Partida Rol por web

El Advenimiento

Capitulo IV

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07/03/2014, 03:22
"Alegre" Voki

Alegre escupió en el suelo y levantó la mirada.

—Eran demasiados pieles verdes y han hecho un revoltijo. Va a haber que moverse un poco más para distinguir la dirección de las huellas.

Comenzó a caminar hacia el sur, sin despegar la vista del suelo, intentando descifrar algún patrón de dirección en las huellas que ya se estaba disolviendo junto con la nieve. En realidad aquello no le preocupaba demasiado. Lo importante era que los pieles verdes se habían marchado. Hacia dónde se habían ido era sólo una cuestión de satisfacer la curiosidad. La rutina y lo conocido eran cosas que Alegre disfrutaba, aún hablando de cosas desagradables y letales, como los pieles verdes. Si había algo en lo que se podía confiar era en la manera de ser de los pieles verdes. Eso nunca cambiaba. Al menos no lo había hecho hasta ahora. Eso lo ponía intranquilo.  

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07/03/2014, 19:26

La decena de guardas que os acompaña bajo el mando de una especie de sargento, es difícil saberlo por que no van uniformados, se muestran un tanto intranquilos y eso que hace tiempo que han dejado atrás la juventud y esta claro que han participado en mas de una batalla. Abandonar la zona talada y introducirse entre los diferentes abetos, por muy dispersos que estén estos, significa perder de vista la muralla y lo mas importante, que la colonia les pierde de vista a ellos. El riesgo es importante.

Solo el Guerrero Sagrado, ahora vestido con su Armadura bendecida por Ihvist, con la cual muestra un aspecto mucho mas heroico, y la pequeña Pazzo, curiosamente mucho mas tranquila o por decirlo de otra manera, no tan asustadiza, iban sobre monturas.

  - Creo que no nos quedará otro remedio que alejarnos un poco mas si queremos saber donde se han ido esas bestias - Dice Gareth mirando a los guardias - Aunque si preferís volver a la colonia con el estandarte tampoco veo problema.

Estos un tanto avergonzados y sin mirarse unos a los otros y menos a Gareth, deciden continuar.

 

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07/03/2014, 23:27
Phey Stern

Sigamos. No basta con saber que se han ido, tenemos también que asegurarnos de que no están reagrupándose en algún otro lugar para atacarnos. Además, aún hay un pequeño grupo de exploradores que no volvió a la colonia.

Clavó los ojos en Voki. Estaba resultando ser un rastreador pésimo. ¡Los orcos tenían Graunts! ¡Graunts! ¿Cuánto tiempo se piensa su ilustrísimo guía seguir rastreando para determinar la dirección en la que se mueven dos gigantescos pies como barcas de grandes?

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09/03/2014, 09:24

El frío suelo sigue siendo un autentico caos de pisadas. Da la impresión de que las diferentes tribus de pieles verdes llegaron y se marcharon por decenas de sitios distintos. Lo cierto es que para ser capaz de sacar algo en limpio de todo aquello uno debería ser un maldito adivino.

Abandonando la zona talada frente a las murallas de la colonia os movéis in silencio durante unos 20 minutos, decidiendo que ruta tomar. Ahora parece mas claro que las diferentes tribus vinieron en su mayoría desde el Norte, rodeando la gran montaña que arropa a la colonia (la puerta de la muralla de la colonia da al sur)

Es entonces cuando empezáis a escuchar un sonido proveniente del noreste... al principio apenas un murmullo, pero según van pasando los segundos, el sonido se va haciendo mas y mas fuerte... como el que hacen miles de pisadas y el rozar del acero contra el acero... y parece que viene en vuestra dirección.

Los guardias se miran unos a otros nerviosos...

Notas de juego

Espero que toméis una decisión acertada. si no, bueno pues eso...

