Partida Rol por web

EL hombre avanza haca ti, y como no buscas nada para defenderte ni escapar, llega sin problemas donde estas, agarrándote por el cuello con fuera, sientes su aroma a alcohol y a quemado, puedes ver su carne abierta y como su ojo rueda en su cuenca hasta enfocarse en tus ojos claros.

- aquí no estas en la ciudad del Plata... fuiste el regalo de tu tía para mí- pasa su nariz por tu cuello,  abriendo un poco los dedos, sientes su lengua húmeda por tu piel - pero no tengo tiempo para ... para estar jugando contigo ahora, esta noche, esperame- susurra en tu oído y junta sus labios con lo tuyos,   y luego abre su boca pasando su lengua por tus labios, sientes su piel rasposa en donde están las cicatrices. 

- serás mía por completo princesita - se ríe,  y te suelta empujándote al suelo, y haciéndote caer de bruces, abriendo la puerta - Lady Helena ya vendrá, debes prepararte, quiero una cena con ustedes dos...

Se alejaron del grupo, caminando en busca de la posada en donde quedarse, pero Mark te jaló de una mano y te llevó hacia un callejón en donde no pasaba gente, olía algo raro, pero luego sientes el aroma de su cuerpo sobre el tuyo, te ha apresado contra la pared, y  sus manos te ha sujetado  de la cintura.

- ¿que te sucede?..¿que sucede con Derek? - susurró, pasando su nariz por tu cuello, oliendote, sientes sus deseos, pero debe saber primero que sucede con Derek y porqué te había abrazado así - no me gustó como te abrazó... no...- te va soltando, y sus manos van a tus mejillas, pegando su frente a la tuya, puedes ver sus ojos llenos de dudas.

Sin tener prácticamente que esforzarse, pronto los dos amigos hallaron lo que buscaban, gente claramente desconforme con el actual gobernante. Eso podía significar dos cosas: o que tenían mucha suerte, o que era muy fácil encontrar gente con esas ideas. O quizás ambas opciones fueran correctas. Fuera cual fuera, tener suerte, gente desconforme o la conjunción de ambas era muy bueno, sobre todo la última.

Sir Optimus imaginaba la ansiedad de su compañera, ya que él mismo se sentía muy tentado a intervenir en ese mismo momento, pero eso no sería adecuado. Si se revelaba tan pronto podía perderse de enterarse varias cosas. Prefería esperar a que la charla siguiera su curso y a la chica se le escapara algún dato de importancia. Tanto el herrero como la lechera mostraban su desagrado hacia lo que estaba ocurriendo, aunque era la lechera quien lo mostraba de una manera más abierta. El herrero parecía más medido, como si tuviera miedo, aunque Sir Optimus estamaba que era más por la lechera que por sí mismo.

El perro se acercó un poco, cosa de no perderse ninguna parte de la conversación, dispuesto a ver dónde acababa la misma. Estaba decidido a hablar con ambos, pero el momento aún no había llegado. Debía dejar que la rueda girara un poquito más aún.

Alba se movía bajo la capa - estoy incomoda, me duele el cuello- susurro el hadita, moviéndose  más, y asomó la cabecita para ver a la pareja discutir, ellos seguían con su conversación.

Herrero : comprende mujer, no podemos contra Dimitri, tiene a la princesa ahora y a la zarina - dice con un lamento el hombre, a lo que la lechera pega un golpe al suelo con su pie.

Lechera: eres un cobarde - masculla molesta, sus mejillas lechosas se han encendido por la rabia que sentía - eres un maldito cobarde, si quieres algo, nos veremos con los demás... en el bosque, - dice y sale, seguramente iría rumbo a ese encuentro con los demás, 

Sir Optimus tenía que luchar contra su propio interés para no demostrarlo, y mientras la pareja hablaba, si bien se mantenía cerca, miraba para otro lado. Al mismo tiempo movía la cabeza luchando también con la princesita, que se movía de manera en que él temía que la pudieran ver.

