Charles agracedió a los soldados que abrieran la puerta con un gesto, era su trabajo, si, pero agradecer nunca sobraba. Pasó al interior y se quedó cerca de la puerta, tras ella cerrarla, sonrió por como ella se apresuraba a recoger.
-Da igual...siento lo de tu hermana.
Le dice. Se acerca mas a ella y acaricia la cama con la mano.
-Déjame hablar a mi y luego puedes decirme lo que piensas...
Levanta la mirada a él y asiente, toma asiento en la cama.
- Esto es más blando para caer.. que cualquier silla..
Sonrió levemente, intentando hacer un broma y parecer que no está nerviosa.
- Te escucho
Dijo mirándole fijamente.
Sonrie por lo que ella dice y se sienta a su lado. Sus manos acariciaron sus rodillas y luego se colocaron sobre las manos de ella, la mira a los ojos.
-Aun...sabiendo lo de tu hermana, quiero pedirte una cosa: que te escapes conmigo esta noche, ya. Que tomemos ese barco mañana por la mañana. Dejemos Neverville, todo esto me hace pensarme si es lo que en realidad quiere la gente o no, y que en realidad, los que necesitamos ayuda somos nosotros dos, y nosotros dos nos tenemos el uno al otro para eso.
Antes de que ella pudiera contestar, el siguió.
-Tu hermana estará bien cuidada por George, si es un hombre, es lo mínimo que le debe, que no solo es un juguete donde apagar su fuego, sino que le debe cuidados. Además, ellos dos serán felices aqui, el tendrá su amado y oscuro reino, y nosotros seremos libres...
Explicó, en susurros, pero con pasión.
Cuando cogió sus manos, las mirá y volvió a mirarle a los ojos. Le escuchó con atención, pero se quedó sin palabras. Huir.. huir de alli esta misma noche.
- Pero..
Le interrumpió y él siguió diciéndole lo que en verdad pensaba, sonaba tan bien y tan bonito de sus labios.. Pero tenía toda la razón del mundo, quizás ya era hora de hacer ella su vida, hacer lo que ella quisiera.
- Esta noche..? No.. podriamos retrasarlo un par de días..? Hasta que despierte..? Sé que Ferdinand.. la cuidará bien.. que no dejará que muera.. y George.. George se lo debe pero.. ¿está bien? Es decir.. siempre miro los intereses de los demás antes que los míos.
Suspiró y miró al frente.
- No quiero estar con él Charles, no le quiero.. quiero estar contigo
Le da un corto y suave beso en los labios.
Charles se apresura a dar sus argumentos.
-¡Les enviaremos un correo desde Alemania, lo prometo! Y uno nuevo en cada pais que pisemos.
Él apoyó las manos en sus hombros.
-Tienes que pensar por ti...por una vez...haz lo que quieras tu...si mi hermano es capaz de mandarme a matar, la tuya tal vez pasara lo mismo...no lo sé, ya no es la gente que conocía...¿y tu te quieres quedar..? no...mira por ti.
Pero pasó algo que el no esperaba, ella le dijo que le quería a él y luego le besó. Recibió su beso y lo correspondió, cerrando los ojos, apoyó sus suaves manos en sus mejillas y lo alargó...no quería que el tiempo pasara ahora.
-¿Por qué esas caras? ¿Ha pasado algo?-
Dejo que vean la mano.
-Venia a que le hecharas un ojo a esto.-
dije al de palacio, no a ferdinand
El médico real se acercó y Ferdinand se volvió a Grace, no quería importunar a Su Majestad.
-Necesitaréis que os lave y poneros unas vendas, estaréis bien, mi señor.
Rápidamente comenzó a curarlo en silencio.
-Bueno...¿Qué era esa mirada señores?-
Dejo al medico hacer lo suyo con mi mano.
Aunque realmente mi mente esta en otra parte...Charles y Lena.
-Le pedí a la reina que dejara descansar a la princesa pero hace rato a empezado a balbucear cosas, Su Majestad... Ahora calla de nuevo, quizás alguno de vosotros quiera estar para ver si consiguen entenderle.
