Partida Rol por web

Los templarios resucitados os acompañan hasta el monasterio, una vez allí los monjes se hacen cargo de ellos. Volvéis con Cappadocius que parece satisfecho con vuestras acciones.

- Puesto que habéis atendido, aprenderéis -os indica que os sentéis a sus pies y comienza a hablar-. Hay un antiguo cuento Malkavian: "Cuando hice un sacrificio de plantas y me alimenté de ellas, me elevé como un señor por encima de las plantas, hacia la divinidad. Cuando hice un sacrificio de animales y me alimenté de ellos, me elevé como un señor por encima de los animales, hacia la divinidad. Cuando hice un sacrificio de hombres y me alimenté de ellos, me elevé como un señor por encima de los hombres, hacia la divinidad". Los Malkavian saben más de estas vitales materias que el resto de los clanes. Comprenden que el espíritu se ha elevado de las plantas a los animales, y de éstos al hombre y después a los Vástagos. No estamos malditos por Dios, sino que nos ha bendecido con la vida eterna. Sabéis que nuestro Salvador dijo: "Quien coma mi carne y beba mi sangre vivirá en mí, y Yo en él" y "Quien coma mi carne y beba mi sangre tendrá la vida eterna, y Yo le alzaré el Día Final", ¿Pero sabéis también que el Evangelio de San Lucas dice de nuestro Salvador: "Y estando en la agonía rezó sinceramente, y su sudor era como grandes gotas de sangre cayendo a tierra"? Sangre por sudor, como vosotros tenéis sangre por sudor. ¿Qué decís a estos prodigios?

- Creo que es más una condena, señor, pues la luz nos daña, el fuego nos daña que son aspectos de la divinidad. Creo que si entramos en un sitio sagrado también nos dañará lo que demuestra nuestra maldición. Comentó Enzo mirando a Capadoccius con un cierto asombro por proponer aquel pensamiento carente de la realidad de nuestra existencia.

Eso es discutible comento a Enzo. Es evidente lo que dices, pero al mismo tiempo me recuerda a la historia de Belcebú. En todas partes aparece como maldito por haber traicionado a Dios. Pero me pregunto, ¿realmente fue así?

Por una parte se convirtió en el rey de su propio reino. Por otra parte vino a cubrir algo evidente: hacía falta un sitio donde meter todas las almas de aquellos que no llegaran al cielo. Por lo tanto ni siquiera estoy segura de que se revelará en contra de los designios divinos, sino que esa parte fue novelada.

Así pues no seríamos las primeras criaturas que pareceríamos haber sido maldecida por Dios para luego resultar que en realidad hemos sido bendecidas, a pesar de todas las debilidades. Yo no me alejo tanto de los pensamientos de Capadoccius cuando dice que nuestro destino es convertirnos en guías de la humanidad.

Respecto a su pregunta digo mirando al anciano, también hay partes que podrían ser consideradas como aquellas donde ataca a vampiros. Por lo tanto si bien esos tres pasajes parecen indicar algo a nuestro favor, también hay partes que se pueden interpretar en contra. Esencialmente puedes coger ese libro y decir cualquier cosa que seguro encuentras algún pasaje que lo apoye.

Antón carraspeo.

- Coincido en las múltiples ventajas de nuestra condición y no he visto todavía desventajas como para decir que estoy maldito. - Meditó sus palabras. - Creo que llamarlo maldición es ignorancia y miedo. Pero...

Se quedó un instante pensativo.

- ¿Creéis que Jesucristo era como nosotros ahora? - Preguntó Antón sorprendido. - Pero ... ¿Cuantas veces caminó de día? ¿Esa limitación se puede superar?- Añadió claramente confuso.

- Que habláis con metáforas - digo, directamente.

Nunca he sido de rodeos y discusiones filosóficas. No las entiendo y las veo una pérdida de tiempo.

