Partida Rol por web

...y entonces las huestes se alzarán... ¡Ey! ¿A dónde vas? Todavía no he acabado mi sermón...

*PUM*

Y el lobo se lleva otra torta. ¿Qué clase de educación han tenido estos lobos? Interrumpen la homilía, se van en medio de la misa...

- GRRR!!

- ¿ Y ahora os vais? Y una mierda!!

Levanté el hacha para golpear a la rata que estaba intentando huir como una de esas ratas asutadizas y con plumas, pues después de lo mal que me lo habían hecho pasar, sólo faltaría que encima se fueran así como si nada..

- Ahora seré yo quien se coma a vuestro jefe putas ratas peludas.. !! - Grité tras asestar un fuerte hachazo.

Apenas pasados unos instantes más, comencé a notar como mi furia disminuía por lo que las heridas comenzaron a dolerme mucho más, el hacha a pesar tanto que la tuve que dejar caer al suelo y tras ella, fui yo, pues al perder las fuerzas que sacaba cuando me cabreaba de aquella manera, mi cuerpo no pudo soportar tantas heridas. 

Akrate se quedó entre petrificado y aliviado cuando el lobo que lo acosaba dio media vuelta y lo dejó en paz. No tenía ningunas ganas de perseguirlo, pues sabía que era solo cuestión de suerte que aun estuviera con todos sus miembros en su sitio.

Soltó el aire que guardaba en sus pulmones, y sus temblorosas piernas se desplomaron. Había pasado un mal momento, y necesitaba unos instantes para calmarse. Miró al rededor, con aire taciturno, para ver si alguno de sus compañeros necesitaba sus dotes de curación. El también había recibido heridas, pero sus obligaciones como enfermero se las tomaba muy en serio, aunque a los demás no les hiciera mucha gracia que los sanara.

No sabía qué había pasado exactamente pero de pronto se vió libre del acoso de las tres fieras, lo cual fue todo un alivio. Lentamente, pues ahora que se ha ido la presión las heridas comienzan a dolerle, se incorpora hasta quedar sentado en el suelo.

Qué ha?.. comienza a preguntar cuando de pronto se fija en el cadaver del gran macho no muy lejos de su posición Así que al menos ese se ha llevado su merecido.. tendrás una buena capa de piel, Thokk seguro que lo mató él... dudo que fuesen los otros. mientras habla busca con la mirada a Thokk por eso de no hablar al aire y finalmente lo encuentra tirado en el suelo, por lo que decide no seguir hablando y centrarse en la situación

Estamos para el arrastre... esperemos que esos del cuerno no sean enemigos

 Las fieras, aterradas, emprenden una huida por la zona. Pero no antes de que Thok y Siomorang descarguen fuertes golpes contra ellas.

 El guerrero machaca el cráneo del lobo, viendo como este cae de bruces en el suelo, con la cabeza hundida como si se rompiera una fruta madura. El bárbaro directamente cercena la mitad inferior del torso del lobo al que hacía tan solo un instante había herido seriamente, pronto la oscura sangre de la fiera riega el suelo agrietado.

 Akrate y Grolm respiran aliviados y exhalando el aire que habían atesorado ante el peligroso combate por sobrevivir cuando ven partir a los chuchos, aterrados. El combate había terminado.

 Entonces Thok cae inconsciente al suelo, con un sonido sordo, sangrando de muchas heridas, al lado de Grolm.

 Poco después llegan una media docena de trasgos, armados con lanzas, escudos y cimitarras. Ligeros de equipaje. Les reconoceís, todos son guerreros del clan y entre ellos distinguís a Pringo, el siervo de Lerb.

 Nada más llegar el grupo va a dar un vistazo a los más heridos, esecialmente a Thok y Grolm. Mintras Pringo os dice.

 - Glorioso es el Oscuro, os encontramos, ¿teneís la pielrata?.- Pregunta esperanzado y con apremio en la mirada.- Lerb nos mandó para ir en busca de pielrata... preocupado por si habiaís fallado.- Añade al final.

