Partida Rol por web

No encuentras ningún peligro en la puerta, y en principio no tiene cerradura u otro mecanismo de cierre que pueda estar echado desde este lado.

Eso si, incluso desde este lado puedes oler la peste de los hombres rata, unida a algo aún peor, más putrefacto, sin embargo no escuchas nada al pegar la oreja a la madera.

- [i]Aquí hay más ratas, o quizás algo peor que las ratas, el pestazo es terrible[/b] -Susurra Balbo a sus compañeros.

- Cubramos la puerta de arriba mientras Balbo examina la de enfrente.

Balbo examina la última puerta, pero al igual que la anterior, ni parece cerrada ni suponer ningún peligro.

Eso sí, a diferencia de la del norte, esta vez no es capaz de percibir nada que pueda indicarle lo que os espera al otro lado...

Sin duda creo que deberíamos ir por aquella puerta, por lo menos no da peste a rata dice arrugando la nariz y con un tono un tanto pedante se me está quedando pegado el olor a rata en las ropas

- Por lo menos en la peste sabemos qué nos vamos a encontrar, jajaja

- Yo trataría de acabar con las ratas, no vaya a ser que nos cazen por la espalda luego.

A pesar de los refunfuños del mago, Balbo se dirige a la puerta del norte seguido por los demás y la abre sin ningún problema... excepto porque al otro lado parece estar esperandoos una criatura mitad rata y mitad... no estais muy seguros, pero os recuerda al cuerpo retorcido de un demonio, tan deformado que casi duele mirarlo.

Su cuerpo está cubierto de protuberancias semejantes a cuernos, incluso en la cola, sus garras son largas y afiladas, y de las fauces le gotea un líquido oscuro y nauseabundo.

- Mierda -gritó Balbo, aterrado- Hay un demonio aquí delante.

Me dirijo corriendo hacia la criatura, gritando- ¡Que la cólera de mi Señora Caiga sobre tí, infecta criatura!

La maza del dracónido rebota inútilmente contra las protuberancias del demonio, que le mira molesto y abre sus fauces por completo para soltar una bocanada de fuego que coge por sorpresa a sus enemigos...

Tanto Duhark como Balbo sienten las quemaduras en su cuerpo, y lo que es peor, parece que la cercanía de la criatura les provoca un dolor de cabeza dificil de soportar, algo que les hace sentir deseos de alejarse de la bestia y salir corriendo de allí.

En esos momentos escuchais una puerta abrirse, y por la otra salida de la habitación se acerca un grupo de hombres rata armados con lanzas, que sin embargo se mantienen a distancia, como si temieran al demonio... o al menos acercarse demasiado.