Partida Rol por web

Cuando las gaitas callan [+18]

[Día 2] - Un nuevo amanecer

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22/02/2015, 20:37
Zora Nyota

Mire a Malakias un momento, pero como si no le hubiera escuchado, volví a seguir observando el lugar y una sonrisa afloro a mi cara cuando escuche a Logan.
Si vas a necesitar comer mas estas jodido.

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23/02/2015, 08:20
Sgt. Armand du Plessis

Armand no pronunció una sola palabra en todo el viaje, estaba malhumorado y no le importaba mostrarlo abiertamente. Caminó tratando de fijarse en algún punto que le permitiera deshacer el camino, pero ni por asomo encontró alguno. Cuando pararon el sargento tomó además las raciones de Illi y el doctor, y las repartió convenientemente. Más tarde, al escuchar la pregunta del piloto, se acercó a el con una tira seca de carne y se la entregó. Armand siempre se había tomado muy en serio el ánimo de sus hombres...

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23/02/2015, 23:25
Gaius Baltar

Creo que ese planeta atrasado y alejado es éste...

La charla durante la marcha les aportó información sobre el planeta y sus enemigos; también dio a entender que la ausencia de lujo, entre los que se incluia la comida, iba a ser evidente. Mordió aquel trozo de carne con la avidez del hambriento y la repugnancia del que está acostumbrado a mejor trato.

Ni comida, ni lho, ni drogas y mal alcohol pobremente destilado.

Hablando con seriedad...¿hay algún modo de contactar con un mundo imperial? Por muy peligroso que sea me gustaría saberlo.

Notas de juego

Stigga: Me encantan las comillas para referirse a "santos". Demuestra un gran respeto por la fe.

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23/02/2015, 23:36

Cojo el trozo que me da el sargento y mi ojo chungo se queda fijo en él mientras el otro mira el trozo de carne, tras un segundo de incomodidad, lentamente el ojo biónico baja poco a poco hasta mirar el trozo de carne también. Me lo llevo a la boca y lo chupo como si fuera una golosina.

- Nadie me escucha, nadie nunca escucha al pobre Malakias, luego muere gente y me persiguen sus fantasmas, aquí a mi lado tengo a mi piloto, le avisé que algo iba a salir mal, no me mires con esos ojos- miro a un vacío entre dos de mis compañeros, después vuelvo la mirada hacia los demás y explico en término más claro para todos- Necesitamos un astrópata.

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24/02/2015, 16:25
Jeremias

Jeremias negó varias veces, cada minuto que pasaba parecía cabrearse más y más con los supervivientes del accidente, pero no dijo nada, prefirió mantener la boca cerrada y le ofreció un trozo de carne a Liam, el cual la cogió y empezó a comer con pequeños bocados de ratón, como para poder disfrutar de aquella carne encurtida.

Lo cierto era que la carne sabía bastante bien, las especias que debía llevar le daban un sabor intenso, agridulce, aunque la textura, dura como la piel hacía que costara arrancar pedazos pequeños, aún así, Liam se esforzaba en ello.

Cuando todos hubieron recibido su ración, pasaron un odre lleno de agua que fue pasando por las manos de todos, lo malo de aquella carne era lo salado, que en seguida provocó unas ganas imperiosas por beber agua. En pocos minutos, se reanudo la marcha y Jeremias obvió cada pregunta sobre comunicarse con el exterior o sobre algún astropata.

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24/02/2015, 16:30
Director

La caminata duró otro medio día entero, solo se hizo un parón más para beber agua y nada más. La comida era inexistente, Jeremias explicó que llevaban semanas fuera y era lo ultimo que quedaba de provisiones, llevaban mucho tiempo fuera explorando con su grupo y estaban cortos de raciones, tendrían que esperar a llegar a StoneTown.

La noche empezó a llegar, una oscuridad algo atenuada por la impresionante luz que transmitía una luna que acababa de salir por el horizonte - Shag'ala... - dijo Jeremias mirando a la luna que brillaba como un globo de luz. La noche anterior fue una noche sin astro satélite, pero aquella, mostró una cara oculta de aquel planeta - la luna blanca... brilla como una estrella a eones luz de aquí, tiene una orbita muy lenta... aparece durante una semana, y durante otra esta ausente... - negó con la cabeza - se acerca una semana dura - comentó con un resoplido - nunca brilla tanto... eso es un mal presagio - e instintivamente realizó el gesto del águila invocando su protección.

