Partida Rol por web

Mi corazón no pudo evitar latir más fuerte con la historia de Eolande. Me sentía tan identificado, me había hecho recordar tantas cosas... "¿el destino ha querido que nos juntemos? Debemos luchar por una misma causa".

El momento fue tan especial que no atendía a nada exterior a nosotros. No me había dado cuenta de que Anthony se había marchado, no estaba tan si quiera atento a lo que hacia Púa. Solo estábamos los dos en aquel hermoso lugar, desnudando nuestros corazones con nuestras dolorosas historias.

Todo aquel climax es interrumpido por un rúgido seguido de unos gritos. -¡QUÉ! ¡¿QUÉ PASA?!- grito sobresaltado. Eolande toma mi mano para levantarse, está decidida a ir a ver que ocurre. "Espero que no sea Selina, por favor no..." es en lo único que puedo pensar mientras corro detrás de Eolande desenfundando la escopeta de aquel soldado.

Me había olvidado de la pequeña hurona, pero Púa sabe bien lo que tiene que hacer así que nos sigue rauda y veloz. No pierde el paso y de un salto se sube a mi espalda recorriéndola hasta posarse en mi hombro.

-Bien hecho chica.

La tarde se ponía interesante después de todo. Ahora veríamos de que lado estaba la "muchacha del taparrabos" y si era tan diestra con ese arco como quería aparentar.

- Eizhan, ¿algo de diversión por fin? - Dije sonriente.

Me dirigí con paso firme hacía donde venía aquel sonido gutural.

Al ver que James no hace caso de ella baja aun más la mirada y vuelve al lado de Selina, afligida por todo. Quizá hizo mal en querer volver a tener piernas? No llorará, al menos no delante de los demás... quizá delante de Selina, si tiene tiempo para escucharle.

Así que intenta mantenerse firme hasta que ellos se vayan en busca de lo que sea que haya capturado a Anthony. Iría, pero solo será un estorbo para los que sí saben usar las armas... ella solo tiene un arco que solo ha disparado una vez y ha acertado por puro azar.

Doy unos pasos y me replanteo seguir caminando hacia ese sonido gutural, así que retrocedo hasta una temblorosa Mary, siguiendo las indicaciones de Eizhan

- Mary, yo también tengo algo de miedo - le digo agarrándola de la mano.

Silbo para que Mahogany se acerque hasta mi hombro.

- Pequeño, dirígete hacia donde viene ese horrible sonido que acabamos de escuchar. No te poses en el suelo, mantente a una distancia muy prudencial y no te expongas ante ningún peligro. Vuela pequeño y dinos qué está sucediendo.

Eizhan, James, Mahogany volverá enseguida. Si esperamos podremos andar sobre seguro. No sabemos qué puede haber ahí delante.

Corrieron desde distintos puntos, Mary fue la única que se quedó en el bosque, mientras Eizhan James a pesar de que Selina le dijera a tu halcón que fuera a ver que pasaba, pero ¿cómo le diría que estaba pasando el ave?. Los guerreros deseaban emociones y no tardaron mucho en lanzarse a esta, más cuando escuchaban los gritos de dolor de su compañero, dejando a ambas chicas solas en el bosque.

Por otro lado, Eolande y Didac fueron en búsqueda de Anthony, lejos del castillo no podía estar,  y así fue, fueron los primeros en llegar y ver a aquella enorme bestia, de casi dos metros y medio, sino más grande, con na espalda casi tan ancha como golem, era terrible, no se podía saber si había sido humano o no, pero se podía encontrar su cara y sus ojos pequeños, cuando los dos primero llegaron, la criatura rugió con violencia, y agarró una enorme roca lanzándola contra los dos chicos. 

Luego llegó Eizhan y James encontrándose con esa bestia y a sus pies estaba Anthony, boca abajo,, no se movía y no era posible saber si estaba vivo o no, quizás esa bestia lo había matado, no podían perder a un compañero recién recuperando a otro. AL verlos llegar, la bestia rugió de nuevo y corrió a gran velocidad contra James y Eizhan, era enorme y apesar de eso, era rápido y hábil,  y los atacó con un golpe de puño. 

