Partida Rol por web

La bestia gimio un segundo, despues desgarro un aullido de venganza que hizo a Derek cerrar las mandibulas con fuerza. Se movio saliendo de los escombros y tomo un pedazo de la viga que habia destrozado con su cuerpo. Las costillas le dolian pero eso solo hacia que se enfureciera mas.

Ava comenzo a usar luces moviendo algo pero a Derek no le importaba que era, su vista estaba anclada en la bruja. Sus dedos se cerraron sobre aquel pedazo de madera punteaguda que pretendia usar como una estaca. Tenia la intencion de acercarse sigiloso como el lobo a su presa y ganarle la espalda para undir aquella estaca hasta su corazon aprovechando que al menos por una vez Ava estaba haciendo algo que merecia la pena.

Sir Optimus hizo caso a Ava y bajó la vista en el momento en que el flash de una intensa luz se produjo.

_Derek, príncipe, tendrán que levantarla si queremos caldo de bruja.

No estaba mal derrumbarle la casa encima a la bruja, pero le parecía incluso más apropiado darle de su propia medicina.

Levantó la vista en cuanto la luz desapareció, dispuesto a correr a toda velocidad para aprovechar la momentánea pérdida de visión de la bruja. Iba a tomar con sus dientes una punta del vestido y la arrastraría hasta el caldero, para que allí sus mencionados compañeros pudieran meterla de cabeza en el mismo.

Las vigas estaban justo sobre la cabeza de la bruja,  el plan que había dado el príncipe era la mejor de todas las salidas, porque terminaría con la bruja sin afectar al resto de la casa, que a todo esto estaba en llamas, pero Optimus no confía en el príncipe y este hecho será decisivo para el desarrollo de las acciones que ahora vivirán nuestros protagonistas.

Ava intentando ayudar al grupo, busca entre sus ropas la pluma, la que encuentra a pesar de que pudo ser encontrada por la bruja, pero no fue así, y tuvo suerte. Con la pequeña pluma dorada, la agita para activar su poder, el fuego de esta pluma reaccionaba con la presencia de la magia negra, y aquella bruja estaba llena de magia oscura y malvada, así que la pluma mágica emanó su poder, y un destello amarillo inundó todo el lugar, haciendo que la bruja dejara de lanzar las bolas de fuego contra todos, y debiendo bajar su cabeza para protegerse de aquella luz, pero aquella luz no solo cegaría a esta bruja, sino que quemaría su piel, la bruja gritó con mayor furia, aumentada por el dolor que aquella luz le producía...

Cegada la bruja, Derek reacciona, saltando hacia la bruja, pero nuevamente se encontró con el poder de esta, que si bien, estaba ciega, pudo sentir al licano, golpeándolo y repeliendolo con una sola mano y lanzándolo de nuevo contra los muebles de aquel lugar, rompiendo tinajas y cerámicas, el pobre saltó sobre las mesas y se fue con todo, hasta caer al suelo,pero para su suerte, caería cerca de una espada que estaba en su vaina, pudo reconocer bellos diseños elficos, muy similares al pendiente que usaba.

Optimus aprovechando que la bruja estaba cegada,  corre y comienza a jalar de sus ropas para llevarla hacia donde estaba el caldero, pero este había sido derribado por las tejas que cayeron cuando Derek se había llevado consigo el pilar de madera y parte del techo, pero por lo menos estaba entreteniendola, jalando de sus ropas que comenzaban a rasgarse, y ella intentaba sacarlo de encima.

Y así, detrás de todos, la casa comenzaba a quemarse, y el humo estaba llenándolo todo, haciendo difícil la respiración,  Mark dejando a Ava, corre hacia donde estaban las armas, pateando las ollas y sacando a la pobre Alba que estaba inconsciente,   y con la otra mano,  empuñando el fusil que había sacado de la guarida de los rebeldes,  disparando a la bruja, pero la desgraciada se movió demasiado y la bala fue a perderse contra la pared contraria....