- ¿Decís, mi señor, que ahora somos más que simples hombres? ¿Que, pese a que la luz del sol nos daño y que esta insaciable sed de sangre, no es una maldición sino un don que nos ha sido concedido y que esas adversidades son la carga que debemos soportar, el precio, por esos dones?

       - Parece una deducción lógica de acuerdo a su interpretación de las sagradas escrituras que Jesús pudiera ser un poderoso vampiro que logró  no solo formar un grupo de seguidores con su encanto, sus milagros ,... Si o regresar de los muertos a él y a otros, así como ustedes lo hicieron con los templarios!     Acaso Jesucristo era uno de su clan señor Capadocius? -.    Pregunta con cierta duda y molestia por el tamaño de blasfemia que la no vida introducía en su alma mientras se persina avergonzada, dándose después golpes de pecho y al escuchar la vehemencia de Nicolae le responde:

          - Por supuesto que podemos ser más que simples mortales, pero entiendo de acuerdo a lo dicho por Capadocius que además podemos ser más que simples vampiros ... Alimentándonos de otros como nosotros, así como Jesús lo hizo con sus discípulos, o me equivoco señor?

En concordancia con Enzo, veía su nueva existencia cómo una completa y letal maldición, beber la sangre de otros era una atrocidad, dios la ofreció para salvar a la humanidad, pero arrebatarla de los humanos es, una atrocidad.

El monje veía cómo "elevarse sobre la humanidad" cómo morir y aacender a los cielos, por un camino de respeto por uno y por los demás.

No, ofrecer tu carne a los demás para salvarlos, es un acto de sacrificio.

Lo que decía María se parecía más al canibalismo que al sacrificio, y eso no le agradaba.

blasfemias brotan de vuestras palabras a raiz de unos textos mal interpretados - dijo albert ante los comentarios de sus compañeros que parecia repudiar de dios y de la santa iglesa muy rapidamente llevando la figura del hijo de dios como un simple maldito mas que repartia la condición vampirica entre los humanos de manera perversa, aquello no podia ser Jesus era un sanador , un guia de almas , la representación de todo lo que cualquier humano deberia intentar llegar a ser dentro de los limites de la humanidad- escucharos me revuelve las entrañas veis al hijo de dios como un simple vampiro cuando andaba entre los hombres llevandoles esperanza y no asesinandolos como simple ganado, sin duda lo que tenemos es una maldición quizas un castigo por la soberbia de la humanidad  pero coincido con vosotros que debemos ver el otro lado del don que son las  posibilidades, dios no ccastigaria a la humanidad con esto si no pudieramos sacar algo bueno de ello

- Estoy conforme con las sabias palabras de Albert, y creo que el señor Capadoccius nos ha enseñado que nuestro camino es la redención. Redención por los pecados cometidos contra el hombre que han hecho que esto se convierta en una maldición, pero como toda maldición tiene que tener su vía de expiación y como dice Albert puede ser lo que nos dirija hacia la salvación. Si tenemos que tomar sangre para sobrevivir podemos hacerlo de una forma que no dañemos a los humanos, incluso que busquemos su protección. Pues si bajo esta forma somos más poderosos que un humano normal, entonces deberíamos de protegerlos contra aquellos no vivos que quieran aprovecharse de su condición para extender el mal y la corrupción.

-¿Jesucristo un vampiro? -Piero no daba crédito a lo que escuchaba.

La palabra de Jesús de Nazaret era de amor y de poner la otra mejilla incluso con sus enemigos. Lo que planteaban algunos de sus compañeros era una auténtica blasfemia, si bien no podía negar que las enseñanzas de Cappadocius les habían servido para resucitar a los templarios contra los que se habían enfrentado.

-La redención es nuestra única vía. Debemos parar los pies a quienes nos convirtieron en lo que somos -razonó el pintor florentino, entendiendo que era la única forma de que su maldición sirviera para ayudar a alguien.

