Partida Rol por web

Claptrap? Estoy con el móvil y no veo el mapa. Me puedes especificar. Gracias.

Había llegado el momento de la verdad, ya estaban a las puertas, así que no había más tiempo que perder. Me dirigí al puesto que había decidido que sería el mejor para poder utilizar todas mis artes sin correr riesgos excesivos.

Cuando paso a la altura de Klurca y Patrick –acordaros que necesitamos uno vivo, los demás mejor eliminarlos para que no nos den problemas posteriores-

Subo a la empalizada y preparo mi ballesta que sería lo primero que iba a usar.

Llega el momento, el corazón late con más fuerza cada momento que pasa, puedo sentir los latidos cada vez con mayor intensidad, me ajusto los guantes nerviosa, me ajusto el cinturón, me ajusto el cordel que sujeta la Maza a mi muñeca, todo son signos inequívocos de mi nerviosismo, siempre me ocurre no soy una guerrera, una enamorada de los enfrentamientos. Por desgracia para mí siempre me veo involucrada en estos temas, pero no por gusto, es por ayudar, por servir a un bien superior... Las palabras de Glockta me sacan de mis pensamientos - Estoy lista ¿dónde debía situarme? ¿Era justo aquí no?- Voy a parecer que soy una tonta, que no me entero de nada... Voy a tomar la iniciativa y... Mierda ya están aquí, se les oye al otro lado de la puerta...

-Mi turno! - Digo mientras abandono de un salto el taburete en el que estaba sentado, y salgo corriendo hacia el agujero. - Tan pronto como entren - digo - cierro la puerta tras ellos!. Y me meto en el agujero bajo la empalizada, sin llegar a salir del otro lado. Tan pronto como entren dentro del puesto correré a cerrar las puertas tras ellos.

Los bandido, al ver que Oleg no daba señales de vida, intentaron abrir la puerta, pero el cerrojo estaba echado y resistió sus empujones. Mirarón por entre los huecos que había entre los barrotes de madera. De repente, se detuvieron bruscamente. Vieron a Alysia. El resto de aventurares, sin embargo, no eran visibles a los ojos de aquellos pérfidos humano.

-¿Quien eres tú?, ¿dónde está ese sucio comerciante de Oleg?- le gritaron a la clérigo de malos modos.

Notaban la entrada al puesto un tanto extraña.... algo había cambiado, pero no acertaban a percibir el qué. Se mostraban, quizás, excesivamente confiandos....

-Vaya, -pienso para mí mientras me revuelvo en el agujero - ya se nos ha chafado la sorpresa!. Espero que Alysia improvise algo creíble o el plan se complicará todavía más.

La espera era soporífera. Hasta dudaba si Glockta le habría lanzado algún conjuro para que la modorra se apoderase de él y la boca se le abriera en sonoros e irrefrenables bostezos. Para pasar el rato jugueteaba a lanzar al aire una de las piedras de su honda. Arriba y abajo, arriba y abajo. La leyes que regían el mundo erantan predecibles y aburridas como la espera.

- Ains...- Suspiró apoyando su grácil cuerpo sobre la empalizada. Desde arriba miraba a sus compañeros colocarse en sus puestos. A algunos les mandaba un saludo con una leve inclinación de la cabeza, a otros una tenue sonrisa y a los demás un fugaz pero encantador guiño de ojo. Cuando por fin los matones hicieron aparición el corazón comenzó a latirle con fuerza preparándose para lo que tuviera que pasar. Sus manos adoptaban  espasmódicos gestos, como si estuvieran agarrotadas pro alguna misteriosa energía que recorriese su cuerpo.

Alertados por la apertura instantánea del cerrojo, los bandidos echaron mano a sus espadas. No desenfundaron las armas, pero estaban preparados para hacerlo. Happs había visto a Klurca y alertó a sus secuaces de que algo raro estaba sucediendo. El puesto había cambiado. Happs se preguntaba quién era aquella clérigo que veían através de la puerta y quién era aquel ser que había visto aparecer de la nada y volver desaparecer tras abrir el cerrojo. ¿Por qué Oleg no respondía?. Algo estaba pasando...

Acto seguido, empujaron la puerta y entraron al puesto. Entonces, se situaron frente a Alysa.

-Oleg! rata inmunde! ¿donde te escondes?- Preguntó gritando.

-¿quién demonios eres tú?- inquirió a Alysia -¿Y donde está tu lacayo? Me refiero a quien nos ha abierto la puerta?- dijo, girando la cabeza hacia su derecha.

-Oleg! Traenos lo que no debes! Llevamos prisa y queremos salir de tu asquerosa pocilga... ja, ja, ja...-

Mientras tanto, se llevó su mano a la daga que tenía oculta tras la capa.

- Estoy lista ¿dónde debía situarme? ¿Era justo aquí no?-

La semiorca sacudió la cabeza y se tapó su chato morro con la manaza.

-Humanoz...- Suspiró Klurca en voz baja.

Después miró el agujero que el kender había cavado la noche anterior y le hizo una señal su "muy-zabio" compañero guiñándole un ojo.

-¿Y dónde está tu lacayo? Me refiero a quien nos ha abierto la puerta?- dijo, girando la cabeza hacia su derecha.

-La-Kayu ¿coza nu-güena?- Preguntó a Patric. La salvaje sacudió la cabeza para no distraerse.

Se encaramó al carro y dijo: -Oleg güenu.- Animando a su compañero a seguirla.

Al ver a Alysia rodeada, llamó la atención de los bandidos irguiéndose en toda su estatura y rugiendo con su ronco vozarrón : -¡¡KAYU CAGAR EN TÚ MUY-MUY MORIDUUU!!- Las venas de su frente se inflamaron, sumiendo a la bárbara en un trance de muerte y destrucción. Al llegar al borde de carro alzó su espadón hacia el cielo y descargó un golpe con todas sus fuerzas sobre el primer enemigo que encontró.

- ¡Tks!- Bast chasqueó de fastidio al ver que todo el plan se iba al traste y Alysa, sin comerlo ni beberlo, se veía encarada a los matones. ¿Cómo se había precipitado todo así? Aún así él estaba preparado. De la punta de su dedo índice un proyectil mágico salió despedido para impactar de lleno en el líder de aquellos desalmados.

No puedes ocultarte...

Esperaba dar así algo de tiempo a los demás para actuar. Klurca salía de su escondite dispuesta a hacerse valer y proteger a la indefensa clérigo. Por su parte Bast dio un paso atrás para asegurarse de no ser objetivo de los matones en su privilegiada posición y cargó la honda con un guijarro.

Necesito aclaracion de cual es mi posicion

¿estoy dentro de la casa, en el tejado,....? ¿el post anterior en el que me movi no ha valido?

Debió de ser un error. Efectivamente, no aparecías en el mapa. No me preguntes por qué. He modificado el mapa, a través del vínculo de Klurca y ahora si apareces sobre la empalizada, que erta tu lugar de arranque. Tira iniciativa y actúa.