Como siguen en el pasillo y estando a tres metros de esta, sólo puedes ver la salida de unos tres metros de ancho que ahora es cubierta por los soldados, que se han entrado de tres, con sus fusiles y espadas en la otra mano y a los que tus compañeros les están disparando. Ves arriba y da a la parte de afuera de la taberna, y solo a un costado puedes ver parte del río, pero nada más, el ángulo es escaso más a la distancia de la cual están.

Se le ocurre una idea para tratar de despejar la salida del pasillo e intentar huir por el río. Pero quizá no tengan lo que necesita para hacerlo... se acerca a James, apretada contra la pared para no recibir ninguna herida de bala perdida en el pasillo.

-Capitán James... emmm... ¿sois pirata, no? Los piratas siempre tenéis alcohol... ¿verdad? ¿Tenéis en estos momentos? Creo que podríamos despejar la entrada y distraer a esos soldados mientras huimos*

Desea que el capitán tenga alcohol entre sus pertenencias porque es lo único que puede hacer para ayudar... poco puede hacer con su total falta de habilidad para luchar... por no decir su espíritu más bien tranquilo y apacible, el cual no tiene ganas de herir a nadie... al menos de gravedad.

Mire sorprendido a la sirena, que me ponía "ojos de gato con botas" mientras decía no se cosa sobre alcohol y despejar la entrada. - ¿Quería emborracharse para distraer a los guardias con un baile sensual? - era lo único que se me ocurría, pues el ron es para beberse. Otra cosa relacionada con aquella bebida maravillosa no podía concebir mi mente de pirata...

Había que salvar al halcón de Selina, había sido abatido al explorar la cueva siguiendo lo que resultó ser una estúpida idea, mia por cierto. No podía evitar sentirme culpable. Cruce mirada con Eizhan, dandole a entender mis intenciones, esperando que estuviera preparada y me cubriera. En rápido movimiento, ya automatizado por mi mente agarré mis dos pistolas. Desenfundé al tiempo que salía de mi escondite en busca de buen ángulo de tiro. - Ese baile sensual habría sido digno de ver. - Mi mente estaba en otra parte, intenté concentrarme, aquellos disparos podrían ser decisivos.

El capitán pasa totalmente de ella. Por una vez que trata de ser útil en una situación como esa y no le hace caso... ¿Es que no ven que disparando sin ton ni son acabarán heridos ellos en lugar de los guardias? Lo que hay que hacer es liberar la entrada y hacer que los guardias salgan espantados de ahí para dejarles el camino libre.

-Que me des el alcohol... hay que quemar a los guardias para que despejen el camino.

Lo que menos le gusta es que no le hagan caso cuando habla. Si ponen tan en duda lo que ella dice, a sus ideas, ¿qué pinta ella ahí? Parece que nada.

-Tendrás más en tu barco, así que dame la botella, si es que no te la has bebido toda. Y si es que quieres salir de aquí.

No levanta la voz, pero parece un poco molesta por el feo que le ha hecho.

Iniciativas

El combate comienza con el primer disparo de James que sacando sus armas se movió rápidamente desde una roca hacia delante, disparando a los dos primeros soldados que entraban en la cueva, los cuales no pudieron hacer mucho, porque uno de ellos le dio directo en el pecho lanzándolo hacia atrás por el impulso, y luego el siguiente disparo fue a dar a una de las piernas del soldado haciéndolo caer en medio de un gran rugido de dolor, ahora sus armas estaban descargadas, eran de un sólo disparo y le tomaría un tiempo cargarlas, pero había ya quitado a uno de los seis soldados.

Los demás siguieron avanzando, pero Anthony reaccionó, no era su fuerte el combate, pero intentó hacerlo, disparando pero el disparo fue a dar a cualquier lado y prefirió retroceder para ponerse detrás de Mary que asustada  había buscado una roca en donde esconderse. Ahi, el chico sacó su cuchillo, listo para defender a la peliblanca y claro, él mismo no ser un estorbo.