Claro que la tenemos, zopenco! o crees que estaríamos de vuelta si no fuese así... hay que ser... dice en un tono bastante más hosco de lo habitual, las heridas le duelen y no está de humor para chorradas

Inenta levantarse pero las fuerzas le fallan y no consigue separar el culo apenas del suelo.

Vaya mierda....

Akrate, podrías echarme una mano?... comienza resignado pero intenta no mearme encima..

Estoy confundido...

¿No eran los ecos de los cuernos de la Anunciación? ¿Eran solo los sonidos de cuernos de una partida normal y corriente de trasgos? ¿No van a alzarse nuestros muertos para segar toda muestra de vida no trasga?

Oh, bueno... de lo que te has salvado, cabrita malnacida.

A ver, muchachos. ¿A cuánto estamos del pueblo? Porque no me fío mucho de la orientación de ese arquero.

¿Cómo se llamaba? ¿Görd? ¿Groult? Empezaba por ge... Como la ge que forma parte del gran Maglubiyet... ¡Alabado sea, amén!

Akrate se estiró sobre si mismo cuanto pudo, mostrando todo el orgullo que pudo reunir. La pregunta de Pringo sobre la pielrata había sido respondida con claridad, pero no puso estarse de darse algunos aires. Así que se acercó hasta Pringo con una sonrisa de superioridad, que hace tan solo unos días ni se habría planteado de hacer.

- ¿Que preguntas son esas? Por supuesto que tenemos el musgo que se nos fue encomendado encontrar, y en cantidad suficientes. Añadió orgulloso.

- Ahora, si me disculpáis, he de atender a mis compañeros heridos. Se giró con vehemencia y se acercó a Grolm. Con la excitación del momento, Akrate no tuvo en cuenta su ritual, casi supersticioso, de utilizar su orín como foco curativo. Estaba demasiado concentrado en hacer ver lo competente que era, y musitando unas palabras sanó a Grolm sin bajarse los pantalones, e hizo otro tanto con Thok, que yacía sin sentido sobre el duro suelo.

Mantenía mi hacha levantada dentro de aquella oscuridad.. sabía que debía de seguir peleando, pero no veía a mi enemigo y eso me tenía bastante agobiado..

- ¿ DÓNDE ESTÁIS ? - Rugía en mis propios " sueños ", allí donde nadie podía escucharme. - VENID Y DAD LA CARA RATAS APESTOSAS!

Las llamaba incansablemente y sabía que estaban allí, pero no aparecían, no venían a dar la cara y eso me cabreaba aún más. Podía notar un dolor lejano, pero tampoco era demasiado fuerte, así que no me impediría enfrentarme a ellas. Escuchaba sus rugidos también, podía sentir sus ganas de arrancarme los miembros, de separar la carne de mis huesos, pero no venían... me tendrían esperando eternamente..

Me sentía totalmente acorralado, pero no moriría sin luchar, así que seguía rugiendo, llamándoles incansablemente.

- OS MATARÉ A TODAS! ¿ A QUÉ ESPERÁIS?

Tras la intervención de Akrate, muchas de las heridas de Grolm se cerraron y desaparecieron como si nunca hubiesen existido. Aún así dista mucho de estar en perfectas condiciones y, para que mentir, está cansado a más no poder por lo que decide aquedarse sentado en el suelo hasta que sea el momento de partir.

Lo sabía! lo de mearnos encima no hace falta... creo que será mejor que no lo vuelvas a hacer de ese modo o Thokk no será el único que te amenace con cortártela.. A pesar de sus rudas palabras parece que está de mejor humor

 Pringo y el resto de los combatientes se abstienen de hacer comentario alguno a las palabras de Grolm, y asienten con visible desahogo cuando Akrate comenta que ya teneís la pielrata... la alternativa hubiera sido ir ellos a perderse por las montañas.

 El grupo recién llegado rodea a los fatigados trasgos y vigilan mientras Akrate atiene las heridas de Grolm y Thok, haciendo uso de las habilidades que en su día le enseño Lerb. 