Grande fue la sorpresa del perro al escuchar sobre una reunión en el bosque. ¿Es que había una resistencia ya armada? Debía ir allí, aunque si podían hablar de esas cosas libremente en las calles no entendía por qué ir al bosque. Eso le sorprendía mucho, que esas cosas se hablaran a la vista y oídos de todos.

Como fuera, cuando la mujer sale caminando, Sir Optimus la sigue, con Alba tapada encima de él.

Pongo mis manos sobre las suyas, sintiéndolo tan cerca, aliento contra aliento, a tan solo un roce de un beso.

De nuevo la imagen de mi madre se derrumba. Aquella donde era la mejor mamá, la que velaba por mi hermano, la que habría hecho todo por nosotros. Con una revelación, Derek destrozó lo último que quedaba de un mundo que había sido bueno. La primera vez que me habló sin provocarme, logró lastimarme como jamás lo habría hecho con ningún insulto.

- De todas las personas tú eres el único con quien podría hablar de eso – Contengo un sollozo y aprieto más sus manos – Solo tú, solo tú…

Me va a volver loca. Derek me va a volver loca. A este paso me va a volver loca. De todas las personas, Mark es el único al que podría decir la verdad. O al que le habría dicho, si Derek no me hubiera casi obligado a hacerle esa promesa.

Aprieto los ojos con fuerza cuando me pregunta por Derek, tratando de contener lo que siento, no ser débil, no dejar salir todo y decirle lo que está pasando. Trago saliva, abriendo de nuevo los ojos, solo para ver la duda en los suyos. Hago una mueca, sintiéndome también a punto de quebrarme.

Y antes de saberlo, lo dije.

 -Te quiero.

No soy buena con las palabras. Cuando quiero a alguien doy la vida, pero no me escucharan decirlo en voz alta. Él único al que le he demostrado realmente mi afecto ha sido realmente Alexey. Nikolai a veces. Pero la facilidad con que Mark derrumba mis defensas es demasiado.

–Eres el único a quien le he hablado así. – Admito, rozando su nariz con la mía en un movimiento involuntario. Cierro de nuevo los ojos, tan cerca de él - Te quiero… -  Termino de apoyar mi frente en la suya, con mis manos aun sobre las suyas - Confía en mí.

Los dos se quedarían allí, la verdad es que tampoco podía pedirles más, bastante habían hecho, y si los necesitaba sin duda acudirían.

-Tened cuidado.- Les dije acariciando brevemente a ambos.

Dicho esto me encaminé a la ciudad intentando descubrir que sucedía. ¿Serían mis amigos?

Alice casi vomita del asco pero al menos tenia hasta la noche.

Su tia la habia regalado y la rabia casi era mas fuerte que el asco o el miedo.

Tenia que hacer algo... inventar alguna cosa... Tal vez si guardara un pedazo de cristal roto entre sus ropas pudiera clavaselo llegado el momento... o usar un cuchillo de la mesa cuando cenaran.

- Muy bien.- dijo Derek preparandose para la mision. Esta vez no importaba cuanto rugiera su bestia tenia que trabajar en grupo y obedecer.- Sir optimus tenga cuidado.- dijo Derek deseandole lo mejor.

Miro a Nikolai.- Supongo que ahora estamos a sus ordenes. Aparte de esperar ¿Hay algo que debamos saber?Nunca competi en un torneo, tal vez sea mas logico presentarme como escudero....

Cuando te vas alejando de la tienda del herrero, ves aparecer un grupo de soldados, borrachos y brabuqueando, entraron en la tienda del herrero, y sacaron dos espadas, mientras seguían fanfarroneando, con el zar Dimitri, ya no se espera decencia, el terror lo reina todo, más la locura de aquel hombre que maneja todo con mano de hierro.