Corrieron desde distintos puntos, Mary se quedó en el bosque, mientras Eizhan James a pesar de que Selina le dijera a tu halcón que fuera a ver que pasaba, pero ¿cómo le diría que estaba pasando el ave?. Los guerreros deseaban emociones y no tardaron mucho en lanzarse a esta, más cuando escuchaban los gritos de dolor de su compañero, dejando a ambas chicas solas en el bosque.

Eizhan optó por esquivar primero el ataque de la criatura, mientras analizaba con la vista algún punto blando, en donde insertar sus flechas.

Intentó esquivar como podía el puñetazo de aquella criatura...., luego ya pensaría en donde atacarle con la ballesta.

Intenta hacerse a un lado, corriendo con toda la velocidad que pueda, para flanquear a la criatura, su puñetazo, tener una posición provechosa y luego disparar su ballesta a los ojos de la criatura.

Cuando salimos del castillo buscamos con nuestra mirada a Anthony, no tardamos en darnos cuenta de la presencia de aquella mole. Es impresionante, no sé que ser será pero parece muy fuerte.

El "golem" o lo que sea nos ve y rápidamente coge una roca y nos la lanza. Sin dudarlo un instante salto dentro del castillo otra vez para resguardarme de un próximo ataque.

-¡Eolande cúbrete!

Una vez dentro busco un lugar elevado desde donde pueda disparar a aquella cosa como si fuera un francotirador. Recordando aquellas tardes donde padre me enseñó a disparar un arma.

 Corrí delante de Didac podía notar cómo mi corazón latía con fuerza por el temor a lo que pudiese pasar. Shea, seguía mis pasos un poco por detrás, parándose al llegar al propio borde, pues sabía del peligro y es que ambas sabíamos que era aquello que sonaba. Sin dudarlo salí, encontrándome de frente con él, mis ojos se clavaron en los de aquella bestia y mi mano se aferró con gran fuerza al arco. Pero no podía dañarla, no podía hacerlo. Mi mano libre subió hasta mis labios, acariciándolos, cómo si bajo aquel gesto rezase o pronunciase algo "Padre..." pero apenas duró, pues mis ojos se afilaron ante el movimiento de la mole. Cuando la piedra fue lanzada me impulsé para volver allí donde estaba Didac, mi cuerpo golpeó el de él, pero con rapidez me aparté. 

 -¡¡Didac!! ¡Espera, por favor!-Lo seguí sin dudarlo, agarrándolo por el brazo para que no siguiese subiendo las escaleras que daban a la torreta. Tras eso lo miré a los ojos con los ojos llenos de miedo.-No le hagas daño, te lo suplico, por favor... ¡¡Es mi padre!! Mi padre...-Mordí mi labio con fuerza, mostrando la tristeza y el miedo en mis ojos. Tras eso me giré hacia el otro pequeño grupo, al igual que su nuevo amigo, ellos estaban dispuestos a atacarle si era necesario. Si seguían así, lo matarían, me arrebatarían también a mi padre ante mis ojos, no podía permitirlo.

Nuevamente corrí hacia el borde, mirando al golem el cual había optado por prestar atención a los otros.-¡¡Quietos!! ¡¡No le ataquéis!! No... A él también no.-Me dejé ver, saliendo de mi escondrijo, pero manteniendo la distancia con aquella cosa que en su día había sido mi padre. El cual me había arropado entre sus brazos tantas veces, me había besado la frente y me había dedicado una sonrisa para calmar mis lágrimas. Intentando llamar la atención de aquella cosa silbé con todas mis fuerzas, mientras miraba a Shea haciéndole un gesto con la cabeza, cómo indicándole cual era su trabajo. Debíamos llevarlo nuevamente al bosque, ese era su hogar y allí estaría asalvo.-¡¡PADRE!! ¡¡Déjales, por favor!! Quieto... Te lo suplico, no sigas...-Mi mano agarró con fuerza el arco, pero era incapaz de apuntarle, no podía por más que lo deseaba.

Cegado por la ira al ver el inerte cuerpo de Anthony en el suelo me lancé contra aquella bestia de manera inconsciente. Me costo algunos valiosos segundos asimilar lo que veía, pues casi no podía creer que Anthony hubiera muerto. Una vez me recompuse desenfundé mis pistolas; estas escupieron plomo sin tregua pero a aquella bestia no parecía afectarle las balas. Quizás hubiera que buscar un punto en el que fuera vulnerable...

