Partida Rol por web

-Puedes pasar, James - dice desde el interior del dormitorio.

Está sentada junto a la ventana pues parece ser que ha estado mirando el cielo estrellado de esa noche, en ese lugar extraño y tan lejos de su hogar. Se pone en pie cuando entra. No sabe de que querrá hablar, pero sabe que es algo de lo que quiere hablar, al menos, desde que se volvieron a reencontrar hace unas horas ya... y seguramente mas tiempo

-¿De qué querías hablar? - le pregunta con una sonrisa.

La mire con cara sería mientras la cogía por los hombros intentando que se sentará

-De algo de lo que teniamos que haber hablado hace mucho tiempo.

Puede parecerte que me he olvidado de nosotros dos en el puente de "La Peregrina" pero no es así-

Me separe de ella dandole ligeramente la espalda mientras me ponía entre ella y la puerta

-Lo primero que quiero que sepas es que nunca he jugado contigo ni he tenido intención de hacerte daño pero el resultado es que mis actos han sido peores que eso.

Durante mucho tiempo he estado enamorado pero me lo negaba a mi mísmo porque era un amor condenado y sin posibilidades así que me engañe a mí mismo.

En ese engaño creí que te buscaba a tí pero te buscaba porque me recordabas lo que he perdido.-

Me gire hacia ella para que viera lo sería que estaba mi cara

-Me niego a seguir viviendo en la mentira aunque me condene.

Y no solo por mí propio interes si no porque no es justo para tí.

Eres la joven más dulce y amable que he conocido en mi vida y te mereces a un hombre que este solo para tí no a un cobarde que te use como escudo porque no puede afrontar el mundo-

Se sienta como le indica con su gesto y escucha. Al principio le mira preocupada pues está serio y luego comienza a contarle todo eso y se queda pensativa, tratando de adivinar qué es lo que le está contando... simplemente que no fue nada para él y aunque diga que no ha querido jugar nunca con ella, es lo que realmente ha sido. Solo son excusas... burdas justificaciones para tratar de explicar sus actos.

Nota que algo dentro de ella se comienza a romper, pero no deja que él se de cuenta de eso. Le mira con una dulce sonrisa y le habla con voz tranquila.

-No pasa nada, James. No tienes que dar explicaciones. Solo debemos olvidar lo que pasó y seremos libres de seguir.

Se levanta y se dirige a la cama.

-Si me disculpas... necesitaría descansar. El día ha sido muy duro para mí... 

Algo no me gustaba. Estaba demasiado tranquila

-Por supuesto. Si me necesitas para algo avisa. Descansa bien-

Tras eso me fui cerrando la puerta suavemente.

Luego espere unos momentos y apoye la oreja contra la puerta.
 

Tan duro que decidí no cambiar lo más importante por unas piernas... piensa mientras se aleja de la cama y se acerca de nuevo a la ventana. Se sienta en el suelo, al lado de ésta, y se abraza las piernas para esconder su cara tras ellas. Algo en su interior se acaba por romper y el dolor es mucho peor que el de una herida, pero sus lágrimas son silenciosas...

Si lo hubiese sabido, si él hubiese tenido el valor de decírselo antes, le habría dado a la bruja lo más importante: los sentimientos sobre él pues para ella hasta ese momento habían sido lo más importante que le había pasado; pero ahora está ahí, sola, destrozada por dentro, solo en compañía de las estrellas y la luna y no quiere que los demás sepan nada sobre todo eso.

Pero se lo tiene merecido... confiar de esa forma... pero todo parecía tan perfecto. La Reina debe de odiarla mucho si hizo eso al saber que James se había acercado a ella... ¿Qué ha hecho? ¿Sólo por su simple existencia? La Reina Roja le quita a sus abuelos, la Reina Sirena le quita al hombre que le ha mostrado el amor y Úrsula, la Bruja del Mar, le quitó a su madre. ¿Será desgraciada para siempre? ¿No podrá ser feliz nunca? Quizá lo que debe hacer es no volver a serlo, no establecer ningún tipo de lazo con nadie... así nadie podrá hacerle daño.

