Partida Rol por web

Shana desconfía de la capa que cubre el suelo, paredes y techo de la gruta por donde avanzáis ... lo analiza un poco mas detenidamente y se da cuenta que el amarillento tejido que parece exudar sangre cuando se presiona es en realidad ... piel.

Las arañas que han tejido todo eso lo han hecho con los restos orgánicos digeridos y preparado de los centenares de victimas que han caído bajo sus fauces.

El viento que pasa por el túnel, forma un extraño aullido a su paso mientras pasa por la infinidad de fisuras y túneles paralelos, mas parecido al chillido de las almas que al viento en si.

A su paso, la leve brisa hace estremecer ligeramente las paredes de los túneles, haciendo que haya un pequeño goteo carmesí de las paredes.

Shelkis no entendía demasiado sobre naturaleza, pero el lugar le inspiraba poca confianza y las palabras de Shana incrementaron su temor.

¿Realmente existe una salida a este lugar o estaremos atrapados? -Piensa la maga, estremeciéndose de la respuesta que se formula en la mente de la arcana.

Ioun, muéstranos con tus infinitos conocimientos la salida de este lugar...

 Resultaba bastante terrorifico a la par que desagradable saber que aquello estaba hecho con piel. Por momentos me entraron nauseas y ganas de vomitar pero logre contenerme. En un momento una ráfaga de viento se adentró por los túneles volviendo la escena más macabra si cabe.

Puede que nos quede poco para salir de aquí Shelkis. Demonos prisa.

Parece que la araña no es tan tonta como podía parecer y se percata de que Sargón la está aguardando. Ûrahit aprovechaba el momento para rodead al enorme arácnido y acosarle por el lado opuesto, esperando obtener una ventaja que les fuera decisoria a ambos.

El enano guerrero es pillado por sorpresa cuando una de las patas sale disparada hacia adelante, lejos de su alcance y causa una fea herida en su hombro que mana sangre con excesiva generosidad ... las patas están tan afiladas como parecen y su filo es parecido al de una espada.

En la lejanía, viniendo del techo, se pueden escuchar mas chillidos ... si no os dais prisa en despachar a vuestro oponente, seréis vosotros los flanqueados.

Avanzáis con mas prisa por el túnel de suelo blando como si tuviera una tupida moqueta, el sonido de las pisadas es húmedo y molesto y parece que lentamente la brisa es mas "fresca".

No obstante un sonidos hace girar la cabeza un instante para ver que 3 arañas del tamaño de un perro os cortan la retirada, al mirar delante, 4 arañas salen de sus agujeros en las paredes y techos para cortar vuestro avance.

Son arañas de culo pesado y bulboso del tamaño de un perro mediano, y parece que os están emboscando.

Levantan las dos patas de delante mientras chasquean las mandíbulas con un desagradable chillido. Cualquiera diría que os están rugiendo.

La situación era exasperante y Shelkis estaba perdiendo la paciencia. Incluso ella empezaba a enfurecerle el que tanto insecto se interpusiera entre ella y las tan deseadas ruinas.

-Haríais bien en dejarnos pasar y no imitar a vuestra madre… -Dice a los arácnidos aunque la maga dudaba que entendieran alguna palabra. -Solo lo diré una vez, queremos salir de aquí, pero si nos atacáis no pienso contenerme.

La arcana acaricia la esfera mágica que acababa de crear del ojo de Ella y recitas unas palabra, dando el tiempo justo para que los arácnidos pudieran dejarlos pasar.

-Podríais haber vivido... Solo teníais que apartaros.

Me acerco al insecto para propinarle mi mejor golpe. Levanto mi atarraga para golpearlo, pero mi golpe impacta el suelo al fallar estrepitosamente a su objetivo, solo rozandolo en la trayectoria un poco.

 - "Maldición, bicho de mierda."

Me calmo un pequeño momento para recuperar fuerzas antes de continuar.

Aunque el bicho les habia vuelto a sorprender, ahora era el turno de los enanos con su acción de tenaza. Ûrahit con una sonrisa en el rostro levantó su hacha pensando que atacar por la espalda sería más fácil, pero se equivocaba: El monstruo era más ágil de lo que les habría gustado a los enanos.

El bárbaro maldició su torpeza y la falta de tiempo en la que se habían visto expuestos. No tenía experiéncia contra este tipo de alimañas, pero intentó recordar algo útil que le hubiesen explicado sus compatriotas.

Vuestros ataques fallan de lejos, no por la capacidad de esquiva del enorme arácnido, si no por la simple dureza de su caparazón afilada que mella vuestras armas con espasmosa facilidad. 

El monstruo retrocede hacia un lado esperando alejarse a vosotros.

Y de nuevo su cuerpo vuelve a brillar con un fulgor cegador. El calor que derrite la nieva y eriza vuestro vello facial. Pero parece ser que la araña desconoce que los enanos han nacido de la misma piedra y que su dureza es famosa por todos los rincones del mundo.

La luz que la araña asquerosa irradia no me afecta y rapidamente me muevo hacia una posición más cercana a su cuerpo, donde intento descargar mi golpe:

 - "¿Te crees antorcha, bicho repugnante? Recordaré prenderte fuego despues de matarte para darte en el gusto. ¡Hija de perra!"

Lanzo mi golpe, de la forma que me encanta oir, pues me da fuerzas para seguir luchando.

El monstruo se aleja y vuelve a probar su truco.

Nosotros avanzamos y volvemos a quedarnos en la misma posición, como simbolismo de la terquedad enana. Además, para colmo, los ataques de los guerreros esta vez tienen su efecto esperado.

El filo de la hacha de Ûrahit prueba la sangre del monstruo y como un vampiro, el bárbaro extrae fuerzas de la desgracia del monstruo. Un buen ataque, una buena pelea... Pero algo molesta al leñador, el bicho no era normal, parecía que algo más estaba en juego, una mano invisible que no presagiaba nada bueno.

Ambos lanzáis certeros golpes contra el caparazón de la araña, pero aunque atravesáis su exoesqueleto, os sorprende la dureza de este ... os ha ido justo que su armadura natural hace rebotar vuestras armas.

Pero no han rebitado y el daño ha sido severo ... con una pata cortada y el caparazón seriamente hundido, la araña no parece ser tan peligrosa como en un principio. El arácnido está muy maltrecho, pero no vencido y una de sus patas delanteras sale disparada de nuevo hacia Sargón causándole un feo golpe en las costillas que fácilmente le hubiera cortado un brazo si se llega a descuidar.

Las arañas no se apartan, mas bien parecen decididas a saltar sobre vuestro cuello.

Aunque por algún motivo aún no os atacan, quizá calculando cual de vosotros es el oponente mas peligroso a quien atacar. Quizá por que siguen las ordenes de alguien. La verdad es que no lo sabéis, pero sus cuerpos carmesí y sus mandíbulas gotean la sangre de los vencidos.

 Shelkis, quédate cerca de mi oso - le digo a la maga mientras me encaro con las arañas que vienen por detrás. Al parecer nos habían tendido una emboscada y no saldríamos de este lugar sin pelear.

Vuestros golpes derriban al gran arácnido antes de que este pueda devolver el daño y ni corto ni perezoso, Sargón se pone a decapitar el cuerpo para llevarse el enorme trofeo.

El sonido de mas monstruos resuena por la enorme y oscura cueva, como si los horrores que moran en ella no se terminaran nunca.

Por el momento las arañas se quedan a su distancia, amenazándoos con su movimiento de mandíbulas y sus patas levantadas. Os da la sensación que os retienen hasta que lleguen mas refuerzos.

Os preguntáis si conocen el destino de Ella.