente por el exterior del Templo del Coraje. Gustaba de salir a pasear de vez en cuando. El santuario estaba terminado, y muchos Har-Ail habían acudido ya. La Llama Blanca comenzaba a extenderse por esta tierra. Aún no habían establecido un buen contacto con otras razas. Algunos de los hermanos volvían sobre sus grifos y relataban sus aventuras a los jóvenes cachorros.

El Templo del Coraje había crecido tanto en tan poco tiempo que los niños ya comenzaban a recorrer sus galerías, y a trastear con el ingenioso sistema de iluminación de Cícero. Ahora el santuario no sólo albergaba a viajeros, sino que también albergaba en su interior familias. Y por eso convenía convertir el templo en un lugar más seguro para todos.

Cícero se encargó de grabar en el exterior del templo complicadas runas de protección derivadas del ancestral legado de Aildor. Esas runas protegerían los resistentes muros del Templo del Coraje de cualquier ataque, y harían arder a aquellos injustos que intentasen poner un pie en él.

Pero no podían fiarse sólo de la magia. Nairreh comenzó rápidamente a instruir a los hermanos más jóvenes para convertirlos en los guardianes de sus seres queridos. Nairreh formó a los guardianes del santuario, El Espejo de Plata, maestros de la defensa y el contraataque.