Partida Rol por web

Muy a mi pesar para cuando terminó la ceremonia ya había dado como mil cabezazos.. lo de muy a mi pesar era simplemente porque no había podido echarme a dormir, ya que mis ronquidos serían imposibles de camiflar por mucho que chillaran aquellos escamosos que habíamos traído, que eran lo único entretenido de todo aquello. Ni siquiera los rayos consiguieron hacer que diera ni un mísero bote en mi asiento y eso que estaba tan aburrido que hubiera sido capaz de ponerme debajo de uno sólo para que acabaran ya con mi sufrimiento, ya que hablaban demasiado y nod ecían nada " coherente " ( o al menos nada que yo pudiera entender sin necesidad de pensarlo). Eso sí, eso de que debíamos hacer lo que nos decían o nos pasarían a cuchillo lo había pillado a la primera ( no es que fuera tonto, sólo de ideas simples.. ).

Cuando por fin nos dejaron salir de allí, simplemente anduve en linea recta, sin importarme demasiado a cuantos snagas me llevara por delante, a fin de cuentas, yo era uno de los más grandes y seguro que a uno de los que más se les escuchaba gruñir a esas alturas del aburrimiento, así que fui de los primeros en llegar al exterior y suspirar debido a que no había ninguna palabra rara retumbando en mi cabeza, es decir, fuera no había eco.

Luego me giré y traté de encontrar al menos al otro o al listo, aunque seguramente ellos me verían a mí primero..

- Nunca, señor. Nunca - el murmullo asustado de Akrate daba cuenta que la majestuosidad de la ceremonia lo había asustado - Encuentro a mis compañeros y salimos - agregó mientras se ponía de pie y, tras una leve reverencia a Lerb, salía del templo, buscando al resto de los "enviados"

El enfermero fue de los últimos en salir y, algo en su rostro daba cuenta que no quería demorarse más de lo necesario. Sus ojos giraban casi enloquecidos mientras su cabeza los acompañaba en la búsqueda del resto del equipo

- Vamos... Donde están? Debemos emprender la marcha - se lo escuchó murmurar mientras miraba a su alrededor - Debemos aprovechar el buen resultado de la ceremonia para ponernos en camino - Hablando consigo mismo el goblin parcía más loco que de costumbre, pero su locura, en el centro del poblado, pasaba desapercibida. Despues de todo nadie esperaba que un goblin se comportara de una forma distinta

La ceremonia le había impresionado, la caída de los rayos en el alambre espinoso justo en el momento indicado realmente tuvo que ser cosa de Oscuro, o al menos sobre eso meditaba mientras se abría camino hacia la salida. Una vez fuera, ya libre de extraños pensamientos, la penosa realidad de su situación llena su mente: tendrán que caminar largas horas sobre un suelo embarrado y, muy probablemente, calados hasta los huesos..

Resignado, pero refunfuñando, se dirige hacia donde había dejado las cabras con los víveres para llevárselas consigo a buscar al resto de compañeros de viaje..

Siomorang se había quedado en los alrededores del pórtico esperando encontrar a los demás. Al primero que vió fue a Thok, a lo lejos, pero prefirió perderse entre la multitud que salía antes de quedarse otra vez a solas con él. Al cabo de un rato reconoció al tercer snaga que había visto salir de la casa de Lerb.

Se acercó cauteloso a Akrate después de la última experiencia con los otros dos, llevándose la mano al corte sangrante que hendía su hombro.

Tú eres el otro. El consejero viejo me dijo que me uniera con vosotros para recoger setas. Soy Siomorang. Acabo de volver del... frente. Estaba destinado en la torre de vigilancia fronteriza.

- Así que tu eres el que Lerb dijo que se nos uniría - El enfermero observó con cuidado al snaga y el corte del hombro - Que te pasó, duele mucho? - preguntó con naturalidad, con la tranquila eficiencia de un enfermero entrenado - Quizás necesitas algo de curación? -

- Es posible que pueda hacer algo mientras el resto se acerca. Despeus de todo debemos salir lo antes posible. El Oscuro no querrá que nos demoremos -

Tras un corto tiempo de espera, el patio frente al templo se va despejando y Grolm localiza al fin a los demás. Sin tardar se acerca a ellos arrastrando a las cabras, que tozudamente se negaban a caminar.

Aquí estáis.. no puede evitar una leve sonrisilla al ver el hombro herido de smiorang conseguí estas cabras así que no tendremos que cargar los víveres a la ida ni las setas a la vuelta, pero han de volver en buen estado...

Cuando vi a las ratas con cuernos deduje que la cosa verde que las arrastraba debía ser el otro, así que me encaminé hacia allí, sin tener demasiado claro a dónde iba, pero cuando vi al listo con el nuevo mi rostro se volvió ceñudo.. seguía sin caerme bien y eso que aunque luego me hubieran pasadoa cuchillo como a los kobols, lo hubiera matado bien agusto, perod ejarme vivo y sin comer era más cruel así que había tenido que contenerme y eso que era uno de esos momentos que mi cerebro que normalmente no funciona demasiado bien, ni siquiera se estaba oxigenando.

Hice un gesto con la cabeza saludando al listo y me quedé de pie, con la mano preparada por si necesitaba de nuevo el hacha y en silencio, en el más absoluto silencio, ya había suficiente barullo a nuestro alrededor en aquel momento.