El brillo de la pluma es liberador, ahuyenta el dolor justo cuando apenas podía soportarlo. Pero es lo único bueno que ha pasado aquí, los demás no han tenido suerte o logrado algo. Pero en su distracción y el efecto de la pluma acabo de ganar algo que aprendí hace años a aprovechar: tiempo. Ventaja. Porque precisamente por esto es que Nikolay me enseñó a ser más rápida, a aprovechar los segundos de fuerza antes de la vuelta del dolor. Aprovechar, golpear y evitar en menos de un minuto otro ataque.

La luz de esta pluma hace que el dolor que me provoca la primera se acabe, pero sé que si sigue esto así no durará mucho, tengo que aprovechar los pocos segundos que tengo para atacarla. Y entonces lo veo: estoy en mi elemento.

Sonrío débilmente. Está muerta, esta maldita bruja está muerta.

Salto al otro lado, manteniendo el cuerpo inclinado hacia adelante mientras comienzo a correr, esquivando a Maslova, evadiendo sus ataques, hasta llegar a ella justo a tiempo para tomarla del brazo, vengándome de cómo lo hizo conmigo, y doblárselo para desorientarla y girarla hacia los demás. Dejándola vulnerable.

- ¡Rápido! – grito ahora que la tengo a los demás, para que terminen con ella.

Sir Optimus desechó mi plan y puso el suyo propio en marcha, iba a quejarme y advertirle, aquello iba a funcionar, estaba totalmente seguro, pero tuve que tirarme al suelo para esquivar otra bola de fuego.
Cerré los ojos y me cubrí con las manos cuando Ava avisó. Cuando los abrí solo pude quedarme boquiabierto, no sabía que la chica podía hacer aquello, había visto a gente usar la magia en varias ocasiones, pero normalmente esa gente la usaba para su propio provecho, en este caso nos intentaba salvar con ella, y al parecer estaba funcionando.

Derek atacó nuevamente, pero una vez más falló, parecía que se lanzaba sin cabeza una y otra vez, pero siempre era rechazado.

Pensé en seguir yo mismo mi plan, era arriesgado pero podía desplomarle el techo yo mismo, pero desafortunadamente Sir Optimus empezó a forcejear con la bruja, ya no estaba seguro de que el techo la fuera a sepultas, además no iba a sepultarlo a él también con ella, por lo que tuve que pensar en otra cosa, el tiempo corría en contra, pues las llamas eran cada vez más intensas, y aunque faltaba parte del techo y el humo ascendía por allí no estaba seguro de que nos fueramos a quedar sin aire si el incendio se seguía extendiendo, eso por no hablar de los ojos curiosos que podrían ver la casa arder, atraer gente era lo que menos nos convenía en aquel momento.
Entonces lo vi, Mark había recogido un rifle, y cerca había alguna espada, corrí por la estancia confiando en que la bruja no me atacara demasiado ocupada con Sir Optimus. Por el rabillo del ojo puedo ver como Ava se mueve como el viento, sus movimientos son simplemente perfectos, como si se meciera.

Alcanzo una de las espadas y me doy la vuelta al tiempo que veo como la chica le hace una presa a la bruja y exclama para que alguien la remate, y yo no pienso perder ni un segundo más.

-Aquí terminan todas tus maldades.- Le exclamo a la bruja, pensar cuantas buenas personas habrán sido devorados por aquel monstruo me revuelve el estomago.

Sin más demora lanzo un tajo a su cuello con la intención de cortarlo. No me gusta atacar a un rival indefenso, no es para ello para lo que he entregado tantas horas de mi vida en el adiestramiento de la espada. Pero hay que matar a aquella bruja antes de que le de tiempo a reaccionar...

Derek se dolio del golpe un segundo. Su mano tanteo y encontra la empuñadura de una espada que se quedaria sin dudar. Pensaba en atravesar con ella a la bruja de lado a lado cuando el principito se lanzo a por ella cobrandose su presa. La bestia bruño enfadada, estaba lastimada y pedia una venganza que no ya no podria ser. Le costo esfuerzo concentrarse en otra cosa para no saltar con la espada sobre el cuello de Edwars. Se levanto penso en algun forma de salir de alli. Recordo que parete de la casa era de caramelo y por tanto alguna de las paredes debia ser mucho mas debil que el resto. Tanteo la pared dando golpes con el puño hasta dar con una parte que pudiera tirar usando algo que tenia de sobra, fuerza bruta.

