Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

85. La boda de Marion

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19/04/2012, 01:18
Director

2 de febrero de 2000 - 16:00

La festividad de Imbolc era una invocación a la primavera por llegar, al renacimiento y a la vida. Torres Negras se había iluminado con numerosas velas y limpiado con la escoba ritual como mandaba la tradición. Sus habitantes habían buscado la inspiración durante la mañana, cambiando sus ropas y aspirado el aire del final del invierno. El periodo de gobierno oscuro había llegado a la mitad y aquello era motivo de regocijo para las hadas Luminosas, sobre todo en tiempos tan turbulentos como aquel.

Lo que había sido encontrado en verano había permanecido intacto en invierno y ahora, de vistas a la nueva primavera, iba a conocer la confirmación pública. Aunque el Conde y la Baronesa habían afirmado sus votos en la primera noche compartida juntos, aquella boda era el triunfo sobre los contratiempos y los corazones maliciosos que buscaban su perdición.

A la boda habían sido invitados todos los nobles de la región, incluyendo evidentemente a Lady Sarianne y a su corte. El choque entre las cortes iba a ser inevitable, pero la presencia de los Reyes debía de ser capaz de apaciguarlo. Eso y un fuerte cantrip de Protocolo que impedía que hubiese insultos, ataques o faltas de educación aunque no era tan rígido como el que se echaría en una sesión de corte. No obstante, las facciones estaban claramente marcadas y no se mezclaban demasiado.

El Rey Alain, como Rey Regente, presidía gustoso el gran salón donde tendría lugar el enlace. Su Reina permanecía sentada no muy lejos de él y con una expresión no muy animada. No era ningún secreto que la boda no le agradaba, a diferencia de lo que en apariencia debía de sentir su esposo. Las velas iluminaban el salón, sustituyendo a la cada vez más tenue luz solar. En las paredes, candelabros, lámparas e incluso flotando por el aire. Muchas no daba calor, sólo luz, y otras eran un ejercicio controlado de Piréticas que buscaba prevenir incendios. A ambos lados del salón se erigían dos blasones. El halcón Gwydion sobre el fondo sinople y las lunas Eiluned sobre sable. Los invitados contemplaban la ceremonia desde el fondo, dejando la cabecera para Lord Lothar y Lady Marion.

Unos instrumentos encantados tocaban una suave melodía mientras los novios entraban cogidos de la mano y se colocaban frente al Rey. Lord Lothar vestía una túnica parecida a la que llevaba en su cumpleaños, blanca y llena de pedrería, pero con un corte más invernal y una capa verde esmeralda asida a los hombros con broches dorados. Tenía el pelo peinado hacia atrás dejando ver un rostro sereno y hermoso como pocos, serio pero feliz.

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19/04/2012, 12:45
Lady Marion

Lady Marion hacía esfuerzos evidentes por no sonreír demasiado. Llevaba un vestido blanco con espirales de perlas verdes bordadas en el corpiño y las mangas, el pelo suelto, y un aura de felicidad que la separaba del conflicto entre las cortes y el descontento de la Reina. Aun tratándose de Lady Marion era difícil recordar una ocasión en la que estuviese tan hermosa.

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19/04/2012, 13:17
Lady Evonne

La Baronesa, como madrina de la pareja, les acompañaba hacia el altar al lado de Lord Lothar mientras que junto a su querida amiga caminaba Sir Albert. Estaba radiante de felicidad, y orgullosa de ocupar un lugar tan privilegiado como el de caminar junto a los novios. Había puesto especial atención y dedicación a muchos de los detalles durante los últimos meses, obviando en apariencia gran parte de los problemas que padecía el Condado y su cargo como Canciller de Lady Marion, el cual había aceptado con gusto trasladándose a su feudo y abandonando Torres Negras. 

Esta vez, quizá por respeto y amor a su querida amiga, vestía con una sencillez y elegancia austera en comparación a lo que ella habituaba. Lucía un vestido verde pálido de corte similar al de la novia, pero con el blasón de la Casa Leanhaum bordado bajo el pecho, y una túnica blanca de mangas anchas que recordaba su título de Vidente. Era difícil ocultar su hermosura, pero no rivalizaba en absoluto con los protagonistas de aquel día.

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19/04/2012, 14:17
Director

Al lado de Marion caminaba Sir Albert, el amigo más cercano del Conde. El estirado Fiona sonreía feliz ante el enlace, pero quizá menos de lo que podría llegar a estar. Siempre era hermosa una demostración de amor para los Fiona, pero los parámetros políticos de la boda podían dar quebraderos de cabeza.

Los padrinos presentaron a los novios ante el Rey e hicieron una reverencia antes de alejarse de ellos.

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19/04/2012, 14:32
Rey Alain

El Rey Ailil les esperaba con una sonrisa. Abrió los brazos para tocarles el hombro con deferencia antes de empezar a hablar.