 Corrí delante de Didac podía notar cómo mi corazón latía con fuerza por el temor a lo que pudiese pasar. Shea, seguía mis pasos un poco por detrás, parándose al llegar al propio borde, pues sabía del peligro y es que ambas sabíamos que era aquello que sonaba. Sin dudarlo salí, encontrándome de frente con él, mis ojos se clavaron en los de aquella bestia y mi mano se aferró con gran fuerza al arco. Pero no podía dañarla, no podía hacerlo. Mi mano libre subió hasta mis labios, acariciándolos, cómo si bajo aquel gesto rezase o pronunciase algo "Padre..." pero apenas duró, pues mis ojos se afilaron ante el movimiento de la mole. Cuando la piedra fue lanzada me impulsé para volver allí donde estaba Didac, mi cuerpo golpeó el de él, pero con rapidez me aparté. 

 -¡¡Didac!! ¡Espera, por favor!-Lo seguí sin dudarlo, agarrándolo por el brazo para que no siguiese subiendo las escaleras que daban a la torreta. Tras eso lo miré a los ojos con los ojos llenos de miedo.-No le hagas daño, te lo suplico, por favor... ¡¡Es mi padre!! Mi padre...-Mordí mi labio con fuerza, mostrando la tristeza y el miedo en mis ojos. Tras eso me giré hacia el otro pequeño grupo, al igual que su nuevo amigo, ellos estaban dispuestos a atacarle si era necesario. Si seguían así, lo matarían, me arrebatarían también a mi padre ante mis ojos, no podía permitirlo.

Nuevamente corrí hacia el borde, mirando al golem el cual había optado por prestar atención a los otros.-¡¡Quietos!! ¡¡No le ataquéis!! No... A él también no.-Me dejé ver, saliendo de mi escondrijo, pero manteniendo la distancia con aquella cosa que en su día había sido mi padre. El cual me había arropado entre sus brazos tantas veces, me había besado la frente y me había dedicado una sonrisa para calmar mis lágrimas. Intentando llamar la atención de aquella cosa silbé con todas mis fuerzas, mientras miraba a Shea haciéndole un gesto con la cabeza, cómo indicándole cual era su trabajo. Debíamos llevarlo nuevamente al bosque, ese era su hogar y allí estaría asalvo.-¡¡PADRE!! ¡¡Déjales, por favor!! Quieto... Te lo suplico, no sigas...-Mi mano agarró con fuerza el arco, pero era incapaz de apuntarle, no podía por más que lo deseaba.

Pero...., por todas las brujas quemadas.... - dice girando la cabeza para ver aquella extraña muchacha con el arco.

¿ de donde sale esa chica ? - dice aun con su idea, pero al escuchar las palabras de la chica no podía disparar a aquella cosa.

JAMES, CAMBIO DE PLANES..., DIDAC LANZANOS UNA CUERDA, YA, RÁPIDO.... - dice a viva voz.

DEJA DE DISPARAR A ESA COSA DE MOMENTO, AL PARECER TIENE ALGO QUE VER CON LA CHICA NUEVA...- dice gritando para ser escuchada por James.

USAREMOS LA CUERDA PARA INTENTAR INMOBILIZAR SUS PIERNAS, O PATAS O LO QUE SEA TENGA ESA COSA, REPITO, VAMOS A INMOVILIZARLO..., NO PIENSES MAL, SI NO LE VES MUCHA SANGRE, LO MISMO SOLO SE HA DESMAYADO ANTHONY..... - dice mientras alterna su mirada entre la criatura, Didac para que le lance la cuerda y James para que le escuche y haga caso.

Ya tendrá tiempo de conocer a la nueva....

Se queda junto con Selina y observa como los otros dos se alejan siguiendo los gritos de dolor de Anthony. ¿Qué es lo que debe de haber pasado? ¿Podrán ellos dos con ese enemigo de terrible rugido? Teme por lo que les pueda pasar, pero ahí está ella... asustada y sin hacer nada. Pero ¿qué puede hacer? Solo será un estorbo si va, tendrán que prestarle atención para protegerla, como está haciendo Selina en esos momentos.