Me dirigí a él con sumo respeto, finalmente era mi rey.
-De acuerdo...me quedaré yo mismo.-
Aggradezco al medico que me ha curado la mano.
Mientras me siento junto a Grace, en una silla baja, para tener la cabeza mas cerca y escuchar mejor, pregunto a Ferdinad.
-Eso no es bueno, por esa mirada que os habeis hechado...-
Ferdinand se sincera con George, cuidar a Grace supone dejar morir a otra persona. No le dice a quién pero es fácil adivinar que tiene que ver con Charles, de lo contrario, no lo habría buscado con tanta desesperación.
-Ella estará bien, es sólo que está realmente grave... Además, por lo que yo pude entender, lo que no quiere es estar aquí, Su Majestad...
Si, había muchas cosas en mi cabeza y ya no era capaz de ocultarlas todas.
-Ferdinand ¿Tú presencia aquí es realmente necesaria? ¿O mi médico podría hacer lo que se tenga que hacer?-
Levanto una mano.
-Dime la verda, Ferdinand. Si le crees verdaderamente capacitado para ello, puedes marcharte a salvar a esa persona. Pero si crees que no es así, no puedo dejar que te vayas. Si me mientes, lo sabré, y lo lamentarás de verdad.-
Bajo la mano, para dejarle responder.
Miré al médico real y luego al rey.
-No, mi señor. Si me voy, la princesa morirá esta misma noche...
No era un secreto que el médico real, llamado Julius era un bebedor empedernido que pocas veces hacía las cosas bien.
Hacía tanto que no sentía el cariño y el amor de un hombre, que llegó a parecer torpe en sus besos. Continuó saboreando sus labios hasta que se separó despacio, suspiró, le miró a los ojos.
- No quiero quedarme aquí.. no quiero sufrir más.. No volveré a mirar a ninguno de ellos con los mismos ojos, siempre estará la sombra de si seguirá ocurriendo, de si ambos me vuelven a mentir. He discutido con él.. me ha dicho que tu llegada le ha hecho abrir los ojos, acelerar lo que pensaba hacer.. pero no sé si creerle.
Suspira de nuevo y mira al frente.
- Tendrás que irte a hacer los preparativos.. es una marcha precipitada..
Sonrió levemente.
Sus labios, le supieron como un manjar de dioses; se movía siempre despacio, como si fuera a por más, dándole un margen a ella que, según pensaba, necesitaba, ya que según le contó, hacía tiempo que no tenía nada con George.
Cuando se separó, la miró a los ojos ilusionado, su sonrisa se agrandó mucho al oir lo que decía.
-¿Eso es un si? ¿¿si??
Charles besó mucho a Lena, aunque besos cortitos, no como el anterior.
-¡Me haces feliz! ¡Iré a disponer los caballos y a hacer una lista de lo necesario para el viaje!
Dijo, mirando hacia otra parte, pero luego no pudo aguantar las ganas de besarla un poco más.
-Entonces, lo lamento, pero no puedo permitir que te marches.-
No hay mucho más que decir o añadir, por lo que no lo hago. Simplemente espero ahi sentado, por si Grace reacciona.
Tenia muchas cosas que darle vueltas en mi cabeza de todas maneras.
Entre ellas, Lena...y Charles.
Después de unos minutos, Grace se movió inquieta, abrió los ojos y miró a George, rápidamente se quiso apartar de él pero no lo consiguió, no podía sentarse. Volvió a mirarlo y lágrimas salieron de sus ojos, apretaba las manos y balbuceaba algo como: "Quiero irme".
Sabía que no era buena idea quedarme yo...
-Tranquila Grace. Tranquila...tienes que tranquilizarte, hasta que estés bien.-
Dudo en coger su mano, aunque finalmente no lo hago. Probablemente sería peor.
-Pequeña, tienes que quedarte con nosotros.-
Grace levantó una mano, se la llevó a la herida y luego volvió a mirarlo. No era el culpable de su suerte, no era ni siquiera lo que ella creía que era pero tampoco era culpa de él sino de ella. Negó suavemente con la cabeza, le dolía terriblemente.