Todo sale mal, todo se complica. Intenté llevar a la bruja hacia el caldero, pues me parecía más apropiado darle de su propia medicina que enterrarla bajo unos escombros. El problema es que para introducirla en el caldero necesitaba brazos, y mis compañeros por un motivo u otro no me prestaron los suyos.

Veo cómo Mark erra un disparo que parecía fácil, pero no importa. Seguimos trabajando en equipo y la bruja está acabada. Ya no hace falta que tironee, Ava tiene controlada a la bruja al menos lo suficiente para que Edwards le lance la estocada final. Posiblemente éste sea el final de la anciana, que resultó ser un rival bastante digno. Más allá de sus poderes, había demostrado ante Derek ser buena incluso en el combate.

Me alejo para evitar que la sangre de la bruja ensucie mi pelaje. Quiero que salgamos de aquí cuanto antes, pero no debemos olvidarnos de algo.

_Derek, Mark, alguno que tome nuestras cosas de camino a la salida, no lo olviden. Tenemos que salir de aquí cuanto antes, y creo que el príncipe ya se ha hecho cargo de la situación.

Trabajar en equipo, esa lección aprendieron nuestros seis héroes, porque arriesgando la vida, habían trabajado en conjunto para evitar ser comida de una malvada bruja. Optimus había logrado sacar a la bruja de su concentración y de los ataques contra ustedes, ahora centrándose en el perro que no dudaba en atacarla, a esto Ava reaccionó, el dolor que le producía la pluma en su brazo se disipaba, y aprovechando el momento, saltó hacia la bruja, jalándola del brazo, y doblándolo en su espalda con gran maestría, dejando a la mujer expuesta al  ataque del que tuviera tiempo y oportunidad.

Edwards fue el llamado a esta oportunidad creada por Ava, y rápidamente se lanzó contra la bruja,  enterando la espada en su cuello, y de ahí bajando por su pecho, abriendo sus carnes, la sangre negra saltó y manchó las ropas y cara del príncipe, Optimus sin lugar a dudas tenía razón, la sangre de la bruja iba a salpicarlos a todos. Ava, sufriría nuevamente el terrible dolor que generaba en ella la magia negra, pero aún así la sostuvo con fuerza hasta cuando la bruja dejó de moverse y el mismo peso de su cuerpo la obligó a soltarla. Adolorida y casi sin aliento dio unos pasos hacia atrás, mareada, la sangre de esa bruja le revolvía el estómago...

Mark por su parte, agarró las armas como pudo, las llamas ya estaban sobre él y metiendo a Alba en su bolsillo, huyó con las espadas y las armas, corriendo y llamando a Derek, quién inteligentemente había descubierto que su cuerpo era una excelente bola de demolición, encontrando así la salida de esa casa al hacer un forado en la pared y jalando el masapán de de la muralla, las llamas los acosaban y los quemarían vivos si no salían de ahí.

Y el grupo logró salír mientras todo se quemaba, Derek terminó de abrir el forado usando su fuerza bruta, y todos escaparon de las llamas, Edwards ayudaría a Ava a salir, y todos corrieron cuando pudieron, hasta caer de rodillas en la nieve, mientras todo se quemaba...Habían salido con vida, afortundamente.

Ahora estaban en medio del bosque, sólo con sus armas, porque las mochilas habían quedado en ese lugar y sucumbido por las llamas, a excepción de dos había alcanzado sacar el montaraz antes de escapar. Mas encima hacía demasiado frío, si bien no nevaba, el aire congelaba, pero Mark sabía más o menos en donde estaban y los guió por la nieve hacia una cueva que se abría en medio del bosque, ahí entraron para buscar resguardo, y hacer un poco de fuego con las ramas secas que habían encontrado en ese lugar.

Usando las mantas, se sentaron en torno al fuego, un momento de calma, al parecer, dormirían por lo menos más tranquilos, ya por la mañana, el frío los despertó, Alba había dormido toda la noche, y Mark les informó que la pequeña hada parecía muy mal herida, y se las mostró, estaba con su luz apagada, y muy pero muy pálida...

