Partida Rol por web

Crónicas Giovanni I- La última cena

Capítulo II- Escena 3- Visitación

Cargando editor
28/10/2015, 06:09
Imara

Le llamo la atension que ni ella ni Agueda pudieran convencer a los caballeros con sus poderes, al parecer resultaban ser mas limitados de lo que le habia dicho su maestro. Habria querido seguir insistiendo pero ya era tarde, ademas ella se encontraba herida y con miedo de que aquel monje volviera.

Cuando finalmente dieron con el Monasterio una parte de Imara se alegró bastante ante aquella visión, aunque pronto aquel sentimiento de seguridad que recordaba de cuando estaba viva se desvaneció. Ya no era la misma y se suponía que ese lugar ya no le proveería un refugio.

Acercándonos aún más al lugar empezó a escuchar oraciones siendo cantadas y de nuevo volvió a entristece con melancolía por lo perdido. “Ayuda a apaciguar el alma y encontrar la paz que nos insta Dios.” Respondio al hombre de su grupo que hasta ahora habia permanecido callado. “¿Nos acercamos a hablarles?” preguntó al resto.

Cargando editor
28/10/2015, 08:28
Mabuz MacColl

- Esperemos que Dios no tenga en cuenta nuestra nueva condición y nos deje entrar en su casa, responde a la mujer mirando al monasterio. Antes de entrar quizás deberíamos tener un plan o una historia que contar a esos monjes, dudo que sepan que alojan a un vampiro ¿no?

No paraban de dar vueltas, su nueva vida además de condenada era un correveidile entre dos facciones que luchaban por hacerse entre ellas por el control ¿de qué? ¿una secta? ¿un ejército? ¿una país? El moratón de la pedrada le seguía molestando, más de lo normal para ese tipo de herida....parecía como si le hubieran quedado. Se frotó el brazo y observó el edificio.

Cargando editor
28/10/2015, 09:54
Carlos Larraz

"Bueno, recordad la idea del señor Rafael de Corazón, la de la Masacrada"

"¿O era Mascarada?"

Cargando editor
28/10/2015, 10:33
Pietro Zaitsev

Dios no nos insta a conseguir nada y en caso de hacerlo no será la Paz - le respondo a la mujer. Al parecer era una devota del señor antes de que nos convirtieran en estos seres... y parece que ahora también. 

Habla después de Mabuz y sonrío. No esperes nunca nada de Dios... así no te decepcionará medito recordando las palabras de mi padre. - Un plan... podríamos ser peregrinos en busca de un techo para descansar.. 

- Masacrada me parece un término mejor - digo a Carlos a pesar de que supongo que Mascarada será el término adecuado. 

¿Acercarnos? ... si, pero que vaya ella primero.

Cargando editor
28/10/2015, 16:18
Maeve Woden

Preferí no meterme en el comentario sobre dioses. Mi postura creía haberla dejado ya clara. Asentí ante las palabras de todos. 

-Bien -recapitulé- algunos de nosotros pegan como peregrinos bastante más que otros -añadí, señalando mis propias armas-; sin embargo, sí podemos habernos encontrado en el camino hacia aquí. Algunos sois peregrinos, los que mejor podáis haceros pasar por ellos, es decir, los que conozcáis mejor esa religión vuestra. Otros podemos andar buscando a alguien a quien tenemos que entregar un mensaje. No es una mentira del todo, es una verdad a medias y será más fácil de defender si nos hacen preguntas incómodas. Nos hemos conocido en el camino hacia aquí, hace poco, lo cual tampoco es del todo incierto... Os digo esto porque somos un grupo demasiado grande como para venir todos juntitos en comandilla... Y sí -asentí a lo del nombre- Mascrada suena mejor". 

Cargando editor
28/10/2015, 16:45
Director

Con un "plan" ya preparado, os acercáis hacia las puertas del monasterio, a las que llamáis para poder entrar. Al poco rato un monje abre las puertas y se os queda mirando con asombro, no tanto por el variopinto grupo que sois sino por las heridas de alguno de vosotros.

¿Quienes sois y que os ha pasado?- os pregunta el hombre

Cargando editor
28/10/2015, 20:51
Imara

Dio una mirada no muy contenta al hombre, sin embargo prefirió no contestarle ahora mismo su cuestionamiento de Dios ya que estaban produciendo un plan.

