Partida Rol por web

¿"Su... merced"? -preguntó el tipo-. Aún no te dije en qué ocupo mi tiempo como para referirte a mi persona tal y como noble o tal y como ladrón o embustero... -pero se dio cuenta de que Dios siempre se alza, y su cruz se alzaba a la vista de Yurem...; tal vez por eso le dijera tal merecimiento-. Ejem... Tienes razón y no la tienes, muchacho... -continuó mientras se tapaba con la ropa la visible cruz cristiana-: cierto es que soy un mero espectador... ¡pero eso sí!: estoy en el bando de la ley, ¡de la justicia y la buena fe! -dijo mirándote de abajo a arriba sólamente por tu condición de musulmán y profesador de otra fe-, ¡eso de robar a uno no lo consiento mientras tenga yo espada! El hecho de que se enfrenten cara a cara quizá denote un buen corazón y una buena predisposición en su... -e interrumpió su discurso por los sonidos que procedían de la calle del Adarve del Rio-.

                          ¡¡¡CHIIIINNN!!

                                              ¡¡¡CLANNN!!

         PPFFFFFF  ¡¡¡ZZZZASSSSS!!!

                                        ¡¡¡¡CLANCKKK!!!!

                                                             ¡¡¡BING!!!

Sonidos de espadas, ¡decenas! El tal Casimiro y tu mirásteis a la esquina de donde procedían los sonidos, y no eran sino de una lucha que ya había comenzado. Entonces, cruzásteis de nuevo vuestras miradas.

¡Anda y ve... Yurem! -te dijo apuntando rápidamente con la cabeza y con cierta sonrisa en la cara-, quiero ver de qué estas... estáis hechos.

Entonces te dejó que corrieras a la esquina, y víste cómo algunos tipos estaban tendidos en el suelo: dos de ellos eran dos de los tipejos de la banda; y el otro era ese árabe, Has...

Sonrío al tipo, y me giro escuchando el sonido de metales chocar. Saco otra vez mi puñal, y salgo corriendo, me giro, y le digo:

-Alá esté contigo, nos veremos...

Llego a la esquina y me asomo pegando una mirada rápida. Veo al pobre guerreo en el suelo.

Aissssh, por lo menos si mueres irás directo al edén, pero a veces es preferible no morir.

Escojo una víctima que esté despistada a punto de atacar, y le doy dos puñaladas rápidas por la espalda a la altura del abdomen.

La sangre salió a borbotones del abdomen de aquel infeliz manchando no sólo la hoja sino salpicando todo lo que había a su alrededor. Bermudo volvió a levantar su hacha dispuesto a recuperar su dinero como fuera.

El telek tiene 1d3+2 de daño. Como tienes 16 en Hab, también le otorgas 1d4 de bonus. Osea... hazme las tiradas de los dos daños: 1d3+2+1d4

Estaba un poco léjos, si me aproximaba al combate mis posibilidades de acertarle al ladronzuelo aumentarían. Lo hice, aunque siempre manteniéndome a una distancia prudencial de la refriega.

Según Ahmed se aproximaba cautamente a la refriega, vio caer a su gigantesco compatriota. A su alrededor los demás gritaban y continuaban blandiendo sus armas con violencia. La cara del moro se cubrió de sangre, y no se movía salvo por algunas convulsiones. Ahmed, que ninguna gana tenía de jugarse la vida en aquella pendencia, vio en la desgracia del guerrero la oportunidad de salvar su honra. Se agachó, manteniendo levantado su machete como precaución frente a algún golpe malintencionado y asió de las ropas al herido, tirando de él hacia atrás con todas sus fuerzas. Dejó un rastro abundante y rojo sobre el suelo mientras le sacaba de la riña. Cuando hubo alcanzado la distancia que juzgó segura, se arrodilló sobre el guerrero para averiguar qué podía hacerse con aquel espantoso tajo.

Secuaz 3: ataca y esquiva

Secuaz 4: esquiva y esquiva

Secuaz 5: esquiva y ataca

Ladrón: Ataca y esquiva

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De nuevo comenzaba otra lucha, y entonces todos vísteis venir al que había ídose y marchado de la batalla, el tal Yurem. Se acercaba por detrás de la banda de ladrones, pues había salido de una callejuela y pretendía sorprenderlos por la retaguardia... Ciertamente, los tipos no se dieron cuenta... y Yurem venía corriendo con una hoja en su mano.

Diego que aún no había sacado el cuchillo del torso del desgraciado muchacho que había atravesado, lo retorció antes de sacarlo y lanzarlo con furia ciega contra el rubio asaltante. Le quería vivo, por lo que despues de clavarle el cuchillo trataría de dejarlo inconsciente o inmovilizarlo

Asiendo al gigantón de las ropas, Ahmed tiró de él con todas sus fuerzas.