Selina haría su siguiente ataque, aprovechando  que los atraparían  en la misma entrada del lugar, logrando dispararle a uno de los soldados en el hombro al salir de su escondite, haciéndole soltar su espada, y bramar del dolor, el fusil, de un solo tiro quedó humeando. Había sido un buen tiro, pero no tan bueno como para matarlo. Los demás soldados seguían entrando y comenzaron a abrir fuego.

Uno de los disparó, y la bala fue directo a la roca en donde Mary estaba chocando con esta y reventándose, uno de las esquirlas de la bala saltó a gran velocidad contra la cabeza de Anthony al que derribó en el acto, sangrando por la cabeza, Mary no podría saber si le había dado o qué, ni si estaba vivo o muerto... Había sangre, la olía, sólo eso podía saber.

Otro de los soldados dispararía a donde estaba Selina, la bala cruzó el aire  pasando entre Eizhar que levantaba su ballesta pesada para disparar, pero su hombro le dolería terriblemente, la chica sentiría silbar la bala por su oído y el olor de uno de sus mechones  quemado por el calor de la bala. Pero llegaría donde estaba la chica que no estaba protegida para procurar protección y se incrustaría en su hombro derecho. Sería un gran dolor, que la quemaba por dentro, como un pinchazado en donde le inyectaban en su carne hierro caliente. Dolía... Dolía mucho... y debió soltar su arma.

Eizhar disparó su virote viendo lo que había pasado, y su expertis en el uso de armas salió a relucir. EL virote plateado  voló por el aire y se fue a enterrar entre los ojos del soldado que había atacado a Selina, haciéndolo caer pesadamente al suelo. Había dado con su objetivo de una manera maestra...

Didac, que había encontrado una piedra al lado contrario de donde estaba Mary para protegerse  no pudo evitar que su hermana cometiera la imprudencia de salir de su escondite para  atacar ala tropa de soldados. Tragó salva y saliendo de su escondite, disparó, más por suerte que por real capacidad, dándole en el pecho a uno de los soldados que estaban, haciéndolo caer como los demás soldados heridos. Muy bien, ahora sólo les quedaban dos heridos, uno en una pierna y el otro en un brazo, y uno que no había recibido disparo alguno.

El soldado encontró a Eizhar  con la ballesta a dos manos pero más delante estaba James con sus armas humeantes, y apuntó su arma para dispararle. Apuntó el fusil y se escuchó una detonación, el sonido se propagó por todo el túnel, ya podían escuchar los pasos de carrera de los otros dos soldados que venían.

¿quién había sido herido?. James... 

Un cuerpo cayó, pero no fue el cuerpo de James, el que recibió su el disparo en su brazo izquierdo y debió soltar su arma, y todos giraron hacia atrás viendo a Anthony de pie con su arma humenando y con la cara envuelta en sangre. Se había levantando y había disparado al soldado que quedaba justo entre los ojos, matándolo...

Los dos soldados aparecieron en el final del túnel encontrando a sus compañeros heridos, de los seis soldados sólo dos estaban vivos, y uno de ellos sujetándose la pierna, que había sido destrozada por el disparo de James.

- desgraciados! - apuntaron sus armas y les dispararon al unisono a Eizhar, James y Selina que no estaban bajo protección.

Eizhan se pone a cubierto, para al poco cargar lo más rápido posible la ballesta...

lo dicho me tenia que haber ido con el otro grupo, de seguro no lo estarán pasando tan mal como aquí... - dice mientras que terminaba de cargar la ballesta.

¿ Que tal estáis todos ? , ¿ alguna baja ? - dice a la misma vez que sacaba la ballesta ya cargada para disparar a otro guardia.

Conseguí abatir a uno de los soldados y herir a otro en la pierna. Entonces una bala mordió mi brazo izquierdo obligandome a soltar una de mis pistolas que rodó varios metros en el suelo de aquella oscura caverna, ahora llena de humeante olor a polvora. Aquello se ponía feo por momentos, demasiados heridos, tanto en mi grupo como en el de los soldados. Eizhan volvió a disparar certeramente, definitivamente era una máquina de matar, aquello me alegraba y motivava para no cesar el combate. Mientras buscaba cobertura enfundé la pistola que no había perdido, y sacando otra, hice un disparo al soldado más cercano que no estuviera herido...

