Sargoth se colocó lentamente a la espalda del guardia, con la espada baja pero empuñada. La magia estaba muy bien y todo eso pero el gnoll iba a sentirse mucho más tranquilo cuando hubiera partido en dos al humano con su acero.

 Con un ojo, sin embargo, seguia vigilando a los prisioneros, especialmente a aquel duo que parecia conocerse de antes. Uno parecia un guerrero y el otro una especie de mago.

Hizo con la mano la señal de silencio mientras seguia busando la espalda del guardia.

Tras liberar a un par de mujeres y unos siete hombres que parecen bastante aptos para un combate, el guardia finalmente sale y echa la llave de la celda automaticamente, sin pensar mucho en lo que hace.

-Eeh...En ningún sitio...Los objetos nos los repartimos según necesidad.-El hombre sonríe cuando Iria acaricia su rostro de aquella manera. Qué simpatica era aquella mujer.

Sargoth se situa entonces en la espalda del guardia, que parece tener serios problemas para apartar la vista del rostro de Iria, mirando sus ojos mientras divaga y piensa en las razones por las que le cae tan bien esta mujer. Ahora mismo parecen muchas.

Aún le sobraban algunas armas, asi que le dio a Mitch un hacha de mano y a dos hombres una jabalina a cada uno según salian de la celda. El movimiento no era muy sutil, pero el gnoll ya se estaba preparando para deshacerse del guardia asi que...¿que importaba?

Sargoth se relamía mientras el guardia seguía hablando con Iria, hasta que ya dijo que no podía ayudar con las armas y el gnoll acabó con él de un horrible tajo que le alcanzó en el trapecio y hundió su alfanje hasta el corazón, destrozando a su paso clavícula, costillas y esternón.

-Coged sus armas y armadura -dijo mientras trataba de ocultar una nueva ereccion.

Doy un saltito atrás cuando el gnoll ejecuta al guardia, no quiero que me manche de sangre

-y del otro guardia- no se me escapa los intentos de Sargoth de disimular que hacen que mi sonrisita se tuerza un poco, pero ahora tengo algo mas importante que hacer.

Me giro hacia los recién liberados y les digo -dos estaréis equipados, el resto os arreglaréis con lo que os da Sirish y lo que vayamos consiguiendo. Tened en cuenta que ahora no perderán el tiempo volviendo a encerraros, o vencemos o nos matarán a todos. Nadie va a ganar si esa reina consigue sus objetivos, todos juntos podremos vencer, y podremos conseguir un gran botín-

Una vez me parece que les he animado suficiente me dirijo ya un poco mas en privado a Vindus -supongo que has vuelto a perder tu libro de conjuros, ¿no?-

El mago observa nervioso, apartando su rostro a un lado cuando de repente el otro guardia muere de forma que salpica sangre en su rostro. Se lleva la mano a este intentando quitarse esa sangre. Después asiente nervioso a Iria, recolocandose su sombrero de mago.

-Tengo la sensación de que lo han usado para calentar algunas de las comidas...Malditas bestias incultas. Os seguiré…Aún me quedan un par de trucos en la manga guardados.- El hombre alza los brazos, tocándose la desnudez de estos- Figurativamente hablando.

Al caer el guardia los hombres toman las armas de este y su compañero, Mitch se hace con parte de la armadura de uno de ellos y deja a otro de los hombres coger las piezas que no le valen, sin prestar mucha atención a la sangre en las armaduras. Finalmente con dos hombres armados con jabalinas, Mitch llevando una lanza y un escudo, y otro hombre llevando lo mismo, además de una de las mujeres usando un hacha y algunas protecciones sobrantes del guardia, parece que solo quedan desarmados cuatro personas, cinco contando a Vindus, pero parece que el mago puede que tenga algo reservado.

Ishnae prepara su cañón de mano y toma aire tras ver cómo la gente se organiza. Saca una daga de la bota y se la tiende a Vindus, viéndole algo desprotegido.

-Creo que te hará falta si te quedas sin trucos…-La mujer sonríe tranquilizadora, aunque Vindus se ha quedado un rato mirándola el tremendo pecho que tiene antes de sostener la daga con firmeza. Después, la hija del ragnarok se gira hacia Sargoth e Iria.

-¿Vamos entonces a por esa reina? ¿o tenéis intenciones de asaltar las cámaras de los guardias antes?

Dedica una mirada a los prisioneros, algunos inquietos sabiendo que se quedarán dentro por ahora, pero cuando ve a los dos trasgos moverse inquietos y empezar a hacer algo de ruido, frunce el ceño y señala a estos con su espada a traves de los barrotes.

-Vosotros no movais ni un pelo, o cuando vuelva sabreis lo que es quedaros abandonados y encadenados en una mazmorra mientras las ratas devoran los pulgares que os cortaré.

Los trasgos se miraron entre sí, por el momento decidiendo que quizá montar ruido no era buena idea.

Sargoth esperó pacientemente a que todos aquellos humanos se hubieran vestido. Una parte de él quería masacrarlos a todos pero su parte cuerda le recordaba que podría necesitarlos para escapar. Cuando todo el mundo hubo acabado, el gnoll volvió a envainar el alfanje y sacó arco y flechas.

-Vamos a por esa puta... y le meteré dos palmos de flecha en el pecho

El método de Shiris no es el que yo habría usado pero parece eficaz

-Cuando acabemos con la reina os liberaremos- digo tanto a los trasgos como a los demás prisioneros y lo digo con intención de hacerlo además para que no hagan ruido.

