Partida Rol por web

El hechizo de la casa Corbitt

La vieja casa Corbitt

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11/11/2014, 20:51
Narrador

Pese a ser un barrio céntrico parece un lugar triste y gris. La mayoría de la gente que vivía en el barrio, tras los sucesos de Jack el destripador dos años antes,  se ha mudado o ha fallecido. Nuevos edificios y comercios han reemplazado las mansiones mas antiguas de la zona, y la casa Corbitt, con su patio frontal cubierto de malas hierbas es ahora la única residencia privada de toda la manzana.

Cuando llegais, a tan solo unos metros de la puerta principal de la casa veis en la acera de enfrente a un vendedor callejero de puros y periódicos. Este os mira y con una sonrisa de oreja a oreja os hace un gesto con la mano mientras os dice a voz en grito:

-¡Vengas caballeros! ¡Tengan el periódico de hoy! 

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12/11/2014, 06:45
Edward Temple

Edward se acercó al vendedor de periodicos para comprarle uno. Le gustaba estar informado y además necesitaría algo con lo que entretenerse mientras la señorita Peterson montaba su peculiar espectáculo alli dentro.

Toma chico, y dame uno porfavor - dejó más dinero en su mano que lo que valdría un simple periódico-. Una pregunta si no te molesta. Qué me puedes decir de esa casa de ahí?- dijo señalando la casa Corbitt.

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13/11/2014, 11:12
René Peterson

Al llegar a la casa Corbitt no pude remediar ojear desde la entrada, parecía una vivienda bastante desatendida y probablemente con mucha historia. Había oído todo tipo de historias acerca de ese barrio, relacionadas con crueles asesinatos, situaciones que pondrían al más pintado la piel de gallina, pensé que no me gustaría quedarme por allí a altas horas de la noche, afortunadamente no me encontraba sola y la presencia de los hombres resultaba tranquilizadora.

Mientras el Dr. Temple se acercó a aquel vendedor de periódicos miré a la señorita Agnetha y a pequeño J: - Esperen aquí un segundo, debo hacer algo antes de que entremos por la puerta - dije sencillamente para después ir en busca del Dr. Temple para recuperar mi bolso.

-Con permiso, muchas gracias Doctor- Dije para coger mi pesado bolso de manos de Temple, apenas me fijé en lo que estaba hablando con aquel vendedor de periódicos, pero ver aquellos puros me dieron unas ganas terribles de fumar un cigarrillo.

Sin decir nada más al vendedor o a Temple volví junto a Pequeño J y la Srta. Agnetha: - Bien, antes de entrar haré un ritual de protección sobre cada uno de ustedes, realmente no creo que sea muy necesario, pero ya saben, más vale prevenir que curar - dije mientras buscaba entre las cosas de mi bolso el frasco con la sal para después coger una pizca. - A ver J, por favor cierre los ojos e inspire con fuerza pensando en algún recuerdo positivo de su infancia - dije con una pizca de sal en los dedos a punto de ser lanzada sobre el hombretón una vez empezase las palabras de mi ritual, mientras, miraba a Agnetha pensando "usted será la siguiente, sea paciente querida" con una sonrisa amigable en mi rostro, me divertía hacer ese tipo de cosas.

Aquel gesto era muy fácil de realizar y con ello me servía para meter en sintonía y empezar abrir boca para posteriormente realizar mi trabajo, además era un buen método para calcular la predisposición de las personas frente a las practicas que yo acostumbraba a realizar.

 

Notas de juego

He dado por hecho de que Temple me devuelve el bolso, espero que no sea problema.

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15/11/2014, 17:14
Agnetha Elesten

Habían pasado ya dos largos años desde que Jack el destripador había dejado de aterrorizar a la ciudadanía con sus acciones, al parecer aquella persona había desaparecido, y nadie en todo Londres podría negar que si hubiese muerto, sería un gran alivio para todos.

