Partida Rol por web

"Más razón para no mentir. Al fin y al cabo... podremos decir con toda seguridad que no hemos pronunciado palabra alguna de esto con nadie antes de con ellos"

"Ellos nos convirtieron en lo que somos, pero quien nos creo fue dios. No les demos mas meritos de los que merecen." fue lo primero que dio corrigiendo a su compañera, no por el hecho de corregirla sino para llegar a un punto. "No necesariamente sabran cuando mentimos, incluso ante el orgullo que les hemos visto tener podriamos tener una mejor oportunidad para que nos subestimen." le comento al resto, aunque su mirada estuvo mas tiempo en Águeda que se la notaba mas nerviosa y a la que termino ofreciendo su mano.

Imara tambien estaba nerviosa por lo que podia llegar a pasar, pero veia como otros se encargaban de planear y ella no deseaba quedarse detras.

Con un plan ya preparado. Os ponéis en marcha. Maeve no tiene problemas en dar el mensaje a su montura para que esta se ponga rumbo hacia donde se encuentra Hardestadt. 

Tras esto, vosotros os dirigís de nuevo a ver a Giovanni. Recorréis de nuevo el camino sin mas encuentros con templarios. El viaje es bastante tranquilo y llegáis sin mayores problemas a la posada donde os espera pacientemente vuestro "señor" el cual está a la espera de la respuesta referido a su mensaje.

Mi cabeza llevaba un tiempo ausente, vagando de aquí para allá, pensando en esto y en lo otro... de pronto, sin que apenas me diese cuenta y con el tiempo habiendo transcurrido tan rápido que no alcancé a percatarme realmente de ello, llegamos a la posada donde Giovanni nos esperaba, paciente. 

Rápidamente se desvanecieron de mi cabeza los pensamientos sobre mis hermanos y mi marido, que habían rondado todo ese tiempo más que nunca por los lejanos recovecos de mi mente, y mi cuerpo se puso en tensión al instante, alterado por la simple presencia de aquel cainita, cuyos recuerdo y compañeros de fechorías me resultaban extremadamente desagradables. 

Apresté mis espadas, desatando los seguros pero sin sacarlas de la vaina, con cuidado de no llamar demasiado la atención con el gesto, y mantuve las manos apoyadas en las empuñaduras, en actitud distendida, por si acaso. No dije, sin embargo, palabra alguna, sino que miré a don Carlos y a los demás y dejé que hablara alguien que tuviera más cuidado con el lenguaje que yo y fuera menos impulsivo a la hora de decidir qué sí y qué no decir. 

Wow acabo de leer la escena, si que me he perdido cosas... ;(

¿Y bien mis queridos chiquillos?- pregunta Giovanni nada mas veros entrar por la posada. Parecía que no se había movido nunca de su posición desde la primera vez que le visteis allí- ¿que respuesta os ha dado Capadocius a mi mensaje?

"Traemos una carte, una que escribió el Capadocio"

"Ciertamente, es un hombre un tanto loco. Poderoso, pero loco en sus ideales. Y por esta misma carta, quiere mantener un encuentro entre usted y su clan"

"Le advierto: En su locura, está MAS que dispuesto, el patriarca del clan cuenta... no, DESEA protagonizar un sacrificio, una "Crucifixión" en sus propias palabras. Quizá lo que considere su plan, señor Giovanni, no sea sino hacer la voluntad ser la manos del mismo Capadocio."

"Si le permite a un joven con apenas cuatro noches darle un consejo... el mio es la PRUDENCIA"

El Capadocio, no ya Japeth sino el Anciano Capadocio, no me ha parecido un mal hombre. Muy al contrario que Giovanni, que Hardestat... y que desde luego el Lord Casmir. Pero desde luego, su idea de "Diabolizar al Altísimo" me parece algo que debe de ser detenido de todas formas y maneras.

