Partida Rol por web

Vuelvo entonces la vista al vaquero, de nuevo acompañada de una sincera sonrisa.

- Entonces la pregunta es obvia, Sr. Hardee: donde aprendio a disparar asi? -

Roy ríe suavemente ante la pregunta de Susanna Podría decirle que me enseñó el mismísimo Jesse James, el Príncipe de los Ladrones, o algún otro pistolero legendario que es lo que esperan que diga uno aquí al otro lado del Atlántico, pero no es verdad...

Se lleva un dedo hacia en entrecejo y lo proyecta hacia delante, mientras dice en tono serio Jimmy Blackfox decía que el Gran Espíritu dota a cada hombre con unos dones, que a veces descubre y otras no. El que tiene la visión del águila puede hacer esta clase de cosas...

Da una calada a su cigarillo y añade Dicho en su idioma, Srta Susanna, con la puntería se nace, solamente hay que entrenar, entrenar y practicar y practicar... o al menos es lo que decía Wild Bill, y yo creo que estaba en lo cierto...

Cacé búfalos durante un tiempo, y luego rodé por algunas de las más turbulentas ciudades fronterizas: Dodge, Abilene, Deadwood... hasta que volví a Texas y decidí ponerme al servicio del Ejército y los Rangers para perseguir a los indios hostiles... O sea, que tiempo y ocasiones he tenido para practicar, como ve... termina explicando con una sonrisa

Y ahora mi pregunta, que es muy sencilla. ¿De qué conoce a su amiga, la Srta Darma? Porque son ustedes como el día y la noche...

Con un gesto de aprobación acepto el cigarrillo que me ofrece el americano, lo coloco en mi boca y lo dejo pasearse por mis labios de un lado al otro, no suelo fumar pero simplemente me apetece. Mi mirada se posa en la ventanilla del carruaje y de vez encuando bajo la vista a mis manos encadenadas.

Mi mirada refleja un mar de dudas. ¿Tendría razón Raymond con sus palabras la noche pasada?, ¿Al no haber sido atacado unas horas antes se había roto el poder que ejercía ese ser sobre mí? entonces...¿porqué demonios seguía encadenado?...

Escucho las palabras de mis compañeros de viaje hasta que decido-...Disculpen mi silencio, todavía estoy un poco consternado por lo sucedido. Gracias por el cigarrillo señor Hardee ¿Tiene fuego?...- excusándome por mi silencio.

Por supuesto, amigo! Y disculpe que no se lo haya ofrecido antes... dice Roy encendiendo un fósforo para que George pueda fumar

¿Cómo se encuentra, por cierto? Espero que acabar pronto con esas criaturas le libre de todo peligro dice con absoluta sinceridad

Las carretas se vuelven a detener poco antes de la segunda noche, y última antes de acceder al castillo. Eso lo dice Zhiara cuando todos han montado nuevamente un campamento. Esta vez las carretas son ocultadas en medio de una maraña de árboles de denso follaje.

-No salió bien lo del cebo, no repetiremos nuestro error esta noche.

Dice la gitana y luego señala una catarata cercana, una pequeña.

-Tras esas aguas hay una gruta, pasaremos por allí y nos esconderemos toda la noche en dicho sitio. Son las cinco y hasta las ocho el sol no se pone. Así que el fuego y la comida serán degustadas aquí señores, luego taparemos todos los restos de la fogata y llevaremos nuestras cosas a la gruta, en donde dormiremos en absoluto silencio, aunque el agua de la catarata puede ayudarnos a pasar desapercibidos.

La mujer se saca su capucha y sus límpidos ojos violáceos se vuelven a posar en cada uno de los presentes.

-Es la última noche, luego llegaremos al Castillo y deberemos matar al Conde durante el día... porque si nos tardamos algo más de lo debido -la mujer se santigúa -Dios nos proteja...

Raymond sale del carruaje, como alma que escapa de los demonios, y observa el paisaje.