El trayecto no duró mucho más, en seguida pudieron vislumbrar unas pesadas puertas de madera flanqueadas por dos guardias. La muralla presentaba partes donde había sido reparada varias veces, no debía resistir posibles ataques pero daba cierta seguridad a los que allí vivían. Las puertas ya estaban abiertas, pues el grupo que iba abriendo camino había llegado antes y los esperaban, ahí, frente a la puerta, se había reunido bastante gente, todos de aspecto débil, pero fuertes de espíritu, con una mirada beligerante e insumisa. Frente al grupo destacaba un hombre de mediana edad que dio un paso al frente asintiendo a un Jeremias que se apartaba para hablar con sus hombres.

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24/02/2015, 17:30
Anton L'croix

Saludos - empezó realizando una ligera reverencia - caídos de la estrellas, aquellos que vuestro regreso fue presagiado por nuestros videntes y futurologos... os estabamos esperando - su cabello castaño, la barba y una mirada cansada con un tono de voz cordial y conciliador - Soy Anton L'croix... el gobernante por derecho de este mundo Imperial, bienvenidos, bienvenidos a StoneTown, bienvenidos en los duros tiempos que nos asolan y que vaticina la Shag'ala - parecía un maestro de ceremonias, la oratoria, era su fuerte pues todos los curiosos estaban más embelesados por sus palabras que por la presencia de tanto forastero - Esta, es ahora vuestra casa, no es posible abandonar el planeta salvo que EL reclame nuestras almas, pero por ahora, nos mantenemos firmes y luchamos con fiereza a los poderes ruinosos. Nuestro mariscal estará encantado de teneros entre sus filas, es un hombre como vosotros, llegó hace años para asegurar que se realizara el pago en hombres para los enormes e infinitos ejercitos del Imperio, pero... la guerra empezó y aquí se quedó - cuando dijo aquello, un hombre de avanzada edad apareció apartando a empujones a los ciudadanos y la sorpresa llegó. 

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24/02/2015, 17:44
El Mariscal

Buf... - bufó con enfado mirando de soslayo a Anton con su ojo biológico. Ante el grupo de Tanith y Volpone estaba un hombre de avanzada edad, de barba y bigote historiados, calvo con un ojo implantado como el de Malakias. Llevaba una armadura pesada, de caparazón lo más seguro y una espada de energía reposaba silenciosa en su vaina. La actitud de aquel hombre de baja estatura era la de un guerrero, alguien que habría ascendido hasta ese rango a base de sangre y muerte y su mirada no dejaba dudas aparte - ¡Me cago en la leche! ¿¡Es que no van a ponerse firmes?! - parecía más bien un sargento instructor que un alto oficial que comandara a centenares de hombres - ¡Vamos! ¡Cuadrense! ¡Son la única fuerza disciplinaria de este planeta! ¡Demuestrenlo! - aquel comentario hizo que Jeremias se envarara en toda su estatura pero no dijo nada, solo se limitó a mirar con odio al mariscal

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24/02/2015, 17:48
Anton L'croix

Mariscal... - empezó con infinita paciencia - acaban de sobrevivir a lo indecible, deles un respiro - la relación entre aquellos dos hombres parecía estar llena o cargada de tensión, pero la paciencia que demostraba Anton superaba la belicosidad de El Mariscal - pasen, por favor, hablaremos en el templo y ahí podrán preguntar si lo desean... - y sin más, se dio la vuelta conduciendo al grupo al interior de la ciudad.

El Mariscal dijo algo en voz baja y esperó para cerrar la marcha, estaba de mal humor y la presencia de Jeremias, que también se metió en la ciudad no ayudaba al viejo Mariscal.

 

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24/02/2015, 17:51
Director

StoneTown estaba construida en la pendiente de una ladera, hacía arriba. Las casuchas eran de construcción sencilla, techos de paja, paredes y puertas de madera. Muchas estaban en mal estado y bajo aquella luz blanca y pura, se veía todo con mucho detalle; parecía curioso que las gentes de aquel planeta interpretaran aquello como un mal presagio.

Los moradores de la ciudad estaban todos por la calle, o la gran mayoría. Mujeres, niños, ancianos y hombres, todos de aspecto sucio, algo debilitados por la ausencia de alimentos pero todos enteros, con los espíritus fuertes y combativos... aquellas gentes no se rendían ante nada o esa era la impresión que daban. Todos llevaban alguna clase de arma, ya fueran puñales, horcas, espadas o martillos... y era raro el que no tuviera alguna cicatriz a la vista.