Ahora nuestro valiente caballero con Alba en su lomo siguieron a la mujer, que de tanto en tanto miraba hacia atrás, pero de pronto notó algo, y giró en un árbol, ya no podía verlo Optimus, y cuando asomó su cabeza, la mujer se puso delante de él, 

- ey tú!- exclama y se agacha - ¿quién eres? - alargó su mano para acariciar la cabeza del perrito - que simpático andas vestido...¿quién te puso estas topas? - preguntó la lechera.

Caminaron alejándose del grupo, atrás dejabas a tu hermana con tu mejor amigo, y al leal Optumis, Nikolai mantenía un gesto solemne hasta que le dirigiste la palabra, él,  levantó una ceja y mantuvo ese silencio por algunos instantes, era angustiante no saber que estaba pensando o que iba a decir.

- no tendrías mucha oportunidad de llegar donde el zar y la princesa como escudero, es mejor que entres como caballero, yo no puedo entrar como tal, me conocen, así como a Ava, si llega a verla, seguramente la matará en el acto, las esperanzas están en ti, - siguieron caminado hacia el centro del pueblo - dime ¿qué armas sabes manejar? si conseguimos una espada, podrías entrenar un poco hasta mañana, de por sí eres más fuerte y más ágil, pero debes fortalece tu mente - pone su mano en tu cabeza, era más alto que tú, así que ese gesto no le cuesta mucho realizarlo.

Cuando dejas atrás a Flufy y a Fujur atrás, sentiste un miedo natural estabas solo, como en la prisión, como cuando huiste, pero esta vez estabas con un arma y una armadura, y cuando tu cabeza asomó en esa ciudad, las damas te saludaron, y se van riendo, es evidente que llamas la atención por tu manera de verte, con ese porte y esa elegancia. Sigues caminando y ves en uno de los pendones un anuncio:

En honor a la boda del Zar Dimitri y la Zarina Helena, se llevará a cabo el primer Torneo de caballeros en la ciudad de Imlambris. Todos los caballeros están  invitados.

Eso rezaba el anuncio, y sería una forma de acercarte al zar, pero antes debería saber donde estaba Alicia, si el zar la tenía, era lo más seguro. Era mejor buscar una taberna o algo y hacer preguntas o internarse en el mismo castillo para buscarla...

Mark a regañadientes intenta comprender las palabras de la princesa, pero termina asumiendo que tiene razón, que debe confiar en ella, a pesar de que no le cuenta lo que estaba pasando, suspira molesto, y te roba un pequeño beso,  tomando tu mano para sacarte de ese mal lugar.

- lo haré, confiaré en ti, pero debes confiar en mí también, aún no, pero debes hacerlo - te dice, sólo deteniéndose un segundo antes de seguir caminando caminando, estaban cerca de la taberna y al entrar encuentran unas cuantas personas, comiendo el almuerzo, llegan hasta la barra en donde Mark pide habitaciones, pero le informan que sólo habían dos habitaciones,  y que serían dos monedas de plata por día, Mark, mira a Ava un segundo y toma ambas habitaciones, en donde en una había una cama matrimonial. 

Fueron hacia la habitación, y cuando estuviste adentro, Mark cerró la puerta y fue donde ti, para sujetarte de la nunca y acercarse a su cuerpo.

- te quiero... te quiero pequeña....- murmura besando tus labios, sus manos temblaban, como si temiera que eso fuera a acabarse - nunca había conocido a alguien como tú, me has.. capturado - susurra buscando tu mirada, y besando tus labios con pasión cuando puede ver el iris de tus ojos.

El zar se va y antes de irse, se gira desde la puerta que estaba abierta, te dice que dejará la puerta abierta, pero todos los guardias estarán pendientes de ti, y que si intentaba escapar, haría pagar a Helena, así que eras cautiva del castillo, aunque ahora sin paredes, solo límites.

