-Nos encontramos con unos pringaos -atajó torciendo el gesto. Se apercibió de que los otros aparecían y apuntó: –Míralos, esos son. –A continuación, preguntó señalando a la rubia: -¿Quién es esa? Tiene mal aspecto.
-Una mosquita –liquidó el asunto. Ladeó el cuello para examinar a los que llegaban y su interés por el muchacho enfundado en cuero eclipsó todo lo demás: -¿Y quién es ese? Wooww…
El melenudo se irritó, quiso recriminar a la desvergonzada su actitud plantándole una mano sobre el hombro, pero tuvo que retirarla a pocos centímetros ante el restallido de un arco de energía carmesí.
-Mala pu… -se mordió la lengua.
-Dejaos de jueguecitos –pronunció intimidante. Por unos segundos, sus manos abandonaron la curva de su vientre.
La chica inaccesible pasó sin transición de la risa maliciosa al rictus crespo, y reincidió en el sentimiento de urgencia:
-¡La poli! ¡Los de subsuelo! Que nos han visto, que vienen. ¿Dónde está ese tío peñazo? Tú, diles lo que has visto.
-Venían unos cuantos, diez o veinte, pero eso no era lo peor, sino que traían a alguien “especial”.
-No llegué a verlo bien, ¡pero él a mí sí! Y eso que estaba velado. Pero emitía un resplandor… Y olía a azufre.
Segui a Ibrahim. Hasta que no zanjasemos esta mierda tenia razon, no tenia sentido hacer planes. Cuando llegamos a la jodida sala, otra vez, habia mas gente. Entrecerre los ojos, eran tres, a nosotros solo nos faltaban dos. Y los dos capullos del principio seguian dandome pena. Otra generacion condenada a la oscuridad... Mire a Ibrahim.
- ¿Conoces a alguno?
Motivo: idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 140-
Resultado: 68 (Exito)
Esa rubia entelarañada… ¿no había aparecido en su sueño, como uno de los elegidos por el Libro?
Escuche el intercambio de la "tia dura" y el otro. Habia dejado algun regalito, pero no suficientes. Supuse que seria facil improvisar unos cuantos mas, con derrumbamientos. Pero tambien sabia que los cretinos estos no ayudarian. Se resistian demasiado a abandonar su mierda de refugio, incluso cuando se habia demostrado que tenia razon y que no era seguro...
- ¿Cuantas salidas tiene esto? Derrumbar un par de tuneles nos ganaria tiempo...
Sorry por el doble post, use la htc
La actitud de este atajo de idos mentales me ponía realmente nervioso y peligrosamente cerca de la rabia.
- ¿Qué coño le habéis hecho, zumbaos? - Espeto señalando a la mujer cubierta de telarañas. Miro a Alicia. - Esa es Sara.
Luego busco con la mirada por el templo, como si Rick tuviera que salir de entre las sombras, caminando despreocupadamente vistiendo un traje elegante y haciendo bromas absurdas de las suyas.
Cuando huí del centro de Madrid, dejé a Rick junto a Sara. Ahora Sara estaba aquí y, conociendo a Rick, muy mal le tienen que haber ido las cosas para haberla abandonado a su suerte.
Ignorando a los demás, me acerco a Sara, no me ando con rodeos:
- ¿Dónde coño está Rick?
Ibrahim me confirmó lo que ya sabía. De hecho, la ausencia de Rick, siendo su poder la suerte, sólo podía significar una cosa. Estaban a punto de echarsenos encima. Mire a Sara.
- ¿Estás herida? Deberíamos movernos ya. Por lo que dice ese tipo tienen un rastreador. - fui cogiendo la llave inglesa mientras hablaba y empecé a aflojar de forma casi casual unas tuercas.
Todo era como un gran mecanismo. En realidad era perfectamente capaz de convertir aquella sala en una gran ratonera. Y si no me equivocaba, las telarañas de Sara querían decir que había venido por una ruta distinta a la nuestra. Estaba bastante segura de que, con el rastreador pasarían por aquí. La idea era aprovechar precisamente su número para activar la trampa. Todo era cuestión de presión, gravedad y cálculo de probabilidades. Es más, contaba precisamente que el rastreador les traería directo hasta aquí porque casi con completa seguridad, notaría los capullos de seda. Así que teníamos hasta un queso metafórico.
- ¿Por qué acceso venían? - pregunté al tipo rubio, obviando por completo a la otra. - Y sería bueno que avisaseis a Thorin, parece que tendréis que evacuar antes de lo que preveíais.
Una vez más la realidad me daba la razón, quedarse era una tontería. Pero fue Antonio el que se lo dijo.
- Claro que puedo retrasarlo. Son túneles, es algo trivial. Pero eso no hará que dejen de venir. Tenemos que mantenernos en movimiento. Ibrahim tiene razón, mientras esta mierda no se solucione, es mejor no quedarse mucho en el mismo sitio...
