Partida Rol por web

Loubet:

Aparentemente el rey Vittorio sabía lo que estaba haciendo y me ha enviado falsa correspondencia, quizás sospechando que intentaría vender mi última carta. Ha sido un error y le suplico sepa disculparme no haberme podido adelantar a ello.

Ahora que el inglés ha sacado sus garras y se abalanza sobre usted con el Italiano, creo que podrá reconsiderar ayudarme. A pesar de mis debilitados ejércitos, puedo ser aún una piedra en el zapato de los británicos mientras usted organiza sus defensas. Hay ideas que podría usar, en particular si esta vez podríamos hacer un trueque interesante, su ejército en Warsaw puede ser desmontado*, si me deja usted, a cambio de ese centro, y yo le ofrezco Munich, ya que los austriacos irán al sur a defender sus territorios.

No obstante, esta toma requiere al último actor presente. A los rusos, y si ambos podemos convencerle, estaré dispuesto a cederle mi territorio para el otoño. ¿Qué le parece?

Cordialmente

El Káiser.

Dejar la tropa en moscú es perder el tiempo y seguramente austria retire la tropa que se ha quedado perdida en el norte por lo que haré más daño allí abajo.

Cuénteme más, Munich es suyo como pretende que yo lo defienda?

Es decir, ¿Cuál es su plan? ¿Ha pactado con Austria? Tiene sus tropas muy cerca.

Saludos Vittorio.

No sé que hará Austria con sus tropas, pero suponiendo una retirada, puedo decir que habría dos formas de poder defender Munich para el otoño, ya sea apoyándome para entrar en ella, o solo haciendo un conflicto para que nadie más entre, que como pasó este turno, dejó a nadie sin arrebatarme el Centro de Suministros.

Cordialmente

El Káiser.

Comprendo. Tan solo era para que nadie se me adelante en la toma de Moscú, ya que quería esperar al Otoño para Budapest.

Pero está bien si quieres hacerlo así. Cuento contigo para Budapest.

Amigo Emile,

Si no me ha llegado mala información, la alianza entre Francia e Inglaterra se ha roto. Lamento mucho ello, y por eso le hago un ofrecimiento:

Dado que Austria ya no me representa una amenaza seria, pensaba mover tropas a Rusia, para tomarla antes de que lo hagan los ingleses.

Sin embargo, también podría mover mis tropas en los Balcanes hacia el oeste, hacia Italia, para representarles una amenaza y que dejen de acosarlo a usted, así usted puede destinar sus recursos a defenderse de la ofensiva inglesa.

En ese caso, solo le pediría que me permita tomar Moscú en los próximos meses, o que al menos pueda usted encargarse de que no la tomen los ingleses.

Dígame lo que le resulta más conveniente, para reforzarme en consecuencia.

Saludos.

Sultán Mehmed V

Estimado Káiser,

Es sin duda admirable cómo los alemanes siguen resistiendo las ofensivas que les proponen. ¡Qué aguerridos guerreros!

Quería que sepa que ni bien consiga quitarme de encima a Austria haré lo posible por ayudarlo.

En tanto, permítame sugerirle que se acerque a Francia. Si no me equivoco, la alianza con Inglaterra está rota. Si se unen y colaboran, entre ambos podrían resistir y hasta quizás recuperar territorio, al menos para ganar tiempo hasta que yo pueda llegar.

Le envío a 3 de las más bellas mujeres de mi Harén para que con sus masajes lo ayuden a relajarse, que la dura situación que atraviesa su pueblo debe sin dudas perturbarlo.

Cordiales saludos,

Sultán Mehmed V

Estimado Lord Fog,

Nuevamente debo felicitarlo. ¡Qué grandiosa estrategia! Su avance es incontenible y si no me equivoco ahora va por Francia. Le deseo la mejor de las suertes en sus batallas.

En retribución por sus regalos, le envío a cinco de las más bellas mujeres de mi harén. Sin dudas usted sabrá sacarles provecho.

Que tenga un próspero año.

Sultán Mehmed V

Muchísimas gracias Sultán, pero sin duda la estrella de este año viene de Oriente medio, un increible trabajo sin duda alguna, deberíamos aliarnos y ser una sola nación, la nación que se une desde los dos extremos.

Si Francia ha hecho una serie de ofensas a mi nación y debe pagar por ello. Al igual que supongo que le pasa a usted con Austria.

Gracias por sus bellas mujeres exoticas.

Le envío yo ahora, varias pilinguis galas...muy sabrosas en el regazo.