Gracias a Ava la bruja no tuvo escapatoria, y mi espada acertó el objetivo, bajando desde la garganta para asegurar su muerte. El hedor era repugnante, y la sangre emergió de su cuerpo como si me escupiera.
Entonces me quedé paralizado, había matado a la reina Roja, había matado a mi madre. O eso creía, su rostro pronto se transformó de nuevo en el de la bruja. Ya tenía pesadillas con aquella mujer, y ahora ibajinaba su rostro en los enemigos. Y una pregunta rondaba mi cabeza ¿podría matar a la reina si se diera el caso?, estaba claro que la mujer lo merecía, pero por mucho que lo mereciera era su hijo...

Los golpes de Derek me sacaron de mis pensamientos, había creado una salida a base de golpes. Mark por su parte recogía nuestras pertenencias y seguía a Derek. Yo miré a Ava, había sujetado a la bruja con fuerza, y tenía mala cara, parecía ser la que peor lo había pasado de todos, así que en cuanto soltó a la bruja la tomé de la mano manteniendo mi mirada en las suya un breve instante.

-Vamos.- Le dije en el tono más tierno que pude, no quería ser brusco, pues al fin y al cabo se notaba que lo había pasado mal.

Le ofrecí mi cuerpo como "muleta" y la acompañé hasta fuera donde nos reunimos con el resto, y no fue hasta entonces que la solté y pudimos relajarnos ligeramente, dejándonos caer sobre la nieve.
Desde allí contemplamos el final de la casa de la bruja y descansamos lo justo como para poder emprender el camino hasta un lugar más seguro. El hedor de aquella horrible mujer se había quedado en mi cuerpo por mediación de su sangre, por lo que no dude en limpiarme con algo de nieve, y es que no soportaba tener esa sangre en contacto directo con mi cara.

Por un momento temí morir de hipotermia, encima había usado la nieve para limpiarme en un estúpido movimiento. Pero Mark nos sacó las castañas del fuego, al parecer conocía más o menos la zona, y nos consiguió conducir a una cueba donde con algo de leña conseguimos recuperar nuestra temperatura.
Al menos esa noche podríamos descansar algo, me preocupé por el estado de Alba, así como del de Ava, pues el resto parecíamos haber salido mejor parados y pronto los sueños me engulleron. Soñé con mi prima, ella intentaba huir una y otra vez, pero mi madre no lo permitía, y se entretenía torturándola.

Al día siguiente, las pesadillas quedaron atrás, y el episodio con la bruja parecía solo otro mal sueño. Mark nos informó del mal estado de Alba, pero no se me ocurría que podía hacer por el Hada, así que me limité a acercarme a Ava.

-¿Está usted mejor?- Le pregunté algo preocupado a la chica manteniendo los buenos modales.

De nuevo la pluma vuelve a arder, pero eso no hace más que aferrarme más a Maslova, apretarla más, hasta que deja de luchar y se vuelve más pesada. Pero el alivio duró aun menos de lo que esperaba, solo que más por asco que por el dolor. Si no es por Edwards casi vuelvo a caer en el suelo, solo que en la nieve es otra cosa: después de ver que todos hubieran salido más que tumbarme me acuesto, quitándome algo de la horrible sangre negra, apoyando especialmente los brazos para que el frio baje la temperatura de mi muñeca izquierda… hasta que noto que también siento el frío en la derecha.

Me vuelvo a levantar, ahora por el pánico. ¡Mi sable! ¡La muñequera!

Esta vez soy yo la que despierta con un humor aun peor que el de Derek. No sé qué fue peor: que todos vieran la discreta forma en que reaccionaba la pluma, que todos me vieran en pleno ataque, que Alba saliera despedida hacia la pared (no, no fue malo que Derek también saliera volando) o perder el sable, aunque solo necesito un par de minutos para saber cual se llevó el premio. Un arma así no es fácil de conseguir, y lo peor, es la que mejor se me da. Nikolay me lo advirtió, me dijo lo peligroso que era depender tanto de un arma. Me dejo la capucha puesta,

Ahora es la muñeca derecha la que no dejo de tocarme con aprensión, tan acostumbrada como estaba a llevarlo que hasta el peso más ligero del brazo se siente incómodo. La llevo puesta incluso cuando duermo, y ahora sentir el brazo derecho tan… liviano… maldita sea, es peor que si estuviera desnuda.

