Partida Rol por web

Recuperandome del susto y bastante nervios me acerco hacia la camara frigorifica cogiendo un cuchillo al pasar al lado de un mostrador.

- ¿Quien anda ahi?, Roger, Chupito..., ¿sois vosotros?. ¡Si es una broma es de muy mal gusto!.

No hubo respuesta. Pero, para tu sorpresa, la cámara frigorífica se abrió de golpe, provocando un estruendoso ruido. Y, allí dentro, la escena de la oscura sombre se repitió.

El testimonio de Karen me dejo perplejo y en cierto modo me senti aliviado. Yo no era el unico que habia visto algo raro. El gesto que hizo Jonas me daba a entender que creia que nos estabammos burlando de el. Este hombre tiene algo que me da escalofrios. Otra vez incredulidad hacia nosotros y otra vez de visita al lugar en cuestion donde seguramente esta todo en orden y sin un amago del acontecimiento relatado.

Muy amablemente Jonas nos invito a bajar a el cuarto de calderas, el tiempo que estubimos descendiendo por el ascensor se me hizo eterno, todos callados, sin mediar palabra con la vista puesta en el suelo o en la botonera del ascensor. Atrabesamos un largo pasillo que nos condujo hasta una gran puerta de madera, la cual abrio e invito a Karen a pasar.

¿ Que te apuestas que no hay nada ahi dentro ?

Karen temblaba de miedo. Definitivamente, Jonás tenía algo muy, muy raro. ¿Cómo había podido aparecer de repente detrás de ella? Y el susurrar su nombre en su oído...un escalofrío le recorrió la columna vertebral.

Dado que no tenía más opción, ante la "invitación" de Jonás a entrar en la sala de calderas, pasó por la puerta de madera, conectó el interruptor de las escasas bombillas que iluminaban el pasillo central y empezó a andar por el corredor, intentando recorrer el mismo trayecto que la había llevado antes hasta el agua.

Tras unos minutos, percibió una corriente de aire frío desde uno de los pasillos laterales y se detuvo en seco.

- Sr. Jonás, no estoy segura de que vaya a ocurrir nada, ya que tampoco ha pasado nada especial en la habitación 53, pero recuerdo perfectamente haber sentido el aire frío venir del pasadizo donde estaba el charco, y acabo de sentirlo otra vez viniendo del pasillo a nuestra derecha.

Sacando la linterna de su bolsillo, se la pasó a Jonás, diciéndole:

- Por favor, le ruego que sea usted el que vaya primero, para que compruebe por sí mismo si hay o no algo en ese pasillo.

Jonás, atrapándo la linterna con un rápido gesto de su mano, y arrebatándosela a Karen, pronunció:

-Por supuesto, Señorita Olsen-soltó una risa ahogada-. Ya ha pasado suficiente miedo por hoy. 

Echó a andar, alumbrando con la linterna a escasa distancia de sus pies, unos dos pasos. Los tres empleados se quedaron en el sitio.

-No les recomiendo quedarse aquí-comenzó Jonás-. No vaya a ser que venga a atacaron algún muerto, nunca se sabe lo que puede pasar.

Y, riéndose, apagó la linterna. Se oyó un chasquido, como si algo se hubiese caído, y el dueño del hotel desapareció en la oscuridad, sus carcajadas resonando por la estancia. Karen fue la que más paralizada se quedó. Rafael decidió adelantarse, y Roger le siguió. La hia continuó ahí, parada, sin reaccionar, por lo que sus dos compañeros tiraron de ella. Comenzaron a caminar todos juntos.

Al cabo de unos poco metros, los pies de Chupito chocaron con algo, que rodó un poco hasta estrellarse contra la pared, o, al menos, eso dedujistéis por el sonido, ya que estaba demasiado oscuro como para sacar nada en claro. Roger se acercó para comprobar qué era. Agarró el objeto, y descubrió que era la linterna. La encendió, y enfocó hacia el camino que tenían que seguir, pero...

Se encontró con la cara de Jonás, mirándole a escasos centímetros de la suya, muy serio y con los ojos bien abiertos.

-¿Vamos?-dijo, y su voz resonó como un eco por todas partes.

Como no, Jonás se burlo de Karen, no había tenido bastante la pobre con lo que le había sucedido como ahora tener que aguantar al borde de Jonas, tenia ganas de decirle cuatro cosas, pero claro, no era plan de enfadarlo sabiendo como se las gastaba.