Se acerca Zhiara, y le comenta:

-¿George ya está fuera de peligro?, ¿o lo tenemos que atar como a un perro esta noche tambien?, ¿en teoria está libre de la maldición, verdad?, no me gustarian sorpresas esta noche, y menos si hemos de dormir en un sitio donde sólo hay una entrada, que es la misma que la salida.

Me bajé despues de Raymond, dejando a la señorita Darma cubierta con mi chaqueta para evitar el frío. No podría negarlo, era un paisaje hermoso, de esos que te inspiran alguna canción. Me estiré un poco y escuché atentamente a las palabras de la Señora Zhiara

Creo que es mas facil llevarlas de una vez ¿no le parece mi señora? - dije tal vez para evitar cargar con tantas cosas despues de comer - no creo que se mojen y así es mas facil cuando tengamos que irnos hacia adentro

Me tapo bien con la chaqueta que Alejandro me deja al tiempo que salgo del carruaje para admirar el hermoso paisaje que se extiende ante nuestros ojos. Parece que estamos de buen humor, pero como siempre, las palabras de Raymond enturbian mi ánimo - Como no se calle estaré encantada de que usted nos sirva de carnaza para esos seres señor Raymond. - le espeto de repente - Deje al señor Knightley tranquilo, ya bastante tiene sin tener que aguantar sus tonterías.

A continuación espero a que se nos indique para empezar a mover fardos dentro de la cueva en la que pasaremos la noche. Esa cueva me parece mejor idea que el lugar a la intemperie de la noche pasada.

Roy, que había estado charlando de forma agradable con la Srta Susanna y también un poco con el taciturno George no puedo evitar enarcar una ceja ante las palabras de Zhiara, mientras ayudaba a descargar el equipaje

Perdón, Srta Zhiara, pero ayer acabamos con una de esas criaturas... ¿o es que tal vez la idea era atraer a la pieza principal? le pregunta, y una vez recibe respuesta añade con una sonrisa

Bien, vayan preparando la cena y comiendo si quieren, que yo llevo tasajo de jabalí y no sería la primera ni la última vez que como en frío. Voy a dar un vistazo al interior de esa gruta y de los alrededores, para conocerlos mejor si hemos de pasar allí la noche...

El cowboy, experto cazador y rastreador, explora con atención primero los alrededores de la gruta, y luego con mucha más atención su interior. Una vez dentro mira con ojos avezados buscando campos de fuego y líneas de tiro, y desde dónde puede acercarse al lugar un enemigo.

Una vez termina, se reúne con el resto junto al fuego

Es un buen lugar, fácilmente defendible. Y el enemigo que se nos intente acercar se recortará contra la luz de la luna y las estrellas, por lo que será un blanco fácil... y tenemos la ventaja de que el agua y la humedad impiden que cualquier esbirro humano del ese conde intentara hacernos salir ahumándonos... dice con una sonrisa tranquila, la del hombre acostumbrado a situaciones similares

Desde luego habrá que hacer guardias, y borrar nuestras huellas una vez entremos. Aunque por la noche son difíciles de ver y más en este terreno, un experto podría notar algo raro y descubrir nuestro paradero... le dice a Van Helsing, añadiendo Espero que entre el equipaje haya al menos una linterna sorda, o si no habrá que desmontar una de los carruajes, para tenerla tapada y lista para hacer luz si hiciera falta...

Y probando la cena, afirma con una sonrisa de completa satisfacción Mis felicitaciones a quien la haya hecho. Mil veces mejor que el rancho del ejército cuando sales en campaña...

El paraje escojido para acampar y pernoctar parece sacado de los relatos de Abu abd-Allah. Un estanque idilico bañado por la luz de la luna en el que ahora mismo solo falta la figura del principe...

- Tal vez en esta nuestra historia el Principe sea el de las Tinieblas... -

Me acerco al fuego y observo detenidamente la obra ensayada del tejano asegurando con precision militar nuestras posiciones. Ciertamente su presencia entre nosotros, en particular desde su actuacion la pasada noche, me genera cierto grado de seguridad, aun cuando la perspectiva del enemigo al que nos enfrentamos es tan desalentadora.