Esa muñequera era casi una parte de mí, y ahora quedó calcinada por el fuego. Incluso si recuperara la hoja no podría rearmar el mecanismo para soltarla. Debí de darle yo misma el último golpe, por un momento hasta deseo que reviva para hacerla escupir donde lo dejó,  ¡o volver a matarla!

Vuelvo a maldecir en silencio, hasta que Mark nos alerta sobre Alba.

Me acerco a verla mejor, y me doy cuenta, está aun peor de lo que pensaba. El golpe contra la pared la dejó muy mal. Por un momento me pregunté qué íbamos a hacer, cuando vuelvo a sentir una vibración en el brazo.

No, otra vez no…

Siento que palidecí por un instante. Aparto la idea de mi cabeza, recordándome que estamos en la fuga, y que otra corrupción nos puede saltar encima, que no es tan grave, pero de nuevo la veo y la idea vuelve a insistir con fuerza.

…Lo de la cabaña no fue lindo, lo de la cabaña no fue lindo, no estamos como para echarnos a dormir…

…lleva horas así…

…En verdad va a doler…

…El brillo de Alba disminuye…

¡Mierda!

Edwards se acerca a preguntarme como estoy, y francamente tengo que agradecer por tener puesta la capucha de forma que me tape la mitad de la cara, o si no habría visto que ahora sí que estoy temblando. En momentos como este como me gustaría no tener una consciencia.

- Mejor de lo que me voy a sentir en unos momentos…

Pongo una mano en su hombro, agradeciendo su preocupación, y casi pidiéndole con el gesto que no se asuste de lo que va a ver. Tragando saliva me abro paso y me acerco a Alba, tocándole la cabeza lo más delicadamente que puedo. Soy de movimientos rápidos y a veces bruscos, es un poco difícil. No sé si funcione, bastante actividad tuvo ayer la pluma y casi nunca lo he hecho. Cierro los ojos, concentrándome para que funcione.

Intento imaginar su ciudad, aunque acabo viendo de nuevo la mía, antes de la ocupación. Decidí venir en este equipo no solo por la princesa Alice, sino por ver Imlambris. Saber cómo está la ciudad, o mamá, saber qué hacer para salvarlas a ambas. Quiero liberar Imlambris. Es mi deber. Y ella también tiene un pueblo al que responderle. Imagino su ciudad, lo que fue para Imlambris saber eso, Como nos motivó cuando desafiamos a la reina, y el desastre en que resultó después.

- De princesa a princesa: hay gente que nos necesita.

Imlambris. Quiero liberar Imlambris. Necesito a Alba para liberar Imlambris. Alba necesita estar viva para rescatar su ciudad y salir del hechizo.

- Vamos... vamos...

Derek se habia tirado contra la pared y abierto un hueco con sus propias manos, al menos ser una bestia le habia servido para lograr que todos salieran de alli respirando. Sintio el instinto de acercarse a Ava para ayudarla a limpiarse esa mierda de sangre que la hacia sentir mal. No le gustaba verla sufrir aunque se la imaginara con agrado con las visceras fuera del vientre, arrangadas por sus prudios dientes... pero que otro la lastimara era algo que le dolia personalmente.

Ava era suya, para odiarla o matarla pero suya y no aguantaba aquella situacion. Mark se ocupaba de ella y eso le aplaco. Se mantuvo callado hasta llegar a la cueva y le costo dormir. Habia fallado mucho, se sentia un inutil magullado y herido en su orgullo.

Para colmo Alba se habia dado un golpe mas fuerte del que podia soportar.

- ¿Si tuvieras un objeto de magia buena, algo que la bruja buena hubiera impregnado con su poder, te serviria de algo?.- pregunto Derek a Ava, buscando en su cuello el colgante que le impedia trasformarse, era una magia muy poderosa para impedirlo y posiblemente pudiera ser de alguna ayuda aunque el no entendia una palabra de magia y podia estar diciendo tonterias.