La muralla que rodeaba la ciudad hasta la montaña era firme y dura, pero como se vio al llegar a la ciudad, muchas partes habían sido reparadas con algo de prisa, se veían señales de disparos y agujeros causados por flechas, además de que algunas partes estaban ennegrecidas por lo que sin duda debió de ser algún incendio provocado, seguramente, por flechas incendiarias.

Las calles eran lodazales con charcos y conducían directamente hacía el centro de aquella pequeña ciudad, que, sin mucho problema, no sería difícil estimar su población, y esta no ascendería a más de dos mil civiles. En el centro de la ciudad estaba el templo, una edificación echa de piedra aunque con vigas de madera y techos del mismo material, sin duda era la mejor edificación de todo StoneTown, y era allí hacía donde conducían al grupo.

El templo era de gran tamaño, con un amplio torreón central que superaba los quince metros de altitud. Las paredes eran rojas y una enorme águila Imperial reposaba vigilante sobre la puerta principal. Una vez dentro se pudo observar que la decoración era pobre, había algunas vidrieras y frescos, pero nada más. Una enorme mesa central de madera de nal ocupaba la estancia adyacente a la entrada. Sobre su superficie había varias bandejas con comida... carne encurtida, bayas silvestres y una especie de tubérculo de color verde que había sido cocido. También había numerosas jarras de madera y vasos, seguramente estarían llenos de agua o quizás, con suerte, de algún licor local.

Anton tomó asiento para presidir la mesa y esperó a que todos se sentaran y comenzarán a lanzar preguntas...

Notas de juego

Tiradas de saber popular (guardia imperial) y de perspicacia dif -20

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24/02/2015, 23:28
Zora Nyota

Zora se mantuvo callada, pero se fijaba en todo lo que hacia Jeremias. Al final del camino llegaron a una ciudad antes la cual había una muralla y en su puerta abierta una comitiva para recibirles. En un planeta como este las visitas deben ser raras.
Mas las sorpresas no acabaron allí, un hombre que se presento como Anton les recibió como si los estuvieran esperando, comentando que sus videntes había presagiado su llegada. Uff, si poderes que no entiendo están en medio, aquí va a ver una buena comida y nosotros somos el primer plato.
De repente llego el hombre, representante del imperio, que se había quedado y guerrero por excelencia nos mando ponernos firmes como quien esta acostumbrado a dar ordenes a sus subordinados, mas Anton le intento relajar.
Zora para no tensar mas la situación se puso firme como un palo, Saludando con el Saludo Tanith mientras decía.
Señor, Tiradora Zora Del primero y ultimo de Tanith, para lo que ordene, SEÑOR!
Luego fueron llevados hacia la mayor edificación del pueblo y que era como uno un templo al Dios Emperador. Antes de llegar allí Zora se acerca a Anton y le dice:- Señor Anton, Que es eso de que presagiaron nuestra llegada?, desde cuando? y han presagiado algo mas sobre nosotros?*

Al Entrar en el templo, Zora musitó dos oraciones al Emperador, una para que protegiera a los Tanith y otra para la protección de aquel pueblo que luchaba contra lo indecible. Por ultimo cerro los ojos y pidió ayuda por el planeta y sus gentes para que pudieran sobreponerse a los horrores que caminaba por su superficie.

Después de que Anton se sentara, y los demás hicieran lo propio, espero para situarse con los Tanith, pero lo mas cercano posible al Mariscal. Y cuando apareció el momento de las preguntas, su lengua se soltó :- Anton, Señor,**.
Meditando la siguientes preguntas,(pues quizás se sintieran ofendidos), siguió diciendo:- He visto que la muralla esta reparada en varios puntos, quien, cuantos y con que armas os han atacado?, tubo que participar toda la población en la defensa?, Los visteis que se acercaban o os enterasteis cuando llegaron a las puertas? Tenéis alguna atalaya donde vigiléis los alrededores?, Se puede subir a lo alto de este templo?.
Era una tiradora, la visión y la percepción del enemigo para ella eran fundamentales.

- Tiradas (2)

Notas de juego

* Mi personaje no esperaría a la comida, mas si no le dejan llegar hasta Anton, si que lo hará en la comida. aun así solo la pongo en un sitio. :) y lo preguntaría donde aparecen "**".