-Nuestro Salvador era mucho más que hombre o vampiro. Pero nosotros los Vástagos somos un paso en el camino. No somos los Condenados, sino que estamos un paso más cerca de Dios a través de Caín. La redención divina está incluso a nuestro alcance, pero necesitamos nuestro propio cordero sacrificial para redimir la sangre de toda la Estirpe

Nuestro Salvador dijo: "Soy pan de vida; quien venga a mí nunca tendrá hambre, y quien crea en mí nunca tendrá sed". Iré a Él, creeré en Él, Le consumiré y me convertiré en Él. Tal y como los Vástagos se alimentan de los hombres, yo haré un Vástagos se alimentan de los hombres, yo haré un sacrificio de Dios y me alimentaré de Él, para elevarme por encima de los vampiros. Me convertiré en Señor supremo. Tal y como hube de morir para convertirme en Vástago, debo morir para convertirme en Dios. Debo morir a mi estado actual, como una vez morí a mi humanidad. Mi "muerte" ha de ser una crucifixión... mi consunción de Dios un Sacramento. Debe ser un acto perfecto, un puro acto por el bien de todos, incluso de mis enemigos

.      - Por favor hermanos disculpen si he malinterpretado las palabras de señor Capadocius, pero no es mi intención conjeturar una blasfemia de nuestro señor Jesucristo, sino entender las intenciones de los señores Giovanni y Capadocius, siendo así supongo que desea que le ayudemos a sacrificarse en la reunión con su ... Hermano para alcanzar a la deidad, aunque para ello también deban exponerse sus otros hermanos de clan, ellos están de acuerdo? -.   Aclara y pregunta la viuda de Sforza mientras mira a los otros protagonistas y al señor Capadocius al final

- Creo que nos estamos desviando del tema que nos trajo aquí y debemos otra vez retomar nuestro camino. No creo que el señor Capadoccius nos necesite y en caso de ser así, no estoy conforme en ayudar a un vampiro en convertirse en señor supremo y menos en deidad. Hemos sido devueltos a la vida de esta forma y ahora bastante tengo con acostumbrarme a esta nueva vida, para ayudar a alguien que seguro que lleva cientos de años como vampiro a querer superarse. No es mi intención esta.

Piero no daba crédito a lo que estaba escuchando. A pesar de sus buenas palabras y su aire místico, Cappadocius indicaba que estaba decidido a hacer todo lo posible por convertirse en un dios. Puede que aquel vástago no les hubiera hecho ningún daño, pero, ¿iban a hacer frente a Giovanni solo para apoyar a alguien que pretendía convertirse en una deidad? ¿Y si al final demostraba ser incluso mucho peor que Giovanni?

El pintor tenía miedo. Sabía que caminaban por terreno delicado y debían apoyar al bando ganador si querían asegurar su supervivencia.

-¿Hay alguna forma en que podamos ayudarle a conseguir sus fines? -le preguntó a Cappadocius, bien seguro de que el anciano vampiro no les necesitaría para nada.

Cada noche que pasaba un nuevo velo caía de su riel. Ante la petición del antiguo habíamos acudido al lugar de la embocada, habían discutido por enésima vez la forma de proceder ante una tesitura y los caballeros muertos habían vuelto a caminar. Afortunadamente no como nosotros y lo consideré de ese modo por un simple motivo, dudaba que fuera algo bueno el que Cappadocius pudiera obtener demasiados sicofantes, y éste me lo confirmó con sus palabras. A diferencia de mi que había decidido darle la espalda a Dios, él pretendía algo peor, porque siguiendo su progresión era fácil deducir quién iba después de los humanos y el Señor no era el siguiente peldaño, de eso estaba tan convencida como espantada. 

¿Cómo podían estar tan ciegos?, ¿cómo no podían darse cuenta de que las preguntas acerca de Cristo eran superfluas frente a este ser? ¡Y lo peor es que parecían querer ayudarle! Debía intervenir, para mi desgracia no podía permanecer en segunda fila.

- Entregando el mensaje signore Mantegna. Debemos partir, de inmediato.