Keloa, tu tambien saber rastrear (la tienes como dote)

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09/03/2014, 11:56
Udokal

Por mucho que miraba al suelo Udokal no conseguía sacar nada en claro. Tan solo descubrió que la mayoría de las tribus parecían haber venido del norte, pero eso ya lo sabía, les habían estado persiguiendo durante varios días hasta que consiguieron distanciarlos demasiado, aunque lo más extraño era que parecían haberse vuelto cada una por su lado también y eso no tenía ningún sentido para Udokal. ¿Los pieles verdes habían llegado hasta allí, se habían parado frente a la colonia y luego se habían vuelto? No podía ser. Siguió alejándose de la explanada en la dirección que indicaban la mayoría de las huellas hasta que le pareció escuchar algo. Se detuvo e hizo claros gestos para que los demás hicieran lo mismo llevándose el dedo índice a los labios para que mantuvieran silencio. Lo que al principio tan solo era un murmullo lejano pronto se convirtió en el inequívoco sonido de pisadas y acero chocando.

¿Primero se marchan y ahora vuelven?

Todo parecía un sin sentido, pero desde hacía tiempo el mundo de Udokal parecía haber perdido la normalidad completamente y ya no sabía a que atenerse. Se giró hacia el resto y les hizo claros gestos para que retrocedieran, aunque él permaneció en el sitio sin dejar claro si no quería ser el primero en retroceder o se iba a quedar allí hasta averiguar lo que se les venía encima.

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09/03/2014, 13:20
Phey Stern

Pazzo, Gareth... explicadles a los Oshar que no vamos a pelear todavía, por favor. Dejemos que vuelvan a su campamento. Nos saldremos del sendero de pisadas y daremos un buen rodeo para evitarles. Tengo curiosidad por ver el lugar en el que pasaron esta noche, y así averiguar de una vez por todas lo que está ocurriendo.

Descendió de Brisa. No le importaba que la pequeña Pazzo siguiese en su caballo, pero el cruzado de Ihvist era demasiado alto sobre su montura de guerra. Demasiado visible, y no era momento para llamar la atención. Tomó las bridas de su caballo para guiarlo cuando llegase el momento de caminar a su lado.

¿Izquierda o derecha, Voki?

Phey estaba desubicado después de tanta vuelta. No le hacía gracia quedar entre un ejército de pieles verdes y las inaccesibles montañas que rodeaban Zhurant, pero Voki seguro que tendría otros criterios más prácticos como la dirección del viento. Era el guía quién debía tomar esa decisión.

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11/03/2014, 04:28
"Alegre" Voki

Alegre sacudió la cabeza, confundido.

—No lo sé. Parece que no se fueron todos en la misma dirección. Es como si se hubiesen dispersado. Nada de esto tiene sentido, pero ahora eso es lo de menos.

Sacudió los brazos, para llamar la atención a los que estaban a su alrededor.

—¡Escuchad todos! ¡Viene una fuerza desde el noroeste! ¡Hay que volver a la ciudad! ¡Moved el culo!

A continuación se encaminó de regreso, con paso decidido, sin correr, pero más rápido de lo habitual. Pero qué cagada. ¿Cómo cuántos ejércitos de pieles verdes les iban a visitar este invierno?

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11/03/2014, 04:33

Los soldados escucharon primero las instrucciones del guerrero sagrado y después las del despreciable Voki (despreciable por que algunos ya te conocen...) por una vez, parecían estar de acuerdo con este último, desde luego se les veía con ganas de salir de allí corriendo. Aun así, sus miradas se dirigieron hacia los Alhyon y los O´Shar a ver que hacian estos.

Notas de juego

Por cierto.. el sonido de rozar del metal (es propio de armaduras metalicas...)

