Partida Rol por web

Antherion dudaba también sobre el mejor camino a seguir, aquel puente no era peligroso solamente por la dificultad física que representaba el cruzarlo, sino que cabía la posibilidad de que algún enemigo le destruyera y evitase así una posible huida de los aventureros, por otro lado aquellos laberínticos pasillos comenzaban a complicarse y no seria difícil que en poco tiempo se volviese complicado seguir la pista de los caminos recorridos... Pues aquí estamos, si les parece yo investigare el camino de la derecha haber si regresa a la sala de las estatuas o va a algún otro lado, mientas ustedes puedes vigilar algún rato ese puente por si las dudas, o mejor dicho por si las emboscadas...

Aquel puente de cuerda le daba muy mala espina a Amara: parecía sacudirse al más mínimo movimiento, y la caída podía lastimar a cualquiera. No lo veía nada claro...

Sería mejor tomar el pasadizo: me parece menos peligroso que este puente.

Bien sigamos por la derecha , pero nada de separarse , ya hemos visto lo que hay aquí abajo y todo lo que hemos visto es capaz de matarnos en un suspiro . Dijo el joven mientras mira al elfo .

El pasillo se bifurcaba unos metros después de separarse del puente de cuerdas. El pasillo que se abría a la derecha avanzaba más allá de lo que llegaba a iluminar la linterna que ahora había pasado a manos de Mangred, manteniéndose paralelo al pasillo de los espejos.

El otro lado del pasillo seguía avanzando unos pies hasta girar nuevamente en un ángulo recto y quedando, también, paralelo a los otros dos como si de las rectas calles de la superficie se trataran.

-Pues yo... digo derecha. Por decir algo.

Zhar simplemente miraba esperando la orden. Si le hubiesen dicho que tenía que opinar o votar, habría mirado al interlocutor con cara rara.

-Vaya, digo derecha por decir algo, en realidad lo que quería decir es... elfo, por donde quieras, pero mira antes, que ya me han dado tortas para varios días.

Dijo Daaron más explícito.

Pues nada primero miremos el primero y luego el segundo . Sigamos un orden que sino nos perderemos . Dijo Mangred muy convencido de haberse metido en una especie de laberinto .

-Y... hablando de eso. ¿Alguien sabe hacer mapas? Sería buena cosa dibujar un mapa, si nadie sabe lo haré yo, aunque resulte feo y confuso, pero mejor que nada.

Durante su estancia en la Universidad de Estudios Mágicos, Amara había recibido algunas clases básicas de arquitectura, y pese a que no había prestado mucha atención, sabía qué lado de la pluma se usaba para escribir.

Yo algo sé de eso, quizás os podría ayudar... todos mis profesores decían que tenía buenas manos para eso.

Yo no puedo , entre el escudo y la luz , no tengo manos . Añade Mangred visiblemente apenado por no poder aduyar en esa tarea .

- ¿Los mapas se dibujan?

-Uhm, se dibujan, sí. Yo vi una vez uno que se los comía, en vez de dibujarlos, pero era un pobre necio. Bien Amara, pues confiamos nuestro regreso a casa a esas dulces manitas. Ale ale, a dibujar, y si tengo que aguantarte para que no te muevas te cojo por las caderas, y así tienes más precisión de trazo. Lo importante es que no te cortes en pedirlo, que para eso están los compañeros.

Dijo Daaron en un tono que aparentaba ser normal, a pesar de decir solo tonterías.

Mientras avanzan por el pasillo el mediano hace lo posible por no ser escuchado pero sus compañeros hacen un ruido de los demonios, aun mas cuando se ponen a decidir sobre quien ha de dibujar el mapa del lugar. Shhhh, shhhh... Al ver que no le hacen caso se limita a adelantarse hasta donde la luz se lo permite... Pero que les pasa, creen que estamos de picnic o que carajos?

El pasillo, tras recorrer poco más que la distancia que alumbra la linterna, va a dar a una habitación. Allí, un cuerpo humano semi-descompuesto (la otra mitad no es que esté bien, simplemente desaparece tras las marcas de bocados) yace en la esquina noroeste de la sala rectangular. Un marco similar a los de la sala anterior se apoya contra la pared este; está decorado con una variedad de barcos marinos.

-Por la mar salada. Vayamos por el otro sitio, ¿sí?

Dijo Daaron saliendo de inmediato del radio de acción del cuadro.

Como este cerdo me ponga las manos encima, no podrá volver a agarrarse el "espadón" en su vida.

Una dulce sonrisa apareció en el rostro de la joven elfa. Parecía que, después de todo, SÍ sabía cómo sonreir.