Partida Rol por web

Jeremias se esforzó en no soltar un puñetazo al Mariscal y se centró en ignorar su mera presencia que ya empezaba a resultar molesta - mis hombres están aquí ya, así que me temo, que la pregunta es si ustedes estarán listos o no - comentó secamente, la afrenta del mariscal no se le olvidaba facilmente - no tengo tiempo para ayudaros a mejorar vuestras habilidades de infiltración, debe

El gobernador, que había permanecido expectante cortó deliberadamente a Jeremias y este, puso los ojo en blanco y se volvió a morder la lengua - el ataque debe producirse cuanto antes... ahora les insto a descansar del viaje y que partan mañana al amanecer, deberían volver a GoldTown al anochecer, descansen ahí y ataquen al amanecer del día siguiente - el gobernador parecía tan impaciente como el resto, y era de comprender ya que la situación del planeta pendía de un hilo y esos pocos hombres de refresco con una nave de carga era lo que necesitaban para poder dar un giro a la situación - en la sala adyacente a esta tienen camas para descansar ¿ de acuerdo? ¿alguna otra pregunta?

observo como el plan tomaba forma, aunque el que puso la nota final fue Anton. Y me pareció bien. Aunque volver todas las noches..., deberíamos proteger aquello que no saquearíamos. Con códigos de seguridad y demás, pero no creo que en este mundo haya el conocimiento de hacer esas cosas, así que sera cosa nuestra. Seguramente el piloto o el oficial del Munitorum podrían saber algo.
Cuando Anton pregunta si hay alguna duda respondo:- No, al menos ahora. Mañana seguro que se me ocurrirán algunas cuando estemos en el meollo digo con una sonrisa sincera.

-Me parece bien descansar un poco -y sin añadir mucho más, se dirigió a la mesa a comer y beber algo de lo que había allí servido. No le gustaban ninguno de los presentes de ese planeta, el único que parecía decir la verdad era Jeremías y no lo haría delante de todos, tendría que pillarle sin los "jefazos" delante para que soltara unas cuantas verdades.

Tanto Anton como el Mariscal se despidieron realizando un ligero asentimiento de cabeza seguido del símbolo del águila. Se marcharon de la amplía estancia del templo por donde habían conducido al grupo.

Cuando se fueron, se quedaron el pater del ministorum y Jeremias, ambos estaban terminando de comer y parecían dispuestos a irse en cuanto hubieran terminado. Cuando los dos altos líderes de aquel núcleo de resistencia o supervivientes Imperiales, el servicio del templo comenzó a recoger la zona e indicaron, con gestos, que la sala de descanso estaba ya preparada para los que quisieran tomar parte de ella para descansar los machacados cuerpos.

EL día siguiente seria duro, tenia que tener todas las energías posibles, ya había comido y bebido desde que entre en la sala, por lo que solo me faltaba dormir, así que digo:- Disfruten de lo que queda, yo me voy a descansar.
Y dicho lo cual voy al cuarto que han preparado, escojo una cama situada al fondo de la puerta y sin ventanas cercanas de ser posible y comprobando mi rifle y limpiándolo adecuadamente, lo dejo cargado y preparado para usarlo.
Después me echo en la cama para descansar lo que pueda.

Cojo un par de cosas más con las manos, me guardo un poco de comida en los bolsillos y un poco más en la chaqueta, un trozo en la boca. No se cuando volveremos a comer tan bien, me temo que la hospitalidad se acaba rápido, a Malakias siempre le pasa, es invitado a un sitio y al poco se cansan de él.

Entro en el cuarto para descansar, este es un mundo de locos, sin tecnología, ¿que pasaría si mi ojo chungo dejara de funcionar? Vamos a volver a la nave, eso es bueno, con suerte podremos reparar la antena de larga distancia y alejarme de este mundo violento y de chalados.

Con un último suspiro, Malakias coge la almohada y se mete debajo de la cama. Al poco empieza a roncar.

Armand no tenía ni idea de cómo funcionaban las bendiciones, los sacrilegios, o la madre que parió a ambos, nunca le había importado. No obstante no le habían gustado demasiado las palabras del Pater, eran prácticas con las que no se identificaba. Un hombre podía morir, pero su cuerpo no debía ser utilizado después, aunque seguramente lo mereciesen por herejes.

El sargento era un tipo táctico, por lo que no pretendía entrar en terrenos resbaladizos si podía evitarlo. Lo que sí llenaba su mente en aquellos momentos era resolver cómo ponerse a salvo de la criatura demoniaca contra la que no podían luchar, precisamente por este hecho. Por lo que se levantó y caminó hacia el Pater, al lado del cual se situó para preguntar - Pater, ¿podría usted santi..., bende... asegurar parte de la nave contra la criatura del Caos? Ya me entiende... Temo que mañana, todo el terreno ganado lo perdamos ante esa... cosa, pues es algo contra lo que no podemos luchar los vivos - hizo una pausa para dejar claras sus verdaderas intenciones - Acompáñenos mañana Pater, santifi... asegure las salas que nosotros conquistemos. De otro modo los hombres podrían morir ahí fuera...

Logan quedó pensativo, comiendo algo lentamente. Había muchas cosas en el aire, demasiadas. Y al explorador no le gustaba no tener todo bien atado. Cuando los planes se hacían así, ocurrían accidentes, y soldados morían sin necesidad. Pero claro, en esta ocasión en concreto, no tenían más remedio. Eran pocos, debían hacer mucho, y sin conocer todo lo que deberían. Así que estaban jodidos. 