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11/03/2014, 05:59
Udokal

Parecía que el resto también se había dado cuenta. Voki pareció advertir a todos en su idioma y él mismo se dio media vuelta dirigiéndose hacia la colonia. Los soldados estaban deseando hacer lo mismo pero sin embargo no se movieron del sitio, todos parecían mirar hacia Gareht y sus amigos y también hacia Keloa y él. Intercambió una fugaz mirada con Keloa que tampoco se había movido. Estaba decidido a quedarse allí, no pensaba retroceder si no lo hacían todos, así que le preguntó a Gareth que querían hacer, mientras los sonidos seguían acercándose aún mas. Lo extraño es que sonaba como lo hacían Aeryn, Phey y otros humanos que portaban esas pieles metálicas que los protegían durante la batalla pero en proporciones enormes, Udokal nunca había visto a los pieles verdes vestidos así, aunque últimamente no podía presumir de conocer muy bien las costumbres de estos después de todo lo que había visto y vivido.

-Se acercan. ¿Que quieres hacer? Preguntó al Alhyon pues parecía que los soldados harían lo que el hiciera. Puedo adelantarme y mirar cuantos son, aunque parecen muchos por el ruido que hacen.

Al fin y al cabo habían salido con el propósito de encontrar a los pieles verdes y no lo habían hecho, marcharse ahora sería volver con las manos vacías, aunque prevenir a la colonia de un posible ataque también sería necesario. En todo caso Pazzo y Phey podrían acercarse muy rápido con sus monturas en cualquier momento y Udokal estaba seguro que podría correr más rápido que los que iban a pie con la excepción de Keloa.

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11/03/2014, 06:21
Gareth

Gareth te mira algo indeciso...

- Sin son Pieles Verdes no es bueno quedarse por aquí, según me han contado sus bestias de caza nos olerían a kilómetros. Esta claro que son muchos... pero ¿Pieles Verdes con armaduras metálicas? nunca he visto alguno, pero por lo que se apenas si llevan unos harapos o pieles... - dice esta vez señalando a vuestras armaduras - Tal vez sea algun regimiento enviado por un Reino del Sur... aunque vienen desde el norte... La verdad, no sabria decir cual es la mejor decisión - Ves que sigue dudando y con ello, el tiempo pasa

- Si son enemigos estamos en un aprieto... si son aliados.. bueno... 

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11/03/2014, 08:28
Udokal

Gareth tenía razón, si se trataba de pieles verdes sus bestias de caza los habrían alcanzado ya, o lo harían en poco tiempo, Udokal sabía de lo que eran capaces y lo difícil que era darles esquinazo. Ni Keloa ni él lo habían conseguido a pesar de todo lo que habían hecho para poner tierra de por medio y ocultar su rastro y eso que en su escape les llevaban mucha más ventaja. Asintió a las palabras de Gareth y comprendió las dudas que lo acechaban, pero al contrario que el resto Udokal parecía cada vez más firme y decidido.

-Supongo que solo hay una forma de averiguarlo. Se dio la vuelta y comenzó a dirigirse hacia la dirección de donde provenía el ejército, tan solo se detuvo cuando llegó a la altura de Keloa. Llévalos a la colonia, si son enemigos intentaré alcanzaros. Si algo sale mal uno de los dos debe sobrevivir y contar lo sucedido al resto de clanes O'Shar, nuestra tribu debe ser vengada.

Sus palabras no pretendían ser una orden para ella, no impediría que la lancera tomara su decisión libremente, pero si aquello salía mal no quería que se viera envuelta en otra de sus estúpidas ideas, si ella sobrevivía la memoria de su clan no se perdería y la venganza llegaría tarde o temprano.
Tras mirar a los ojos a la lancera le sonrió indicándole que estaría de acuerdo con la decisión que ella tomara y siguió caminando hacia el origen del ruido.

- Tiradas (2)
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11/03/2014, 19:56
Pazzo-Bialy Stehlen

- Si no viste mis armas, Udokal, está bien. Espero que nadie las veas y si me hace falta usarlas, que pueda sorprender al enemigo. En realidad esperaba no usar nunca sus armas, pero eso era casi imposible. Dio unas vueltas con su caballo, pero no sabía en qué dirección ir. Además, tu cuchillo es como una espada en mis manos, no tengo fuerza para usarlo.