Tras recapacitar sobre nuestra situacion, dirijo mis dudas al respecto hacia la gitana:

- Entonces, Zhiara, el plan para esta noche es escondernos en una caverna sin salida como conejos a la espera de que el zorro se la pase por alto? - Hago una pausa para dejar calar mi cinismo esceptico y pregunto con un tono mas calmado, esperando respuesta tanto de ella como del Doctor.

- Diganme, cuantas de estas criaturas creen que existen? - La obscena pero a la vez tentadora idea de la inmortalidad y su bella imperturbabilidad revolotea por mi mente como una sombra que acecha mi alma humana.

Fueron mudando sus cosas a la caverna y Zhiara contestó amablemente todas las preguntas.

-No, señor Raymond. Me temo que no está fuera de la maldición. La única forma de hacer eso es si matamos a la causante de dicho efecto, y es la vampira pelirroja. De manera que deberá seguir durmiendo con las cadenas, señor Knightley, lo siento en el alma por eso.

También contesta a lo que Roy dice sobre la carnada.

-La idea era alejarlos del peligro solamente. Nunca hubiera imaginado a otra de las consortes cerca. No... eso me desorientó.

Susanna también hizo preguntas que merecían respuesta.

-No sabemos cuántos seres son, Susanna. Pero suponemos que cientos alrededor del mundo... sí, sé que da escalofríos la idea. Pero eso suponemos, sino más. La idea igual es acabar con el Conde puesto que creemos que fue el primero, el primer ser. El primer vampiro.

La gitana suspira, se vuelve a poner la capucha y espera que todos ingresen a la caverna.

-Muerto el perro... se va la rabia, o eso dicen.

Por último habló del plan.

-El plan es que el zorro pase sin darse cuenta de que estamos aquí. Lo que necesitamos, de verdad, es poder llegar al Castillo a la mañana... eso es lo que necesitamos.

Lamento pues no haberle dado al monstruo adecuado, Mr Knightley. Pero no desespere, que la próxima vez ya sabré a quién apuntar dice el tejano terminando su cena

Aunque si matando a su líder, como dice la Srta Zhiara, los demás dejan de ser una amenaza, pues está claro. Tan pronto tengamos oportunidad acabaremos con ese conde añade con convicción Roy

El cowboy se queda el último para borrar cualquier posible huella que hayan dejado y que indique que se encuentran en la caverna y, acto seguido, se estira en un lugar que ya había escogido anteriormente. Desde allí cubre completamente la entrada a la gruta por lo que si algún enemigo intenta entrar, será un blanco fácil.

Habrá que hacer guardias pese a todo, creo yo... por lo que si nadie la quiere, yo me pido la de enmedio. Estoy acostumbrado a este tipo de situaciones y, para quien no lo esté, puede ser la más cansina

Repasa sus armas, dejando su rifle al lado y a mano, y se cubre con su manta de viaje y su sombrero, como hizo la noche pasada. Y unos minutos después, Roy está durmiendo sin problema alguno...

Las palabras de Zhiara me caen como un jarro de agua fría. Así que no ha sido tan "fácil". Intento reponerme rápidamente y tras mirar unos segundos las cadenas y hacer una mueca de desagrado me incorporo.

-No se preocupe señor Hardee, estoy convencido de ello.- Súbitamente me invade un extraño sentimiento. La necesidad de que ha llegado el momento de justificar mi presencia en tan variopinto grupo. La necesidad de sentirme útil, de no ser una simple carga. Y solo encuentro una manera de hacerlo.

-Señor Hardee, me ha impresonado su habilidad con el rifle... ¿Sería capaz de diparar a un blanco desde la distancia suficiente para que éste no le detecte? Si se digna a volver esta noche, vendrá a por mí y me tendrá... No dispondría de mucho tiempo para realizar el disparo y si aún así no acabase con ella me se de alguien que siempre está dispuesto a realizar un desgaste de adrenalina y testosterona- Exclamo con una sonrisa mirando a Raymond.