Está rota. Está dividida entre dos mundos. Un ser que no debería existir, que no puede encontrar la felicidad en ningún sitio...

Desde fuera no parece oírse mucho, tan solo el frufrú de la tela que bien podría ser el sonido de ella acostándose en la cama, como bien ha dicho. Si James espera escuchar llanto, parece que no es así. Solo el silencio se escucha a través de la puerta de esa habitación.

Me aleje mucho más tranquilo y sonriendo.

Parecía que no le afectaba. Eso era bueno. No se merecía que la hicieran sufrir.

Quizás incluso hubiese encontrado ya a alguien que la hiciera feliz lo cual me alegraría enormemente.

Finalmente mis temores habian quedado solo en simple vanidad mía. Eso era bueno.

Ni siquiera hacia falta avisar a Selina.

Así que me fui a buscar a los demás. Me habia parecido oír gritar a Eizhan así que fui a ver en que andaba metida.

Creo que Didac había entendido algo extraño en mis palabras, por lo que no pude más que reír suavemente al ver su reacción. El verle sonrojado me había enternecido e incluso había provocado la misma reacción en mí, pero no dije nada, solo agité la cabeza de lado a lado, mordiéndome el labio inferior suavemente.-Yo me refería...-Empecé diciendo.-Bueno... A ir con Eizhan creo que se llama... No pretendía... Ehh...-Sentí mis mejillas arder, por lo que fruncí el ceño y desvié la mirada hacia otro lugar, aclarando mi garganta y serenando.-Vayamos con ellos... Sí, sí.-Shea pareció igual de divertida, pues corrió hacia mis piernas, tirando de mi Carcaj, cómo obligándome a seguir a Didac, ante ese comportamiento, yo tomé la tela del otro lado y tiré.-¡Shea!...-Sus dientes soltaron la prenda y yo retrocedí unos pasos apurada, intentando no caerme. Al estar estable la miré mal, haciendo un gesto con la cabeza.-¡Eso no está bien! Casi me caigo...-Acomodando mi ropa volví a acercarme a ella, mirando a los demás, cómo asegurándome de que nadie había visto nuestra “riña”.

-Vamos...-La invité a seguirme y con nosotras Pùa que pasó bajo las piernas de Shea rápida, para adelantarse e ir hacia su compañero. Al estar cerca miré a todos y sonreí tranquila.-¡Vaya! Tiene una pinta estupenda... Igualmente no debías molestarte, aquí tenía comida que daros... Debía ser yo quien os diese algo que comer ¡Que tipo de anfitriona soy!.-Exclamé preocupada, pero la compañía de Shea hizo que todo pareciese menos grave, por lo que sonreí despreocupada. Evitando la mirada de Didac, sintiéndome aún avergonzada por lo sucedido.

Lentamente me agaché, dejando mis manos recorrer la tela para acomodarla bajo el peso de mi cuerpo. Shea se acercó a mi y se acostó también.-¿Cuanto tiempo estaréis aquí... Antes de iros?.-Pregunté suavemente, con esa voz dulce y cantarina. Al ver a James, me quedé unos segundos callada, quería hablar con él, lo necesitaba.

Vi que aparte de Eizhan estaban Didac, Anthony y la anfitriona, la extraña Eolande

-¿Qué tal se encuentra vuestro padre? Tuvimos suerte de que Eizhan y Mary estuvieran allí y en posición de ocuparse.

Y de paso reitero nuestras disculpas. No queriamos hacerle daño pero las cosas se complicarón, como parece que nos pasa a menudo, y pago un inocente nuestros errores y tropiezos.-

Me dirijo hacia donde está Mary. Cosas de chicas.
Al pasar por allí, veo un desayuno, preparado por Eizhan que no me apetece probar, luego más tarde iré a recoger mis propios frutos. No hace falta que nadie me cuide.