Entre su ir y venir, sin éxito alguno de saber hacía donde, un suave sonido llegó a sus oídos. Paró a su caballo en seco para escuchar mejor. Miró a su alrededor y parecía que no era la única que había percibido algo. Poco a poco el sonido se empezó a oír con más facilidad. La piel de la pequeña Pazzo se parecía cada vez más a la de una gallina desplumada. El valor que hace unos momentos tenía, ha desaparecido por completo. Tardó un poco más de lo habitual en reaccionar. No le dio tiempo transmitir el mensaje de Phey antes de que el grandullón saliera en dirección al ruido, para mirar lo que estaba pasando.

Sus ojos se movían de uno a otro y maldice de nuevo la decisión que tomó. De haberse quedado en la colonia, de haber seguido su plan y salir corriendo hacía el sur... Ya era tarde, ya decidió ser de confianza o morir en el intento.

- ¿Cómo va a saber Udokal que tipo de gente es la que se aproxima? El pelirrojo no había salido de su pueblo. Además, era bastante difícil para él pasar desapercibido. Seguro que los que vienen no son nada bueno, hicieron correr a los pieles verdes. Suspiró y cerró los ojos por un instante. Llevó su montura cerca de Phey y, con un gesto maternal se agachó hacía él para darle un beso en la frente. Era una despedida o un "hasta ahorra", dependía de lo que el futuro próximo le aguardaba.

Con unos simples gestos, un pequeño golpe en los costados y una sacudida de las riendas, el caballo que la Naiss llevaba empezó a correr como el viento. En poco tiempo, casi nada, alcanzó a Udokal.

- Estáte quieto, grandullón, yo me acercaré. A ti te van a ver de lejos, a mí no. Se bajó del caballo y le dejó las riendas al pelirrojo. Se acercó lo más que pudo y casi sin respirar.

- Tiradas (2)
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11/03/2014, 20:56

Notas de juego

Otra que va a morir...

Esperare por el pos de Elmekia.

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12/03/2014, 06:23
Phey Stern

El guía de nuevo perdido. La verdad es que Phey ni siquiera sabía para qué le habían traído, y cada vez estaba más claro que si llegaron a encontrar la colonia en su viaje desde el sur fue de puro milagro. Entonces sintió en la frente esos labios agrietados por el frío.

Pazzo, no vas a hacerlo. Los civiles estáis como meros observadores. No voy a permitírtelo. Chst. Pazzo. ¡Pazzo, vuelve! ¡Pazzo!

Iiiiiih... ¿Podrías hacerme caso por una vez en tu vida?

Miró a los milicianos, con su autoridad recién socavada por una Naiss flacucha. Dudaban entre el rodeo y la media vuelta. O no dudaban, tan solo esperaban una palabra.

Vosotros no habéis traído caballos. Lo mejor es que volváis ya a la colonia. Yo me quedaré aquí a esperarles. Y si ese ruido metálico pertenece a las bardas de escamas propio de los caballos de guerra, haré que me persigan para daros tiempo a volver tras los muros.

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12/03/2014, 06:58

Pazzo sale disparada, al galope...

Notas de juego

Si alguien intenta detenerla, tendra que salir detras de ella.

Esperare por el pos de Elmekia, despues de eso continuare.

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12/03/2014, 13:03
Keloa

Desde el lugar donde había estado el campamento de pieles verdes, Keloa se agacha apoyando una rodilla en el suelo de vez en cuando, sin importarle el frío o la humedad. Observaba detenidamente el suelo, tal y como podía hacer Voki, intentando rastrear hacia dónde habían ido.

Asiente a las palabras del explorador, pero no dice nada, pues no encuentra necesidad. Está de acuerdo con él. Está mirando el suelo cuando llega hasta sus oídos lo que al parecer, escuchan todos los demás. Se pone en pie y da un paso para colocarse junto a Udokal.

No era un sonido propio de pieles verdes, pero... Su comportamiento en las últimas semanas tampoco lo había sido.