Pero aun así, este barrio que había sido el testigo mudo de sus atrocidades, seguía sin ser capaz de levantar cabeza del todo. Todas las grandes mansiones habían sido convertidas en tiendas, ya que los residentes de la zona querían escapar de todo aquello , y solo la mansión Corbitt seguía en pie, aunque su aspecto descuidado y lúgubre parecía recordarles a todo quien pasaba por fuera de ella, lo que había pasado.

Nos dirigimos hasta la mansión, el doctor Temple compró un periódico al muchacho y le hizo una pregunta, mientras la joven hablaba de un ritual de protección que quiere hacernos a todos. Aun así mi mente seguía repitiendo las palabras de la enferma mujer y también seguía dándole vueltas a que podía ser aquello que estas tres personas buscaban aquí.

No comprendía que intenciones podía tener un doctor en una mansión embrujada, parecía un hombre serio y respetable, La  joven René por otro lado, que parecía mas interesada en demostrar su don, pero qué era ella exactamente? Una santera, bruja o gitana? O simplemente una charlatana con mucha habilidad? Sea como fuere el que me parecía con mas motivaciones era el joven que escasas veces abría la boca, no dudaba en lo absoluto que su motivación fuese el dinero.

Miré con curiosidad a René mientras sacaba el frasquito de sal, eso era una cosa que usaría sin duda en alguna parte de mi libro, así que esperé que terminase con su “protección” sin perder detalle.

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16/11/2014, 13:00
Doodley

-Aqui tiene, muchas gracias-dijo el muchacho entusiasta- Pues lo que se es que está embrujada o eso dicen. ¿Se mudan ustedes al barrio?-el muchacho quedó de pronto callado al escuchar a René hablar y preparar aquel ritual- Ah, ¿ustedes creen en esas cosas?-dijo restregándose el brazo por la nariz.

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17/11/2014, 20:44
Joseph "Pequeño J" Malloy

El barrio no le resultaba tan malo a pequeño J, había visto peores, pero si reconocía que no seria un sitio a donde iria a "trabajar" a menos que sea por alguna recomendacion bastante confiable. 

Rene comenzó con el con una suerte de rituales protectores, y ante las indicaciones de la muchacha levanto la cabeza, cerro los ojos pero no penso en nada. No podía. Le estaban echando sal encima, y eso ya lo distraia demasiado. Cuando hubo finalizado el joven se sacudió como un perro al que habían bañado. 

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17/11/2014, 23:20
René Peterson

Justo al estar a punto de empezar mi ritual de protección sobre Pequeño J escuché las palabras del vendedor de periódicos, apenas me giré un instante para lanzarle una mirada indiferente, aunque ni yo misma creía en aquellas cosas, me ofendía que la gente dudase de lo esotérico, al fin y al cabo, aquello era mi única forma de ganarme la vida.

Mientras recitaba aquel ritual, comencé a lanzar pizcas de sal sobre el cuerpo del hombretón, evitando manchar su cara y su cabello:

-San Gabriel, protege y guía. No te olvides de bendecirle con los poderes de la comunicación de los ángeles. San Rafael, protege y guía. No te olvides de darle tu santa bendición otorgándole los poderes de la curación de los ángeles. San Miguel, protege y guía. No te olvides de bendecirle con los poderes de la visión de los ángeles. San Uriel, protege y guía. Bendícele con los poderes de la inspiración de los ángeles.- Dije invocando a los cuatro arcángeles con unos falsos aires de convicción fehaciente.

Arcángeles, abrid su mente, su corazón y su intuición, y ayudadle a dar buenos pasos para transformar su vida a mejor y protegerle de todo mal. Con todo mi amor os pido vuestra bendición para que le llegue en cada momento de su vida. Bendecid sus sentimientos y pensamientos, así como su cuerpo. -dije finalmente dejando de arrojar sal por encima de los hombros de Malloy.

Miré a J con una sonrisa por unos instantes una vez terminado mi ritual -Dé gracias a la vida, y agradezca también las bendiciones de los Arcángeles. Así sea.- Dije santiguándome repetidas veces.

Acto seguido procedí a hacer lo mismo con Agnetha.