Observando el abujero en el que estabamos metidos, me acerco a George, y le comento:

-Tu no te preocupes, campeón, que si no te comió ayer la loba, hoy no te comerá, ¿dónde prefieres la cena, en un comedero o en un plato?. Ya creia que te habia esquivado la maldición, pero al parecer te vamos a tener que atar otra vez, y si chillas, te pondremos un bozal precioso.

Le doy un golpe en la espalda para darle animos.

-Si eres el reclamo perfecto para la caceria, mejor que las chicas y todo.

Me giro hacia Roy, y le comento.

-Ya hago yo la primera guardia, hoy no tengo mucho sueño, he venido todo el camno durmiendo.

Roy sonríe ante la pregunta de George, mientras acaricia su 1874 Sharps Buffalo Rifle Con esta belleza soy capaz de darle a un blanco en movimiento a unas 1.000 yardas, tal vez un poco más si hay suerte...

El problema es que para acabar con esas criaturas se necesitan unas balas especiales que solamente he podido fabricar, tras que el Dr Van Helsing me lo contara, para mi revolver.

Modificar de esa manera una bala de rifle es tarea de armero, o de paciencia y teniendo herramientas de precisión de las que carecemos...

Pero sacando su revolver de la funda hace un par de florituras con él y añade sonriente Pero tranquilo, amigo mío, que llevo éste cargado para solventar su problema. Y, como habrá visto, no es que sea malo manejándolo...

Recogí mi cabello en una cola y dejé mis pocas cosas a un lado en la cueva. Saqué el mazo de cartas y me puse a barajarlas mientras escuchaba a los otros hablar.

El sonido de la cascada me relajaba, pero temía el confiar en que no nos escucharian o nos olerían; esas bestias son muuy hábiles y ya nos habían conseguido una vez... - Bueno, en estos momentos es que diría que un buen trago de ron sería lo mejor para el frío

Tomé la chaqueta y se la di a Darma - mejor cúbrase, trate de dormir un rato que yo acompaño al vaquero en su vigilia - Tomé la pistola y la puse en el cinto mientras seguía barajando - Linda noche para dormir a la interperie no?

Comenzó la noche y todos estaban escondidos en la caverna. Nadie se había dormido aún aunque se habían repartido una serie de guardias y eso. Los nervios y la ansiedad primaban sobre las ganas de dormir así que, cuando se vio la bruma, todos estaban despiertos.

Llegó cubriendo al bosque, helando todo a su paso, o al menos haciendo que el suelo y los troncos de los árboles así como los arbustos se enfriasen bastante.

Era una densa niebla, un vapor azulino que no predecía nada bueno. 

Todos se mantenian callados. Era extraño estar encerrado y no decir nada; sobre todo cuando era yo de los que no dejaba de hablar. Me levanté del piso, donde estaba sentado, para estirarme y estirar el cuello. Sentía algo de frío pero era por andar inmovil durante tanto rato. Me soné las muñecas y los nudillos.

Se veía hermosa la noche; tal vez era una locura pero me gustaba el sitio. Quedaría genial un castillo con esa vista. Metí mis manos en los bolsillos y me volví a sentar en el suelo, mientras esperaba a ver si alguien decía algo...

Roy había estado en una duermevela tensa, como hacía años que no le ocurría. Por eso enseguida notó la llegada de la niebla y cuando abrió los ojos comprendió que aquello no era algo muy normal...

Había visto y vivido mil cosas extrañas durante su vida, pero en los últimos días los sucesos extraordinarios parecían agolparse uno detrás de otro.

Sin embargo, aquello, lejos de asustarle o preocuparle hizo que sus músculos y su mente se relajaran por fin tras la tensión de horas anteriores, como el cazador que, tras esperar a la presa termina por olerla y escucharla...

Era momento de que los instintos del cazador surgieran de nuevo a la superficie, y el cowboy les dio la bienvenida con una sonrisa tranquila, mientras de forma rutinaria repasaba sus armas y la munición...