- Unas cabras? - el rostro de Akrate no puedo evitar expresar su sorpresa mientras meneaba la cabeza - Bueno, supongo que es mejor que nada - comentó sorprendido - Espero que las sepas cuidar - completó dejando en claro que el no pensaba dedicarse a pastorear cabras durante el camino

- Supongo que lo mejor es irnos ya. El camino es largo y Lerb quiere que volvamos cuanto antes... con el remedio - sentenció demostrando su familiaridad con el sumo hechicero

- A ver quien encabeza la marcha. Necesitamos a alguien valiente para que lo haga - agregó dispuesto a tomar su habitual lugar en las caravanas. No el último, que podía ser peligroso, sino el inmediatamente anterior.

Este rasguño del hombro, que no merece otro calificativo, ya irá curando sólo. Veo exagerada la intervención de un matasanos. Pero como tampoco es plan de exponerse demasiado, me incapacita para ir primero. No vaya a ser que un ataque contra nuestra expedición me abra más la herida y luego tengamos que lamentarnos.

Siomorang se escuda en la excusa de la herida para escaquearse, y para que como excusa le dure mucho tiempo es mejor que tarde en curar.

Además, si lo que necesitamos es un valiente, veo que cualquiera de nosotros valdría. Así que no tengo porqué ser yo.

Ya estábamos con eso de que nadie quería ir primero, pero yo ya imaginaba que el otro prefería ir mirando el terreno como ya había visto que hacía en aquella cueva así que tan sólo le hice un gesto con la cabeza, cediéndole el puesto, a mí me daba exactamente igual ir delante o ir detrás, aunque sería los del medio los que tendrían que llevar a esas cabras cornudas.

- Yo iré detrás, pero vosotros llevais las ratas cornudas que necesito tener las manos libres para el hacha. - Antes de que pudieran decir nada ya la tenía entre mis manos, como si fuera lo mejor que tenía o al menos, lo que más seguro me hacía sentirme.

- A ver si podemos ir y volver en poco tiempo...

"Esto va a ser muy largo" se planteó el enfermero al darse cuenta que ni siquiera podían ponerse de acuerdo en algo tan simple como el orden de marcha. Meneando la cabeza solo murmuró en voz baja - Bueno, parece que no tenemos valientes -

- Pero debemos salir de una vez. Quizás lo mejor es que nuestro maestro del hacha vaya en primer lugar, abriendo camino y asegurándiose que no haya peligros, seguido de Grolm con sus cabras. El, con el arco puede apoyar a nuestro valiente cabeza de caravana. Yo puedo seguir sus pasos y dejar que el herido cubra la retaguardia. Así Thok se desentiende de las cabras y tiene sus manos libres, Siomorang se asegura que la herida no se le vuelva a abrir y, yo estoy lo suficientemente cerca de todos para curarlos - propuso esperando que aceptaran su plan y la salida no se transformara en una discusión interminable.

- Por cierto, yo de cabras no se nada... excepto que se pueden comer, así que mucho no podré ayudarte con ellas - le explicó a Grolm - Espero que no se pierdan en las montañas - agregó - Pero si tu crees que puedes dominarlas, seguro que no habrá problemas con ellas -

Será mejor que vaya yo delante, estudiando el terreno para no perdernos entre la maleza y tardar más días de los necesarios... Las cabras no necesitan cuidados especiales, simplemente no soltéis el cordel y os seguirán dice mientras tiende los dordeles a Akrate y/o Smiorang también necesitaré ambas manos libres para poder usar el arco así que será mejor que las lleve uno de vosotros. Cuando hagamos campamento ya me ocuparé yo de ellas...aunque no sean "mis" cabras. Eso sí, si no estáis de acuerdo en llevarlas con nosotros decídmelo que repartiré las 30libras de peso entre todos a partes iguales y listo, un problema menos...

Para no pensar nunca al menos había comprendido que el mejor en ir delante sería el otro, que era al que le gustaba y veía cosas por el suelo.. o cables o lo que fuera que hubiese. Yo si no veía una rata babando por querer mordernos o algo que nos amenazara iba a seguir hacia delante como las ratas con cuernos.. eso ya deberían de haberlo cogido.

Miré a Akrate como queriendo decir que había acertado, cosa que no ocurría demasiado a menudo y luego tomé mi posición que era ir a lo mío protegiéndoles las espaldas, ya que antes de que llegaran a tocárselas se las verían con mi hacha, incluso al nuevo, que si no lo había matado yo ya, no lo mataría nadie..

- Vamos que me aburro sin hacer nada... vengaaaaa...

El enfermero miró las cuerdas que le ofrecían y dudó si tomarlas o no... - Pues para usar la honda yo también necesito las dos manos - se explicó - 30 libras?... Tanto no, pero si es una parte puedo ayudar con la carga. Además no se si corretear detrás de unas cabras que se asusten sea la mejor manera de volver tan rápido como necesita Lerb - se justificó

Pues te ha tocado a ti dice mirando a Smiorang y tendiéndole las cuerdas Además no sé por qué tenéis tantos problemas con las pobres cabras, si son majas y todo.. Acabemos y salgamos de una vez, que se hace tarde.

Lo mejor es hacer las cosas uno solo, sí no hay que aguantar tonterías de nadie... pronto, pronto podré ir de caza solo otra vez

Me parece justo. Yo guiaré las cabras.

Si eso me libra de ir abriendo el paso, por mi perfecto.

Las rodeó para que se familiarizaran con su presencia y después se puso a su lado para empujar suavemente los cuernos hacia el lado al que quería que girasen los animales.

Finalmente, el reducido grupo de snagas que cargaban con la responsabilidad traer el componente que hacía falta para terminar de crear el remedio necesario para sanar a su pueblo.