Fue grande el esfuerzo que tuvo que hacer Sir Optimus para controlarse y no irse encima de los soldados borrachos, para darles una lección. Se iban pavoneando por aquí y allá con total impunidad, sabiendo que nadie haría nada para detenerlos. No sabían lo equivocados que estaban...

Todo ese tiempo Sir Optimus se preguntaba de qué lado estarían los soldados, porque seguramente las injusticias de Dimitri también los afectaran, y a sus familias. Pero aparentemente para ellos valía más la libertad para comportarse como quisieran. Eso iba a ser un problema.

Dejando esos pensamientos de lado siguió hasta donde la lechera lo sorprendió. ¿Sospechaba algo? Cuando la lechera acercó la mano, Sir Optimus se la empezó a lamer, y luego le hizo uns simpáticos saltitos alrededor. No quería saltar mucho para que Alba no se cayera, y a punto estuvo de echarse panza arriba para que le hiciera mimos. Si hubiera hecho eso, habría aplastado a la princesa, de modo que se comportó como un simpático perro un ratito más, esperando engañar a la lechera.

Pero entonces pensó que si ella sospechaba algo quizás intentaría perderlo, o engañarlo y llevarlo a algún lugar equivocado. Y lo cierto es que tarde o temprano debería revelar la verdad. Miró alrededor para asegurarse de que nadie los estuvera viendo o escuchando.

_Bah, no tiene sentido seguir con esto. Me disculpo por pretender engañarte. Mi nombre es Sir Optimus, del linaje de los niñeros-guardianes reales; sin dudas has escuchado hablar de nosotros y posiblemente hayas conocido a algún familiar mío. Estoy en una misión secreta y por eso te estaba siguiendo. Te escuché hablando con el herrero. ¿Perteneces a una especie de resistencia, no? Debes saber que no están solos. En poco tiempo la princesa Alice será liberada y Dimitri será depuesto, pero para que esto ocurra nos necesitamos mutuamente. ¿Por qué no nos conduces con tu grupo para poder hablarlo todos juntos?

El maldito Zar estaba jugando con ella sicologicamente dejando la puerta abierta. Las ganas de escapar eran muchas pero tenia que ser realista.

Ella sola seria incapaz de salir alli, atraves de pasillos atestados de guardias a sus ordenes. Lo habria intentado de todas formas de ser ella quien cargara con las consecuencias pero no cuando estas fueran a caer sobre otra persona. Helena le caia bien pero parecia una mujer completamente derrotada y sometida a un destino que pensaba inamovible.

Alice se prometio que encontraria el modo de escapar pero si no podia hacerlo, romperia el espejo y se cortaria las venas ella misma antes de darle el gusto a ese ser infame de ponerle las manos encima, o algo peor, terminar perdiendo las ganas de luchar como habia hecho Helena.

Ignorar la puerta abierta fue duro pero al menos penso que Helena estaria a salvo por ello. Le preocuparon los guardias, pero ninguno intento entrar. Seguramente les aterraba la idea de tocar algo que el Zar deseaba para si mismo. Aparte de ver pasar las horas desesperandose por ello poco mas podia hacer. Penso que seria imposible convencer a Helena de espacar pero tendria que intentarlo... y si no queria, tendria que tomar una decision y marcharse sola. Lo lamentaria mucho por ella pero su pueblo la necesitaba.

Dos monedas de plata... ¿el torneo aumentó los precios tambien? me preguntó a mi misma con coraje.

Recorro el lugar con la mirada, desde los que desayunan hasta la barra, con la capucha puesta y las manos en los bolsillos. Dos horas Ava, recuerda, solo dos horas para continuar en una pieza... Que Sir Optimus y Derek continúen en una pieza...

Capto el movimiento en la cabeza de Mark, justo cuando volteaba de nuevo al encargado, y hago una mueca de recordar lo que me dijo y la forma en que suspiró.

Si de confianza se tratara, tu serías el único en saber.