-Hace décadas yo me encontraba en la misma posición que vosotros. Un gobernante Oscuro desposando a otro noble Luminoso. Casas opuestas con una historia entrecruzada y la posibilidad de algo bueno surgiendo de la unión. En otro caso fue la paz. En este... ¿por qué no? La cercanía del Invierno debería unirnos a todos, Luminosos y Oscuros, pues luchamos contra el mismo destino. Las cuitas y deudas entre ambas cortes son pequeñeces ante lo que importa. Todos somos duales y todos tenemos las mismas naturalezas dentro de nosotros. No se puede estar cuerdo si se es únicamente Oscuro o únicamente Luminoso. Por eso enlaces como estos nos muestran a todos que abandonando los prejuicios podemos cambiar a mejor. Como dicen los Luminosos: El amor todo lo puede. ¿Y no es amor lo que veo aquí, en los corazones de estos dos jóvenes sidhes?

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19/04/2012, 23:00
Lady Marion

Marion asintió, sonriente. Apretó la mano de Lothar y le dedicó una mirada de adoración. No le importaba que el Rey utilizase la boda para llamar la atención sobre la situación del Condado, y menos aún si resultaba servirle para algo.

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24/04/2012, 00:07
Rey Alain

Tras el asentimiento emocionado de Lothar, el Rey sonrió de nuevo.

-Veo lo que veo y doy mi permiso para que se celebre esta unión -Alain tomó las manos unidas entre las suyas y les dio un apretón antes de coger una larga tira de seda y atarla en torno a las dos muñecas de los enamorados-. Que en vuestro matrimonio estéis tan unidos como ahora mismo y que vuestro amor sea eterno. Que trascienda las fronteras de esta vida y os acompañe en la siguiente, sea en este mundo o en Arcadia. Recitad los Juramentos.

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24/04/2012, 00:20
Conde Lothar

Lothar se volvió hacia Marion para recitar el Juramento. No era necesario utilizar su Glamour para completarlo, ya que estaba hecho ya. Pero como renovación de los votos, siguiendo el espíritu de Imbolc, el Conde no dudó en pronunciarlo.

-Me ofrezco a vos como regalo. Tomadme libremente; libre es la oferta, y para siempre la he de mantener. Te prometo mi amor y te entrego mi mano. Que aquellos que protegen el amor protejan este juramento y a quienes lo mantienen, y que nunca cometamos falta alguna a sus ojos.

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24/04/2012, 04:39
Lady Marion

La mirada de Marion fue de la cinta a los ojos de Lothar.

-Me ofrezco a vos como regalo. Tomadme libremente; libre es la oferta, y para siempre la he de mantener. Te prometo mi amor y te entrego mi mano. Que aquellos que protegen el amor protejan este juramento y a quienes lo mantienen, y que nunca cometamos falta alguna a sus ojos.

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24/04/2012, 09:24
Lady Evonne

Lady Evonne escuchó las sabias palabras del Rey con aprobación, pues razón no le faltaba a la hora de pronunciarlas. No obstante, la verdad era muy diferente, y no hacía falta prestar mucha atención para advertirlo, sólo echar un vistazo alrededor. La tensión e incomodidad se podía cortar con una daga. No obstante, aquello no arruinaría la feliz unión, pues su amor parecía poder vencer cualquier cosa tal y como habían demostrado hasta el momento. Así que, tras pronunciar de nuevo el Juramento, la Baronesa aplaudió con ganas y una espléndida sonrisa.

Notas de juego

No sé si hace falta algo más como decir "Yo os declaro mujer y esclavo" o "Bese a la novia" o mierdas de esas. Si es el caso pues copio-pego el post después.

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25/04/2012, 00:23
Rey Alain

-Somos testigos de la validez del Juramento -afirmó Alain ante la concurrencia-. Estáis, pues, casados ante los ojos de vuestros vasallos y de vuestros señores. Que el Ensueño os dé fuerza y proteja vuestro amor.

Los congregados empezaron a aplaudir y Lothar se acercó para besar a Marion. Después, el Conde y la Condesa Consorte se retiraron juntos y unidos todavía. Las ceremonias feéricas eran todo lo sencillas u opulentas que los consortes desearan, pero el clima tenso del Condado no animaba a alargar lo que no necesitaba ser alargado.

Poco después, los invitados se dirigieron al otro gran salón, donde las mesas dispuestas mostraban un buen número de manjares y bebidas variadas. La suave música pretendía aliviar las tensiones. Llegado a este punto, sólo los sidhe podían sentarse a disfrutar del banquete, pero algunos plebeyos tenían permitida la entrada... sobre todo los guardias.

El grupo plebeyo recientemente adherido al feudo se hallaba allí, vigilante. No había lugar para cotas de malla o alabardas, pero nadie esperaba que fuesen desarmados. No con las Cortes tan tensas entre sí. Los primeros en entrar fueron los Reyes, que ocuparon la mesa principal cada uno a un lado de los novios. Los padrinos pudieron hacer lo mismo al lado de los Reyes. Después era el turno de los invitados. Por último, Lord Lothar y Lady Marion hicieron aparición. La sala volvió a prorrumpir en aplausos y ocuparon la cabecera de la mesa principal.

