Inclino ligeramente la cabeza, me ha sorprendido la invitación de las damas, pero es el deber de un caballero aceptar
"Como deseen, signorinas"
Tras repartiros en los carruajes, Roderico se acerca a a cada uno y os dice: me tomaré todas las molestias para asegurarme de que el viaje resulte lo más cómodo posible.
Cumpliendo con su palabra, el cochero se preocupa cuidadosamente por la comodidad de vuestro viaje, disminuyendo la velocidad en los tramos mas abruptos del camino. Sin embargo, durante el viaje, alguno de vosotros os fijáis que en una parte del bosque, hay tres cuerpos crucificados.
Os lo pongo a todos lo que veis de los cuerpos crucificados.
Comenzáis a volver sobre vuestros pasos, dispuestos a llegar con tiempo hacia vuestro destino. Estaba claro que Lothar no os había causado una muy buena impresión que digamos, y si así era el servidor como sería el señor.En cualquier caso eso no era vuestra preocupación en estos momentos, dadas las circunstancias. Ahora lo importante era llegar sano y salvo.
Os dejo por si queréis deciros algo.
"Maese Roderico, disculpe mi atrevimiento pero ¿Y eso? Es un castigo demasiado cruel, sea cual sea el crimen que hayan cometido esas pobres almas" digo, temeroso siquiera de señalar a los reos.
¿Estan vivos todavía, o ya han muerto todos?
Observó lo que se elevaba a los lados del camino con gesto curioso, probablemente fueran bandidos, Estaba claro que Maese Giovanni no se andaba con minudencias.
¿Todos hemos sacado la tirada o te has equivocado con los destinatarios?
Una vez están listos para partir tras escuchar la respuesta tranquilizadora del conductor el tema convence a Ewald, aunuqe no puede evitar comentar en voz alta:
- Vaya parece que faltan algunas de los que estaban ayer, ha habido deserciones entre los invitados...
Mientras se dirigen a la residencia de Marcus no puede dejar de observar los modos en los castigos a los delicuentes y piensa "Bueno esos, harán que otros delicuentes se lo piensen dos veces antes de hacer fechorías".
Vaya... espero que el cura de ayer no corra la misma suerte que esos 3...
El señor Giovanni es un amo severo- responde- esa gente conspiraba contra él. Probablemente intentaron no pagar sus rentas.
No, no... la mayoría la habéis sacado, pero como alguno lo mas seguro es que lo comentaba pues os he puesto a todos. Si solo uno hubiera acertado o ninguno lo hubiera personalizado mas.
Cuando, durante el transcurso del viaje, aparecen en el camino tres cuerpos crucificados, lo único que hago es santiguarme y dedicar algunos rezos para las almas de aquellos pobres desgraciados que habían pagado con su vida por los errores que habían cometido.
- Ojalá se hubiesen encontrado con las enseñanzas del Señor a tiempo. -Murmuré, tras un breve suspiro.
-¿Se encuentra bien Águeda? ¿Le ocurre algo?- dije manteniendo mi postura cruzada de brazos y la espalda reposada en el respaldo del carruaje interesándome por ella y mirándola expectante, la había oído murmurar algo pero sin alcanzar entenderla.
con volver sobre nuestros pasos ¿te refieres a salir hacia mi campamento, no? XD
Tapandome la boca con la mano (En parte por el olor, en parte por mi expresión... nadie lleva bien el contemplar un castigo ejemplar) me fijo si aun respiran o si ya han muerto1.
Intento buscar alguna justificación ante este grotesco espectáculo.
"Deberían de estar realmente desesperados ¿Tantos enemigos tiene vuestro señor, y tan despiadados son, Maese Roderigo?"
La crucifixión no es letal por si misma: Un crucificado podría pasar varios dias ahi colgado hasta que la deshidratación o quizá por exposición al frio y al calor acaben con él.