Motivo: Trampas
Tirada: 1d100
Dificultad: 140-
Resultado: 14 (Exito)
Alicia empieza a montar trampas que puedan bloquear el camino y/o incapacitar a los perseguidores.
Umm, y si no hay negativos acabo de sacar un crítico en trampas. Que bonita ratonera.
Antonio mira a los nuevos. Apenas le echa una mirada a la rubia, cuando ve que Ibrahim se va hacia ella. Así que esta es la tan cacareada Sara, eh? interesante...
Viene la poli, con alguien "especial". Está claro que hay que salir de aquí, pero como siempre, ya tenemos a Alicia planeando sus trampas para acabar con ellos...
Supongo, Thorin, que tendríais algo planeado para esta situación. ¿Me equivoco? miro al gigante. Ahora es el momento de que vayais a vuestro refugio B, o donde sea, pero que os largueis de aquí. Y que os lleveis esos capullos, claro. Quizá Alicia, con tus trampas, podrías retrasar a los de subsuelo, si ellos se alejan de aquí?
Motivo: Idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 78-
Resultado: 73 (Exito)
Acababan de llegar corriendo a aquella especie de refugio. Sara se apoyó en sus rodillas para recuperar el aliento, cuando vio entrar a un grupo de jóvenes, entre los cuales se encontraba Ibrahim. La joven hizo un amago de sonrisa, aunque todo había sido muy raro entre ellos, no se sentía tan perdida al ver a un conocido. Bohórquez y Begoña estaban cruzando unas cuantas palabras con una mujer embarazada, cuando el chico explicó lo que había visto.
Al salir corriendo no había tenido tiempo de explicarles con detalle lo que había visto. Un escalofrío recorrió la espalda de Sara. Se incorporó, su rostro estaba pálido y su mirada algo vidriosa.
- No... No han sido ellos... Bueno, tuve un pequeño problema con una arañita - . Dijo, volviéndose hacia Ibrahim e intentando esquivar el tema, no quería que le preguntaran por la criatura. Éste se acercó para preguntarle por Rick.
- Le dejé en el piso en el que entró... No sé dónde está ahora - . Le explicó sin entrar en detalles. Pero el recuerdo de la mujer de rojo le revolvió los jugos gástricos. Una mueca se dibujó en sus labios, llevaba demasiado tiempo perdida por aquellos túneles. Parecía que aquello había pasado hacía mucho... Pero la imagen de la mujer todavía era nítida y los recuerdos desgarraban su conciencia.
Ese no era momento para dejarse arrastrar por las imágenes que su cerebro retenía. Se volvió hacia aquella gente, tenían que salir de aquél lugar... - Deberíamos salir de aquí... Ellos nos seguían de bastante cerca y no creo que tarden en encontrar nuestra pista... - Su voz había bajado de intensidad. Estaba agotada pero el miedo le daba las suficientes energías como para continuar adelante.
Una de las chicas empezó a aflojar tuercas, hablaba de preparar trampas... Sara la miró con sorpresa... - No sé si tenemos tiempo para preparar nada... Deberíamos salir ya de aquí - . Le dijo volviendo su mirada nerviosa hacia el túnel por el que habían aparecido.
Motivo: Idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 44-
Resultado: 52 (Fracaso)
Creo que he hecho bien la tirada >.< Muy locuaz no es, la pobre xDDD
-Por aquí no hay salida –le respondió a Alicia.
La voz de Thorin, de cuya llegada Antonio se habría coscado, atronó a sus espaldas:
-Tiene razón, por aquí no hay salida. Vamos, recoged lo indispensable, sabías que este momento podría llegar, lo que no hayáis empacado, se quedará atrás.
“Nosotros marcharemos hacia el sur. Pero los capullos se quedarán aquí; he sellado la cámara. En el pozo, os indicaremos qué pasadizo tomar.
Se trataba de un varón sólido como un pilar que tuvo que agachar la cabeza para atravesar aquel umbral, y que al quedar mejor expuesto a la luz que arrojaban las hachas repartidas por la nave, se mostraba como un gigante con piel pétrea.
Estaba componiendo una mueca mordaz atendiendo al discurso y las maniobras de Alicia. En cuanto oyó el comentario de Antonio, ató cabos y picó:
-Ah, así que esta es la de las trampas, qué ilusa… ¿Pero qué estás desmontando, chiquita? Anda, hazle caso a la mosquita y deja en paz ese trípode.
-Eh, qué es eso de zumbaos –se encaró Bohórquez. -¿Quién eres tú, el motorista fantasma? Porque fantasma ya eres...
-¡Basta de estupideces! –erupcionó. –Bohórquez, tú los guiarás hasta la trifurcación y les señalarás. ¿Está claro?