 A pesara de las graves heridas del grupo expedicionario, y del cansancio que sienten Thok y Akrate, el grupo reanunda la marcha en dirección al poblado. Que queda a cosa de un día, día y medio.

Aquella oscuridad desapareció y a mi alrededor ahora podía ver ahora los cadáveres de aquellas ratas, a mis compañeros.. Cuando vi al listo tan cerca me quedé un poco preocupado, pero no olía a pis, así que en aquella ocasión se había portado bien y asentí con un pequeño gruñido mientras me ponía en pie, como dando las gracias.

Al ver a los que habían llegado negué con la cabeza y entonces tuve que hablar.

- Siempre tan puntuales, pues os habéis perdido la fiesta.

Miré a mis compañeros antes de que comenzaran a hablar y fijé la vista en el otro, porque sabía que tenía cuidado con ese tipo de cosas.

- Quiero el pellejo de la rata jefe. ¿ Puedes quitárselo o me lo llevo a rastras? - Aún me dolía todo, pero era mi trofeo, con todo lo que me había costado matarle..

Vale, el del jefe para ti y yo me quedaré con otro... malditos bichos! rezonga una lástima lo del oso, nadie va a creer que lo matamos.. pero bueno al menos la piel de lobo será un buen remplazo pero para que acabemos antes será mejor que me ayudes, no es difícil, sólo tienes que ir aguantando la piel mientras la quito para que quede tensa.. Incluso lo puedes hacer sentado dice, consciente de la gravedad de las lesiones de Thokk y de que éste necesita descansar..

Mientras tanto aprovechad para recuperaros y descansar porque luego nos espera una larga caminata.. termina dirigiéndose a Akrate y a Smiorang. A los recién llegados no les hace mucho caso.

Siomorang raja el abdomen del lobo que mató. Vísceras y sangre se esparcen por el suelo mientras dejan una abertura para que el trasgo introduzca su mano.

Más hondo... más hondo...

El brujo sonríe cuando agarra su objetivo, y tira con fuerza de él hasta sacarlo fuera. ¡Tiene su corazón! Aquel músculo aún conserva el calor; las venas y arterias que salen del órgano están medio rasgadas por la tensión con la que tiraba. Usa su espada para terminar de cortar los tejidos.

Maglubiyet nem esdla katum ka'ghassar hut neril kot-kot bagnelt.*

Alza el órgano al sol de la estepa, brindando con su dios, y vuelve a bajar el brazo para ver el intenso color rojo de nuevo. Seguidamente, empieza a devorar el corazón a mordiscos. La sangre de los ventrículos desborda, llenando de sangre el interior de la boca y los alrededores de los labios.

Las palabras pronunciadas no pertenecen a ningún idioma conocido, y ni siquiera Siomorang sabe su significado. Sin embargo, acaba de realizar el primer ritual de la nueva religión, y ha dado el primer paso para que sus excentricidades le ganen el apodo de "brujo".

 Con la ayuda de Thok, Grolm se pone manos a la obra para desollar la piel del macho que lideraba la jauría de lobos.

 Por desgracia el estado del cuerpo, con los profundos tajos y hendiduras que causo la pesada hacha en el cuerpo del macho hace que le resulte complicado al snaga el salvar toda la piel, rajándose en un par puntos parte de la piel. Al final logra sacar la piel sanguinolenta del macho, rajada en algunos puntos, entre ellos parte de la cabeza, un poco desfigurada.

 Luego se pone manos a la obra con otro d elos lobos y parece que tras practicar con el gran macho, la segunda piel sale mejor.

 Todo eso va sucediendose mientras Siomorang arranca el corazón del lobo que derrotó el en combate singular, manchandose de sangre hasta los codos primero, y la parate inferior de su rostro y cuello después al devorar el corazón crudo... los trasgos recién llegados no pueden apartar la mirada del sangriento suceso.  Ipnotizados como ese snaga se bebe y traga todo el órgano, tras las palabras extrañas que no alcanzan a comprender. Al terminar, gran parte del rostro, ropas y brazos están embadurnazdos de sangre fresca que empieza a coagularse.