Partida Rol por web

Al escuchar las palabras de Blancanieves Rapunzel se da cuenta de que algo falla en su plan... -¡Los príncipes! No son la gran cosa... pero sería mejor evitar que los pobres fueran a rescatar a una pricesas libres...- Pienso mientras sonrío para mí misma ante la travesura de dejarles ir... -Pero no, podrían resultar lastimados- Vuelvo otra vez un poco resignada.

Se nota que me siento bastante aliviada ya después de haber escapado del encierro. Entonces me detengo de golpe:

-¡Blanca!- Le digo emocionada. -Ya sé qué podemos hacer para que los príncipes se enteren de que ya escapamos...- Y continúo al ver su cara interrogante y menos preocupada. -Les enviaremos a tu amigo el pájaro a que les avise, seguro que reciben el mensaje... pero antes..- Añado una vez más pensativa.- Deberíamos ubicar dónde estamos para decirles y acordar un sitio de encuentro...- Termino una vez más pensativa.

-¿En qué sitio estaremos a salvo de Maléfica para poder encontrarnos con los príncipes?-

-Vale, pero ¿Cómo escribimos la nota?y¿Qué ponemos? -digo y acto seguido miro al cielo y luego al árbol y a las demás y digo-¿Que os parece si nos metemos debajo del árbol y hacemos una especie de campamentillo para pasar la noche?

Ante la propuesta de Rapunzel, Aurora se sintió mucho mejor. El pájaro de Blancanieves podía ayudarles perfectamente.

Se quedó al lado de Rapunzel, simplemente atendiendo a la situación.

Me pongo a pensar cuidadosamente... Busco recordar si el dragon nos llevo al norte, al sur, al este o al oeste.

Alex, dejalo ahí.- comento mirando al extraño engendro.

No deberíamos perder mucho más tiempo después de lo visto.- apunto preocupado.

Intentemos detenernos lo menos posible y localizar el lugar donde estarán las chicas cuantos antes.

A saber por lo que pueden estar pasando

Rapunzel coge el libro de cuentas que traía Aurora así como su lápiz y se mete debajo de las raíces del árbol para luego sentarse y comenzar a escribir a toda prisa un nota corta:

Cita :

Termino de escribir lo más rápido posible para después atar bien con una cinta la nota en el cuerpecito del ave. Enseguida le susurro:

-Vuela rauda amiga y lleva este mensaje a los príncipes, confiamos en tí.- Para, acto seguido, dejarla volar entre los árboles.

Cuidad los destinatarios. Los chicos están tb en el bosque, pero no quiero que sepan lo que haceis. Ya edité el post de Rapunzel para cambiar los destinatarios.

Con las últimas palabras de Nicolás, Maléfica suelta un grito de rabia, mientras consulta su bola.

- ¡Esos príncipitos de cuento! ¡Han matado a mi pequeño Ibon! Y encima han enterrado su cabeza.

Se levanta furiosa de su trono de piedra y empieza a pasear furiosa por la sala, con pasos rápidos.

Se acerca a la ventana y otea el horizonte.

- Hierba del bosque oscuro, hiedras venenosas que te cruzan: detén el paso a los príncipes.

Subraya sus palabras alzando las manos, y un relámpago destalla en el horizonte.

Veis un relámpago en el horizonte, lejos de vosotras, y aunque os asustais, no sabeis qué ha sido.

La hierba comienza a moverse, a los pies de vuestros caballos, que se sienten enredados y se empiezan a encabritar. Notais que las malas hierbas les empiezan a hacer heridas en las patas, y bajais rápido de ellos.

En el momento en que pisais el suelo, las hierbas os empiezan a atrapar a vosotros, y donde aprietan os hieren.

Teneis poco tiempo para actuar, y libraros de ellas.

El pajarito de Blancanieves, parece entender perfectamente su misión, y aunque es pequeñito alza el vuelo. Angustiadas veis, como vuela hacia el relámpago que estalló antes, y empezais a dudar de la capacidad del pequeño para lograr el encargo.

Se aparta de la ventana, elevando las cejas y con una media sonrisa. Se vuelve hacia Gordon.

- Bueno, las niñas ya han tenido tiempo de jugar a las aventuras un rato. Ya sabes lo que tienes que hacer Gordon. Sal a por ellas. Yo no las veo, pero tú si.

Resopla al reir feliz, soltando una pequeña bocanada de humo en la sala.

- No creo que sea difícil. Son chicas, se habrán metido debajo del bonito sauce. El resto del bosque es demasiado oscuro para ellas.

Alza el vuelo, y sale por la ventana a buscar a las princesas.

Después de ser arrastrado por mi caballo unos cuantos metros. Consigo pararme y subirme a él, hasta que veo las frondosas hierbas alzandose y cortando la carne de mi jamelgo, me bajo con mi espada y corto las de su alrededor, pero empiezan a multiplicarse... Grito:-Alguien no tendra un fuego para eliminar estas mala hierbas... nunca mejor dicho-

Mete la imagen del páajaro en est poer favor

-Ahora que os parece si montamos aquí un pequeño refugio ya empieza a oscurecer y tenemos que descansar;además no creo que cuando Málefica se entere de nuestra huida se quede de brazos cruzados-digo y acto seguido les cuento que podemos hacer-mirar como las ramas del sauce son largas podemos entrlazarlas para hacer como un techo luego nos las apañaremos para cenar y dormir...!Ah¡ y deberiamos dejar cerca de nosotras las armas por si acaso.

Las hierbas y enredaderas van creciendo cada vez más y aunque trato de abrirme paso con las dagas, estamos más y más atrapados.

Oigo la voz de Louis demandando fuego.

Sería genial, pero de donde coños vamos a sacar fuego.

Piensa , Nicolás, piensa. Como puedes cargarte a esas enredaderas??

Sal, la sal que llevamos para las comidas matará a esos hierbajos en segundos...

Tiradles la sal que llevais para cocinar.- grito mientras echo mano a mi alforja.

Cuando miro como la hierba comienza a enredar a los caballos salto inmendiatamente de éste. Desenfundo mi florete y comienzo a cortar las que brotan a la altura de mis pies.

-¿Fuego? pues la verdad es que no...

¿cuál de vosotros llevaba sal?. Comenzad a tirarla.

Nicolás, esas dagas que no le gustaban a Disney serían muy útiles.