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El legado de Caernwiira

Los Peligros del Reino - Primera Parte: En la Venta del Tio Fendrik

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03/10/2014, 17:33
DM

El ataque de Valindra se dirigió al otro trasgo con semejantes resultados. Esquivó el tajo por los pelos. Desde luego, la pareja de monstruos contaba con una suerte endiablada.

Cada uno de ellos lanzó su ataque, respondiendo a sus contricantes. Y ambos, por bastante poco, fallaron. ¡El combate estaba muy igualado!

- Tiradas (3)
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03/10/2014, 21:59
Berék

Berék acelero sus movimientos su espada parecía un torbellino persiguiendo a los trasgos que saltaban arriba y abajo sin parar y sin aparentemente verse afectados por el cansancio y si bien el estaba también todavía en plena forma sus compañeros no podían decir lo mismo. Había que terminar aquella reyerta cuanto antes y atender a los heridos.

- ¡¡Por Thule!! ¡¡Morid malditos!!

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03/10/2014, 22:32
DM

Eventualmente, uno de los gemelos trasgos, quizás motivados por su arrogancia, cometió un error. Tropezó con una piedra, y de pronto, en un destello, la hoja de Berék fue certera. El estoque descabezó al monstruo, tal fue la limpieza del corte.

Otra pedrada vino desde la maleza. Sin embargo, ambos combatientes estaban ya alerta y el ataque falló.

Quedaban dos enemigos; uno de los gemelos y un trasgo malherido, el autor de las pedradas.

- Tiradas (3)
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03/10/2014, 22:57
Valindra

- Berék, ocúpate de este - señalo al gemelo que quedaba con vida - yo voy a por el de las pedradas. Empieza a ser personal - me llevo la mano a la nuca, lugar donde una de las últimas pedradas me había alcanzado y el que más me dolía. Estaba dispuesta a matar a ese maldito trasgo tira-piedras con mis propias manos, así que me acerco hasta donde se encontraba y hago relampaguear la cimitarra que cae sobre el trasgo como el hacha de un verdugo sobre su victima.

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04/10/2014, 11:22
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El trasgo aprovechó su retirada para lanzar a Valindra un tajo. La elfa bloqueó el golpe con su rodela y se abrió paso en la maleza. Encontró al trasgo escondido y lo mató de un corte limpio, ya que éste no tenía fuerzas para oponer demasiada resistencia.

Tan sólo quedaba uno ahora. Vuestros compañeros estaban tirados en el suelo, moribundos; aunque afortunadamente, Orianna parecía a salvo, hecha un ovillo en el suelo y temblando.

- Tiradas (1)
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04/10/2014, 11:30
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El enemigo restante miró al semielfo con furia, siendo el autor de la muerte de su hermano. Su victoria le saldría cara. La criatura saltó rabiosa sobre el semielfo y lanzó un ataque rápido, apuntando hacia su rodilla. Berék sintió como la hoja mordió su carne, haciéndole un corte leve.

- Tiradas (2)
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04/10/2014, 15:35
Berék

La herida, aunque leve, fue suficiente para hacer que Berék trastabillase y su espada solo cortase el aire muy lejos de su enemigo.

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05/10/2014, 01:09
Valindra

Ya solo quedaba un trasgo en pie y estaba dispuesta a terminar aquella emboscada por la via rápida. Aprovechando que el trasgo estaba encarado con Berék, intento sacar ventaja de la situación para atacar a la maldita criatura por la espalda y acabar con su vida de una vez por todas...

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05/10/2014, 01:44
Berék

La elfa corrió ligera sobre la hierba, con su hoja teñida de resplandeciente carmesí y una promesa de muerte en sus ojos que Berék comprendió sin problemas. Un doble tajo acabaría con aquella escurridiza alimaña. Ignorando el dolor que le mordía la rodilla con cada paso, afirmo sus piernas en el suelo y esperó a que Valindra descargase su golpe para lanzar el suyo propio en un letal cruce de espadas.

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05/10/2014, 12:26
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Los dos combatientes pronto dieron muerte al miserable que quedaba en pie. La escena que había quedado de todo aquello incluía vísceras desparramadas por todas partes, tres aventureros postrados y una niña llorando desconsoladamente.

La luna era testigo de vuestra gesta. Una espectadora silenciosa. Las nubes se apartaron para dar más claridad, y por alguna extraña razón, os sentísteis de pronto algo más seguros.

¿Qué eran estos extraños seres? Algunos de vosotros jamás los habíais visto antes. Mirándolos de cerca, recordaban a niños peludos, fieras retorcidas con rasgos animalescos y colmillos de jabato. Algunos tenían los ojos desencajados por el dolor.

