Partida Rol por web

El hombre bestia intenta parar el golpe de Ralf, pero el sacerdote es más rápido y su espada atraviesa las defensas del animal, produciendole un gran tajo en el pecho. La bestia muje de dolor, y se prepara para atacar.

Los hombres bestia atacan con todas sus fuerzas. Viendo que dos de ellos ya han caido, usan todo su potencial.Los dos hombres bestia impactan en Thorin. Con rapidez, Thorin bloquea uno de los ataques, pero el segundo, impacta en el enano abriendole en canal y esparciendo sus tripas por el suelo. El enano caer al suelo agonizando y desangrándose.

Krauss, no puede parar un perfecto golpe dirigido a la base de su cuello, y hace que su cabeza salga volando por los aires. Chorros de sangre salen del cuello cercenado. El cuerpo inerte se mantiene unos instantes en pie, para luego caer como un saco al suelo.

Debido a la violencia del golpe, el hombre bestia de Ralf, se desequilibra en exceso, y calcula mal su estocada. Esta se queda corta y no consigue dañar al iniciado.

Al ver caer a mi camarada enano, una fría furia recorre mi ser. Había ido a defender a un elfo y por ello un enano había muerto. Debería volver a raparme la cabeza.

Con un rugido de furia me abalanzo sobre los hombres bestia que le han abatido y descargo dos tajos brutales hacia ellos.

Con una furia ciega, Gunnar ataca a los dos hombres bestia. Pero sus dos ataques son parados.

Veo como la cabeza del gordo humano sale volando por los aires. La ventaja que habíamos cobrado en inicio, se había desplomado en un solo instante. Eran bestias poderosas, diestra sen la batalla, pero nosotros lo eramos más. Llegaba el momento de volver a tomar la delantera. Agarro con fuerza el hacha, e intento asestar un fuerte golpe a la bestia situada a mi lado.

El hombre bestia intenta parar, pero la fuerza con la que ataca Magnar es demasiado para él. El arma es arrancada de las manos de la bestia, y el hacha de magnar da un tremendo golpe en la cabeza.

Con mi adversario en el suelo y sin amenaza aparente, vuelvo a lanzar un dardo al hombre bestia que tenga más cerca de mi. El proyectil mágico, sale como una centella de la palma de mi mano para chocar contra otro animal. Tras esto, recojo el arma del hombre bestia que está dormido y acabo con su mísera vida.

Tu proyectil impacta débilmente, haciéndole una fea marca. Mientras, con la espada del Hombre bestia caido, le rebanas el cuello.

Animado por la epectacular actuación de mis compañeros aún vivome lanzo al ataque para intentar acabar con mi oponente, pero el exceso de ánimo me hace fallary retrocedo un paso listo para defenderme

Los hombres bestia se distribuyen uno a uno. Los dos primeros que atacan a Narwë y Ralf, fallan sus ataques, pero los dos siguientes, consiguen enviar certeras estocadas a sus adversarios.

Todavía poseído por la sed de venganza, acometo con todas mis fuerzas al hombre bestia que asesinó a mi amigo, pero un movimiento afortunado del hombre bestia consigue restarle algo de fuerza a mi golpe.

Os gopeais los dos a la vez. Aunque el ataque del hombre bestia, te golpea sin dañarte, hace que te desequilibres un poco y no consigas toda la fuerza deseada en tu ataque, que pese a todo, le hace un gran corte en el brazo derecho.

El Hombre Bestia es más rápido que yo, y me lanza un golpe bien dirigido. Rápidamente retrocedo un poco y paro el golpe, para contraatacar y lanzarle una estocada al bajo vientre bien dirigida.

El golpe de Magnar, atraviesa las defensas del hombre bestia, que recibe un fuerte impacto en el pecho.

Intento canalizar nuevamente los vientos del Aethyr para realizar un hechizo, pero debido al estres del combate, mi tentativa falla.

Parece que la batalla se decanta por nuestro lado, si bien la sangre de varios de nuestros compañeros tiñe de rojo la arena de recinto en el que luchamos a muerte, antes falle el golpe por precipitarme.  Ahora escojo una estocada mas dirigida, pero con menos potencia, esperando que sobrepase las defensas del hombre bestia y tras ejecutarla inmediatamente vuelvo a elevar mi guardia dispuesto a parar el contrataque de la aberración frente a mí. 

Los Hombres Bestia, vistos en superioridad, reaccionan y lanzan sus ataques.

Tras el último intercambio de golpes, realizo un ocho con el hacha delante mía con la intención de acabar de una vez con el hombre bestia, o, en caso de fallar, hacerle retroceder.

Tu hacha golpea brutalmente la cabeza del hombre bestia, partiendo el cráneo en dos. El animal cae a tus pies con la hoja clavada.