Eleva la mirada hacia Udokal cuando se coloca frente a ella. Antes de que él pronuncie una palabra, ya sabía lo que el guerrero estaba pensando. En un primer momento asiente a sus palabras, y dejando escapar un casi inaudible suspiro, responde a su sonrisa con otra que casi parece cálida. Aunque algo cambia... En cuanto ve como él se da la vuelta, la pelirroja empieza a pensar, buscando una excusa para que el guerrero no vaya.

Si tiene que sobrevivir uno de los dos, debería ser yo quien vaya. El sigilo nunca fue algo que se le diera bien... Aunque con estas pieles probablemente yo fuera un blanco más fácil que él, Udokal no tiene porqué saberlo. -Cuando finalmente encuentra algo, avanza un paso más para intentar detenerlo.

Pero en ese instante, ocurre algo que la sorprende. Algo que jamás se le habría pasado por la mente. Pazzo hace exactamente lo que ella estaba a punto de hacer. Sale corriendo tras ella y alcanza a Udokal, colocando una de sus manos en el brazo de él para detenerlo si pretendía ir detrás de ella.

- Tiene razón. A ella no la van a descubrir. Y tú podrías ponerla en peligro. Lo sabes tan bien como yo. -Se queda buscando la mirada de él con la suya durante un momento. La sostiene un instante y se siente tentada a hacer algo que hacía unos minutos le había pedido a él que no hiciera. Se siente tentada a pedirle que no fuera a una posible batalla. Pero no lo hace. Ni deja que su mirada exprese nada de esto.

Enseguida mira a Pazzo.

- Ve con cuidado. Te esperamos aquí. -Su voz suena menos cortante que de costumbre. La opinión de la pelirroja hacia la pequeña mujer, acababa de cambiar por completo.

Notas de juego

Perdón perdón perdón >.<

Sé que no es excusa, pero me tienen frita mis obligaciones con la web... v_v

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12/03/2014, 13:45

Veis como Pazzo se aleja rápidamente. Los guardias, que no quieren que los toméis por unos cobardes, deciden quedarse con vosotros, aunque se les ve claramente nerviosos, mirando en todas las direcciones y con las armas preparadas (Ballestas, si bien también portan espadas.)

A algunos de vosotros se os pasa por la cabeza que no la volveréis a ver... al final y al cabo no es una ladronzuela, y que mejor momento para escapar de los problemas que este...

Notas de juego

Solo recordaros que cuando escucháis el sonido ya os habíais alejado algo de la zona talada (estais a 15 minutos andando)

A partir de ahora no marqueis tampoco a Pazzo en vuestros post.

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12/03/2014, 13:51

Sales corriendo dejando atrás a tus recientes compañeros... en parte es una autentica locura lo que estas haciendo, si bien, ahora que te encuentras sola, quien te impide cambiar de dirección y alejarte de la colonia y con ello recuperar tu libertad...

No tardas mucho tiempo en detener, pues el sonido de cientos, miles de pisadas se hace cada vez mas fuerte y este claro que estas muy cerca.

Buscando un buen sitio donde observar y no ser vista, no pasan mas de 2 minutos cuando empiezas a ver las primeras lineas de un enorme ejercito que dista mucho de ser de pieles verdes.

De aspecto humano, cientos y cientos de guerreros (posiblemente miles, pues es imposible saber donde acaba el ejercito) avanzan lentamente en tu dirección, intentando mantener cierta formación, aunque la gran cantidad de arboles hace de esto último una misión imposible.

Parecen llevar pesadas armaduras debajo de espesas capas de pieles que los protegen del frío. Un escalofrío te recorre el cuerpo al observarlos... tienes la clara sensación de que no son precisamente amistosos, en especial cuando observar sus tétricos y sangrientos estandartes... uno de ellos, igual que el que dejaron los pieles verdes frente a la colonia...

Es entonces cuando varios jinetes entran en tu campo de visión... las monturas son una especie de enormes lagartos que caminan sobre sus cuartos traseros... uno de ellos gira su cabeza, de al menos un metro de largo, hacia tu dirección y abre sus fauces mostrando unos enormes dientes afilados...  

