Partida Rol por web

-¡¡Raaaarh!! -exclama el individuo 7 al ser golpeado. Esperabas oir un crujido característico, pero no, parece ser muy duro. No te has quedado tú mismo cojeando por las botas militares reforzadas que llevas. Aún así sí el golpe sí es suficiente para mover el brazo que sujetaba al sicario, que cae al suelo tratando de zafarse (sin la más mínima posibilidad de éxito). El sicario, perdiendo los papeles, sólo gimotea.

Y Siete hace acto de aparición. Sin dejar de sujetar al sicario, emerge a través del techo del contenedor, aplastando el metal a su paso como si fuera cartulina. Retrocedes un paso sin pensar, esquivando esquirlas y afilados trozos de metal. Ha emergido de un salto, mide más de 2,10m y debe pesar en torno a los 150 o 200kg. Curiosamente presenta un aspecto achaparrado, que le hace parecer más bajo de lo que realmente es. Los experimentos le trataron mal, está claro, porque creció y se deformó hasta transformarse en el monstruo enorme y verdoso que tienes ante ti.

Sin darte más tiempo a reaccionar, un fulgor verde surge de su mano y envuelve al lloroso sicario, cuya silueta se desdibuja. Un instante más tarde, cuando el fulgor recede, su piel está cubierta de escamas y sus ojos, amarillos y con la pupila vertical. Su rostro implorante ha desaparecido para siempre.

-¡Aaaagh! -exclama Siete abriendo mucho la boca, emitiendo una amenaza gutural sumamente primitiva.

Impresionante sin duda, era aterrador pararme a pensar en que aquel podría haber sido yo en caso de no funcionar el suero. Era duro de narices, como yo. Parecía poseer mis mismas capacidades y quizá algunas mas. Pero yo era mucho más guapo, sin duda alguna, estudio mis posibilidades en pocos segundos... No había tiempo para tonterías así que cargo contra él asestándole un puñetazo con todas mis fuerzas

El monstruo, porque eso es lo que es, encaja el golpe como un campeón. Su musculatura y grasa corporal acolchan el golpe y lo convierten en un "¡zup!" estentóreo y resonante, pero inofensivo. Siete sólo pierde un segundo el resuello, luego se lanza al ataque, empleando el puño derecho mientras con la mano izquierda mantiene apresado al pobre sicario, ahora más bien el pobre reptil.

-¡¡Grarrr!! -exclama de nuevo mientras trata de aplastarte con su puño. El golpe lo esquivas con facilidad, pero el sonido del aire apartándose a toda velocidad del puño no resulta nada tranquilizador. Será mejor mantenerse a cierta distancia de esos martillos humanoides...

Habrá que probar otra cosa, porque está visto que a ostias no es posible y como el me meta una de esas a lo mejor me manda de vuelta a Irkustk... Observo la situación y veo el rifle experimental del "soldado" que me atacaba antes sobre el contenedor, el traqueteo está haciendo que poco a poco se vaya desplazando y está a punto de caer del tren, con una voltereta lo recojo del suelo y apunto al sujeto 7 que gruñe y grita como lo que es, un puto monstruo enorme y sediendo de sangre... Aprieto el gatillo y espero que por todos los Dioses, ese arma sea más útil con aquel bicho que cuando le dispararon a él.

Maniobras sin ninguna complicación y recoges el rifle, que pese a lo raro de él, tiene un diseño de agarre, culata y gatillo bastante convencionales. Seguidamente un crepitar eléctrico y un estallido de luz anuncian la emisión energética del arma. El rayo de fuerza impacta de plento en el sorprendido Sujeto 7, que es lanzado en ángulo del contenedor. El monstruo trata de asirse desesperadamente para no salir catapultado del tren, pero no lo logra, precipitándose al vacío. Pero no mucho tiempo. Un segundo después impacta con toda la inercia adquirida por el tren contra el suelo, un tremendo impacto a más de 100km/h. Una persona normal, sin protecciones, muy probablemente habría fallecido al instante con semejante impacto, pero con algo así es difícil saberlo.