-Vamos a por la reina. No tiene sentido desgastarnos asaltando a los guardias antes. Con un poco de suerte todo habrá acabado antes de que sean capaces de reaccionar-

Como la cosa no vaya bien tampoco importará demasiado unos pocos guardias mas o menos

Asintiendo a las palabras de Iria y Sargoth, Ishnae se acerca a la puerta de piedra más cercana dispuesta a darlo todo. El pomo de esta no cede y la mujer acaba de morros contra la piedra, por suerte su generoso pecho queda oprimido contra la labrada piedra de la puerta y tras que sus gafas hagan un ligero “¡plick!” en la roca al tocar esta, la mujer rebota para atrás.

-¡Oy…! Está cerrada- Se aparta algo airada por el ridículo que acaba de hacer.

-Pst…Déjame a mí-La mujer se agacha y saca un juego de ganzúas de entre sus ropas, trasteando con estas para abrir la cerradura.

-Ah…doble cierre levógiro con mordaza antifuga…Buena cerradura, pero el viejo Balazar las tenia mejores en su torre. ¿Eh?, además nunca sabias si detrás de la puerta podía haber un gnoll con una erección esperándote- Intenta aguantarse la risa, aunque se olvida del asunto tan pronto como la cerradura salta y se abre la puerta. Alisandose las ropas se aparta tras abrir un poco la puerta, sonriendo a Ishnae.

Mitch alza la llave del guardia, abre la boca para decir algo pero al ver a la encapuchada tirarse el rollo de aquella manera, decide guardar silencio y limitarse a mirar. Ya habrá tiempo de decir algo ingenioso mas adelante.

Tras advertir a los trasgos, Shirish es la primera en tomar el camino hacia la cámara de la reina, el pasillo vacio, cavado en la roca, tiene poco más que un par de antorchas a cada lado cada x metros, iluminando la puerta de piedra que daría paso a la cámara donde está la reina.

-¿Todos listos?, vamos a poner fin a lo que sea que estén haciendo aquí abajo cortándole la cabeza a la reina-La semiorca deja entreabierta la puerta antes de preparar espada y escudo y abrir esta de golpe, entrando en la estancia dispuesta a arrasar con todo lo que estuviera a su paso. No era muy dada a las sutilezas.

La puerta se abre de golpe, Shirish se encuentra con dos guardias que la atacan nada mas entrar, empleando sus alabardas para retenerla en el sitio, aunque la semiorca consigue emplear el escudo para desviar el ataque de uno, y su armadura y un poco de esquiva la permiten salir ilesa del afilada arma.

Los otros dos guardias en el otro extremo de la sala corren, cargando a por la persona armada que ha entrado, interponiendose entre Shirish y cualquier otra persona que venga y la mujer sentada en el trono. Una de las alabardas es desviada por Shirish usando a uno de los compañeros que ya ha atacado como cobertura, pero la otra la alcanza en un brazo, salpicando algo de sangre por el suelo y tiñiendo su mano de rojo.

Al fondo de sala, en su trono, una mujer brama a los hombres dandoles ordenes de que detengan a cualquiera no autorizado a estar en la sala. 

Orden iniciativa

Guardias de la reina

Shirish

Mitch y Vindus

Npcs que os acompañan

Sargoth

Iria

Ishnae

Reina

Decidida a devolverle el golpe a quien la ha herido, y además intentar golpear a otro más para abrirse paso entre los guardias, Shirish descarga un espadazo sobre el primero y trata de llevar su arma hasta el segundo, aunque el arma pasa de largo por el primero de los guardias, errando por completo el ataque y dejando a la semiorca expuesta en cierto modo a los siguientes ataques.

Estado de Shirish

Pg: 17/22

Otros: -2 a CA (Hendedura)

Al encontrarse de manera subita con cuatro tipos justo delante de las puertas, el tipo agarra la lanza con ambas manos y trata de avasallar a los alabarderos que cubren a la reina. Esta vez parece que finalmente la defensa de uno de ellos cae y el hombre logra hundir la punta de la lanza en el pecho del guardia, y aunque por ahora este no cae, parece bastante lastimado.

-¡Haced algo con la reina!-Grita mientras combate- ¡VINDUS!

Estado de Mitch

Pg: 24/24

Otros: Sin usar escudo. (Ataque con lanza a dos manos)

Asustado por el repentino escandalo, el mago ni si quiera cruza el umbral de la puerta. Algo nervioso recita las palabras de un conjuro de proyectil magico y apunta un dedo en dirección al guardia que Mitch ha dejado herido. Abrumado por el dolor el guardia nota como el arma se le resbala de entre los dedos y cae con un ruido metalico al suelo.

-¡Aaaah! ¡Ya casi teneis paso!

Estado de Vindus

Pg: 8/8

Otros: Está en el pasillo.

El resto de presos liberados entra en la sala como pueden, formando un gran tapón en esta, los jabalineros apenas tienen espacio para maniobrar y lanzar sus armas, pero definitivamente apuntan a la mujer sentada en el trono, las jabalinas no llevan mucha fuerza y ambas quedan cortas, provocando una pequeña risa en la mujer.

Mientras tanto en el tapón que se ha formado en la entrada el hombre armado con una lanza trata de empalar a uno de los alabarderos sin mucho éxito, al menos la mujer que usa el hacha de mano de Shirish ha logrado dejar herido a otro de los guardias. Hay otras dos personas desarmadas aguardando en el pasillo, con los ojos puestos en cualquier arma que pueda quedar a su alcance.

Estado de los enemigos

Guardia 1-> Herido

Guardia 2-> Perfecto

Guardia 3->  Perfecto

Guardia 4-> En el suelo, desangrandose

Reina-> Alejada de la pelea