Un saludo

Lord Fog

Wilhelm:

No se preocupe
por el desenlace de los acontecimientos. Era algo previsto desde hacía tiempo,
pero pocas más opciones tuve.

Le dejaré Warsaw,
ya sea desmantelando el ejercito (no sé si realmente es factible) o avanzando
con él ha otra posición. Lamentablemente, poco podremos hacer para frenar ya al
inglés, máxime si Vittorio lo apoya.

En cualquier
caso, caeremos con honor.

Tenga presente,
que para mí ha sido un honor tanto ser su aliado, como su enemigo.

Por cierto, que
si la estratagema de ofrecernos Munich tanto a Austria como a mí, fue artificio
suyo, por favor, permítame quitarme el sombrero ante su genio.

Saludos,

Emile Loubet 

Apreciaod sultán,

No creo que
debamos preocuparnos por los inglés de momento en Rusia. Al menos hasta el año
que viene, no estarán en situación de amenazar Moscú.

Intentaré
replegar mi ejercito de Warsaw hacia Francia. El alemán cree que podré
desmantelarlo y crearlo de nuevo allí. Si así fuera, ganaría tiempo para tener
más refuerzos para defenderme del inglés. Si no es el caso, avanzará hacia el
sur para apoyar sus ejércitos contra Austria.

Su ayuda contra
Italia es más que apreciada. Al menos, me gustaría irme habiendo aniquilado su
país que es el verdadero responsable de la victoria de Inglaterra al no haber
dejado de acosarme sin motivo alguno.

Reciba mis más
cordiales saludos,

Emile  Loubet 

Lord,

Ya esperaba su
traición hace tiempo, ahora que ya cree que no le soy más de utilidad.

¿Hay algún precio
que pueda pagarle para evitar que arrase mi país junto al italiano?

Saludos,

Emile Loubet 

Sultán,

Dios me ha
comunicado que no puedo sacrificar mis unidades, por lo que mi ejercito de
Warsaw seguirá en pie.

Dada la
situación, dicho ejercito irá al sur para ayudarle contra Austria.

Si usted mueve a
Trieste y Budapest, seguramente tome ambas ya que es previsible que Austria
trate de recuperar Serbia. Eso, con mi ejercito en Galitzia el próximo año, me
permitiría tomar Viena y si usted tiene suerte en Primavera tomando Grecia,
podríamos acabar con él en este año. Si no tuviera suerte, tan sólo le quedaría
un ejército para el año próximo.

Saludos,

Emile Loubet 

Lamento enormemente haber tenido que traicionarle.

Pero si habiese seguido un camino diferente al mio, hubiese respetado sus centros de suministro, pues no me importaba. Pero Ya no solo quería usted Belgica sino Holanda y parte de Alemania, si se hubiese centrado solo en Italia le aseguro que le hubiese respetado.

En fin, como bien sabrá ahora tengo muchos frentes abiertos con lo que dígame que es lo que me propone para pagarme. Sigue sin ser interes mio las tierras italianas, asi que proponga de manera inteligente.

Mis saludos.

Lord,

No tenga la desfachatez de
decir que ha sido culpa mía que me haya traicionado. La única razón para su
traición es su propia codicia y avaricia.

Todo, TODO, cuanto tiene, me
lo debe a mí. Yo le apoye en Bélgica para que pudiera poner su primer pie en el
continente, sin el cual aún estaría en su islita y peleando contra los rusos en
el norte. Su avance por Alemania no habría sido posible sin mi ayuda, y sin los
refuerzos que consiguió de dicha campaña, no habría podio hacer frente a los
rusos.

Yo no me puse en su camino,
le trate de igual, incluso le favorecí por encima de mi país en aras de nuestra
amistad.

Así que reflexione y decida
usted si quiere que volvamos a nuestra antigua relación, o si prefiere que
ponga todo mi empeño en que usted pierda esta guerra. No se deje engañar, aún
puedo hacer que la pierda, aunque me cueste regalarle mi país a los italianos y
ayudar sin parar a que el Turco se haga más fuerte.

Ahí tiene lo que le ofrezco,
no impedir que usted gane esta guerra. Tómelo, o déjelo.

Ahora le pregunto yo a usted. ¿Qué me ofrece usted por no hacerle la vida imposible en los años que duren mis ejercitos?

Saludos,

Emile Loubet 

Vittorio,

Mi país ya está fuera de
esta guerra, al menos para salir victorioso. Tan sólo me resta decidir si
terminar de hacerle la vida imposible a Inglaterra o a usted, antes de que mis ejércitos
perezcan.