Cuando finalmente lo concluyeron y se acercaron a ellos, Imara se adelantó un poco suponiendo que su apariencia resultaría menos amenazante. “Somos peregrinos, al menos una parte de nosotros lo somos. Fuimos atacados por hombres armados mientras veníamos pero por suerte otro grupo que venía por el mismo camino nos ayudó. Son mensajeros.” Respondió esperando que no hubiera problema con la pequeña modificación que habia realizado a la historia.

“Pediríamos si es posible su hospitalidad en este santo lugar, para que todos podamos descansar y recuperarnos del hecho.” Concluyo pidiendo que les permitiera entrar, reservando su poder en caso que lo hiciera mas difícil.

Cargando editor
28/10/2015, 22:16
Maeve Woden

Dejé hablar a Imara, evidentemente sería mucho mejor que apareciese ella en primer plano. Asentí con la cabeza, saludando al hombre con educación, cuando mencionó a los mensajeros y la alabé en mi interior por la modificación a la historia que había quedado perfecta. Menos mal que se había dado cuenta de que había que explicar por qué  íbamos como íbamos. 

No dije nada y esperé la respuesta del hombre de Dios. 

Cargando editor
28/10/2015, 22:29
Pietro Zaitsev

Las palabras de la pelirroja ¿bruja!!!? no terminan de convencerme, nos pone a todos al mismo rango. No creo que sea correcto. Pero el grupo parece aceptarlo y no es momento para empezar a imponer mi criterio.

La mirada  de la novicia hace que sonría con cierta maldad. Seguro ha querido darme una bofetada.. 

Escucho las palabras de la mujer... ¿mensajero...? ¿yo? ¡El conde Zaitsev..! medito mientras siento la degradación de mi rango. No me hace gracia. Ni puñetera gracia.

En efecto buen señor, nosotros  - digo señalando a nadie en concreto. Por unos momentos he estado apunto de presentarme como noble portador de un mensaje y su séquito..  - somos portadores de un mensaje cuyo destinatario debemos encontrar - digo con cierta solemnidad intentando mantener un tono neutro sin caer en el sarcasmo, alejando mi mal humor de las palabras - Y buscamos ser sus huéspedes en este su humilde hogar.

 

Cargando editor
29/10/2015, 16:27
Director

Claro que podéis entrar. Este templo acoge a todo el mundo, y mas a viajeros heridos como vosotros- responde el monje mientras abre la puerta para vosotros. 

¿Un mensaje? ¿A quien queréis entregarlo?- inquiere. 

Cargando editor
30/10/2015, 10:06
Mabuz MacColl

Mabuz hace una inclinación con la cabeza y pasa primero, no por descortesía hacia las damas más bien todo lo contrario...si era una trampa él estaba casi intacto del combate anterior. Al entrar al patio observa el interior, revisa si hay establos (y caballos) si se ve gente que viva en el monasterio además de los monjes, ....

Cargando editor
30/10/2015, 10:48
Pietro Zaitsev

Piensa, piensa, piensa.... ¡Piensa más rápido! 

- Desconocemos tanto el mensaje como su destinatario, sólo tenemos una ruta, padre - le digo con un tono calmado y agacho la cabeza para fingir vergüenza por no poder darle más información al religioso. 

Entro detrás de Mabuz. 

Cargando editor
31/10/2015, 16:13
Director

El monje os deja pasar, pero niega con la cabeza ante las palabras de Pietro.

Sino sabéis quien es el destinatario, ¿como vais a saber a quien entregárselo? ¿Tenéis al menos alguna descripción o algo por el estilo?

Notas de juego

Mabuz, solo ves monjes en el interior

Cargando editor
31/10/2015, 16:45
Carlos Larraz

Al entrar, me ha llenado un sentimiento muy... ambibalente. Si, se que es una palabra extraña, pero nada lo describe mejor.

Lo cierto es que siempre he respetado la fe, y que ciertamente esperaba que una vida de esfuerzo tendría su recompensa en la próxima vida. Y ver a los hombres de fe esforzandose, aun a estas horas de la noche, es algo que me daba esperanza.
Por otro lado, me recuerda que ahora, y para siempre, las puertas del cielo me estarán cerradas. Por culpa de él, por culpa de Lord Casmir.

El maldito de Lord Casmir.

 

Aun así, intento ocultar mi odio, y saludandop al monje, le confieso

"No tenemos realmente una descripción, pues quien nos envia quería un gran secreto, sin embargo, nos advirtió que el receptor era un hombre SINGULAR. Y su nombre era... ¿Jarleth? ¿Janeth? ¿Jackpot?"

