Partida Rol por web

Me mantuve como un mero espectador. En aquel momento me encontraba como pez fuera del agua, y nunca mejor dicho. Prefería esperar y que todo aquello fuera desenredándose poco a poco esperando que cobrara algún sentido. De lo que estaba seguro es que iba por buen camino, aquella parecía buena compaña para hacer frente a la Reina Roja.

Empapada en sudor despierto en mitad de la noche. El olor a perfume todavía invade la habitación.

Me levanto y me dirijo al cuarto de mi hermano.

- Didac, ¿estás despierto? He vuelto a soñar con mamá, me ha vuelto a hablar. Tengo una sensación muy extraña, como si esta vez el sueño hubiera sido más real que de costumbre. No sé si habrá sido el cúmulo de emociones del día que hace que mi imaginación se dispare, pero ha sido tan vívido que incluso ahora, parece como si todavía siguiera oliendo su perfume. Me ha dicho... que pronto llegará la primavera.
Tenemos que hablar con el príncipe, Didac. Sé que te prometí que no lo haría, pero tengo que saber quién mató a nuestros padres. Tenemos que saberlo hermano, se lo debemos. Tenemos que averiguarlo.

Las manos me tiemblan y parezco como ida. Estoy absolutamente alterada y me aferro a las sábanas de la cama de mi hermano mientras le miro fijamente a los ojos.
 

A mitad de la noche escucho un grito que proviene de la habitación de mi hermana, acto seguido irrumpe en mi habitación completamente asustada.

-¿qué pasa Selina? yo también tuve un sueño algo extraño en el podía llegar a encontrar el olor de nuestra madre rodeado por la colorida primavera, no sé verdaderamente que significará. También veía como padre fallecía en la nieve.

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo "¿será esto una señal?"

Cojo las manos de mi hermana para tranquilizarla, se las acaricio suavemente y la miro fíjamente a los ojos. Se que debo guardar la calma y transmitirle serenidad.

-Creo que lo mejor será que hablemos con el príncipe y que de algo de luz a todo esto.

Una cama calentita bajo un tacho que no tiene goteras o unas ventanas que no dejan entrar el frío. Cuando estaba en la cabaña esas cosas no le importaban, pero son cosas que han hecho enfermar a su abuela y poner de mal humor a su abuelo pues no han tenido dinero para arreglarlas y hacer la casa más acogedora. El sueño llega rápido, pero de pronto, en la oscura noche, escucha un ruido en su habitación y se despierta.

Se sienta en la cama al ver al chico y a pesar de llevar el camisón se tapa con las sábanas. Quizá sea el chico del que estaban hablando esa tarde mientras curioseaba por la planta de arriba pues parece estar enfermo, como ha escuchado... y además, lo más importante, es un príncipe. Se sonroja al escucharle.

-No os preocupéis... un error lo puede tener cualquiera en una casa extraña... supongo que es un tanto extraño presentarse en camisón y en medio de la noche, pero mi nombre es Mary. ¿Os encontráis bien? Parecéis un poco enfermo.

Carraspea el joven y se sienta a los pies de la cama, estaba vestido con pantalones de tela y una camisa mal arreglada, pero que le quedaba bien, parecía ser su talla,  el se inclina un poco y te sigue mirando, parece realmente perturbado por tu belleza, pero luego deja de hacerlo, sabiendo que podría ser demasiado incómodo.

- me llamo Edwards, y sí, estoy algo enfermo, la señorita Selena me sacó de las calles en donde seguramente moriría de hipotermia, pero ahora estoy recuperándome, este lugar es agradable - responde muy gentil y te vuelve a mirar a los ojos, pues ver tu reflejo en sus pupilas negras - sí, lo siento, es extraño, afortunadamente no me ha hecho de la habitación, pero si la incomodo, puedo irme - inclina su cabeza un poco hacia la derecha mientras te sigue mirando.

Desvía un poco la mirada, avergonzada.

-Esta... esta tarde he escuchado que... que eras el hijo de la reina... me ha entrado curiosidad porque todos estaban actuando raro.

Sabe muy poco de la reina roja, tampoco le ha preocupado mucho el tema estando ella en un pueblecito pequeño al lado del mar, pero ha escuchado cosas malas de ellas y cosas como que usa la magia negra, algo que no le gusta mucho. Mirando a Edwards no ve a alguien malvado... quizá no es algo que se herede.

-Pero no veo que vos seáis malvado...

Horas caminando. A pie. Mas le vale que los otros valgan la pena, si son la mitad de cretinos que Derek entonces sí, me largo.

Mark nos pide nos ocultemos y yo de inmediato me inclino quedando detrás de uno de los arbustos. Escucho el inconfundible sonido de caballos y cascos, y me sorprendo con la conversación que tienen.

Comienzo a moverme de un arbusto a otro cercano, mirando y analizando bien al grupo. Veamos: tres soldados a caballo, con información que puede resultar importante. Digo, no creo que ella ande buscando a su hijito por amor maternal. No son muchos, incluso si Sir Optimus no quisiera involucrarse por la princesa Alba todavía estamos en condiciones de una pelea, no es como si nos superaran en número. Y además esos uniformes y caballos nos van a abrir las puertas y acortar el camino, digo, que ellos prefieran perder el tiempo caminando no quiere decir que también voy a desperdiciar el mío.