Desde luego no iba a contar su secreto ni tenian porque saber nada mas.

Ava intenta ayudar a Alba, y la luz de la pluma se enciende gracias a sus plegarias, pero Ava estaba demasiado cansada y agotada por todo lo que había pasado la noche anterior como para poder activar todo el poder de aquella pluma y luego de lanzar algunos destellos que caen sobre el pequeño cuerpo de Alba, esta se apaga, Ava comprende que aquella pluma ahora se alimenta de ella, y ella se alimenta de aquella pluma.

- Optimus...- murmura, las pequeñas luces la han despertado, pero está muy débil - me voy... a morir...- murmuró con una pequeña voz, cada vez se iba apagando más y más.

¡No me hagas esto, después de lo que me torturaste ayer no me hagas esto!

No sana, puedo sentirlo aun antes de que sea visible, Alba no está sanando. Comienzo a sentir una verdadera desesperación. Golpeo el suelo con el puño, esto no puede estar pasando. Recuerdo lo que me estuve lamentando de perder un arma. ¡Estúpida, yo quejándome y ella sin decir nada! ¡y lo peor de todo, es que la estoy dejando morir!

Si tuvieras un objeto de magia buena...

Lo que dijo Derek me hace levantar la cabeza. Busco la otra pluma, metiendo los dedos en el pliegue de la capa hasta que la siento entre mis dedos. Me detengo un segundo, sabiendo que si lo hago no va a haber marcha atrás. Solo dos plumas como esta existen fuera del Pájaro de Fuego. Pero Alba como puede le dice a Sir Optimus que se va a morir.

Padre, perdóname…

- No les va a agradar, créanme. – Se me cierra la garganta – No les va a agradar. Pero la puede salvar…

Saco la segunda pluma, pensando en si Alba podrá soportarla o alguien más tendrá que hacerlo. No tiene los problemas para respirar de Alexey, pero el tamaño al que ahora está tampoco es esperanzador.

- Esto, esto que ven aqui es de una criatura muy poderosa - les muestro la pluma - una criatura llena de magia buena. Dentro de una persona puede curarle lo que sea una vez, o sanar a otros varias veces. - siento un escalofrio solo de recordar cuando me metí la otra- Pero ya vieron que puede ser muy violenta. Mark, tú que probablemente sepas de magia, Sir Optimus, tú que la conoces... ¿creen que ella la aguante? – miro a los demás, a Derek y a Edwards tambien - ¿O que alguien más debe hacerlo?

Todos habían cumplido bien con su papel y habían conseguido acabar con la bruja. Incluso a la hora del escape hicieron lo que pudieron por salvar las cosas y salir del lugar antes de morir quemados o asfixiados.

_Bien hecho.

Se habían dejado atrapar, se habían salvado por poco y Alba estaba herida, pero al final habían tenido éxito y era bueno dejar eso en claro al grupo.

Durante toda la noche Sir Optimus estuvo rodeando con su cuerpo a la princesa Alba, compartiendo con ella el calor de su vientre, como habían estado haciendo durante tantas noches antes de encontrar al resto del grupo.

A primera hora del otro día, Mark quiso revisar a Alba y comunicó al resto lo mal que se encontraba. Ava intentó curarla, pero entre lo débil que estaba ella y lo mal que estaba Alba, no pudo conseguirlo. Alba pareció ser conciente de su situación, por lo que dijo a Sir Optimus unas palabras que él no podía soportar.

_Calla amiga, sabes que no es verdad. Debes aguantar, y lo harás. ¿Quién me contará chistes si no antes de dormir? ¿Quién nos protegerá del Koschei? ¿Quién le dará una clase de magia a la Reina Roja?

Alba y Locasta habían sido las únicas amigas de Sir Optimus. Desde su niñez había vivido solo para llevar a cabo esa misión, no había tenido tiempo para socializar. En ese momento Locasta estaba lejos, no permitiría que Alba también se alejara.

_A ver si entendí...

Si bien estaba acostumbrado a la magia, lo que Ava había explicado no era claro.