Jonas se entro por la puerta y nos invito a quedarnos donde estabamos, acto seguido oímos un chasquido, seguramente producido por la linterna al tropezar contra el suelo, acto seguido escuchamos la risa de Jonas, me dio la sensacion de que tenia un tono de maldad dicha risa, un escalofrio recorrio todo mi cuerpo. Rafa se adentro en la estancia y yo le segui de cerca, me gire hacia Karen, la pobre estaba petrificada, le cogi de la mano y tire suavemente de ella.... Venga karen, vamos. Habiamos andado unos metros cuando Rafa tropezo con algo y del mismo impulso del pie hizo que el objeto se estrellara contra la pared. Guiandome por la proveniencia del sonido me dirigi hacia dicho objeto y no tarde en darme cuenta que se trataba de la linterna que tenia jonas cuando se adentro en la estancia. No tarde en encender la linterna Veamos si funciona. Cuando encendi la linterna enfoque directamente hacia delante para ver mejor el camino que debiamos de seguir cuando...¡¡¡ JOOOODER !!!, el corazón empezo a palpitarme fuertemente, parecia que se me iba a salir de la caja torácica, eche tres o cuatro pasos hacia atras casi perdiendo el equilibrio. Cuando logre recuperar el equilibrio me tranquilice ya que habia reconocido la inconfundible cara de Jonas.

¡¡¡ Pero que demonios hace !!! Me habia pegado un susto de infarto y perdi los papeles, en mi sano juicio nunca se me hubiera ocurrido hablarle de esa manera.

La gran cantidad de años en la profesión le habían enseñado a Chupito a saber guardar las formas en todo momento, pero lo de aquel hombre era desquiciante de veras. No tenía ninguna gracia que les dejase a oscuras en medio de aquella estancia ni que les tratase con aquella estúpida autosuficiencia. Además aquel Jonás hacía cosas raras, muy desconcertantes; de hecho, muy a tono con lo que estaban viviendo últimamente.

Cuando Roger encendió la linterna y el rostro de Jonás apareció de repente, el simpático botones perdió los papeles y le habló de malas formas al jefe. Pensando en la posible bronca que le podía caer al chico, dio un paso al frente y decidió intentar echarle un capote y compartir con él la ira de los dioses.

- Señor, con todos los respetos ... la linterna debió de caersele de las manos y Roger la encontró -dijo Chupito- No es agradable pasar un rato a oscuras en un lugar como éste, dadas las circunstancias, usted lo entenderá; es fácil perder los nervios y, verle a usted aparecer, así, de sopetón ... nos ha asustado un poco a todos, si me permite decirlo.

Rafael "Chupito" Díaz se quedó delante del gran jefe, todo lo tieso que le permitía su corta estatura, esperando el chaparrón.

Jonás, ante las acusaciones de Chupito, se irguió, y caminó hacia él.

-Sé lo que estás pensando-dijo, con los ojos casi cerrados, y su sonrisa haciéndose más amplia-Sé que piensas que actúo de un modo extraño. Que todo lo que está pasando en el hotel, de cierto modo, parece provocado por mí.

Rodeó a Chupito, y se fué directo a por Karen, que, teminéndose lo peor, se compungió en el sitio. Le agarro la cara con fuerza, por la mandíbula.

-Y quizá no andéis desencaminados, ni mucho menos-soltó a Karen, y se frotó las manos, la una contra la otra-En fin... Cuanto antes acabemos con esto, antes podréis relajaros y perderme de vista un rato.

Y, riéndose fuertemente, se acercó de nuevo a Roger, el cuál tenía la linterna y aún estaba intentando serenarse por el susto.

-Le invito a que vaya delante, botones

Me parecia increible en menos de 1 hora dos de mis compañeros habian dado la cara por mi, me sentia de alguna manera en deuda con ellos. El primer comentario de Jonas me dio la oportunidad de devolverle a Rafa el favor por haberme defendido anteriormente... Señor, rafa no es el unico que tiene ese pensar, yo con el debido respeto pienso lo mismo, no puede negar que su comportamiento es de lo mas extraño. Dicho esto trague saliva y vi como Jonas muy amablemente me invito a ir delante con la linterna, asi que emprendi el camino con la esperanza de que no volviera a aparecer nada ni nadie delante de mi.

Muy nervioso y dando un salto hacia atras.

- ¡Mierda!.... ¿Quien anda ahi?, quedate quieto y sal a la luz para que te vea.

y elevando mucho mi tono de voz para que me escuche el resto aunque se que seguramente no lo haran ya que la cocina es muy amplia y esta bien insonorizada para no molestar a los clientes.

- !Hay un intruso, venid a la cocina!.

Maira entra a la habitación. Tras un rato dando vueltas como una tonta, oyó un crujido. Se sobresaltó un poco, pero decidió dirigirse al lugar donde provenía el ruido, el pequeño salón, el cual estaba acoplado al dormitorio.

Paseó un rato, hasta que tropezó y calló al suelo. Se dio la vuelta, y observó un bulto en la moqueta.