La mayoría del equipo que portaban estaba constituido por pequeñas armaduras de cuero, machetes, hondas con la que os tiraban cantos, y uno de ellos (el más grande y fiero) portaba una extraña hoja curva. En el pomo se había engarzado un rubí brillante, rojo como una gota de sangre.

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06/10/2014, 11:28
Valindra

Nuestros compañeros seguían caídos. El delgaducho Batracio y el mercader Randell lo estaban pasando mal y no me iba a quedar de brazos cruzados sin hacer nada por ayudarlos.

Me acerco a Batracio, rasgo parte de su túnica y trato de hacerle un torniquete - No soy experta en medicina, pero espero poder detener la hemorragia - le comento a Berék. Ya me encargaría de buscar entre los cadáveres enemigos algo de valor cuando mis compañeros estuvieran fuera de peligro.

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06/10/2014, 20:22
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Valindra logra vendar la cabeza de Batracio, usando parte de la tela rasgada de la capa del mago; y así le salva la vida, puesto que detiene la hemorragia... Al menos de momento. Pero sigue inconsciente, al igual que Randel y Kano.

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07/10/2014, 11:14
Berék

Dejando su espada cerca y desenvainada Berék se sumó a Valindra en la tarea de atender a los heridos.

-Yo tampoco soy un experto, pero me preocupa más como vamos a hacer para sacarlos de aquí si no se despiertan.

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07/10/2014, 12:57
DM

Los heridos permanecieron estables, pero Berék tenía algo de razón. Llevar en brazos a una niña era una cosa, pero a tres hombres adultos más ya hacía falta una carreta, por lo menos.

Y aunque se despertaran, ninguno parecía encontrarse en un estado apto para hacer muchos esfuerzos. Bastante tenían con haber sobrevivido. Si se movieran demasiado podrían reabrir sus heridas.

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08/10/2014, 23:06
Berék

Los heridos estaban estables pero era imposible trasladarlos en su estado y permanecer en aquel lugar por mas tiempo tampoco parecía una buena idea.

-Valindra, uno de los dos debe volver a por ayuda mientras el otro guarda a los heridos. En mi tierra nadie podía ganarme corriendo campo a través, si tu te sientes con fuerzas para repeler otro ataque saldré ahora mismo -y bajando la voz añadió-. La niña se queda, solo nos retrasaría y quiero que su madre tenga una buena motivación para enviarnos ayuda.

Berék se levanto guardando su espada y ciñendo su equipo, completamente convencido de que la suya era la única y mejor opción posible. Era evidente que solo esperaba la conformidad de Valindra como una muestra de cortesía.

-Una cosa más, el que se quede que haga camillas para los heridos.

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08/10/2014, 23:33
Valindra

- Estoy de acuerdo contigo, Berék - le respondo al semi-elfo mientras recuperaba el arco que había dejado caer al suelo al inicio del combate - Yo estaré alerta y cuidaré de los heridos, y de la niña. Ahora corre, y que el viento te guíe, ebrath.

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08/10/2014, 23:44
Berék

Berék no esperó más, los poderosos musculos de sus piernas lo propulsaron hacia adelante, habría quien diría incluso que temerariamente, por y sobre la floresta del bosque. Pero para él aquello era lo más natural del mundo, su sangre le decía donde pisar y cuando agacharse o saltar; sus ojos perfectamente adaptados a la oscuridad le mostraban el camino que habían seguido tan claramente como si fuera de día.

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09/10/2014, 12:12
DM

El elfo partió raudo, moviéndose instintivamente por la fronda como un pez en el agua. Esquivó ramas bajas, arbustos y charcos de lodo. No tardaría más que un cuarto de hora cuando dió con sus pies de vuelta al camino, siguiendo el caudal del río.

Los guardias vieron al elfo surgir de las lindes como un fantasma. Agarraron las empuñaduras de sus armas como acto reflejo, aunque se tranquilizaron al reconocerlo instantes después.

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09/10/2014, 12:18
Valindra

Mientra Berék se iba en busca de ayuda, me dedico a rebuscar entre las pertenencias de los cadáveres goblins. En especial, recojo la espada que portaba uno de los gemelos, la que tenía un rubí incrustado. - Podremos sacar un buen precio por este arma si encontramos a alguien que nos la compre - hablo en voz alta, aunque se que mis compañeros están inconscientes.

Después apilo los cadáveres de todos los goblins en un mismo punto, alejado de donde están mis compañeros caídos, y permanezco atenta a cualquier ruido o movimiento que pueda haber en las inmediaciones.

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09/10/2014, 12:28
DM

Cuando tocaste el arma tuviste una sensación extraña.

Era ligera. Muy ligera. Casi como si se moviera sola una vez la blandieras. Su curvatura era seductora. Podías ver tu reflejo en el metal. Sentiste la tentación de rozarla con los dedos; y extrañamente, la superficie cercana de la misma empezó a brillar cuando tus yemas rozaban el filo.