Partida Rol por web

Me quedé ne la retaguardia vigilando al mendigo mientras dejaba que se intuyese la punta de mi cuchillo:

-Tu no te vayas demasiado lejos, me parece que te quieren preguntar algo mis compañeros...

Bloqueé su salida hacia la parte trasera.

Alá, que no se me acerque mucho, y menos tenga que perseguirle...

No podía quitar los ojos de la cabeza cercenada del cuerpo, un tajo de espada limpio. El señor Casimiro parecía que tenía sus propios métodos para resolver el misterio del asesinato de Mateo y ya era tarde para intentar ser sigilosos.

Viendo que se inicia el combate, Duran intenta poner terreno de por medio para poder utilizar su honca, al igual que hace Abid.

A buen seguro cualquiera podría decir que la reacción del cruzado dejó boquiabiertos a propios y a ajenos... y, si, también a Zaif. Pero la sorpresa se debió en este caso por un tajo tan bien desarrollado y perfectamente ejecutado pues aquel malnacido alguacil, con sus maneras de jefecillo y sus desmanes ante un compañero de la autoridad como el medio moro se había ganado un odio instantáneo por parte de éste. Y si el impulso del brazo de Zaif hubiese seguido su curso y el entendimiento y la prudencia no lo hubieran frenado... a buen seguro que, si bien no tan espectacularmente, el acero habría hendido igual la carne de aquel malnacido.

- Atrás... ¡ratas! - bramó el medio moro a la vez que desenvainaba en una amalgama de restallidos de vainas.

Diego alzó su cuchillo amenazante y se puso en posición defensiva.

Al que ose atacar a mi hermano o a mi se enfrentará a mi acero. No sois sino escoria atacando a quien es vuestro compañero.

Bermudo agarró con las dos manos su pesada arma y descargó con fuerza el golpe sobre el alguacil que tenía más cercano. El terrible golpe impactó sobre la pierna de su adversario mientras él intentaba esquivar, sin demasiado éxito, los golpes que se le venían encima.

Alguacil2 tomó su espada, dispuesto en mandarla directa a la cabeza de alguno de vosotros. Sin embargo parece que le hacía falta más práctica en aquellos días... Sin embargo, se movía rápido.

Zaif se encaró con un alguacil (3) pero erro la primera estocada del cuchillo de hoja larga que empuñaba.

Algucil 3 y 4 hicieron lo propio, no podían dejar escapar a esos tunantes que bien habían tenido algo que ver con la muerte del jurado, sino... ¿qué hacian alli y porqué habían descabezado al jefe? ¡A las armas!

Diego se lanzó junto a su hermano a atacar al mismo alguacil con su enorme cuchillo,sucio y poco afilado,para que la entrada en el cuerpo de un enemigo fuese más dolorosa. El joven trató además de agarrar y cerrar la boca al alguacil, arriesgando con ello sus posibilidades deesquivar un golpe.

El moro atacó con el hacha al alguacil más cercano.

Tanto el que se decía a sí mismo "El Errante" como el musulmad Abid se alejaron un trecho, por detrás de sus compañeros, no queriendo sino hacer cobertura desde retaguardia, que quizá sus ataques llegaran de improviso hacia los "aventurosos" alguaciles...

Era turno de los alguaciles 1 y 5. Éstos no dudaron en atacar, pero también defenderse de los lances. Ambos fallaron, y tampoco es que fueran muy duchos (al menos en ese momento) esquivando lanzadas y espadazos, pero es que además uno de ellos (A5), cuando izó su espada hacia delante, se cayó de bruces quedando casi besando vuestros pies, y soltó sin querer su espada al suelo...

Resumen Turno 1:

Bermudo*, que bien podría haber dudado o no de la acción de Casimiro López, pareciera que quería hacer más agravio todavía a aquellos que se interpusieran por delante, y con su hacha en sus manos, tal que así que lo hizo. Su impacto fue tan brutal que la hoja del hacha entró por el muslo diestro de Alguacil 1 y le asomó por detrás, impregnando aquel callejón de un tremendo grito de dolor ¡qué barbaridad!:

Daño: 14 puntos (-3 por Gambesón reforzado): 11 puntos de daño --> Secuela: Tendones rotos.

Tras ésto el Alguacil 2 tomó su espada, pero no consiguió acertar a ninguno de los presentes. Acto seguido Zaif intentó clavarle una hoja a otro de ellos, pero no estuvo para nada fino. Tras esto, otros dos alguaciles (3y4) se encararon contra Bermudo (el del tremendo hacha) y Zaif. El mudéjar logró zafarse del embiste, no así "el Justo", que no pudo hacer nada por esquivar el ataque, hiriéndole en el abdomen:

Daño: 7 puntos (-3 por Gambesón reforzado): 3 puntos de daño.

Acto seguido, Diego atacó a la par que su hermano, al Alguacil 3, hiriéndole en el brazo izquierdo con su terciado:

Daño: 5 puntos (-3 por Gambesón reforzado): 2 puntos de daño.

Quisiera Alláh regocijarse al haber engendrado un ser con tanto portento como Nazeh (o quizá y más bien una suerte bárbara), porque parecía agarrar ese hacha que llevaba entre sus manos como un utensilio que jamás hubiera visto, y, sin embargo, hizo estrellarla en la cabeza de Alguacil 1 (¡pobre desdichado!):

Daño: 9 puntos (x2 en cabeza): ¡BIM BAM BÚN! --> Muertísimo.***

La hoja del hacha viajó de arriba a abajo tan verticalmente que cuando impactó en el cráneo éste se abrió como un coco, haciendo ese sonido de resquebrajarse, y la sangre llegó a una y otra pared (las laterales) del callejón (fíjense la fuerza del impacto). La cabeza se partió en dos mitades, y Nazeh tuvo que hacer incluso un poco de "palanca" para sacar su arma de lo que quedaba de sesera...

Parecía que el combate se estaba decantando a nuestro favor, pero necesitabamos que fuese breve. Desde mi nueva posición podría hacer blanco a cualquiera de los alguaciles, era el momento de actuar.

La suerte se estaba poniendo de su lado pero si no terminaban rápido aquel callejón se habría de convertir en un hervidero de curiosos y, tras estos, nuevos alguaciles con el jaleo de la refriega.