Mira que lo leí. Pero se me pasaron las tiradas :(

Saber popular= 30
perspicacia 51+10-20=41

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25/02/2015, 00:06
Sgt. Armand du Plessis

Por fin llegaban a la base de operaciones de la resistencia, se encontraba en un estado lamentable, lo que indicaba su fin más que próximo... eso si no podían impedirlo. Cuando el Mariscal bramó para que se cuadraran, Armand lo hizo al instante y miró al resto del grupo para que hicieran lo mismo. Al volver a intervenir el señor L´croix, pidiendo mayor mesura, el sargento volvió al descanso sin añadir una palabra.

Una vez dentro del templo, cuando los ánimos estaban preparados para la conversación, Armand procedió a iniciar el dialogo como le correspondía por rango - Pues bien, aquí estamos para servir al Trono, y si eso significa servirles a ustedes que así sea - Hizo una pausa y añadió - Ahora bien, necesitaríamos algo más de información de la situación armada. Nuestro armamento y estrategia les será más útil si nos dejan obrar como sabemos.

En este punto iba a comenzar a escuchar las explicaciones del líder rebelde, pero en este momento otra idea recorrió su mente - Claro que... si pudiésemos contactar con la Armada fuera del planeta... quizá enviasen refuerzos, o existiría la posibilidad de salir de este lugar para ser útil al Emperador en otro campo de batalla... Aunque, sinceramente, no les veo inclinados a abandonar este su planeta - No pintaba bien la situación, no obstante Armand jugó una última baza - Pero si pudiéramos enviar un mensaje, quizá llegarían las tropas suficientes como para liberar el planeta.

- Tiradas (1)
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25/02/2015, 17:22
Logan MkNeill

El explorador había avanzado en silencio el resto del trayecto, observando el modo de avanzar y las costumbres de aquellos que a partir de ahora eran sus nuevos compañeros. El viaje fue algo largo, pero nada a lo que no estuviera acostumbrado... Además de que avanzar por aquel bosque le traía recuerdos de días mejores. Finalmente llegaron a aquel castigado pueblo, que el explorador analizó con ojo crítico. Un asalto de verdad, y todos serían abono para el planeta. 

Aunque asistió impasible y sin decir nada ante el despliegue retórico del gobernador, sí se cuadró ante el mariscal, aquel hombre de aspecto duro e indudable carácter marcial. Una vez empezaron a caminar por Stonetown, quedó claro lo desesperado de la lucha que estaba protagonizando aquella gente. Algo tenía que cambiar, o pronto todos sucumbiríamos ante el enemigo. 

En el templo les esperaba un pequeño banquete, y la posibilidad de hacer preguntas. Logan comió y bebió lo mínimo posible, pues no quería para nada agotar las reservas de alimentos que aquella gente pudiera tener. Y no dijo nada, pues todas las preguntas pertinentes estaban siendo ya formuladas. Aunque, ante un comentario del Volpone, frunció el ceño y dijo:

-No pienso abandonar a su suerte este mundo. 

- Tiradas (2)
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26/02/2015, 00:48

Vaya mierda de mundo.

Malakias es un verdadero experto en tecnología, podría pilotar cualquier cosa que tuviese ruedas. Pero aquí lo único que tiene ruedas son las carretas. Se sentía un poco fuera de lugar. Pero tenía que estar despierto, en algún momento tendrían que salir de ese planeta, sólo tenía que sobrevivir hasta entonces.

Vaya mierda de ciudad.

Era como regresar al más infame de los pasados. está sucio y poco adelantado. Es como una colmena minera de pobres. No quiero ni pensar en las medicinas que usan o en el sistema de limpieza personal. Los soldados se están acostumbrando muy bien, son prácticos hasta lo increíble.

Vaya mierda de Templo.

Como todo lo demás, por lo menos un señor con una arma de energía lo veo como una faro, no, como un ancla hacia su realidad. esto me gusta mas. ¿Videntes y futurólogos? esto cada vez se pone más interesante, me encantaría hablar con ellos, tengo tanto que contarles. Cuando manda firmes el otro señor, no dudo en obedecer. Mi ojo chungo me dice que ese tío me podría matar de 27 maneras distintas, una de ellas yo con una lanzacohetes y el con un muslo de pollo.

Entonces cuando entro en la sala rebosante de comida. Me encanta este mundo.

- Tiradas (1)
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26/02/2015, 20:35
Ilium Kostas
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL Ilium anda perdido en su mundo. ¿verdad?