Cegado por el impune robo del dinero que tanto trabajo le había costado conseguir y sin el cual no podría ni comer ni dormir bajo techo, ante la burla de los ladrones enarboló el hacha y la volvió a descargar con todas sus fuerzas sobre uno de ellos sin importarle lo más mínimo sobre cual.

Su honor le impedía atacar por la espalda pero ante las injusticias, y más si eran cometidas sobre su persona, su natural le impulsaba a redimirlas aunque fuera con el filo de las armas.

Uno de aquellos infieles había herido a un hermano, eso fue lo que necesito Abid para convencerse de que tenía que dejar de hacer el tonto.

Sin pensanselo más disparó su arco sobre el que había herido a HasAghmed

Diego vio como uno de los árabes que le acompañaban... ni su nombre conocía... había caído con una estocada letalmente certera en la cabeza. Así, presa de furia descargó sobre éste dos ataques rápidos y frenéticos.

Se había formado una buena por una bolsa que casi nadie de los implicados en la pelea sabe que contiene, pero ya es tarde para arrepentirse, y hay que seguir luchando con este grupo peculiar de hombres.

Y comenzaron a moverse muchas espadas y algún cuchillio, y la trifulca que el Guadalquivir presenciaba no era sino una bestilidad de sangre y fuerza...

Resumen turno 2:

Diego tomó su espada de nuevo*  y no quería sino clavarle la hoja justiciera en el pecho del chico. Sin embargo, éste, como si de un saltamontes se tratara, saltó hacia un lado, girando su cuerpo, evitando así que le ensartaran y allí acabara su desbaratada vida. Tras ello, Bermudo hizo volar el hacha de sus manos justo hacia el cuerpo del secuaz2, que estaba sin sentido en el suelo. El filo separó en el acto su cabeza de su cuerpo... ¡qué brutalidad!

SECUAZ 2 MUERTO Automáticamente

Acto seguido, movido por el daño a Has, Simón no hizo sino atacar al mismo tipo que hirió al primero. Pareciera como si alguien se lo hubiera anunciado, pues los espadazos del musulmán lograron ser esquivados por el tipejo, que bien que brincaba como para que no le alcanzasen...**. Entonces, fue su momento de responder: ¡¡el secuaz3 le devolvió la jugada a Simón!! Su espada tremenda hirió al musulmán en el brazo izquierdo:

Daño: 2 (+4 de bonus) (-1 de ropas gruesas): 5 puntos de daño.

Durán, por su parte, volvió a intentar probar suerte en eso de las espadas, y quizá lo anterior fue la suerte del principiante (como se suele decir), por lo cual no acertó en esta ocasión. Tras ello, Rui, el landronzuelo, se encaró contra el alguacil Diego para devolverle su intento hostil anterior. Su cuchillo fue clavado por un carrillo y la hoja traspasó un poco su paladar... Acto seguido cayó al suelo desmayado:

Daño: 5 (+1 de bonus) (x2 en cabeza) (-6 por celada): 6 puntos de daños***

Secuaz3 había atacado a Has, había atacado a Simón... ¡y ya era hora que recibiera su merecido! Abid cogió una flecha y la lanzó contra éste, clavándosela en el pecho ¿tal vez en el corazón?*** El tipo se tambaleaba con la saeta incrustada en su pecho...:

Daño: 9 (+5 de bonus) (-2 por Gambesón): 12 puntos de daño

Ahmed, por su parte, quería sacar a Has de todo ese embrollo de flechas, cuchillos y espadas... ¡vaya lió! Sin embargo, como si el tipo hubiera tragado más piedras que el muro de Jerusalem tuviera, no logró moverle... ¡pesaba mucho! Fue entonces que, mientras, otro de los tipejos, secuaz5, se encaró contra Simón para propinarle otro tremendo golpe en el pecho... ¡¡LA HOJA!! ¡¡LA HOJA SE CLAVÓ HORIZONTALMENTE EN EL CORAZÓN!! Simón no pudo sino mirar con los ojos fuera de las cuencas cómo la vida se les escapaba en forma de hilos de sangre procedentes de su corazón.:

Daño: 8 (+1 de bonus) (-1 por Ropas Gruesas): 8 puntos de daño... SIMÓN HA MUERTO.

Secuaz4 tan sólo esquivaba, y entonces, como de la nada, llegó por detrás una especie de sombra encapuchada... ¡Era ese musulmán de la taberna! ¡el tal Yurem!, venía como agazapado, pero corriendo, y como si de un vengador se tratase, se dirigió al que al parecer tenía menos daños (secuaz5, pues el secuaz4 estaba esquivándolo todo) y rodeó cno su brazo, mano y telek al tipo (todo ello en menos de un segundo) para propinarle en el abdomen, desde la retaguardia, dos certeras estocadas vengativas... ¡Y cómo gritaba el fulano!*****:

Daño1: 5 (+3 de bonus) (-2 por Gambesón): 6 puntos de daño

Daño2: 4 (+2 de bonus) (-2 por Gambesón): 4 puntos de daño