Eso puede que fuese a doler, pero no puedo permitirme perderle el rastro a 7 de nuevo, así que... Expiro el aire de mis pulmones, y corro para después saltar en la misma dirección que lleva el tren, intentando disminuir así un poco la inercia pero el golpe que me voy a dar va a ser considerable... Lo sé mientras estoy en el aire y la expresión de mi cara se convierte en una mueca de cierto pánico cuanto más cerca estoy del suelo.

Rasguños, arañazos, alguna magulladura. No estaba nada mal después de rodar una docena de metros a más de 100km/h. Lo tienes claro, en los viejos tiempos hubieras ido (con suerte) directo al hospital, pero hoy no. Hoy tienes cosas más importantes que hacer. Siete está a más de cien metros de ti y está hincándole el diente a su almuerzo, que ya ni siquiera grita. Dios, es asqueroso, a veces desearías no tener esta vista (y vida)...

Echo a andar hacia el sujeto 7 con paso firme y el ceño algo fruncido, aquel alemán me había atacado sin razón aparente y me hubiese gustado darle una soberana paliza, pero ser transformado en una especie de lagarto y devorado por aquel monstruo... Eso era pasarse.

Apunto con el arma futurista esta del carajo hacia él y vuelvo a disparar, quien cojones iba a imaginar que el cacharro este tuviese tanta potencia.

Apenas hace ruido, un haz coherente perfectamente recto, de munición "trazadora"... una maravilla de máquina, lástima que no tiene cargador y vete a saber qué utilizan para recargarlo. Lo que te deja con la incógnita de cuántos disparos más te deben quedar. ¿Habría recargado convenientemente el sicario el arma antes de salir a la misión? Hay que suponer que sí... Bah, conjeturas tontas.

Disparas, el brillante haz de luz impacta en la bestia y ésta sale catapultada un par de metros hacia atrás, dando contra una roca cercana. Mientras se reincorpora, te da tiempo a recortar distancias con él. Parece furioso. Acaba de arrancar del suelo la roca contra la que ha impactado. Te acaba de lanzar una roca que fácilmente puede hacer una tonelada de peso. Maravilloso, el día se vuelve maravilloso por momentos...

Tras mirar hacia atrás ver la roca que casi me da en todo el morro y poner cara de "WTF!!!", vuelvo a disparar sin contemplaciones contra aquella mole que ya estaba empezando a agotar mi paciencia. Pelear a cuerpo a cuerpo con él no era una buena idea, pero el trasto este no parece hacer mucho más que derribarlo.

Disparas nuevamente, pero el brillante haz de luz pasa a más de un metro de Siete. Parece que ahora ya sabe qué es lo que hace el rifle y no se está quieto para facilitarte el trabajo. De nuevo parece imponérsele su instinto de supervivencia, pues olvida su "almuerzo" en el suelo, abandonándolo para las bestias silvestres, y simplemente echa a correr en dirección noroeste, evitando acercarse a ti y *salta*. Salta como no creías que ningún ser fuera capaz, ni siquiera tú, ni de lejos. Se alza en el aire como poco una veintena de metros y avanza de golpe varios cientos de metros, a la caza del tren del que habéis bajado hace apenas medio minuto.

Pero para tu sorpresa es interceptado en pleno "vuelo" por el impacto de lo que tú dirías un disparo de gran calibre. Siete cae al suelo salpicándolo todo de sangre. Pese a todo todavía se agita. No tardas en descubrir el origen del disparo, volando hacia vosotros desde el tren:

Hostia puta... - pienso poniendo una mueca de sorpresa al ver caer a sujeto 7 al suelo sangrando - Eso que viene hacía aquí... Más vale que sea amigo. - sigo corriendo hacia donde ha caído aquel monstruo y disparo de nuevo con aquel rifle sobre él, aunque no me fío un pelo de aquella cosa que viene hacia donde nos encontramos y no le quito un ojo de encima.