Ahora soy yo la que suspira molesta antes de comenzar a seguirlo. En el camino hasta aca hubo cierta incomodidad. Todavía no puedo creer que siendo su mejor amigo Derek jamás le haya hablado de ella. O por lo menos quien era ella. Y más aun, no puedo creerme a mi misma que haya aceptado no decir nada. No sería dificil de cumplir, si no fuera porque precisamente su mejor amigo es el único del grupo que sabe leerme bien.

Apenas escucho que cierra la puerta bajo la capucha, aliviada en cierta manera de que nadie me reconoció. Bien, se podría decir que estoy en una zona neutral. Sin soldados, cazarecompensas, reinas o familia. Afuera quedó el mundo, o más le vale.

Me quito la capa de un movimiento para luego arrojarla a un lado. Al ver el tamaño de la cama alzo una ceja y estoy a punto de decir algo cuando de nuevo sin aviso Mark me sujeta y antes de preguntarle que está pasando vuelve a besarme. Me sostengo de sus brazos y respondo con una agradable sorpresa, ceyendo que ya no está enojado conmigo, hasta que me doy cuenta de como le tiemblan las manos.

- No me hagas volver a decirlo - bromeo, pero no niego lo que dije antes, intentando reír y alejar esa maldita sensación - Y no soy pequeña - murmuro, antes de volver a besarlo.

Rodeo su cuello con los brazos: también tengo miedo. Miedo a que algo pase y todo acabe como todo suele hacerlo. En veces estar con él se siente demasiado bueno para ser real.

- ¿Eres real? - pregunto. Tampoco había conocido a nadie como él.

Se sintio molesto cuando le toco, no soportaba el contacto con el. Cerro los puños, tenia que controlar a la bestia.

- Sere caballero en ese caso. Es posible que si llevais un casco que os cubra la cara podais participar tambien... o dejarme a mi el distraerle para que podais acercaros a las mujeres.- dijo buscando un modo de hacer.- Nunca he tomado partido en tales campos asi que no se mas que lo que he visto aunque me manejo bien con la espada.- aseguro.

Resoplo.- Tambien podria sembrar el caos entre la guardia si dejara salir al prisionero de mi alma... solo un momento seria suficiente.- dijo como propuesta pero tambien era un deseo que tomaba fuerza en cada paso.

Mi mente esta bien.- aseguro.- Mi mente no es el problema, el problema es lo que soy. No puedo negar mi naturaleza y muchas veces me pregunto si contenerme tanto sirve verdaderamente para algo...

No sabía muy bien que hacer, tenía miedo de ser descubierto en cualquier momento, e iba a tener que dar muchas vueltas antes de hallar a Alice, pero no me iba a rendir fácilmente.
Me decidí por buscar una taberna, prefería adentrarme en los dominios del zar con algo de información, pues adentrarme a ciegas me parecía una locura.

Tuve pensamientos para mis compañeros, ¿estarían allí? ¿y como habrían entrado? solo esperaba que estuviesen bien...

La mujer, creyendo que era un lindo perrito se llevó el susto de su vida cuando el perro comienza a hablar y vaya que manera de hablar, Optimus lanzó todo lo que había tenido que contenerse, porque no sólo se presentó si no que  habló de la resistencia, la mujer se lanzó hacía atrás cayendo sobre sus posaderas y arrastrándose por el suelo hasta agarrar un madero y levantarse, estaba asustada, y amenazaba con el madero al perrito.

- pero que clase de demonio eres!- chilló- debes ser creación de aquella bruja, ah!, - le comenzó a dar de palos, Optimus tendría que esquivarlo, pero lo haría sin problemas -acabaré contigo!... ay... ay!!... la bruja!.. ay - no te conocía y claro, se llevó una  gran impresión al ver a un perro que hablaba además con todos los recursos de la Reina Roja, ella temía de todo y de todos.