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27/02/2015, 18:19
Stigga

Stigga escuchó lo que decía el hombre que hablaba como si fuera una ceremonia y le recordó los sermones que daban en algunas capillas y que siempre evitaba porque hablaban de un mundo paralelo al suyo, pues ella nunca había visto todo eso que decían de la grandeza del Imperio, solo veía guerra y más guerra y como unos nobles se aprovechaban de los demás "en nombre del Emperador"

El problema fue cuando habló el "mariscal", uno que se creía que podía exigir a todo el mundo que le respetaran, como había hecho el jefe soldadito de plomo al estrellarse y Stigga sopesó varias posibilidades. La primera era darse la vuelta y pasar de su culo, la segunda era bromear con Zora sobre los bigotes de ese tipo, la tercera era lanzar un escupitajo a sus pies. Vio como sus compañeros de regimiento se envaraban, pero Stigga optó por no hacerlo, si quería su respeto, que se lo ganara.

-Las batallas no se ganan desfilando bien -musitó la pelirroja mientras seguía a los demás por el pueblo. 

Ese pueblo le recordó a su hogar durante la guerra. Luchando con lo que tenían y como podían. Sin saber en cual de las siguientes pocas horas iban a morir, pero vendiendo lo más caras posibles sus vidas. Las calles y la ciudad daba pena, pero parecían mejor que un túnel minero en el que hacían lápidas de madera por pura superstición- Tendré que empezar a hacerlas -pensó mientras seguía al grupo hasta entrar en el templo.

-Zora, si hay que defender este sitio, esa torre es tu lugar -comentó refiriéndose a que esa torre sería un perfecto nido de pájaro para la francotiradora. La sorprendió ver que tenía pocas riquezas y decoración, pues lo normal era ver maravillas en los templos mientras los ciudadanos se morían de hambre. Además, allí había mucha comida, pero Stigga optó por no coger nada ni preguntar, simplemente no quería quitar más comida de la necesaria para esa gente.

-Creo que no llegará ningún mensaje, y si lo hiciera sería tarde. Estamos en el punto más alejado de la cruzada y hay veces que se comenta que pueden tardar meses o incluso un año en llegar un mensaje de una punta de la flota a la otra -comentó lo que había escuchado varias veces entre diferentes miembros de la "corte" que seguía al regimiento- creo que lo que debemos plantear es cuánto podemos joder a los traidores hasta que muramos o lleguen refuerzos, pero sin contar con estos últimos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Perspicacia: 40-20= 20 (+10 Oído)= 20/30 con oído.

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27/02/2015, 22:04
Ilium Kostas

Parece que mi sargento ha decidido por mi. Por los dos. Perfecto. Así no tengo que pensar demasiado.

Sigo al grupo y trato de atender a las explicaciones. No me gusta nada de lo que veo a mi alrededor. No me gusta el ambiente. Ni la gente que veo. Mucho menos me gustan esos dos que han hablado antes. Parece que este es nuestro nuevo destino. Alguien se está divirtiendo mucho en alguna parte moviendo nuestro hilos. Se suponía que sería una travesía tranquila, con llegada a un nuevo destino, con un nuevo pelotón... nuevos compañeros. Pero no. Aquello poco tenía que ver con lo que había imaginado que sería todo después del fracaso en ... esa guerra

Cuando entro en el templo y veo la comida automáticamente mi rostro cambia y esbozo lo que parece una tímida sonrisa. Veo como los tanith deciden enrolarse sin muchas condiciones en la resistencia. Maravillados seguro por esos árboles... cómo son los tanith cuando algo les recuerda a su inexistente planeta natal...

Escucho hablar a mi sargento. Bueno. Parece algo más reticente. Eso me gusta. 

Veo la comida y me dispongo a comer con tranquilidad pero ninguno de mis compañeros parece hacerlo así que me aguanto y atiendo a lo que pasa. Habla la pelirroja y la miro. 

 

- Como siempre... aportando poco o nada  - musito para luego reirme y miro de nuevo la comida.

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28/02/2015, 00:20
Liam Anton Sollus

Liam reconoció en el acto al Mariscal, bueno, realmente no a él mismo, sino del regimiento al que pertenecía y el rostro de Liam se tornó blanco como la leche. No llegó a decir nada en ningún momento, ni en la entrada, ni en el paseo nada glamuroso hacía el templo ni una vez dentro de este, cuando el resto empezó a lanzar preguntas. El oficial del Monitorum se centró en comer un par de trozos de carne encurtida y se atrevió con los tuberculos con mal color... por su cara parecía que estaban buenos, o al menos, eran comestibles. 