Para una cosa que había aportado... y había sido completamente ignorado. Había tardado unos minutos en darme cuenta, sí, pero ignorado al fin y al cabo. 

Suspiro ante los intercambios de palabras. Todos hablan. Nadie parece proponer un plan factible y con alguna garantía. Encomendarse a los Dioses parecía una solución.... la única solución. Si es que existían. Bueno. Los del Caos existen por lo que entonces deben existir sus opuestos.... esos tal vez nos protejan... 

- ¿eh? - pregunto a nadie cuando me doy cuenta de que mi sargento está hablando de nuevo. Parece que no se dirige a mi. Me encojo de hombros y mientras pienso en una serie de premisas trascendentales  agarro la almohada para imitar al piloto y marcharme a dormir. De una vez. 

Es triste -murmuró-. Es muy triste que la especie humana, que tanto logró una vez, haya llegado a un estado tan lamentable. Fijaos en este planeta, de no haber sido por la traición de Horus no habría sido separada del resto del Imperio y no sufriría ahora este atraso tecnológico, ni la invasión del Caos. Fijaos hasta qué punto sus descendientes sufren por lo que ocurrió hace miles de años.

Baltar reflexionaba sobre estas cosas antes de poder posar la cabeza en algún lugar y poder dormir.

Con la de peligros que acechan a la Humanidad ahí fuera y tuvimos que encontrar uno más en nosotros mismos...En fin. Mañana trataremos de arreglar parte del problema a base de tiros, que parece ser lo único que funciona.

Pater iba a responder al sargento, pero el doctor se adelantó con una reflexión algo profunda, fruto, seguramente, de su malestar al haber caído en el culo del Imperio. Lo observó con una curiosidad nada disimulada y asintió quedamente - pero estamos en donde estamos, no podemos lamentarnos por eventos ocurridos hace diez mil años y debemos centrarnos en lo que vivimos, en servir al Dios Emperador y acabar con los enemigos... los traidores nunca fueron de los nuestros - sentenció - la macula de la perversión y la ruina estaba instalada en sus pérfidas almas en el mismo instante de su nacimiento... siempre fueron traidores y herejes aunque no lo supieron hasta que dieron el paso.

Luego, miró a Armand - si Sargento, iré con ustedes mañana, hay que frenar la mácula de los heréticos este donde este 

Logan, al ver que parecía que Jeremías y el Pater aún permanecían un poco más, se acercó al primero, con intención de hablar con él.

Al llegar, le miró con franqueza y seriedad, antes de decir en voz baja.

-Sé que hay algo que vuestros líderes no nos han contado sobre esta guerra. Hay algo que no se nos ha dicho, o sobre lo que se ha mentido. No sé si sobre la duración o sobre la posibilidad de comunicarse o abandonar este mundo. Pero me gustaría saberlo, para poder actuar en condiciones. 

Jeremias bufó cuando escuchó las inquietudes de Logan y asintió quedamente - hay secretos, pero secretos que aún es pronto de revelar pues comprometería la seguridad del planeta... ¿entiendes? no puedo dilucidar eso todavía, más adelante, bastante tengo con el odio que me procesa el puto mariscal... tienes mi palabra que si te ganas mi confianza te lo diré, pero no antes de la misión tan importante que vamos a acometer

-¿No es nada que comprometa la misión? Si es así, de acuerdo. Esperaré a que hayamos hecho esto. 

Suspiró aliviado porque no preguntara por la enemistad y luego negó con la cabeza - no, no influye para nada a la misión

-En ese caso, puedo esperar-dijo simplemente el explorador, antes de despedirse del montaraz y dejarle comer. 

Día 3:

Esperó a tener un poco de espacio durante ese tercer día y tener la conversación con Jeremías que no pudo tener delante de la "chachi-pandi".

-Entonces, cuéntame, ¿quién es el bigotes y qué pinta aquí? ¿y por qué tengo la sensación de que no nos están contando toda la verdad? -preguntó al montañero- yo se por lo que estáis pasando, mi mundo cayó bajo el caos y luego estuve en otros dos mundos dominados intentando liberarlos, así que no pienses que no se lo que estás sintiendo, que nadie sufre lo que vosotros, que nadie hace nada, que solo vosotros podéis sacaros de aquí y cuando llegan, que los soldaditos se crean mejores y más preparados para esta guerra que has sufrido durante años...

Día 3:

Este no es mi planeta - sentenció con voz ronca mirando el bosque a su derecha, el día estaba bastante despejado y no había nube alguna, solo se vio una ligera niebla por primera hora, pero se despejó en seguida - Me parece increíble que no reconozcáis al mariscal... no es más que el glorioso hijo de puta Meriadok Pandinus, uno de los oficiales de la corte de Salydo, comandante en jefe de los Jenizaros de Troch - aquellos nombres resonaron en la mente de Stigga y recordó, al instante, cientos de historias y rumores que se contaban sobre los Jenizaros y Meriadok... un regimiento del que se decía que a los cobardes se les crucificaba hasta la muerte, rumores que apuntaban a conductas que pusieron al regimiento entero bajo sospecha de la Inquisición y que de no ser por Slaydo, hubieran ardido todos en los fuegos de la purificación... historias como que el regimiento solo hizo frente y venció a ejercitos enteros durante la batalla del mundo colmena de Poulus, sin refuerzos ni suministros... algunos incluso se atrevían a decir que se comían a los cadáveres de los suyos e incluso del enemigo... y más historias que en ese momento Stigga no recordaba.