Partida Rol por web

Mientras esta se le ensancho la sonrisa, las otras se cruzaron de brazos fingiendo un enfado. poniendo morritos y mirando a Wyla con los ojos entecerrados.

Se acerco a Kiara y este paso su lengua desde el pecho hasta su frente.

lo cual provoco la risa de esta.

¡me encanta!- lo abrazo como si se tratara de un gran peluche...

luego se subio a su lomo y le agarro las orejas- ¡Cuando quieras!- Sonreia sin parar.

Kiara, tenia los ojos grandes de felicidad y se levanto para ponerse al lado de Nienna.

Sonreí a los dos. Que adorables se los veía.

- De las orejitas no, mi cielo, del pelaje del cuello o la cruz...que le puedes hacer daño...Sonreí Vamos a la calle, que podamos correr un poco, ¿te parece?

Le agarro del cuello, no sin antes darle un besito en la cabeza.

Jooooooooooooooooooooo yo quiero uno para miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii- Su cara era una mascara de felicidad y la de Kiara un poema, parecia de lo mas manso con la pequeña.

Acerco su morro al dorso de tu mano y la lamio como diciendote

¿Nos vamos?

- Vamos.

Dije al final. Me acerqué a la puerta y la abrí para que pasasen los dos elementos. Una vez fuera me monté con Wyla, sujetándola a la vez que me sujetaba yo.

- Así Kiara sabrá qué es exactamente lo que quiero...no se cómo lo hace, pero es como si me leyese la mente una vez estoy en su lomo...

Una vez la puerta se cierra, y aprovechando la cercanía de nosotras dos, pego más mi cuerpo al de la mediana.

- ¿Has dormido bien cielo?

salisteis a la calle y la gente os miraba con sorpresa. pero ya estabas acostumbrada y tu te concentraste en Wyla.

Se acomodo en tu pecho y la oiste suspirar. Sentias que se acoplaba a tu cuerpo como si fuerais dos piezas de un puzzle. Su olor te embriagaba y su contacto te encantaba.

Se volvio hacia ti, con los ojos cargados de deseo y un ligero rubor en sus mejillas. Sus pequeños labios rosados brillaban entreabiertos.

He dormido tan bien que deseo que todas las noches sean igual....- Susurro y se mordio los pequeños labios tentandote.

Dile a Kiara, que se pierda en el bosque, pues quiero darte algo....

Kiara:

¡Brrrrrr brrrrrr brrrrrr!- Notabais su ronroneo en vuestros traseros y apreto el paso hacia la salida de la villa.

Observo a las tres medianas emocionarse ante la idea de subirse a lomos de esa pantera que de repente me aprece tan adorable. Lame a una de las chicas y ésta le abraza. PArece completamente sumiso a todos, y no parece peligroso, pero mis ojos no pueden evitar mirar sus enormes dientes que sólo uno de ellos es igual de grande que una de mis manos.

"¿Qué esperas? Si es más alto que tú" pienso para mí aún sonriendo mientras miraba a la pantera.

Salgo con ellas y veo como una de ellas se monta en el lomo y como Niënna con paciencia le enseña a montarlo sin hacerle daño. Me gusta la imagen y salir de ese lugar pues comenzaba a estar un poco cansada del ambiente cargado del local. La sonrisa en mi rostro es enorme, es raro ver a un enano sonreír, pero en mí es lo más normal del mundo. Lo extraño realmente es que no lo hiciera.

¡ops,tenemos compañia cielo!- Susurro con dulzura mientras mirabas a la  enana que os habia seguido.

A menos que la quieras perder- Sonrio con travesura.

Antes de que Nienna y krystid, con el gato y una de las medianas salieras por la puerta visteis bajar a la barbara pelirroja.

Vestia con una camisa por los hombros, que dejaban ver un generoso escote y unos pantalones de cuero ajustados.

Su hacha colgaba de su espalda y al bajar la madera crujia bajo sus botas altas.

En la mesa donde cenasteis anoche, aun estaban Assad y un centauro sentado en el suelo, pero que llegaba a la mesa como si estuviera sentado en un taburete.

Pocas o ninguna vez habias visto a nadie de esta raza y te parecio bastante sorprenderte.mitad hombre y mitad caballo...