- Vamos Mahogany aguanta... - Estaba preocupado por el halcón de Selina, quien además había sido herida en el brazo. Hoy no era su día de suerte. Por no hablar de Anthony, desde que le conocí no ha parado de sangrar...

-¡SELINA CUBRETE!- es lo primero que sale por mi boca al verla en medio del túnel herida. Sé que su halcón es importante para ella y como no sé si verdaderamente se esconderá decido atacar al soldado que intente dispararla. Escondido tras la roca vuelvo a apuntar, "derribaré a otro" pienso para darme confianza.

Sin pensar más disparo a uno de los guardias que siga vivo. "Mierda, debemos salir de aquí ¡YA!"

Se encoge un poco al escuchar los disparos cercanos de las pistolas del capitán.

-No lo quiero para bebérmelo, nunca bebería algo así... - murmura mientras se esconde de nuevo para no herirse.

Se queda de nuevo en esa posición recogida que tenía antes de tener esa idea que al final no servirá de nada porque no tiene como llevarla a cabo. Comienza a creer que tendría que haberse ido con sus abuelos, si es que aun están bien, o incluso con el que dicen que es quien lleva la resistencia. No sabe que se le pasó por la cabeza diciendo que quería ir a esa aventura en busca de una flor... una aventura que tiene toda la pinta de acabar mal. Se mire por donde se mire.

En un instante, se encuentra a Anthony sangrando profusamente. Piensa que puede estar muerto, pero al ver que se levanta y dispara se alivia un poco. Se asuma un poco de su escondite y tira de Anthony para que no quede expuesto a los nuevos guardias que llegan.

Durante su vida ha visto heridas feas hechas por los anzuelos, los cuchillos y demás utensilios que usan los pescadores así que la sangre no le asusta. Busca en su mochila y rasga los bajos de su camisón, el cual ha considerado mejor traer que no dejarlo en el refugio, busca la zona de la herida y presiona sobre ella. Esa zona suele estar bastante irrigada y la sangre es muy llamativa aunque la herida sea pequeña.

-No te muevas o acabarás desmayado y tendremos que cargarte...

MIERDA DIDAC! SI ESTABA CUBIERTA! - digo sorprendida de que una bala perdida haya llegado hasta donde estoy.

Decido pasar del ataque y retrocedo para buscar un lugar donde esconderme. El hombro me duele horrores y solo ruego que sea una herida superficial y que no vaya a mayores.

Me escondo tras una roca enorme, entre penumbras. Además, hay un poco de tierra que me echo encima para ocultarme mejor.
 

El combate estaba llegando a su final, o eso querían pensar, tenían a dos soldados heridos y dos que llegaban al lugar, y al escuchar los disparos desde atrás, han llegado y disparado primero, pero James ha logrado recuperarse del dolor en su brazo, y dispara al soldado que estaba de pie,  el certero disparo le da en su brazo, haciéndolo soltar su arma en un rugido de dolor, el disparo le ha destrozado los dedos, y caer de rodillas sujetando su mano. Él ya había gastado las balas de su primera arma.

Anthony se separa de Mary que intenta atenderlo, no era el momento, estaban en pleno combate y moviendo su mano aparta a la chica,  tomando el arma y volviendo a disparar al otro soldado que estaba, su disparo era certero, y lo derriba con un agujero en el pecho...

 Mary y Selina se escondieron detrás  de las rocas que le ofrecían un poco de protección, pero quedaba uno de los soldados heridos, que tomó el arma y disparó, Eizar sale de su escondite para disparar, pero la bala llega a ella, en su costado segundos después de que ha disparado el virote certero que fue al pecho del soldado, haciéndole caer. Está herida, y bajará la mano por el costado estaba sangrando... pero el soldado muerto...

El último disparo es de Didac que va hacia el otro soldados que herido aún iba a disparar,  la bala se desvía  y roza su cabeza pero el golpe es suficiente como para dejarlo aturdido... 