_Ava, Alba podría aguantar más que cualquiera de nosotros. Ya viste cómo aguantó su hechizo cuando nos protegió del Koschei. Sin embargo estoy dispuesto a soportar yo cualquier cosa con tal de salvarla. Pero no entendí muy bien cómo funciona eso. ¿Qué debo hacer? ¿Podré curar más gente además de ella?

La pequeña hada sufría, y aquello me partía el corazón, ver a un ser tan bondadoso en aquel estado mientras seres llenos de maldad deambulaban libremente bajo mi reino...

La joven también me preocupaba, Ava, su voz había sonado cansada y había anunciado claramente que aquello la iba a dejar peor. Coloqué mi mano en su hombro, como si de alguna forma así fuera a conseguir que aquella tarea no fuera tan pesada, aunque poco sabía de magia y sus consecuencias.

Alba anunció su muerte, dejando claro que no le quedaban fuerzas para seguir luchando, iba a intentar darle animos, un poco de coraje, pero Sir Optimus se adelantó con unas palabras llenas de fuerza y valentía, no habría podido decir unas palabras más acertadas.

Ava entonces ofreció la posibilidad de compartir su poder, el cual parecía un regalo y una carga a la vez. Era la primera vez que veía a un ser con magia intentando compartirla, por lo que no me cupo duda de la bondad de la chica, si en algún momento había dudado de ella estaba claro que ere una buena persona...
No dudaría en ofrecerme, no había un poder más maravilloso que el de sanar, por mucho que aquello tuviera sus consecuencias, pero tanto Sir Optimus como Mark parecían tener un estrecho vínculo con Alba, por lo que no les quitaría el honor de salvar su vida, aunque de ser necesario no dudaría en arriesgar la mía, lo haría sin dudar por cualquiera de mis compañeros.

-Si puedo ayudar de alguna forma solo tenéis que decirme como...- Dije ofreciéndome voluntario para lo que fuera.

Miré a Ava aun preocupado, escondía su rostro tras la capucha, pero me asustaba que estuviera forzandose demasiado.

Derek gruño y se acerco. Saco el colgante de plata y se lo enseño.- No puedo quitarmelo porque... es peligroso.- explico escuetamente y añadio.- pero se puede sentir su poder, si lo tocas, es posible que pueda darte fuerzas canalizando su poder. No quiero que uses esa pluma, esta debil, no voy a sacrificarte a ti para salvar a Alba.- dijo tajante.- No te dejare hacerlo.

El chico miro a Alba y nego con la cabeza.- Nadie va a morir hoy.- dijo con la misma firmeza. Tenia otra idea pero tampoco estaba seguro de que pudiera funcionar. Su sangre era poderosa, si hubiera una manera de darle un poco posiblemente aquello que le curaba pasaria a ella pero los resultados eran impredecibles ya que podia pasarle la maldicion.

Estaba al lado de su amiga, con sus manos entrecerradas,mientras sólo veía al hada que antes había sido una niña, y mientras que todos hablaban y Ava intentaba salvarla incluso a costa de su vida, Mark alarga su mano hacia Ava, apartándola de los demás y de lo que pretendía hacer con la pluma, aunque no dejó de lanzar una mirada de reprimenda contra Derek y la forma en que se había expresado, como si Alba no tuviera valor alguno, y para él, si era  importante, en realidad, todos ahí lo eran, muchos habían sido amigos desde su infancia, o ahora, se habían ganado sus respetos, pero eso no quería decir que iba a despreciar una vida en favor de otra, ni viceversa.

- no ayudará Ava, en nada - le dice a la chica, sujetando su muñeca que aún quizás estaba lastimada por culpa de Maslova -y no porque tu vida sea más importante que la de Alba, sino porque en verdad, no estas en condiciones para salvarla, estas débil, y deberías descansar - arrugó su ceño y se alejó del grupo hacia donde estaban las armas sacando la muñequera de la princesa, entregándosela -para ti...

 Echa la cabeza hacia atrás,  y medita, Alba  estaba muy lastimada, y Ava también estaba herida, ya pensaba que esa pluma debería estar fuera de su cuerpo, puso su mano e el hombro de la chica.