Aprieta la mano de su amiga sin saber bien que hacer. Quizá deberían ir... Selina es buena disparando, aunque la última vez salió herida... pero no tiene porque pasar ahora.

-Creo que soy una molestia... - le dice al fina a Selina - Se que estabais preocupados por mí, pero quizá hubiese sido mejor quedarme con las demás sirenas.

Y aunque no lo reconozca, porque no es el momento de hacerlo, que a quien más ganas tenía de ver en realidad no le hace especialmente ilusión el verla de vuelta. Eizhan estaba equivocada cuando dijo que alguien se quedaría sin palabras al verla...

Sigue escuchando los gritos de Anthony y los extraños rugidos de algo que no sabe que es y se pregunta si necesitarán ayuda, al menos con los heridos. Mira a Selina y entonces decide que quizá sea mejor que las dos vayan con los demás, además, Selina podrá ayudarles.

Tira de ella, siguiendo los ruidos y el camino que han tomado James y Eizhan.

No sentía ninguna gana de ayudar a quien podía ser uno de nuestros enemigos.

Y el hecho de que esa criatura que había herido y podía haber matado a mi compañero estuviese relacionado con ella hacia poco frente a mís ojos.

Pero el tono en que había dicho esas palabras lo habia cambiado todo. Quizás fuera porque era algo que yo realmente nunca habia podido sentir pero que sabía era bueno y puro.

Así que guarde la pistola dejando libre una mano mientras con la otra mantenía sujeto el alfanje

-Eolande, escuchame. Yo no te caigo bien y tu no me caes bien a mí pero por lo visto el cabeza de chorlito de Didac ha visto algo en tí y confia en mi juicio. Por el momento eso tendrá que valernos. Si conoces algún metodo de apaciguarlo sin que tengamos que hacerle daño estoy dispuesto a probarlo.

Pero no hay promesas. Las vidas que estan a mi cargo son mucho más importantes para mí-

Seguidamente me dirigi hacia Eizhan

-Creo que veo lo que quieres hacer. Es impulsivo y temerario por lo que para mí es perfecto.

Ahora bien lo mejor es que uno de los dos se adelante y se arriesgue a los ataques para que podamos cogerle bien.

Ese alguien sere yo. Y no quiero oír ninguna replica. Es como en el puente. Era necesario para después.

Ahora es tu turno de pasar a segundo lugar. Este como este Anthony he de creer que le queda algo dentro y con muy poco tú recuperas a la gente. Así que no puedes correr riesgos-

Tras eso fui por Didac

-Y tu lanzanos lo más rápido que puedas una cuerda y luego haz lo que mejor sabes hacer. Me niego a creer que no seas capaz de crear veinte maneras diferentes de inmovilizar a este ser con lo que tienes aquí.

Tienes a un compañero herido y a la chica que te gusta al lado. Así que si hay un momento para que te luzcas y muestres todo tu potencial no va a haberlo mejor que este-

"Mi querida Leucosia, señora del mar y mi corazón, si podeís escucharme en este momento y teneís alguna capacidad sobre ello me refugio en vuestro recuerdo esperando no equivocarme"

-Tranquila Eolande, no le haremos daño- digo mientras subo las escaleras de dos en dos lo más rápido posible.

Una vez arriba saco de mi bolsa especial una soga. "Sabía que sería de utilidad, menos mal que entre mi material de trabajo llevo de todo...". Me asomo por una de las ventanas del piso superior que dan a la ferviente escena.

-¡¡CHICOS!! ¡Aquí tengo una soga! Intentad neutralizarle. Yo mientras pienso lo más rápido posible un plan.

Lanzo lo más cerca posible de Eizhan la soga, es una soga fuerte y bastante larga si estuviese al ras del suelo seguramente no podría lanzarla demasiado lejos pero al estar en lo alto de aquella torre logro llegar sin problemas a mi objetivo.

"Está bien, Didac piensa... ¿Cómo puedo neutralizar a este bi... al padre de Elande?" pienso mientras observo a la criatura en busca de su punto débil con mis super gafas con su máximo zoom.