Al fin han acabado con los soldados, pero varios de ustedes estaban heridos, y habían quedado algunos de los soldados vivos.... el problema es que no sólo los han visto, sino que además, saben las rutas de los rebeldes,y podrían llegar a la guarida, y también... al escondite de los piratas, si uno de esos soldados salía vivo.

Eizhan toca su costado, pero con toda su fuerza de voluntad intenta ignorar el dolor.De salir algún soldado, fastidiaría el escondite de la resistencia, pedirían los refuerzos o lo que es peor, informaría a la Reina Roja de que hay un grupo formado por ellos.

Eizhan se muerde el labio para centrarse en ese dolor, para apuntar con su ballesta y disparar al soldado que aun estaba vivo. Intentaría acertarle , un disparo rápido y letal, que lo alejara del mundo de los vivos y asi matarlo.Si fallaba solo esperaba que algún compañero suyo le diera muerte.

No dejéis que escape ninguno, pondría en peligro todo... - dice a la misma vez que disparaba al soldado que tenía en mente, al único que veía que estaba vivo.Si lo matara, luego se acercaría todo lo rápido que le fuera posible, para rematar a los soldados caidos en combate, por si acaso, además de para recuperar sus saetas de plata.

EL pobre hombre que sufría por su mano, cae al suelo por el virote enterrado en su cabeza, el otro soldado que estaba vivo, se había recuperado de su inconsciencia y se pega a la pared de la cueva suplicando por su vida, pide como un niño que no lo maten, claro, ver a todos sus compañeros muertos y toda la salida cubierta por su sangre es un escenario que a cualquier desconcierta, más antes de su muerte.

Sin decir nada a nadie, casi como auto-reflejo, dispara entre los ojos al soldado que sigue vivo. Sin compasión ni piedad.

Acto seguido se acerca a los cuerpos, como impulsada a ellos, para sacar una de sus dagas y atravesar el corazón de todos los guardias muertos, empieza a desgarrar la carne de los soldados, haciendo marcas en sus pechos.

Al finalizar, los soldados alguno que otro le falta un ojo, los cortes en sus pechos son como si un animal de afiladas garras les desgarrara el pecho o vientre.

En los orificios de las saetas o los disparos, se ensaña con la daga, haciendo la herida mucho mas grande, desgarrada. Una perfilada y siniestra sonrisa se perfila en su rostro.

Si alguien le pregunta, contestará que esta haciendo como si no hubieran sido atacados por un grupo, sino por algunos monstruos. Así evitarían ir a esa zona otros soldados, por no arriesgar sus vidas tontamente y hacer algo de mas provecho para su Reina Roja

No le da tiempo a pensar mucho, simplemente que lo que está pasando ahí es una matanza, un ensañamiento por parte de Eizhan que no está justificado. Es cierto que son soldados de la Reina y que les han disparado, pero ya han muerto... y Eizhan está disfrutando desgarrando sus cuerpos, mutilándolos... En ese sentido, Eizhan no es mejor que ellos o que la Reina Roja. 

Se horroriza ante tal imagen y comienza a temblar de miedo, apretando el trozo de tela con el que quería parar la hemorragia de Anthony contra su pecho. ¿Cómo van a considerarse mejores? ¿Qué argumentos respaldan sus ideas, sus acciones, si el camino que siguen es el de la violencia gratuita? ¿Cómo puede disfrutar haciendo algo así? ¿Los demás también lo harán?

-Haced que pare... - susurra, con la mirada fija en el caos de cuerpos, sangre y violencia gratuita. Se nota que aunque su mirada está fija en eso, en realidad es como si no lo estuviese mirando.

No sabía si reirme viendo aquella situación o echarme las manos a la cabeza. - Ya puedes borrar todas nuestras huellas que hemos dejado cientos de metros tras nosotros... - Pensé cuando vi como Eizhan perdía el tiempo intentando camuflar lo evidente. - Un animal de afiladas garras. - No pude evitar sonreir. - ¿Está bien Mahogany? - El halcón me preocupaba más que mi brazo en aquel momento, seguía sintiendome culpable por aquello. - Eizhan, la próxima vez podrías usar un poco mejor la cabeza. En vez de perder el tiempo ensañandote con los cuerpos, interrogar a un superviviente puede dar mejores resultados. ¿Acaso un muerto podría contarte si hay refuerzos por la zona? ¿Sabes si Rocheford anda cerca o tienen un campamento no lejos de aquí?. - Pregunta retórica que para mi mayor divertimento pronto sería contestada. Desde que la conocí, aquella mujer no dejaba de sorprenderme, y no para bien desde luego.