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24/11/2014, 20:02
Agnetha Elesten

Reprimí una risita cuando el chiquillo hizo referencia al ritual que Renné tan amablemente nos sometía, había mucho escéptico en el mundo y aunque yo no era de las creía fervientemente en estas cosas, no creía que me hiciera ningún mal. Después que la joven terminase con el muchacho rudo que nos acompañaba siguió conmigo, y aunque estaba casi segura que podría memorizar sus palabras al oírlas una primera vez, que repitiese el ritual conmigo ayudaba a que las palabras quedaran grabadas en mi cabeza, La historia que estaba tejiendo en mi cabeza iba tomando forma rápidamente gracias a mis compañeros  a este encargo tan afortunado.

Cuando Renné termino conmigo - Muchas gracias querida - se había tomado la enorme molestia de lanzar su ritual protector sobre mi, por lo que mi agradecimiento fue sincero, y esperé paciente a que terminara con lo que le faltaba para entrar en la mansión.

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25/11/2014, 11:10
René Peterson

Muchas gracias querida

-A usted- respondí de buena gana pero con una actitud sería y en apariencia concentrada.

Terminé el ritual sobre Agnetha y permanecí en silencio por unos instantes, intentando dar una apariencia profesional y solemne a mis acciones. Todo estaba saliendo bien y me sentía relativamente a gusto por cómo se estaba desarrollando la visita a la vivienda, sin embargo, no terminaba de agradarme demasiado la presencia del vendedor de periódicos, incluso empezaba a molestarme su espontánea curiosidad. Me giré para mirar al Dr. Temple y al mismo vendedor de periódicos mientras yo permanecía al lado de Agnetha.- Es su turno doctor, venga aquí si no le importa - dije a Temple con cierta profesionalidad impostada, con la intención de evitar dar pie a que Temple se enfrascara en una conversación con el vendedor de periódicos mientras que miraba a aquel tipo con una mirada crítica que a un buen entendedor le invitaría a meterse en sus asuntos.

Recordé las palabras de Chase, nos pidió discreción, y aunque el vendedor de periódicos parecía interesado por mis labores esperaba que no nos diese ningún problema y respetase nuestra intimidad, de lo contrario no tenía ningún problema en aclararle un par de cosas a mi manera si no captaba la sutilidad de mi mirada invitándole a no meter sus narices en mis asuntos.

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26/11/2014, 18:48
Edward Temple

Edward se disponía a contestar al muchacho de los periódicos cuando René se dirigió a él para “administrarle” sus bendiciones. Durante un instante el doctor dudó en seguirle el juego, pero finalmente los largos años de formación académica se impusieron y, sin perder la sonrisa, negó suavemente con la cabeza.

-Se lo agradezco de verás, señorita Peterson, pero estoy seguro de que su simple presencia me ofrecerá toda la protección contra lo paranormal que pueda necesitar, le dijo con toda la amabilidad que fue capaz.

Una cosa es que le cayera simpática aquella mujer o que no le importara cómo se ganara la vida y otra que le fuera a dejar espolvorearle de sal como si fuera un pollo listo para asar…

 

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26/11/2014, 19:47
René Peterson

La negativa de Temple me molestó, en cambio, no me mostré molesta. Aquel gesto restaba credibilidad e importancia a mi teatrillo, pero en cualquier caso cabía esperarlo por parte del doctor, además, me dejó intuir el poco respeto que le inspiraba mi trabajo, empezaba a sospechar que aquel hombre desconfiaba plenamente de todo lo relacionado con lo esotérico, algo que también cabía de esperar.

Opté por hacer lo mismo que él, puede que el doctor no fuese consciente, pero con sus palabras me estaba desacreditando. Avancé unos cuantos pasos de forma parsimoniosa para acercarme a él, y aún en la distancia, le traté como un niño para desacreditarlo, fingiendo la misma espontaneidad que pensaba que había tenido él conmigo. -Vamos, señor Temple, no sea desconsiderado- dije en un tono envenenadamente maternal, como si estuviese hablando con un crio de siete años – Le ayudaré a deshacerse de las malas vibraciones- dije mientras me acercaba al doctor y al vendedor hasta colocarme junto a ellos- Si después no se encuentra mejor le regalaré un buen puro- dije mirándole arqueando una ceja y sonriendo de forma zalamera, con una pizca de sal en mis dedos a punto de ser lanzada sobre Temple.