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25/04/2012, 00:39
Reina Vin

Los criados salieron prestos a servir los platos del banquete y ofrecer los entremeses y las bebidas a los distinguidos invitados. Tan pronto fue servida, Sarianne levantó la copa hacia la mesa principal e inclinó la cabeza en señal de deferencia hacia el Rey... ignorando a los novios.

El menú era variados y ofrecía comida y bebida reales y quimérica, una mezcla de Glamour y Banalidad tan curiosa como reconfortante. El Conde, en un gesto de generosidad hacia sus invitados, había permitido que se cazasen varias bestias quiméricas con las que elaborar los platos, regalando Barcia a los presentes de ese modo.

Hacia el segundo de los diez platos previstos para el día, la Reina se permitió deslizar un comentario para la nueva Condesa Consorte.

-Me agrada vuestro vestido, Lady Marion. ¿Lo hizo algún sastre del Condado?

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25/04/2012, 01:11
Lady Marion

Disfrutó de los aplausos antes de sentarse, y si notó el desprecio de Sarianne lo disimuló bien, susurrándole una zalamería a Lothar para distraerle del gesto de la Condesa. Después de eso se dispuso a disfrutar del banquete. De vez en cuando barría la sala con la mirada, buscando alguna cara amiga, pero no levantó de la mesa principal.

Cuando la Reina se dirigió a ella, la Eiluned sonrió, alerta. No estaba segura de si Vin se había dado cuenta de que Sarianne la había despreciado también a ella, y estaba tratando de congraciarse con sus compañeros de bando en esa velada, o se estaba preparado para insultarla. En cualquier caso, había elegido su vestido con cuidado y, una vez que había decidido no lucir los colores de su Casa, llevarlo un poco más allá no había sido difícil.

-En cierto sentido, Su Majestad. Es mi Velo -respondió, risueña-, así que supongo que lo hice yo misma. 

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25/04/2012, 11:48
Lady Evonne

Con alegría y recato, Evonne ocupó su lugar en la mesa principal, junto a Sir Albert. Contempló la llegada de los invitados, la delicia y elaboración de los platos que se servían y los desprecios que la Condesa le dirigía a los novios e incluso a la Reina. Trató de ignorar el gesto, tal y como hacían los presentes en la mesa principal, pero de vez en cuando miraba en su dirección con disimulo. No temía que fuese a hacer algo, pero le importunaba su falta de educación.

El resto de la velada, aunque más fría de lo que había imaginado a su llegada al Condado, prestaba igualmente una oportunidad encantadora para hacer algo diferente y más relajado respecto a la cotidianidad de la vida cortesana. Tarde o temprano el jolgorio empezaría y el ambiente se relajaría un poco, o eso esperaba.

-¿Tendréis la amabilidad de concederme el primer baile ya que somos los padrinos, Sir Albert? 

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25/04/2012, 13:01
Sir Albert

-Por supuesto, Lady Evonne -respondió el Fiona tras limpiarse los labios con una servilleta-. Confío en que mis habilidades como bailarín os agraden. Somos los padrinos y debemos dar un buen ejemplo al resto.

Aquello podía aplicarse tanto al baile como a la unión entre Cortes, y era probable que Sir Albert lo hubiese dicho así a propósito.

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25/04/2012, 13:03
Reina Vin

-Ya veo -dijo la Reina-. Hermoso Velo, entonces. Supongo que no todo el mundo surge de la Crisálida con una armadura. Algunos estábamos destinados a la guerra ya desde nuestra Danza de Sueños y otros... a otras cosas.

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25/04/2012, 13:05
Rey Alain

-Espero que no lo digáis por mí, querida -dijo el Rey con una sonrisa-. Mi Velo fue un reluciente traje de cortesano negro sin un ápice de metal más allá de los bordados de plata. Pero a pesar de que todos nosotros poseemos cierta habilidad con la espada, mi camino jamás ha sido ese. Y no por ello os adoro menos, mi Reina.

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25/04/2012, 14:34
Lady Marion

-Sois muy amable -le dijo a la Reina, haciéndole ver que apreciaba el cumplido. O el intento.

Sonrió al Rey y se volvió para robar un poco de carne del plato de Lothar.

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25/04/2012, 18:17
Lady Evonne

La Baronesa sonrió con agrado y estiró el cuello ligeramente para escuchar las palabras del Rey antes de dejar los cubiertos cuidadosamente cruzados sobre el plato.

-Un gesto muy galante ofrecer Barcia a los invitados, mi Señor. 

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26/04/2012, 00:00
Conde Lothar

-No puedo sino compartir mi felicidad en el día de hoy con los invitados -explicó Lothar después de que Marion probara el bocado que le ofrecía con su tenedor.