 Me concentro más en ellos, intentando encontrar algo de que aprovecharme antes de golpearlos.

No vez nada en particular con esos soldados, los cinco que van delante de ustedes, solo que están distraídos conversando y llevando el paso más bien lento, nada los apura, no tienen interés en llegar a a ciudad del Paraíso al parecer.

Veo a otros dos, si estábamos en desventaja numérica. Aunque pronto me doy cuenta de que están distraídos, si lograra cargarme a dos primero antes de que me vean entonces el resto debe de ser fácil. Solo unas palabras dirigidas a los demás, no decirles claramente lo que pienso para que no me detengan pero si lo suficientemente claras como para que puedan reaccionar rápido.

- No se ustedes, pero prefiero viajar a caballo…

Antes de que me digan cualquier cosa salgo del arbusto aprovechando que dos estaban más cerca. Agarro rápidamente a uno de ellos de la casaca, jalándolo y aprovechando su distracción para hacerlo caer, y antes de que pueda reaccionar doblo mi brazo y lo golpeo con el codo en la nuca. Antes de que caiga al suelo brinco al caballo y aprovechando la nueva altura le doy al otro un buen golpe que también lo deja también en el suelo.

Ahora sí, quedan solo tres.

Ava se mueve súper rápido, si ni siquiera pueden detenerla cuando decide atacar a los dos primeros soldados que estaban en los caballos, saltando a ellos, jalando de sus capas y derribando a uno, y montándose en su caballo, si creyeron que era una simple princesita mimada, se equivocaron, no era una simple princesita, y ahora hacía gala de aquello, si sólo vieron sus cabellos rubios alborotarse cuando estaba en el caballo montada y estos se paró en sus patas traseras  relinchando con fuerza y haciendo que el segundo caballo cuyo jinete fuese derribado saliera al galope, arrastrando al soldado inconsciente.

Pero quedaban tres guardias más montados en sus caballos, y sacaron sus fusiles para disparar a Ava, uno de ellos apuntó a la chica y disparo, la bala silvó y rozaría la frente de la princesa,  abriéndole una brecha y derrivándola del  caballo, el golpe sería violento, y el animal estaba asustado, y mueve sus patas, apunto de golpear a Ava.

Mark al ver esto, sale de su escondite,   va por la parte trasera de los guardias, y jala a uno de ellos de la capa para derribarlo y golpearlo con el puño cerrado en la cara dejándolo inconsciente, pero tendría a los dos soldados dispuestos a dispararle...

Apesumbrado se inclina hacia delante, apoyando sus codos en sus rodillas, está muy perturbado por lo que le has contado, sabes su secreto, y eso en verdad le asusta,  pero luego de que mencionas lo último, se voltea hacia ti para sonreirte de una manera muy dulce, como si hubieras redimido con tus palabras, su pesada carga.

- no es muy correcto de las señoritas estar escuchando conversaciones ajenas - la reprende, pero luego se gira por completo hacia ti - pero sí.... soy el hijo de la reina Roja, me encerró hace cinco años en la torre junto a mi tio y a mi prima, porque me opuse a su gobierno, e intenté escapar, muchas veces,y terminé en las mazmorras, mi madre creía que así me enmendaría... pero no fue así, al final logré escapar e intenté alejarme, buscar a la resistencia... y poder terminar las injusticias de mi madre -suspira - es lo que quiero hacer... es lo que hay que hacer...

Cuando llegamos nos recibió aquel enano colorido… que peculiar… Eizhan fue la primera en hablar… preguntaba si Didac y Selina era descendientes de Yorinda y Yoringuel… eso lo se hasta yo… ya me lo dijo mi madre… si me hubiera preguntado…

Susurré al cuello de mi camisa para que solo Pascal me oyera... Pascal, ¿que opinas de todo esto?

Como era de educación me presente al enano, aun cuando el no lo había hecho… Yo soy Anthony Pinocchio, soy nieto de Pinocchio… y el es… James… mejor me callo su apellido… no vaya a ser…

La princesa Anna no hacía más que darle la razón a Derek. No se podía confiar en una persona así, tan impulsiva que no le importaba poner en peligro la vida de los demás integrantes del grupo solo por unos caballos. Ya bastantes problemas tenían como para buscarse más. Aún así había que reconocerle que era capaz. Si consiguieran que su cerebro funcionara tan bien como el resto de su cuerpo, sería sin dudas un valiosísimo miembro del grupo. Todos estos pensamientos se vieron interrumpidos cuando la princesa recibió un disparo que pudo haber sido mortal y que hizo que Mark se expusiera. Era hora de intervenir. _¡Derek, ahora! GUAAAAAAU GUAAAUU. Entre ladridos un poco para distraer, un poco para amedrentar y otro poco como grito de batalla, Sir Optimus se lanzó hacia adelante y saltó sobre uno de los soldados, dejándole el otro a Derek. Buscaba cualquier hueco en la armadura para hincar los dientes.