Lo habitual solía ser que tras humillar un poco al reo, cuando empezaban a cansarse un verdugo le partía las piernas. Tras eso, todo el peso del cuerpo recaía sobre el pecho, y te imposibilitaba el respirar. Una muerte misericordiosa que de misericordiosa no tenia nada (Aparte del dolor de la tortura previa y las piernas astilladas, súmale la axfisia)
En fin, que si un tio se ha muerto "Misericordiosamente" se pueden ver sus piernas hechas cisco, si se le ha dejado secarse estará bastante podrido, y si está vivo... bueno ¡digamos que no es muy facil echarse una siestecita en una cruz!
Si, si... perdón. Vuelves hacia tu campamento.
Mi señor es inflexible en cuanto al delito- responde- si alguien no cumple paga en consecuencia. No es indicado tenerle como enemigo. Eso puedo asegurarlo.
- Si no es indiscreción y conoce el delito de esos hombre ¿le importaría decírnoslo? - era importante saber cuanto se ajustaba el castigo a la ofensa.
Creo que no pagaron sus rentas- vuelve a decir- pero no estoy seguro de ello.
Quizá en otra vida fuera un hombre fuerte, con capacidad para plantar cara a un hombre tan cruel, descolgar a los reos... quizá pudiera incluso sanar sus heridas. O al menos darles una digna sepultura.
Pero soy solo un hombre normal y corriente. Y de hecho intentar hacer algo por ellos podría meternos en problemas, a nosotros trece y también a Roderigo que está siendo atento con nosotros. Sólo puedo apretar los puños para mi mismo, y santiguarme "Que Dios se apiade de ellos" digo "Porque Giovanni el cruel no lo hizo" pienso.
Ciertamente, entre el Lamedor, y el crucificador... empiezan a quitarseme las ganas de ir a ver a Giovanni! pero no puedes cambiar nada huyendo y escapando.
Durante el viaje, pareció disfrutar de un paisaje hermoso, manteniendo esa esencia de libertad en dónde no destacaba demasiado la mano del hombre. Su cabeza divagaba una vez más, hasta que la imagen de tres crucificados destrozó de golpe la bonita estampa. Qué ironía, se atreven luego a llamarnos salvajes… Desveló sus pensamientos en voz alta sin apartar sus ojos del ventanuco, comprendiendo efectivamente que aquellos atributos que anteriormente le atribuyeron al anfitrión no estaban adecuadamente fundamentados.
Imara vio con desagrado a las personas crucificadas por el camino, cerrando los ojos para dejar de verlo mientras murmuraba un rezo corto por los pobres que yacian en las cruces. "Ojala puedas ser mas misericordioso con ellos, dios."
Abrio los ojos aunque aun los crucificados seguian a la vista, porque escucho la pregunta de Viridiana hacia Agúeda. "Seguramente esta rezando por ellos Viridiana." se adelanto a explicarle con una sonrisa.
Al escuchar las palabras de Imara y contrastarla con la actitud de Águeda caí en la cuenta de que habían visto algo por la ventanilla del carruaje, la curiosidad me pudo y me levanté lentamente para observar a través del cristal de la carroza.
-¡Oh Dios santo!- exclamé sorprendida al ver aquellas cruces y lo que parecían hombres crucificados en ellas para acto seguido apretar con fuerza mis puños y la mandíbula.
Me horrorizaba lo que estaba viendo, que clase de recibimiento pretendía darnos Giovanni sabiendo que nos toparíamos con tan desagradable paisaje. Mi conciencia ardía como un caldero hirviendo y un cúmulo de sentimientos invadieron mi ser. Malos recuerdos, frustración, miedo, impotencia, rabia, compasión hacían un revuelto de sensaciones en lo más hondo de mí.
La imagen de la muerte de mi marido atado a un poste en aquel monasterio veneciano me invadía. No lo pensé dos veces. -¡¡Paareee!!, ¡¡Paaree!!- grité visiblemente angustiada por la situación. Y un arrebato me obligó a abrir bruscamente la puerta del carruaje para saltar en marcha del mismo, necesitaba ir en busca de aquellos pobres desgraciados para intentar prestarles auxilio.
Motivo: Salto (Des + Atle)
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 10, 3, 7, 10, 10, 6
Éxitos: 5