Gracias a mis gafas de aumento y mi vista rápida logro visualizar su punto débil, Veo como en sus articulaciones la piel no es tan gruesa para que pueda movilizar bien sus brazos y piernas. "Claro por eso es rápido y no lento como pensaba..."

Rápidamente pienso en como tranquilizarle y en seguida caigo.

"¡Joder! ¡Pues claro! Si el otro día Falla me enseñó a inyectar somnífero entre otras cosas en las puntas de mis flechas y tengo unas cuantas con ello impreso."

Decido armar mi ballesta con una de estas flechas, las cuales son de punta más fina y más resistente, capaces de adentrarse hasta las venas pero no hacer que se desangre a quien dispare. Tengo la intención  no sé si de dormir a la bestia pero al menos tranquilizarla. Así que apunto a una de las articulaciones de las piernas para que haga efecto rapido sobre ellas y caiga al suelo sin afectar demasiado a su sistema nervioso.

"Fiuuuuuuuuuummmm" suena la flecha rompiendo el aire hasta llegar a la criatura... Aún no sé el resultado que obtendré de todo esto pero espero que sea bueno...

Ezhan coge todo lo rápido que puede la cuerda, para pasarle el otro cabo a James....

JAMES, VAMOS A HACER QUE ESTA CRIATURA CAIGA, A VER SI DE ESA MANERA DIDAC PUEDE INMOVILIZARLA.... -Eizhan lanza el otro cabo a James, mientras ella tiene sujeto con fuerza el otro extremo. Busca un sitio donde poder dar vueltas a la cuerda, para de esa manera asegurar su lado y que las vueltas, ayuden a estirar con fuerza la cuerda.

La idea es sencilla, tensar la cuerda cuando pase lo que sea aquella cosa, o el padre de la extraña chica, para que caiga de bruces al suelo, según el tamaño de la criatura, necesitarán aferrar bien la cuerda para no ir ellos detrás, de ahí la acción de dar vueltas a la cuerda, en un pilar restante de lo que fue, una columna base.

Solo esperaba que lo que fuera tuviera en la cabeza Didac, sirviese para inmovilizar aquella criatura, pero lo que si harían primero, era hacer que cayera y asi , reducir su velocidad y acción.

Cogí la cuerda mientras corría

-No creo que funcione. Es demasiado grande  y fuerte como para simplemente ponerle la zancadilla.

Hay que utilizar su propio tamaño contra él. Como con unas boleadoras.

Deberiamos pasar por debajo y cruzarnos pasando alrededor de sus piernas para que se enrede.

Además eso le distraería de nuestros compañeros-

Me mordí el labio por lo siguiente. No me acababa de gustar.

-Pero tu has tomado la iniciativa y es tu plan.

¿Corro entre sus piernas o intento enganchar la cuerda a alguna columna para desequilibrarle?-

La criatura había recibido a Eolande y a Didac con una gran roca, pero ambos habían logrado esquivarla sin mayores problemas, quedando a los costados de la enorme roca que levantó una polvareda y  rocas del suelo al enterrarse. La bestia lanzó un grito y ahora que corría hacia donde estaba James y Eizhan, en donde solo la guerrera quiso esquivar, mientras que el capitán sacó su arma para disparar, pero no logró hacerlo,  y recibió un golpe de lleno en todo su cuerpo que lo lanzó lejos, y su cuerpo fue a parar contra uno de los árboles, estrellándose  con fuerza, tuvo fuerza de no terminar con la espalda rota, pero si quedó demasiado confundido para saber que estaba pasando por unos instantes, además, de quedar sin aliento, tosiendo intentaba ponerse de pie, pero el golpe había sido enorme.

Eolande intentaba detenerlo, llamando y apelando a su razón, pero no podía razonar con esa criatura que rugía al cuerpo de James el que intentaba ponerse de pie.