Esperaba que finalmente se mostrara colaborador, si es que no quería que aquella sal acabara en sus preciosos ojos, yo ya me estaba preparando para darle un buen escarmiento con picardía, ya que veía muy necesario hacerle pasar por el aro como al resto...

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27/11/2014, 18:31
Edward Temple

Edward ladeó la cabeza, manteniendo todavía la sonrisa, pero sin poder evitar un pequeño gesto de hastío. ¿De verdad era incapaz esa mujer de entender una negativa educada o era que realmente creía en lo que estaba haciendo? Fuera cual fuera la respuesta, consideró Edward, no merecía la pena perder más tiempo en aquello ni, mucho menos, provocar un conflicto innecesario. Así que, utilizando su mejor flema británica hizo lo que un caballero haría en esas circunstancias: pretender que la cosa no iba con él y, levantando la vista hacia el resto del grupo, avanzó hacia ellos dejando a René atrás, mientras decía a viva voz.

–Bueno, amigos, esa casa no va a investigarse sola, ¿no creen? Será mejor que entremos dentro y aprovechemos la luz del día todo lo que podamos.

 

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27/11/2014, 18:34
Edward Temple
Sólo para el director

Notas de juego

Mi personaje no empuja a la adivina, por supuesto, ni hace ningún movimiento brusco, pero teniendo en cuenta que Edward tiene tamaño 17 y que René pesa 50 kg, a no ser que le haga un placaje no creo que tenga problema en salir del paso :-D
 

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27/11/2014, 20:19
René Peterson

Está bien, Sr. Temple, usted gana- pensé mientras mi mirada se afilaba (de forma cómica) ante el desplante del doctor mientras no me veía.

La concepción de hombre encantador que en un principio me producía el doctor empezó a desaparecer con la misma facilidad que él tenía para tratarme con evasivas, aún así, por alguna razón, su presencia no dejaba de agradarme.

Solté aquella pizca de sal dejándola caer a mis pies para después frotarme los dedos y pasarlos por mi falda, limpiándolos de aquella forma. Busqué en mi bolso la pitillera mientras Temple estaba hablando, con cierta dificultad por el peso de mi bolso conseguí encender el cigarrillo con una cerilla. Di una fuerte calada al cigarrillo mientras miraba con cara de pocos amigos y de forma altiva al vendedor de periódicos, el muchacho no me había hecho nada, pero inconscientemente me sentía mejor tratándolo de aquella forma por ser testigo del desplate que el doctor acababa de tener conmigo.

Me coloqué junto a Pequeño J con un aire algo disgustada, evitando mirar al Dr. Temple, ignorándolo como el acababa de hacer conmigo- Terminaré de fumar el cigarrillo en la puerta, tome, para que vaya encendiendo las lámparas- dije ofreciendo con sencillez unas cerillas a Malloy mientras daba otra fuerte calada a mi cigarrillo.

Me quedé allí mirando espectante, esperando a que Temple sacara el juego de llaves para acceder a la vivienda.

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28/11/2014, 03:00
Joseph "Pequeño J" Malloy

Mientras Rene y el Dr Temple intentaban convencer al otro de hacer lo que a cada uno de ellos le parecía, J procuro observar a su alrededor. Al primcipio la calle, con sus diversas viviendas, en particular los tejados, una via de escapatoria, digamos. Para luego centrarse mas en la propia mansion que estaban a punto de investigar. Su jardin frontal, los caminos marcados por el cemento, como aquello que le podria llamar la atncion, como animales salvajes, o algun buen escondite entre la maleza. 

Sin prestar atención al conflicto, cuando Edward arengo visitar la cabeza, el muchacho hizo sonar los huesos del cuello y de sus nudillos. Al fin un poco de movimiento, pensó.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Inagurando tiradas, a ver que le parece al Master. 