Por supuesto, evitaré decir el nombre de Japherh el Capadocio. Esta forma de "Hacerse el tonto" es ideal, para que en caso de que alguien esté espirando, no sepa por quien preguntamos. Pero si el monje conoce a Japherh, sabrá por quien preguntamos

Cargando editor
31/10/2015, 21:55
Águeda Valverde

Algo desanimada tras ver que tanto Imara como yo habíamos fracasado en nuestro intento de convencer a aquellos hombres, seguí al grupo hasta el monasterio.

Habiendo recibido permiso de aquel monje, me adentro en el monasterio junto al resto. Aunque en otros tiempos me habría sentido como en casa, ahora mismo no podía dejar de darle vueltas a nuestra nueva condición. Y a aquellos textos.
No tenía tan claro si realmente ellos desconocían la existencia de seres como nosotros. Yo no era la más versada en ciencias ocultas, así que obviamente desconocía algo así, pero sí que había leído sobre criaturas parecidas. Algunos textos eran más claros, otros... parecían dejar entrever información que, de tener más conocimientos, podrían aprovecharse aún más sus palabras.

Esperaba realmente estar confundida, pero por si acaso, me mantendría alerta.

- No te fíes. -Susurré tan bajo como me fue posible una vez me acerqué a Imara y rodeé su brazo con el mío.

Cargando editor
02/11/2015, 11:57
Director

Ante las palabras de Carlos, el monje baja la cabeza en un gesto que todos podéis comprender "Seguidme".

El monje se acerca y abre una puerta de madera que conduce hasta unas escaleras de piedra que bajan hasta las mismas catacumbas situadas debajo del mismo monasterio. Pasáis junto a hileras de nichos en las paredes, alcanzando por fin el nivel más profunde, donde sois guiados hasta una estancia tenuemente iluminada por un cálido resplandor que no parece proceder de ningún punto concreto: no hay velas ni fuego.

En el centro de la habitación hay un altar sobre un estrado, y tres sillas en el extremo más alejado. Dos de ellas están vacías, pero en la de la derecha se sienta un hombre muy alto y delgado que luce las ropas de un monje y cuyos ojos parece cubrir el blanco velo de la ceguera.

Se hace un silencio incomodo antes de que su ceremonial voz interrumpa vuestros pensamientos

 Soy Japheth Cappadocius, primogénito del gran Cappadocius, abad del Monasterio de San Timoteo Mártir

Cargando editor
02/11/2015, 12:13
Pietro Zaitsev
Sólo para el director

Memorizo la cara del monje que ha repreguntado. Será mi cena sin duda. 

Notas de juego

Tengo el beneficio Memoria Eidética así que supongo no habrá problemas para acordarme del Monje ese petardo. XDDD

Cargando editor
02/11/2015, 12:14
Pietro Zaitsev

Hago una mueca. No me terminaba de convencer eso de revelar el nombre del hombre que buscamos. Puede ponerle sobre alerta. Puede estar preparado. Puede... puede.... demasiadas cosas. No me gusta.

Me duele no tener la iniciativa... pero ya habrá tiempo para poner mi estatus sobre la mesa. Ahora de momento teníamos un asunto que atender. 

Sigo al grupo pero me voy retrasando unos pocos pasos para poder observar el monasterio. Memorizo el camino por el que nos han traído por si hubiera que salir corriendo. 

Cuando llegamos allí y el hombre se presenta niego para mis adentros. Ya verás... que la fiesta acaba de empezar.

¿Y si todos los monjes eran como nosotros? Bueno... el culo del mundo es un buen lugar para morir.. otra vez - medito con cierta ironía.

Cargando editor
02/11/2015, 13:37
Carlos Larraz

Un monje.
¿Un monje VAMPIRO? ¿Un monje que continua con su fé y sus oraciones, y siente que el Altísimo le escucha?

¿Es POSIBLE?

En mi fascinación, dedico unos segundos a echar un vistazo a...TODO. Intentando asegurarme de que la sala es una abadia correcta. Que los crucifijos son los suyos, y que los pasajes bíblicos sean los reales.

"Ave Purisima" (Es la forma habitual-respetuosa de referirse a un monje, un fraile o un sacedote. De hecho, la expresión es en latín)

"Somos una cuadrilla de mensajeros, y nuestro deber era asegurarnos de que vuecencia recibiría esta misiva, aun a pesar de asaltantes de caminos o de enemigos que pudieran estar interesados en evitarlo. Soy Carlos un humilde neonato, de allende en España" No voy a revelar los nombres de mis compañeros si ellos no quieren.

- Tiradas (1)
Cargando editor
02/11/2015, 14:00
Pietro Zaitsev
Sólo para el director
- Tiradas (1)