Derek miro a la mujer y nego con la cabeza pero ella le ignoro. Salio a la carga con total desprecio de su vida, reafirmando la idea del joven sobre los problemas que aquella rubia iba a traerles.

Todo porque no queria andar.... Despues gruñiria que no era una niña mimada, por mucho que supiera luchar. Las mandibulas de Derek se cerraron con fuerza, por un segundo penso en dejarla sola a ver como se las arreglaria en una lucha normal. Entonces le dispararon y vio como a camara lenta, las gotas de sangre fresca y fragante, igual que perlas rojas de rocio emergiendo de su frente.

Le gusto... El olor de la sangre y el verla caer hicieron que una sonrisa saliera de lo mas despreciable de su ser y por tales pensamientos Derek sintio repulsion de si mismo. La joven estaba tirada en el suelo y el caballo iba a patearla... no es que no se lo mereciera pero el era un hombre de honor, no podia permitir que muriera.

Escucho el ladrido de su compañero y dio un puñetazo en el suelo. Salio de los matorrales y se lanzo a por el cuerpo de Ava, con la intencion de rodar con ella por el suelo lejos del alcance del corcel.

Alba había quedado más atrás, mientras que los grandes salían a atacar a los soldados, rescatar a Mark y a Ava que estaban en peligro. El primero en actuar era Optimus que distrajo a los soldados de disparar  en la cabeza de Mark, la bala salió del fusil, pero fue a dar a un costado del montaras, cerca de sus pies, el hombre se levantó  y abrió mucho los ojos, ante la conmoción de pensar de que ese balazo pudo darle en la cabeza.

El buen Optimus jaló de la capa al soldado y se le lanzó encima mordiéndole las manos que intentaba defenderse, el pobre soldado gritaba pidiendo ayuda mientras el perro seguía mordiéndole  y lastimando sus manos y sus brazos,lo tenía dominado, mientras que Derek saltaba de los matorrales para rescatar a Ava, jalándola de las piernas y alejándola del alterado caballo, que en cualquier momento dejaba caer su musculatura sobre la chica.

Pero les quedaba un soldado más, sobre su caballo y con sus armas lista, apuntó  hacia donde estaba Dereck con Ava, los iba a matar, porque a esa distancia no fallaba, sin embargo, apareció Alba, volando sosteniendo un tronco que parecía una maza, y lo dejó caer en la cabeza del soldado, haciéndolo caer el caballo inconsciente por el ataque.

Optimus seguía mordiendo, pero el soldado logró atraparlo entre las manos, colocándolas por detrás de sus patas y lo lanzó lejos, sacando su espada, pero no contó con el ataque de Mark que por la espalda, lo golpeo con la empuñadura de su espada en la nuca haciéndolo caer... Habían acabado con los soldado, y ahora tenían cuatro caballos para ustedes. Alba voló hasta donde estaba el caballo asustado y volando entorno a él, lo comenzó a calmar.

Mark pasa su mano por su cara, raspándola contra su barba media crecida, y se gira hacia los demás, habían atacado a los soldados de la reina, no era la primera vez, pero esta vez no lo habían buscado. Chasqueo la lengua y cruzó la distancia hasta donde estaba Derek con Ava, ayudando a levantarse a la chica, que tenía una brecha en la frente que sangraba bastante.

- ¿en que estabas pensando?- exclama el montaras, sujetándola por los hombros - ahora estas herida... - no estaba feliz, no,para nada- Derek, toma a los caballos, apártalos del camino y aten a los soldados, para que no nos sigan -  cargó entre sus brazos a Ava para alejarla del camino, para poder curar su herida.

-Sir Optimus- escuchan la voz del hada princesa que ahora vuela hacia donde estaba el perro guardián, y poder llegar donde él, sosteniendo el vuelo sobre su cabeza - ¿se encuentra bien? - pregunta asustada la pequeña hada.

Ven como Mark lleva a Ava cerca de ustedes, detrás de los matorrales, pero no logran escuchar lo hablan, seguramente estará reprendiéndola  y tratando sus heridas.

Te ha llevado detrás de los matorrales, mientras el resto se encargaba de los soldados que habían derrotado, te deposita en el suelo, y acaricia tus cabellos que estaban manchados de sangre, sientes incluso en tu boca  el sabor metálico de tu propia sangre.

- no necesitas mostrarnos tu valor, no si eso te pone en peligro así - susurra, sacando su cantimplora y mojando su pañuelo para limpiar tu herida- te aguantas - exclama le montaras mientras pasa el pañuelo que se va volviendo rojo con la sangre que va limpiándote. Estas adolorida, por la caída y por la herida de tu frente - je... es sólo un rasguño, no fue mucho - sonríe más aliviado,  sentándose en el suelo para seguir limpiando tu herida.

-pues pues, mi querido amigo, creo que esa chica está buscando lo mismo de nosotros, lo que es curioso pero bueno, además, creo que está diciendo la verdad, está buscando la cura de la reina como nosotros, amigo mio, por fin encontramos aliados - trina el buen Pascal en tu oído, había saltado desde tu bolsillo a tu hombro para hablar suavemente en un susurro.