Incluso a algo tan resistente como Siete le está costando recuperarse de semejante impacto. La balanza parece decantada hacia el lado del robot, ¿el vuestro? Pero aún sigue siendo un oponente peligroso, no está fuera de combate, así que se convierte en blanco de las atenciones de tu nueva arma predilecta. El haz de luz impacta nuevamente en Siete, que ni siquiera había acabado de reincorporarse, y éste vuela nuevamente varios metros, acabando "desparramado" por el suelo sin mucha más resistencia que ofrecer, al menos en los próximos instantes.

El robot, por su parte, aterriza a pocos metros de él y avanza con paso seguro, los puños en alto en posición de ¿boxeador? Por cierto, ahora sí tienes algo con qué compararlo, debe medir en torno a los 2,40m...

Aquel tipo estaba loco... ¿Que era aquello? ¿Un robot? ¿Una armadura de combate? No lo tenía muy claro... Pero se iba a poner a pelear a cuerpo a cuerpo con 7, algo que ni yo quería hacer tras ver la fuerza sobrehumana que poseía aquel monstruo, muy superior a la mia. Sigo caminando hacia donde están aquellos dos, sin bajar la guardia y con mi nuevo arma apuntando hacia 7, dudo si disparar de nuevo o no... Pero que cojones, aquel bicho debía morir así que abro fuego de nuevo antes de que aquel mostrenco de metal llegue hasta él.

Siete ya no está para muchos trotes, la verdad, pero no te quitas de la cabeza lo que le ha hecho al pobre sicario. Bueno, te disparó, sí, pero por muy cabrón que fuera, a la gente no se le canibaliza... ni se le convierte en reptil, vaya. Un nuevo haz de luz surge del arma e impacta en Siete, que ya sin fuerzas ni equilibrio, comienza un nuevo vuelo, vuelo que es interceptado como si de un jugador de beisbol se tratara, por el enorme ¿robot?, que acto seguido comienza una presa con Siete.

Mientras tanto, tú sigues recortando distancias, ahora sólo a una cincuentena de metros y un indicador en el lateral del rifle se enciende en rojo con un significativo "1".

Vaya, solo queda un disparo en aquel arma tan molona, mejor la reservo por si el robot ese tiene problemas para aguantar a 7, de momento tenemos un enemigo común así que prefiero aprovechar eso y veremos que pasa después... Sin dudar cargo contra el monstruo que tiene sujeto la máquina de casi 3 metros y lanzo un tremendo puñetazo en el esternon del mutante, pretendiendo partirle las costillas y clavarlas en su corazón, si es que aun tiene...

Llegas justo para presenciar como una enorme aguja hipodérmica se retrae al interior del antebrazo derecho del robot y Siete, que todavía intentaba resistirse, comienza a desfallecer. Te resulta evidente que el robot le ha inyectado algo para dormirlo, pero con toda la carrerilla que llevas se te hace difícil parar... y ves que el robot mira hacia arriba mientras un ligero zumbido inunda la escena.

Y no paras. Con la facilidad brindada por la presa del robot sobre Siete, le plantas un soberbio gancho a la verdosa mandíbula del fugitivo, gancho que le hubiera mandado varios metros más allá si no hubiera sido por la firmeza de la sujección del robot. Eso no evita el crujido del maxilar de siete y tú casi te sorprendes de que tus nudillos no hayan quedado hechos papilla también con el impacto.

Si antes Siete estaba debatiéndose cada vez menos para soltarse de la presa, ahora ya no se debate en absoluto. Lo has dejado bieeeen inconsciente.

Ahora la nueva preocupación es el robot. Pero no te da tiempo a decirle mucho, porque sin intercambiar una sola palabra contigo o poner cara de nada (no parece tener nada que denote expresión) acaba de encender motores y comienza a ascender a una velocidad bastante considerable...

Ah no, ese bicho no se va de allí sin mi, 7 es un monstruo que debe morir y sino lo hace en aquel lugar, lo hará en otro... Pero no pienso permitir que nadie lo utilice como rata de laboratorio para investigar y volver a crear bichos como él, con todas mis fuerzas me aferro a la criatrura y no pienso soltarla hasta que averigue a donde se la lleva aquel trasto de metal.