Mientras tanto el combate continuaba, la criatura  alzó sus brazos y rugió con fuerzas intentando encontrar el siguiente punto a cual atacar, y este fue Didac, que ya estaba estudiándolo.Didac es la mente brillante del grupo, o por lo menos así se perfila y en situaciones así es donde debía probar su valía y claro, sus conocimientos, más ahora que Eolande ha revelado que aquella criatura no es nada más ni nada menos que su padre. Didac diseña un plan, se da cuenta que la criatura a pesar de ser tan fuerte y tener una piel que parecía ser de roca, entre sus articulaciones había menos protección, tal como las junturas de una armadura de placas. Preparó la ballesta y disparó, esperando tener el suficiente. El virote se enterró en la rodilla de la criatura que corría hacia él, deteniéndose por el dolor,  pero este no lo hizo detenerse.

Didac se había puesto bajo resguardo de uno de los pilares que adornaban la entrada del castillo, y desde ahí lo había atacado, pero la criatura llegó hasta él, y con ambos puños destrozó el pilar como si fuese de papel tan solo,  haciendo que todo el arco en punta cayera al suelo en medio de gran estruendo y rocas, la bestia agarró a Didac de un hombro, jalándolo y lo atrapó con ambas manazas, por el talle, sus manos lo  rodeaban por completo y comenzó a apretar y apretar , mientras le rugía en la cara, la bestia tenía un aliente a podrido, y su baba cubrió la cara del científico. Lo curioso es que al hacer eso, lo salvó de ser aplastado por la estructura que caía, y levantaba polvareda  hacia todos lados.

En eso llega Mary con Selina, encontrando a un James que intentaba ponerse de pie, y correr hacia la cuerda, pero estaba demasiado mareado y lastimado por el golpe recibido, además pedía ayuda mientras Didac era escupido por la criatura y apretado por sus manos, dolía, Didac sentía como le rompía los huesos, o por lo menos estos  crujían.

Eolande estaba detrás de la criatura, James con la cuerda en las manos pero débil, Eizhan estaba con el resto de la cuerda ya decidiendo que hacer, y más atrás Mary y Selina, quienes sólo llega cuando encuentra a sus amigos en peligro, y tenía un arco en las manos...y la criatura podría lanzar lejos a Didac o arrancarle la cabeza con sus fauces...

Lo siento.... - Eizhan ata con fuerza la cuerda a lo que queda de un pilar.

Decidida coge su ballesta, estaba en peligro un miembro de su equipo, ya casi perdieron a Mary, de Anthony no sabía como estaba, no podía arriesgar la vida de Didac.

Con decisión aferro la ballesta, dispararía a uno de los ojos de la criatura, solo esperaba que del dolor de la penetrante flecha,soltara a Didac y se centrara en ella la criatura, ya estaba acostumbrada a combates parecidos a esos.

¡¡¡ EHHH TU MOLE, ENFRENTATE A UNO DE TU TAMAÑO !!! - dice disparando su ballesta hacia el ojo izquierdo de la criatura, solo esperaba, que del dolor, soltara a Didac y se tocara como acto reflejo el ojo. Las flechas siguientes irían para inutilizar las rodillas de aquella criatura y que no se moviera.

Mira horrorizada lo que tienen delante, lo que encuentran ese momento. Una enorme y cruel criatura que tiene a Didac en las manos y que está a punto de aplastarle todos los huesos del cuerpo y a James tirado en el suelo que intenta ponerse en pie sin mucho éxito. Si se ha dado un buen golpe, lo mejor sería que se mantuviese en el suelo, tratando de recuperarse, así que se acerca a él con premura y se arrodilla a su lado.

-James, no deberías levantarte... - le ayuda a sentarse y a apoyar la espalda en el tronco.

Se pone en pie y mira hacia el monstruo que tiene a Didac. Quizá pueda distraerlo para que los demás puedan ayudar a su amigo y compañero. Se hace la capa de Eizhan a un lado y toma el arco y una flecha... antes parece que ha disparado aceptablemente bien así que ahora probará a disparar a ese enorme mole que tienen delante.

Coloca la flecha en la cuerda y tensa el arco hasta el máximo que puede y apunta al brazo de la criatura. No pueden perder a nadie, suficiente habrá sido que creyesen que ella había fenecido en el mar por los remolinos de entrada a la isla. Suelta la flecha cuando cree que ya tiene fijado el blanco, deseando que no se desvíe de su camino y que acierte en el cuerpo de la criatura y suelte a Didac.

No falles ahora, no falles ahora piensa una y otra vez.