- Tiradas (2)
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28/02/2015, 00:27
Anton L'croix

Veamos... iré por partes, ¿de acuerdo? - respondió con una leve sonrisa mientras miraba como algunos comían, otros parecían más reacios, pero en general, con buen aspecto a pesar de las magulladuras.

Señor Anton, Que es eso de que presagiaron nuestra llegada?, desde cuando? y han presagiado algo mas sobre nosotros?

Respecto a eso, joven, nuestros más ilustres y sensibles videntes predijeron la caída de una gran estrella, que llovería fuego y con esa lluvia, comenzaría el fin - dijo sin perder la sonrisa a pesar de haber desvelado tan funesta predicción.

 He visto que la muralla esta reparada en varios puntos, quien, cuantos y con que armas os han atacado?, tubo que participar toda la población en la defensa?, Los visteis que se acercaban o os enterasteis cuando llegaron a las puertas? Tenéis alguna atalaya donde vigiléis los alrededores?, Se puede subir a lo alto de este templo?.

Si, la muralla fue reparada, y ha sido reparada y será reparada... sufrimos incursiones de vez en cuando, nada grave la verdad, al menos a estas alturas de estancamiento en la guerra - y se encogió de hombros compartiendo una mirada algo cómplice con el mariscal, una mirada de preocupación - se acercan en la noche... les cubre un manto de oscuridad, pocas veces los hemos visto venir... y no, no hay atalaya, la que había se quemó... si, supongo que podréis acceder hasta la torre, no habría problema.

 Claro que... si pudiésemos contactar con la Armada fuera del planeta... quizá enviasen refuerzos, o existiría la posibilidad de salir de este lugar para ser útil al Emperador en otro campo de batalla... Aunque, sinceramente, no les veo inclinados a abandonar este su planeta - No pintaba bien la situación, no obstante Armand jugó una última baza - Pero si pudiéramos enviar un mensaje, quizá llegarían las tropas suficientes como para liberar el planeta.

Ante este comentario, el señor feudal se río por lo bajo y negó con la cabeza ante la ingenuidad del sargento - llevamos veinte años de conflicto, pudimos enviar, al principio, peticiones de ayuda... somos un planeta pequeño del Imperio, atrasado para muchos mundos... solo pagamos con hombres y bastante tienen los altos mandos con la Cruzada de los mundos de Sabbat... no, no hay posibilidad de enviar señal alguna fuera del planeta me temo... y abandonar este mundo no es posible - sentenció

No pienso abandonar a su suerte este mundo. 

Asintió con solemnidad - os lo agradezco, pero francamente, no les queda otra... y no veo que sean del tipo de hombre o mujer que vende barata su piel

-Creo que no llegará ningún mensaje, y si lo hiciera sería tarde. Estamos en el punto más alejado de la cruzada y hay veces que se comenta que pueden tardar meses o incluso un año en llegar un mensaje de una punta de la flota a la otra -comentó lo que había escuchado varias veces entre diferentes miembros de la "corte" que seguía al regimiento- creo que lo que debemos plantear es cuánto podemos joder a los traidores hasta que muramos o lleguen refuerzos, pero sin contar con estos últimos.

En ese punto miró a Armand y señaló a Stigga asintiendo repetidas veces y sonriendo levemente

Notas de juego

Una tirada de INTELIGENCIA todos.

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28/02/2015, 00:41
El Mariscal

El Mariscal carraspeó llevándose una mano a la boca tapando esta con algo de respeto a los comensales. En general todos le habían caído bien, excepto Stigga, el que esta no se cuadrara no lo pasó por alto pero no dijo nada, sabía que eran refuerzos caídos del cielo, y no iba a enemistarse con ellos tan pronto - respecto a lo de las armas... cuando comenzó el conflicto teníamos armas láser que usaba la guardia destacada aquí, pero sin manofuctorums ni llegada de suministros, con el tiempo se quedaron sin munición y no hay forma de recargar las células... hasta ahora - una chispa de ilusión iluminó su único ojo biológico - díganme ¿qué transportaba la nave en la que vinieron? ¿era un navío de combate o un transporte? - parecía algo ansioso y mientras imaginaba que podría pasar, se acariciaba el ostentoso bigote blanco.