Partida Rol por web

 Parece que el combate que se produce arriba será intenso y sangriento, sentís que hay más de un agresor, parecen ser algún tipo de bestia por sus agudos chillidos y los bramidos que lanzan. Puggo desaparece de vuestra vista blandiendo su martillo mientras que Grolm insta al deseoso de sangre Thok a subir rápido por la cuerda que continúa aferrando entre sus manos.

- RATAS??!! - Antes de que nadie pudiera decir nada más, cogí el extremo de aquella cuerda y me la enganché en el cinto para que subiera conmigo, ya que si había ratas ( esperaba que me dejaran alguna ) no podría pararme a recogerla y quizás tendríamos que subirnos a algo más después.

Sin pensármelo dos veces comencé a subir, sin ver el momento de llegar arriba y descolgar el hacha que había devuelto a mi espalda. Por fin la cosa se ponía interesante. Seguro que era " ratas ponedoras de trampas "..

No podía hacer demasiadas cosas a la vez, tenía un límite de una, dos si eran fáciles, así que tuve que dejar de pensar para no perder el quilibrio..

Al ver que Thok intentaba trepar por la soga, Akrate miró a su alrededor para ver si estaba solo. Lerb le había enseñado, pero la magia no siempre funcionaba... y no tenía ganas de subrir las burlas de sus compañeros si no era capaz de modificar la roca para formar una escalera

- A ver... - comentó en voz baja, tratando de mantener sus intenciones en silencio - Como era?... "Roca de las profundidades, ayudame en mi subida. Si cambias de forma, que sea como te pido"... o era "te pida" - mientras el enfermero dudaba con las palabras necesarias para conseguir su objetivo movía sus manos frente a la roca, intentando que esta se amoldara a sus necesidades simplemente por la fuerza de su voluntad.

Sin embargo pronto resultó claro que las palabras no eran las correctas. De hecho Akrate permaneció mirando la pared pro unos segundos hasta darse cuenta que la misma no se había modificado en lo más mínimo - Supongo que esas NO eran las palabras - exclamó furioso consigo mismo

Tras el ascenso del Thok fue posible escuchar comoel enfermero murmuraba una extraña letanía, aparentemente sin sentido. Sin embargo fueron solo sonidos. Simplemente pasó el tiempo y y no pasó nada... hasta que se escuchó la voz del enfermero, furioso consigo mismo - Supongo que esas NO eran las palabras -

¡Conejo, conejo, conejoooo! ¡Bsh, bsh, bsh! ¡Ven, bonito conejo!

Puggo mantiene su martillo agarrado tras la espalda. En cuanto una de las ratas acepta su invitación a venir, Puggo saca su arma y lo aplasta contra aquel bicho.

¡Zasca!

...

¿Conejo?

Levanta el martillo para contemplar lo que ha quedado de su futura comida.

 El martillo de Puggo logra acertar en la escurridiza rata, golpeando el lomo, pero la ágil criatura logra eludir la peor parte del impacto pero aún así parece que cojea un poco.

 Pero lejos de temeros las dos bestias se abalanzan de nuevo contra vosotros, por suerte ahora que estaís advertidos de su presencia soys más difíciles de alcanzar. Desafortunadamente las criaturas logran heriros de nuevo, pero no son más que rasguños en comparación con los ataques anteriores!

 Grolm que tira de la cuerda para que Thok pueda ascender más rápidamente no puede defenderse tan bien como le gustaría pero aún así logra ayudar a Thok con la ascensión!

 Puggo que al intentar esquivar siente una punzada en la profunda herida que sufrió antes ve como la rata le impacta de nuevo.

 Mientras Akrate, el acólito de Lerb, intenta someter la roca del acantilado a su voluntad, sin que esta se deblegue a su voluntad. El ansioso Thok, ayudado desde arriba por Grolm, logra ascender los ocho metros de abismo en un solo asalto, impresionante!

 Al llegar arriba se encuentra a un par de feroces criaturas que atacan sin tregua a sus compañeros!

Subí allí arriba lo más rápido que pude, sin persar cómo hacerlo ( menuda novedad) y solté rápidamente la cuerda de la cinta de mi hacha para luego sacarla y sonreir, mientras incluso la saliva resbalaba por mi barbilla ante la perpectiva de poder matar unas ratas..

- Primero observar.. - recordé las lecciones básicas para neuronas torpes.. - luego... luego.. - ya no me acordaba, pero seguro que hacer que sus huesos crugieran bajo mi enorme arma era totalmente efectivo.

- GRRRR!! - Fue todo lo que dije antes de unirme al entretenimiento.

- Eh! Que pasa allá arriba? - se escucha la voz de enfermero que no está muy contento de haberse quedado solo bajo la falla - Ahí voy! - exclama olvidándose de sus intentos previos y decidido a trepar como cualquier otro trasgo.

Sin embargo está claro que las habilidades de Akrate son las sanitarias y no las atléticas dado que, tras elevarse apenas unos centímetros, siente como sus manos resultan incapaces de aferrarse a la roca y cae aparatosamente, quedando sentado en la más indigna de las posiciones, con la espalda en el piso y sus piernas pataleando ridiculamente en el aire, sobre el piso de la cueva

¡Auch!

Tras recibir el último mordisco, Puggo zarandea la pierna y aparta la rata espacio suficiente para lanzar un golpe de martillo limpio.

¿Conejito?

Puggo levanta su martillo para verificar si debajo hay una rata lista para cocinar o sólo un pegote de sangre de lo que antes era una rata sin espachurrar.

 El bestial golpe que arrea el peludo trasgo a la rata que le ha atacado es demoledor, el martillazo estroza los cuartos traseros de la bestia produciendo un escalofrianto CKROC!
  ... pero lo más escalofriante es que la bestia no abandona, incluso en este lamentable estado intenta morder al snaga simiesco. Aturdida, desorientada y malherida intenta morder de nuevo a Puggo, pero este aparta de otro martillazo el morro de dientes afilados de la terrible rata, produciendo otro crugido en el cuero de la criatura. Cae muerta con la cabeza abierta al cavernoso suelo.

 La otra rata intenta atacar al recien llegado Thok, que ve como se incorpora en el combate. Pero el fiero trasgo le arrea un hachazo contundente para eludir el ataque de bestia, esta sangra de la herida que le ha causado el hacha en su flanco izquierdo. Pero no parece tener ganas de huir... el comportamiento de estos bichos no es normal!

- Rata mala... - dije para después chasquear la lengua y acabar mostrando de nuevo mis respulsivos dientes. No es que necesitara saber que me iba a intentar pegar un mordisco para que yo intentara hacerle un agujero en el cráneo, pero ya que lo había hecho intenté responderle como se correspondía.

Levanté mi enorme hacha por encima de mi cabeza, y la dejé caer, esperando a que aquel " animalito tan tierno " no le diera tiempo a salir de debajo de ella y pudiera escuchar algo que se quebraba gracias a mí. Eso era algo que siempre me hacía sentir bien conmigo mismo.

 Thok alcanza de nuevo a la terrible rata con otro contundente hachazo. El pesado filo se incrusta profundamente en el lomo de la bestia. Con un sordo jemido el trasgo arranca el arma de la terrible herida que sangra profusamente. La rata está terriblemente herida pero a pesar de ello sigue mostrando su ocico manchado de sangre de forma amenazadora a los trasgos, lanzando un par de dentelladas al aire...