- Mary, dónde estás? Tengo algo que contarte y no te va a gustaaaaar.

Mary sigue en su habitación pues no ha salido tras James cuando éste ha ido a hablar con ella y quizá como el día ha sido tan duro para ella, prefiera descansar un poco más en lugar de comer.

Entro de golpe en la habitación de Mary.

- Mary, he hablado con el capitán. Lo siento pero te lo voy a contar todo, sin más dilación, porque creo que es mejor que lo sepas. Que conste que estoy muy enfadada con él y que me parece un chulo.  ¡Ja! ya sabía yo que no era trigo limpio.
Pues como no ha tenido el valor suficiente para decirte que no quiere nada contigo más allá de una cordial amistad, ha tenido que hablar a solas conmigo en su cuarto y me ha dicho que cuide de ti y que lo siente mucho. Vamos... que me ha pringado con el marrón para que te dé la mala noticia.
Tu no te preocupes Mary, eso que has ganado. Yo no te veía con él para nada.
Yo tengo que confesarte que me arrepiento muchísimo del comienzo de mi relación con Eizhan.

Agarro a Mary de las manos.

- Vamos a empezar desde este preciso momento una nueva vida como mujeres independientes que no necesitan de una pareja para ser felices. Amigas para siempre.

Le doy un fuerte abrazo a Mary.

Está sentada en el rincón junto a la ventana y tiene toda la pinta de saber todo lo que le está contando Selina porque se abraza las rodillas y con la cabeza enterrada en las rodillas. Parece estar sollozando por todo lo que ha pasado, lamentándose por todo lo ocurrido en los últimos días.

Levanta la cabeza para mirar a Selina y ésta puede ver los senderos que las lágrimas han dejado en sus mejillas. Se seca los ojos con la mano, pero no trata de ocultar como se siente.

-Hace un momento ha venido... y me lo ha dicho. Fue la Reina Sirena... seguro que es ella. No le gusto y al saber que James se había fijado en mí, no lo pudo soportar... si me lo hubiese dicho antes de entrar en los remolinos... le habría dado estos sentimientos a la bruja del mar a cambio de unas piernas.

Se nota bastante dolorida y en su mirada puede verse su corazón roto.

-Pero... no le digas a nadie lo que ha pasado. Mañana sonreiré como si no hubiese pasado nada.

Se deja abrazar por Selina y le devuelve el abrazo porque parece que ella también lo ha pasado mal.

-¿Por qué te equivocaste con Eizhan? Espero que no sea por haber... interrumpido.

Eizhan al ver que Selina pasa de su comida, se queda callada.No entiende que mosca le habrá picado.

Anthony, si te gusta la comida, al parecer Selina "no quiere probar mi comida" - esa ultima frase la dice con rintintin.

Podrás repetir, esta buena la comida y os dará bastantes energías... - dice para luego ponerse muy seria, el trato que ahora le estaba dando Selina, no le gustaba nada. Pero , poco podía decir, era su propia decisión lo que elegía Selina ,  ni iba a ir detrás de ella para disculparse de lo que sea había hecho, ni le iba a rogar.

Piensa seria, el porque esta de tan mal toque Selina, recordando la manera en que le habló cuando disparo contra el padre de Eolande. Hizo lo que hizo, y no se arrepentía , pero si Selina iba a estar asi con ella, bueno, no le tocaría otra que asumirlo.Mejor, asi se podrá concentrar mas y mejor en la misión.

Las cosas están algo tensas entre algunos de nosotros.

Eolande me evita la mirada, yo la miro nervioso durante toda la noche. Intento no hablar demasiado viendo el tonto que había hecho hacía un rato y pronto me disculpo y me voy a dormir.

-Chicos, disculpad pero estoy cansado y... bueno creo que debería dormir un rato. Vamos Púa tu tambíen tienes que dormir, mañana seguirás jugando con Shae- miro a Eolande una última vez por ese día y voy a buscar un ñugar no muy alejado del resto para reposar.