Granik el tabernero estaba discutiendo con dos de las medianas que refunfuñadas volvian a sus quehaceres detras de la barra.

En la mesa habian manjares de todo tipo y cuando los vistes te rugio el estomago...

Vi que la enana había salido con nosotras.

- Nos vamos a dar un paseo. Le dije desde lo alto del gato. Ahora venimos...

Y sin darle orden alguna, Kiara comenzó a andar.

- Kiara, Al bosque, vamos a descansar un poco de los edificios...

Sin más el gatazo comenzó una carrera que se fue acelerando hasta que nos perdimos de las inmediaciones de la taberna.

La sentía tan cerca, tan perfectamente encajada con mi cuerpo que me hizo estremecerme. Le rodeé la cintura con una mano para que no se cayese, y una vez la velocidad nos cuidaba de ojos indiscretos, le aparté el pelo con la otra y deposité un besito en sus hombros.

La imagen de su rostro, de su cara ruborizada, labios húmedos volvió a mi mente y me abracé más a ella.

- Kiara rápido... Susurré con un deje de lujuria. Desde mi posición no podía besar a la mediana, y tenía muchas ganas de hacerlo.

Abracé con ambos brazos la cinturita de la chica y apoyé mi barbilla en su hombro derecho, respirando en su oreja.

- Anoche fue genial, mi pequeña Wyla...

Kiara se puso a galope, escabullendose por la entrada de la villa e internandose en el bosque...

Oiste el jadeo de esta, achuchandola notabas su olor y el calor de su cuerpo que cada vez te tentaba mas.

Su piel te sabia dulce y se le puso la carne de gallina...

¡Ooooh te deseo tanto...! acaricio tus piernas y las apreto con ternura.

En mi expresión se podía apreciar que aquella noche había dormido especialmente bien, quizás porque no se me veía con ese gesto de mal humor que solía ser mi forma de estar de un humor normal, aunque la gente se lo soliera tomar como que siempre estaba de mal humor.

Me sentía como desnuda bajando sin armadura, pero suponía que ese día lo tendría que pasar sin ella, así que simplemente decidí conformarme con el hacha a mi espalda, aunque siendo tan grande como era me la cubría entera.

No reparé en quienes estaban abajo hasta que casi estuve allí y entrecerré los ojos sin creerme lo que estaba viendo.

- ¿ Un centauro? El dueño de la posada habrá tenido un dilema entre darle una parcela en el establo o darle una habitación...

Me reía yo sola acabando de bajar las escaleras y me acerqué a la mesa con curiosidad. Nunca había visto uno de su especie tan de cerca. Saludé con la cabeza y me senté en ella, dando por supuesto que todo el mundo lo entendería como un saludo y cogiendo algo que llevarme a la boca directamente, eso sí, sin dejar de mirar al centauro con curiosidad.

 El centauro miró a la humana que acababa de bajar. Era mucho mas grande que las otras y parecía mas seria. Temible que lo llamarian otros humanos. Pero no dejaba de mirar al Naïr y esto le incomodaba. 

-¿Ocurre algo?-la preguntó, tratando de insinuar que no quería que lo mirasen tan insistentemente.

Cuando el centauro habló me quedé unos momentos sin saber qué responder, como si esperara que relinchara o algo así en vez de hablar, pero entonces me di cuenta de lo estúpido de aquello y negué con la cabeza.

- No, sólo que nunca había visto uno como tú..

Sonreí ligeramente y luego me llevé un cacho de comida a la boca como si no hubiera pasado nada, pues no suponía que por mirarle deciera darle las gracias.

- Al menos se ahorra dinero en botas.. igual se lo gasta en herraduras.

Volvía a mirarlo sin darme cuenta, pero cuando al fin me percaté de ello me sentí en la obligación de hablar.

- ¿ También vienes para el trabajo?

Se le veía lo suficientemente musculado como para ser un buen combatiente.

 El centauro sonrrio. Es verdad que su pueblo no salia mucho de los limites, asi que ver a un centauro en un lugar como aquel les debía resultar tan raro como a él.

-En realidad no, estoy buscando los...-hace una pausa, de nuevo pensativo. Como buscando una palabra-los chamanes. No se como los llamais aqui, pero creo que estan en templos...busco aprender magia. Pero parece que me va a hacer falta dinero para verles asi que tendré que ayudaros con esos orcos...