Ya ha visto como trata
Inglaterra a sus aliados, con un puñal en la espalda a la mínima que sienten
poder hacerlo.

En ninguno de estos años he
amenazado ni atacado tierra alguna suya, y preferiría que siguiera así, pero
usted decide.

¿Se aliará conmigo contra
los ingleses o habré de volver mis últimos esfuerzos contra su país?

Saludos,

Emile Loubet

No pretenda amenazarme, sabe que nuestra alianza nos ha favorecido siempre a los dos, nunca negare que usted me ayudó, pero yo tb a usted.

Por que motivo quiere ahora mi ayuda?
Sabe perfectamente que Italia nunca se aliara a usted y si me pone en su contra no podrá durar mas de dos años, pues su posion con respecto a Italia e Inglaterra es pésima, se halla aprisionado por norte y sur.
Es mas...de enfrentarse usted a Italia o a mi, lo lógico es enfrentase a la nación débil para tomar su territorios, pues si lucha contra la grande pocos territorios podrá tomar mientras la débil va aniquilábamos por detrás.

En fin, no me niego en encontrar de nuevo una paz con usted, pero siempre y cuando mi nación siga viendose favorecida con su alianza, y el que usted no me haga la vida imposible no me convence demasiado.

No pretendo ofendedor en ningún momento, aun le considero un hombre sensato

Wilhelm,

No es posible desmantelar el ejercito de Warsaw, por lo que lo emplearé para bajar al sur y apoyar al Turco. Nuestra única baza ahora para evitar que el inglés gane la guerra, es ayudar al Turco para que avance más rápido que el isleño.

Por eso, le pido que me deje pasar esta Primavera por Munich, de forma que en Otoño baje a Tyrolia. Mi estrategia será destrozar al italiano para que en cuanto el Turco tenga oportunidad, tome sus territorios y ya vuelva a intentar recuperar lo que haya perdido.

Si tiene alguna estrategia mejor para meterle al inglés sus barcos donde el sol no brilla, soy todo oídos.

Saludos,

Emile Loubet 

Estimado Emile:

Muy bien, se hará como tú dices, y comenzaré a moverme hacia Italia. Solo tengo algo que pedirte: Que te mantentas en Warsaw hasta el Otoño. Te explico los motivos, que son más de uno:

1) Es posible que, como bien dices, Austria quiera recuperar Serbia, pero que mueva desde Albania, con el apoyo de Budapest. En ese caso, necesitaría el apoyo de Rusia desde Galicia para tomar Budapest. El ruso está dispuesto a apoyarme, pero si tú mueves a Galicia cortarías ese apoyo, vital para nuestros planes.

2) Es posible que Inglaterra mueva sus tropas de Prusia a Livonia, para finalmente poder entrar al centro de Rusia. Si eso ocurre estaremos perdidos, por lo que moveré una tropa a Stevastopol, para que en otoño, entre tus tropas y las mías podamos asegurar Moscú.

Es por eso que te ruego que mantentas en Warsaw hasta el otoño, necesito la ayuda del ruso en esta primavera y debemos ver qué hace el inglés. Luego ya en otoño podrás hacer lo que desees.

¿Podrás escuchar mi pedido? Yo por mi parte escucharé el tuyo y moveré a Budapest y Trieste tal y como me has dicho.

Cálidos saludos,

El Sultán.

Caballeros,

La situación es
crítica. Si queremos evitar que el inglés se adueñe de Europa, debemos de
actuar juntos.  Mi nación no será la que
salga victoriosa de la cruenta guerra que entre todos hemos desatado. Al menos,
orgullosos como somos, queremos tener una última palabra en nuestro destino.

Mis objetivos
actuales, son dos: evitar que Inglaterra gane la guerra y arrasar Italia antes
de que el polvo de las batallas se aposente.

Para ambos, nos
necesitamos todos, aunque creo, que todos somos igual de conscientes de que
para ello habremos de actuar completamente coordinados. Es por ello, señores, que
les presento el mando de mi ejercito; díganme cómo pueden servir mejor mis
tropas a la causa común, y esas serán las ordenes que daré.

Me comenta que el
camarada Otomano espera la ayuda del Ruso, por lo que mi tropa de Prusia no
debería intentar entrar en Galitzia. Yo les pregunto, ¿cómo puede esa tropa
servirles mejor? Por favor, propongan sus ideas como si mis ejércitos fueran
los suyos,  y lleguemos a un consenso
entre todos.

Reciban mis más
cordiales saludos,

Emile Loubet –
Presidente de la Replúbica (al menos, de momento)