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29/11/2014, 15:33
Agnetha Elesten

Creo que es una buena idea ir entrando Doctor.- digo con una dulce sonrisa, el pequeño altercado entre el Doctor Temple y la joven Renné me pareció de lo mas divertido, aunque en ningún momento lo dejé ver, habría sido descortés por mi parte para con ambos. El joven que aún no había articulado palabra observaba a su alrededor y no pude evitar echar yo también una mirada, aunque sin fijarme demasiado. Dudaba que fuese lo que fuera que buscásemos estuviese aquí fuera.

Mis ganas por entrar no eran para nada inocentes, quería en primera instancia poder ver la mansión sin la parafernalia esotérica de la joven y de paso poder plasmar en mi libro todo aquello que había oído hasta el momento.

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30/11/2014, 13:17
René Peterson

J, no parecía prestarse a mi ofrecimiento, estaba en sus cosas y no percibí que me prestase atención, me quedé con las cerillas en la mano y el brazo suspendido en el aire por unos instantes, aún así insistí. - J tenga las cerillas - dije extendiendo un poco más el brazo.

Pensé que quizá estaba abusando de la confianza de Malloy, el había cargado con los limones durante todo el camino, al oír crujir su cuello comprendí que debía dejarlo descansar y darle un poco de margen. - Tenga Agnetha, sí, entremos – dije dejando de ofrecer las cerillas a Malloy para ofrecérselas a la dama en el momento que ella abrió la boca.

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01/12/2014, 14:40
Narrador

Os detenéis unos segundos frente a su fachada principal observando la casa. Ésta queda ensombrecida por los nuevos y más altos edificios de oficinas que tiene a ambos lados, da directamente a la calle, y la parte de atrás está cubierta de malas hierbas y una verja medio caída. A ambos lados de la residencia, hay entradas que dan a la parte de atrás.

Al examinarla quedáis impresionados por la manera en que parece esconderse tras las sombras que proyectan los edificios que la flanquean, y las cortinas de las ventanas impiden toda posibilidad de ver lo que hay dentro.

Notas de juego

 

                          puerta ppal

                         _________//___
                         l                     l
Puerta sec.         =                     l
                         l ____________ l

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12/12/2014, 07:55
Edward Temple

El doctor Temple, parecía distraido. De hecho aún no se había fijado en la entrada de la casa, echaba repetidas miradas hacía atrás. Y por fín pareció relajarse.

Se giró hacía René y le agarró la mano con delicadeza pero firme, sorprendiendo a la jóven.

- Lo siento mi señora, no era mi intención faltarla al respeto. Debo pedir disculpas pero un importante cliente mio había posado su atención sobre mí. Es un tipo estirado y con mucho dinero, no me podía permitir dar una imgen menos estirada y obtusa de la que él representa.

Si aceptais mis disculpas, yo aceptaré de buen grado sus bendiciones.

Besó la mano de la mujer para remarcar su arrepentimiento y la soltó con la misma delicadeza.

Pese a que el doctor se sentía mejor rodeado por gente de humilde condición, era consciente de la necesidad de aparentar frente a aquellos que le daban la ventaja económica con la que se podía mover con libertad. Solo esperaba no haber herido el orgullo de aquella interesante mujer.

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12/12/2014, 09:16
René Peterson

-E-entiendo- El doctor me dejó pasmada, me había pillado desprevenida pero mi rostro pasó de la sorpresa a una ligera sonrisa conforme Temple se fue explicando - No se preocupe, entiendo su postura, no es la primera vez que me pasa, algunos clientes incluso reniegan de saludarme cuando coincido con ellos en público. Aún así no tiene nada de lo que avergonzarse, a mis servicios recurren todo tipo de personas, algunas de ellas de mucho renombre en todo Londres. - dije quitando el hierro al asunto y aceptando las disculpas del doctor.

Una vez aclarado procedí a hacer mi teatrillo con él, al terminar el ritual mi pequeño resquemor con el doctor había desaparecido por completo.

Terminé de dar unas caladas a mi cigarrillo y tiré al suelo la colilla, caminé hacia la puerta principal de la vivienda -¿Y bien?, tiene usted las llaves ¿Verdad doctor?- dije invitando al doctor a abrir la puerta.