Pues porque creo que me he dejado llevar por mis impulsos y no estamos hechas la una para la otra.
Mira su actitud, parece que lleve continuamente un pepino metido en el culo y yo no quiero volver a sufrir nunca más.
Quizá cuando acabe esta aventura las cosas sean diferentes, pero de momento, no quiero encariñarme con alguien tan temerario y perderlo. Ya he perdido a mucha gente que quería y no quiero que mi corazón vuelva a quedar echo pedazos.

Salgo de la habitación.

Tras hablar con Mary, salgo al comedor.

Noto que mi estómago ruge, así que me hago un poco la desentendida y me sirvo un poco de comida, para luego servirme un poco más.

Todos somos un equipo ¿no? Pues hoy por ti mañana por mí. Eizhan ha ido a por comida sin que nadie se lo pidiera, así que lo que hay aquí es de todos.

Cómo hasta que empieza a dolerme el estómago, para chincharla.

Cuando termino, me acurruco al lado de mi hermano, con Mahogany y Púa. Shea está a escasos metros.
Qué rústico todo, pienso momentos antes de quedarme completamente dormida.

Unos antes, otros después, se fueron a dormir, había sido un día excesivamente cansado, entre el viaje y la batalla, ahora muchos dormían plácidamente, sin sueños afortunadamente, incluso el padre de Eolande parecía estar mucho mejor, pero aun no despertaba, aunque la fiebre estaba retrocediendo.

La mesa estaba servida, podrían desayunar y conversar un poco más, aunque los ánimos no estaban enrarecidos, no por el combate, sino, por las relaciones entre los del mismo grupo que parecían haber llegado a un punto complejo...

Y bien... - espera para decir, en cuando vea a James en el desayuno.

¿ Hacia donde indica esa brújula mágica ?, debemos de prepararnos y partir en cuando estemos todos listos. Alla fuera nos necesitan.... - dice Eizhan en un tono muy serio, la noche la paso sola, parecía que el resto del grupo le tuviera miedo, ya que parecían alejarse de ella, a la hora de dormir.

Aun sentía un poco de resentimiento hacia dos personas del grupo, pero lo escondía bajo una tez y forma de ser, ahora mismo, fría y seria. Concentrada en la búsqueda, esta visto, que el amor no estaba hecho para ella, o eso es lo que el destino había hecho, al ser interrumpida y que encima , con la persona que estaba ya ni le hablara.

Esta visto que una vez, que decido dejarme llevar por mis sentimientos, y mal acaba la cosa, quien sabe, mejor, mas me concentraré en mi misión. Esta visto que el amor no me quiere, bien, pues seré la hija de mi madre, solo seré la cazadora y verdugo de quien pone en peligro la paz y tranquilidad en Landover... - se decía mentalmente para si misma, no dándose cuenta, que su cara estaba tan seria que parecía una fría estatua de mármol.

Sale de su habitación y se acerca a la mesa donde han preparado el desayuno. Escucha a Eizhan mientras habla y se fija en su semblante... quizá Selina ya haya hablado con ella y le haya confesado como se siente o quizá no lo haya hecho, en ese caso, debería hablar con su amiga para recomendarle que lo hiciese. Aunque ella no es la más indicada para dar consejos en esos temas.

-He decidido que no os acompañaré. Me quedaré cuidando del padre de Eolande - dice que voz baja, casi un susurro.

Coge simplemente una manzana y se la lleva a la boca para darle un mordisco y se aleja sin dar más explicaciones. No se siente lo suficientemente bien para iniciar ese viaje... es más, ha vuelto a replantearse que hace ella allí, sin ninguna habilidad y con la única capacidad de curar las heridas, aunque sea aplicando los pocos conocimientos de curar dedos magullados o una herida por un anzuelo.

Entra en la habitación donde está el hombre al que casi matan ayer para revisar sus heridas y sus vendajes.