-¿Qué narices...?-dijo, palpando el bulto. Parecía una trampilla. Decidió arrancar la moqueta, para lo cual cogió un cuchillo de la cocina. Empezó a rajarla, hasta que una puertecida quedó al descubierto.

No quiso entrar, decidió ir a avisar a los demás.

Una vez en el hall, no vió a nadie. Decidió meterse en la cocina.

Ves a Maira entrar en la cocina

Girando momentaneamente la cabeza extiendo la mano libre hacia Maira

- Cuidado Maira, hay alguien dentro de la camara frigorifica.

Y dicho esto me avalanzo sobre la puerta de la camara para intentar cerrarla y que el intruso quede encerrado.

- ¡Ja, te has metido tu solo en la trampa!

Maira y Chupito se quedaron observando el cristal, esperando detectar movimientos. Cuando, un amasijo de pelo liso y negro se abalanzó sobre el cirtal, dejando sangre en este. Se retiró hacia atrás, se apartó el pelo, y descubristeis que era una persona, que sigió golpeando desesperadamente el cristal con las manos.

-¿¡Pero qué narices haces!? ¡Sacame de aquí, por favor!-gritó la mujer (que, aún gritando, se podía apreciar su hermosa y perfecta cara) desde dentro de la cámara frigorífica, con hilitos de sangre colgando por su frente a causa del impacto.

Maira y Rafa se miraron, exhaltados. Había que rescatarla

-Mire, botones, ahora mismo no tengo tiempo que malgastar discutiendo con usted-dijo Jonás, caminando delante de los demás, con los brazos cruzados-O venís, o venís. Elegid sabiamente.

Karen se había puesto muy nerviosa cuando Jonás se acercó de imprevisto tras intimidar a Rafa y tenía miedo, era la primera vez desde que era una niña en la que se sentía tan tan asustada. Porque estaban solos, con un loco, en una  oscura y lóbrega sala de calderas donde aparecían charcos y caras bajo el agua. Realmente era para estar asustado.

Aún así, Karen no era persona de pasar mucho tiempo con el mismo estado de ánimo. Harta de sentirse tan frágil y asustadiza, fue la primera en echar a andar detrás de Jonás cuando él les obligó a "venir o venir".

- Vamos, deprisa!- susurró Karen a Rafael y a Roger, haciéndoles un gesto con la mano para que no se quedaran rezagados y el jefe no tuviera oportunidad de ridiculizarlos de nuevo.

El barman se puso a andar, expoleado por las palabras de Karen. Seguía a Roger que iba alumbrando los pasos del grupo con la linterna y que caminaba detrás de Jonás, al cual parecía importarle bien poco dónde iluminase el haz de luz o si éste iluminaba o no.

No estuvo bien. No está bien agarrar el rostro de una persona, y menos, si es de una chica. Mientras pensaba esto, Chupito recordó las palabras que el dueño del hotel le había dirigido y se obligó a dejar de pensar, apremiado por un impulso irracional. Este hombre parece capaz de leer lo que tienes en la cabeza.

Concentrado en seguir los pasos del botones sin tropezar en aquella semioscuridad, Rafael continuó caminando a la vez que hacía esfuerzos para dejar la mente en blanco, lo más vacía de pensamientos posible.

Abro la puerta de la camara frigorifica rapidamente y le tiendo la mano a la mujer que esta dentro.

- ¿Quien eres tu?. ¿Que te ha pasado, estas herida?

Mientras digo esto sigo atento a la camara, no se si hay alguien mas o si esta mujer esta sola.

Me lleve otra reprimenda por parte de Jonas, hoy tenia el dia sembrao, no hacia nada a derechas y para colmo todo era delante de mi jefe, seguramente por la cabeza de Jonas estaria rondando la idea de darme el finiquito y hecharme a la puta calle, ya que estaba tentando demasiado la suerte.

Las palabras de karen hicieron desaparecer mis pensamientos y hacerme volver a la realidad. Si, sera mejor que sigamos caminando.

Empiezo a andar alumbrando con la linterna delante mia, pero me daba la sensacion de que estaba haciendo el tonto ya que la luz de la linterna daba justo a los muslos de Jonas, ya que este se habia puesto a andar delante nuestra y yo estaba a escasos centimetros de el.

No le digas nada Roger, sera mejor no irritarlo mas de lo que esta.

Opte por ir enfocando la linterna hacia los lados por lo menos veriamos algo mas que los muslos de Jonas, Espero salir pronto de aqui, la situacion me esta superando.

Aquella hermosa mujer se llevó la mano a la cabeza, lugar de donde provenía su herida, undiendo las llemas de sus dedos entre el pelo.

-Aa.. aah..-es todo lo que logró decir. Sus piernas fallaron, y se precipitó de rodillas contra el suelo.

Maira se acercó a ella, pero se paró en seco, ya que Francois había podido subirla hasta llevárla en volandas