Saqué una botella de añejo ron que bien escondida tenía entre mis ropajes. Quite el tapón con la boca escupiendolo lejos. Después de dar un buen trago, me eché lo que quedaba sobre la herida del brazo. Aquello ardía horriblemente, pero intenté no gritar, no quería que Mary me viera con aquella botella después de haberle mentido diciendole que ya no me quedaba rico ron.

Recogí la pistola que había soltado cuando recibí el balazo. Después de registrar a los soldados en busca de munición, dinero, algun mapa de sus tropas, o lo que fuera de utilidad, esperé a que el resto del grupo estuviera listo para retomar camino. Recargué mis pistolas, más valía tenerlas listas en todo momento.

Este tipo de guardias, dudo mucho que dijeran algo si estuvieran vivos, solo por el miedo que tienen a la Reina Roja y Rocheford .En cuanto a si hay alguien cerca, con todo el ruido que habéis armado con las armas de fuego, ya tendríamos a media guarnición. Este era un grupo de exploración y búsqueda. Conozco bien como funcionan sus filas, y lo de ensañarme, mejor que piensen que les ataco algo salvajemente o animales, que un grupo clandestino. - Eizhan echa una mirada a la botella de ron  -

Puedes pasarme eso y una pistola cargada... - dice con voz tranquila, como si lo recién hecho, fuera lo mas normal del mundo.

Habría que aterrorizar más a estos soldados , más de lo que ha pasado para que como mínimo dijeran algo que desvelara información importante.Muchos tienen sus familias retenidas por la Reina Roja, si alguien habla, matan a la familia, sus esposas, hermanos, hermanas, hijos, etc...Las cosas son muy duras en tierra, como también tendrán sus cosas duras en el mar. - dice a James , mirando como empieza a rebuscar en los cadáveres.

Me parece muy buena idea, buscar munición tu con tus balas, yo con mis saetas. De paso quitemos todo lo que tengan en los bolsillos, para lanzarlo al mar luego. Que piensen que les han robado un grupo de bandidos salvajes y sádicos. - dice con una extraña sonrisa.

Lejos de sentir dolor en el brazo, salgo de mi escondite y me dirijo corriendo hacia mi halcón.
No sé si mi herida era muy profunda, pero tenía que saber primero el estado de Mahogany. Si terminaba muriendo en esa cueva oscura, no me lo perdonaría nunca.
Paso al lado de James mientras le dedico una mirada furiosa. No puedo evitar culparle por lo que acaba de pasar.
Lo de Eizhan lo debatiremos después.

Era un soldado indefenso, no había nadie más alrededor. Qué menos que haberlo utilizado como rehén para sacarle información. 
Demasiado tarde.

Busco a Didac con la mirada. Está bien, así que no tengo que preocuparme de él.
Al final, llego al lado de Mahogany y me arrodillo.

- Por favor, que alguien nos ayude! Mi brazo, mi halcón...

Me doy cuenta de que estoy llorando.

Al fin nos deshicimos de los guardias. En seguida tras el último disparo me acerco a mi hermana. La han herido y debo asegurarme de que este bien.

-¿Selina estás bien? No vuelvas a ser tan imprudente- es entonces cuando me doy cuenta de que está preocupada por Mahogany así que decido no darla la chapa. -¿Cómo está nuestro amigo?- digo preocupado, no quiero que le haya ocurrido algo, seguramente a Selina le afectara mucho y jamás querré ver sufrir a mi hermana, otra vez no.

Me inclino para descubrir como se encuentra el halcón. Deseando y esperando que esté bien.

Mientras oigo como hablan, parece que Eizhan ha hecho alguna de las suyas, realmente no presto atención ya que estoy 100% atento a mi hermana y su amigo plumífero.