Propuse con honestidad, probablemente demasiado como para no levantar sospechas sobre mis verdaderas intenciones, aunque creía haber encajado todas las piezas del puzle y, si estaba en lo cierto, permanecer junto a Cappadocius sería un error capitalino.

Permanezco meditando, analizando las palabras de unos y otros. Estas últimas palabras de Capadoccius han levantado el revuelo esperado, pues no en vano está insinuando en convertirse en algo similar a Jesucristo o incluso en convertirse en él.

Un estremecimiento me recorre entera imaginando un vampiro como Jesucristo o incluso como Dios. En esta ocasión tengo que estar de acuerdo con Enzo, una vez entregado el mensaje deberíamos irnos; no me considero capaz de ayudar a alguien con esas intenciones.

Entonces quien lleva callada todo este tiempo habla, apoyando mi primera intención. La miro y afirmo, sí, una vez entregado el mensaje creo que lo mejor sería irnos.

Escucho las palabras del sus compañeros y en su interior las desdeño, como iban a irse sin adquirir todo el conocimiento que podian obtener alli de aquel ser

yo quiero saber mas, no podemos irnos asi- dice volviendo su atencion a las palabras del monje- no entiendo sus palabras que nos quiere decir, ¿que lo que nos pasa es un castigo que nos llevara a la ascensión? , sigo sin entenderlo y eso me corroe por dentro , cuenteme mas y ayudare si asi lo veo correcto

Los desvaríos de un místico, pienso. Sospecho de sus intenciones, pues nombra a Jesucristo y su sacrificio, y pretende emularlo. Aunque no parece que su intención sea salvar a sus semejantes sino como medio para ascender. La pregunta es si algo así funcionaría.

- Hemos cumplido aquí con Giovanni - digo -. Cumplamos ahora sus deseos y volvamos con Giovanni.

Y ahora qué?

Se pregunta el con algo de insertidumbre, no hay iluminación, ni elevación, ni nada, a el le vale muy poco cómo se llamaba el primer vampiro, el Caín de la Biblia, fue el el primero de todos.

Ahora entendía mejor todo, estaba maldito por causa del castigo de Dios, no importaba cómo lo vieran los demás, odiaba su vida... O su no vida, hora habia entrado en un dilema existencial.

  - Por favor hermanos disculpen si he malinterpretado las palabras de señor Capadocius, pero no es mi intención conjeturar una blasfemia de nuestro señor Jesucristo, sino entender las intenciones de los señores Giovanni y Capadocius, siendo así supongo que desea que le ayudemos a sacrificarse en la reunión con su ... Hermano para alcanzar a la deidad, aunque para ello también deban exponerse sus otros hermanos de clan, ellos están de acuerdo? -.   Aclara y pregunta la viuda de Sforza mientras mira a los otros protagonistas y al señor Capadocius al final

Japhet parece apenado

-Haré la voluntad de Dios

-¿Hay alguna forma en que podamos ayudarle a conseguir sus fines? -le preguntó a Cappadocius, bien seguro de que el anciano vampiro no les necesitaría para nada.

- Entregando el mensaje signore Mantegna. Debemos partir, de inmediato.

 

-Así es, os encomendaron la misión de entregarme un mensaje, Giovanni desea reunirse conmigo, pues decidle que en una semana le estaré esperando 

yo quiero saber mas, no podemos irnos asi- dice volviendo su atencion a las palabras del monje- no entiendo sus palabras que nos quiere decir, ¿que lo que nos pasa es un castigo que nos llevara a la ascensión? , sigo sin entenderlo y eso me corroe por dentro , cuenteme mas y ayudare si asi lo veo correcto

-Somos el clan de la vida después de la muerte, la vida más allá de la muerte. La muerte no es un final, sino un comienzo, y yo he de convertirme en el barquero de las almas. Quien tenga oídos que oiga. Quien tenga entendimiento que comprenda. Y quo quien tenga alma sepa. Amén. Me despido de vosotros 

Tras decir estas palabras el haz de luz desaparece, Japhet parece algo trastornado