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12/03/2014, 18:25
Udokal

Sorprendido por la reacción de Pazzo cogió las riendas del caballo sin saber bien que hacer. Miró hacia atrás para comprobar si el resto estaba de acuerdo con aquella decisión y nadie parecía querer impedir que la pequeña mujer se adelantara a explorar.

Vaya, parece que dentro de ese pequeño cuerpo se encuentra toda una exploradora.

Udokal estaba acostumbrado a dejar que las mujeres de su tribu fueran las que rastrearan, parecía que aunque no las dejaban luchar, en las otras tribus si podían explorar. Aunque su atuendo verde no disimulaba mucho en la nieve, sería mejor que fuera por la vegetación y los árboles. Miró como se alejaba y cuando la perdió de vista se dirigió hacia Gareht y le cedió las riendas del caballo de Pazzo.

-Toma, yo no se que hacer con esta bestia.

La dejó al cargo del guerrero y después volvió al frente junto a Keloa, se apostó detrás de un tronco de árbol que disimulaba parcialmente su cuerpo.

-Seguro que vuelve, debe ser una gran exploradora si todos han dejado que fuera. Udokal se concentró mirando y sobre todo escuchando cualquier sonido que rompiera con lo que habían estado escuchando hasta aquel momento. Si tiene problemas iré a por ella.

Si la descubrían, Pazzo no tenía ninguna posibilidad de salir viva, ni llevaba armas, o al menos Udokal no las había visto por mucho que ella dijera que si, ni sus pequeñas y cortas piernas la iban a permitir correr demasiado rápido. Se quedó en tensión dispuesto a salir disparado ante la primera señal de problemas.

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12/03/2014, 19:03
Pazzo-Bialy Stehlen
Sólo para el director

El vapor salía de su boca al mismo tiempo que salía de la de su caballo. La capucha se le había caído y el pelo empezaba a soltarse. Ahora no tenía tiempo de arreglar su aspecto, ahorra solo pensaba en una cosa, sobrevivir.

Podías haberlo besado en la boca, no en la frente, pensó en cuando bajó de su montura. O incluso deberías haberle enseñado como hace el amor una mujer, seguro que dejaría de pensar en Voki. ¿En serio? ¿Estos van a ser mis pensamientos antes de morir? ¿Por qué no? Estoy aquí por su culpa... o por su merito... o por tonta. ¡Sí! Estoy aquí por tonta, eso hay que dejarlo claro... O podía haberle metido en un matorral y... ¡Deja de pensar en eso! Bien, veamos la cara al que acabará con mi vida, al menos.

Completamente agachada y gracias a su baja estatura, Pazzo se acercó todo lo que pudo a aquel ruido metálico. El corazón le latía con tanta fuerza que temía que podía ser escuchado por quien sea que venía del norte. Se escondía detrás de los arboles y, en cuanto pensaba que ya estaba lista para morir, echaba un fugaz vistazo. Al final se quedó quieta, igual que su corazón. Empezó a ver a la cantidad de cucharas en el cazo que se escuchaban desde lejos y no, no son cucharas, son soldados. Al parecer no es gente con quien le gustaría tomar una jarra de grog o una sopa caliente. Más bien sería un aperitivo para sus... ¿Por Ihvist, qué es eso? Su boca se abrió lentamente mientras miraba a las “monturas” que tenían sus nuevos “amigos”. Y no era la única que miraba, el bicho la miraba a ella.

¡No!¡No!¡No!¡No!¡Nooo! ¡No te muevas, no respires, no parpadeas, no hagas nada! Se dijo a sí misma en su mente. Se quedó como una estatua hasta que la horrible... lo que sea eso, dejó de chillar en su dirección. Una peste a lo que fue su última comida llegó hasta donde estaba ella. En cuanto acabó de enseñarle su preciosa dentadura, se tiró al suelo como si hubiera muerto. Empezó a arrastrarse y a gatear lo más rápido y silenciosamente que pudo en dirección a su montura.

- Tiradas (1)