- Yo también creo que la clave es la prudencia. Sus palabras parecen las de un loco, con sus silencios llenos de intrigas... -Me atreví por fin a hablar tras Don Carlos, no habiéndolo hecho antes por temor a decir algo que no debiera.

No eran del todo mentira lo que acababa de decir, pues las pocas palabras que habíamos intercambiado con el Capadocio me habían dejado curiosa sobre el significado que había tras sus palabras.

Mabuz entra en la posada pero deja que sus compañeros expliquen lo acaecido. Como siempre se exceden en explicaciones, consejos y advertencias ante alguien superior que probablemente ni las quiere ni las necesita.

Imara trato que no me mostrara su indignacion cuando los nombro como sus chiquillos, sabia bien que era una costumbre de estos vampiros que los habia covertido pero de igual manera no lo queria. Es por ello que guardo silencio mientras sus compañeros hablaban.

Aunque algo que se quedo pensando mientras callaba era lo curioso que siguiera en un lugar como este, dejandolo mas debil a sus ojos comparado a los otros que andaban en antiguo castillo o monasterio.

Claudius lee la carta detenidamente, y de su boca surge una ligera sonrisa.

Cappadocius ha accedido a reunirse- dice finalmente- dentro de una semana tendremos el encuentro- os mira directamente- quiero que me acompañéis al mismo. Creo que habéis cumplido con vuestra misión por lo que lo menos que puedo hacer es que esteis en la misma. 

A Larraz le pilla un poco en entredicho.

Con suerte, Hardestat tendrá el mensaje en sus manos. Con suerte, Hardestat sabrá que está tramando. Tenemos que mandar este mensaje. Tenemos que transmitirle la noticia a Hardestat. Será lo mejor en este extraño juego a tres bandas.

Giovanni, contra Hardestat y contra Cappadocius. 
Cada uno está intentando atrapar al otro en su juego
Y todos ellos están reclamando para sí los mismos peones.

"No puedo estar sino agradecido por ese honor, vuesa merced"
"Pero ¿Que papel sería el nuestro en esa reunión? Somos unos chiquillos al lado de vuecencias"

Larraz intentadescifar lo que intente trasmitirle este hombre. Sin mucho éxito, al parecer.

Oh, nos ayudaréis en nuestro objetivo, no os preocupéis por ello. A pesar de vuestro origen bastardo, podéis convertiros en verdadera progenie, y ser reconocidos por nosotros. 

...y aquí está nuestra sentencia definitiva... piensa al escuchar la invitación ya que estaba claro que Giovanni traicionar a Japherh y matar a Capadocius, dudaba que después de asesinarlo quisiera dejar testigos; Hardestadt había dejado claras sus intenciones y si ellos se involucraban más de la cuenta con Giovanni no dudaría en quitarlos de en medio y luego el tal Capadocius se creía una especie de mesías o iluminado....esto no podía salir bien.

La única opción era alargar el momento del nuevo enfrentamiento lo máximo posible intentando evitarlo justo antes de que se produjera.

- Lo que podamos hacer solo debéis pedirlo.

- Es lo que más desearíamos en este mundo. -Susurro después de escuchar las palabras de Giovanni y afirmar con la cabeza ante lo que había dicho Mabuz.

¿Qué nos depararía aquella reunión final? Nada bueno, eso estaba claro, y realmente era lo único que, al menos yo, tenía por seguro.
Tres bandos distintos (o cuatro, si nos contamos a nosotros mismos como otro más) enfrentados, cada uno con sus propios intereses. Y nosotros en medio de todo ello. Ya no sabía a quién mentir, a quién creer y mucho menos qué decir, pues nuestro destino pendía de un hilo. Y eso era lo único que no había cambiado en todo este tiempo.

Os daremos las instrucciones precisas cuando llegue el momento. Por el momento descansad esta semana, no habrá mucho que hacer- el hombre os sonríe- habéis cumplido con nuestras expectativas, y cuando todo esto acabe la recompensa que recibiréis os satisfacerá a todos con creces.

A mi me gustaría ver a RoderiGo