- esa pluma te terminará matando, no tienes control sobre ella, y nos enfrentaremos a demasiada magia negra, Maslova era una bruja débil, no se compara a lo que nos enfrentemos - sentencia y mira a su amiga - mantengan el fuego encendido, resguardense del frío, iré a buscar agua del manantial azul, no está demasiado lejos, y si bien nos alejará de nuestra ruta, no dejaremos morir a nadie - mira a los presentes - Derek, te quedarás, eres el mas fuerte y podrás proteger a las chicas, Optimus y Edwards, me acompañarán, estaremos de regreso al final del día...- mira el brazo de Ava, y agarra su mano, descubriendo su muñeca, en esta estaba la marca de la quemadura de aquella flor.

- sabía que eras especial, pero no a este costo, luego solucionaremos esto - apretó su mano y luego la llevó a sus labios, para besarla y clavar su mirada en los ojos de la princesa, por esos instantes, solo existía ella - Derek,busca alimento para las chicas, nosotros comeremos en el camino ¿alguna objeción?  - preguntó tajante.

Alba se quejó un poco, y se volvió a dormir, estaba demasiado débil.

Derek escucho a Mark, tenia que calmarse. Ni el mismo se reconocia desde que habia salido de casa, cada palabra le provocaba, cada mirada le hacia saltar. El lobo notaba que estaba fuera del lugar donde le era facil controlarlo y ponia a prueba sus defensas constantemente.

- Largate ya y no tardes, Alba te necesita, ninguno podemos fallarle.- dijo Derek, pero esta vez miro a su amigo como no lo habia hecho en demasiado tiempo y le tendio la mano.- Te cuidado y no te preocupes por ellas, las defendere con mi vida.

Intentaba volver a ser el mismo, le costaba, la bestia gruñia en lo mas profundo de su ser.

Sir Optimus era bueno en el combate, no así en la medicina. Se sentía impotente frente al dolor de Alba, y ahora también al de Ava. Hubera estado él dispuesto a tolerarlo por las dos, de haber sido posible, pero Mark planteó una alternativa.

Y allí, el niñero-guardián dudó. En realidad era deber suyo cuidar de los miembros de la realeza, y allí habían 2 princesas a falta de una. Pero ir a buscar la medicina para una era una manera de cuidarla, aunque tuviera que dejarla durante un rato a cargo de otra persona. Además si iban a trabajar en equipo debían confiar los unos en los otros. Y si bien Derek había sido aporreado por la bruja, no había que desacreditarlo por ello. Confiaría en que él mantendría a salvo a las chicas hasta que el resto volviera.

_Derek, ten cuidado, confiamos en tí. Mark, te seguimos.

Era una suerte que Mark conociera tan bien el lugar. A Optimus eso le hubiera sido muy útil, pero lamentablemente era algo imposible de solucionar en ese momento.

Mark desechó las varias ideas relacionadas con la magia, al parecer no servirían, encima mis sospechas se confirmaban sobre Ava, quien se encontraba bastante débil.

Mark nos dividió en dos equipos, no me gustaba mucho la idea de dejar tan expuestos a Ava y Alba, ni tampoco me hizo mucha gracia que denominaran a Derek como el más fuerte, pero mi orgullo era lo menos importante en aquel momento, y sabía que Derek cuidaría bien de ambas. Además de darse una pelea dudaba mucho que Ava se quedaba sentado, aunque esto realmente era lo más preocupante.
No obstante el tiempo que estuvieran solas dependía únicamente de lo que nosotros tardáramos en realizar aquel viaje.
Tanto Sir Optimus como Derek aceptaron, y yo no iba a ser menos.

-Por supuesto contad conmigo.- Dije a Mark, acto seguido miré a Derek.- Estoy seguro de que podrás cuidar bien de ellas.- Después dediqué una última mirada preocupado a Ava.- Tened cuidado por favor, y no utilicéis más magia si no es absolutamente necesario, por vuestro bien...

Tras recoger mi espada y ponerme la capa poco más me quedaba para estar listo para el viaje.

-Vamos, mientras antes salgamos, antes regresaremos.