Partida Rol por web

- Misión. Estoy con Mundungus. Es posible que tenga una reunión aquí importante y queremos escuchar.

Te observa unos instantes, serio. Luego pone una mano en tu cabeza.

- No vuelvas tarde a casa, ¿de acuerdo? Y... si quieres, te recojo y pasas la noche en mi casa.- sabes que te lo comenta como amigo en su tono.

-No te pgeocupes. Pego ggacias.

Dejo pasar el tiempo. No sé cuanto. Mantengo mi cabeza apoyada en mis brazos, ajena a todo lo demás. A ratos lloro, a ratos no lo hago. Es...demasiado doloroso. Y en el fondo, aunque sé que es estúpido, siento cierta rabia. Me he abierto más que nunca y he sido rechazada.

"Si no es recíproco es mejor que lo dejemos." Es decir que toda la culpa es mía. Y lo es. ¿¿Pero que le voy a hacer si es lo que siento?? ¿Acaso sería mejor mentir?

Para cuando el sol se empieza a poner, salgo del baño del bar. He entrado para eliminar los rastros de lágrimas y llanto. Estoy totalmente normal en apariencia, lo único que falta es cierto brillo en mi mirada. Como si estuviera más vacía.*

Me desaparezco fuera del bar, de regreso a mi casa.

Una vez llegas a casa, en cuanto pones el pie en el rellano, escuchas a tu padre gritar:

- ¡KAREN BLACK LACROIX! ¡VEN AQUÍ DE INMEDIATO!

Una vez llegas a la cocina, pues total, tienes que pasar casi por ella para subir las escaleras, te encuentras a Sirius de pie cruzado de brazos y con el rostro muy serio. Detrás, con el brazo haciendo de apoyo para la cabeza y embarazada de cinco meses, tu madre, Rosalin.

- ¿Se puede saber a dónde has ido sin avisar? ¡Es peligroso! Rosalin, ¿no tienes nada que decirle a tu hija?

Rosalin:- ¡Claro que sí! Karen Lacroix Black... ¿me pasas la fuente de las fresas con chocolate?

-Clago mamá.

Me acerco a cogerla.

-Siento habegme ido...pero no queguía despegtagos y era tempgano. Me apetecía salir. Si no me cguees habla con Cedguic, estuvo toda la tagde conmigo.

Le tiendo las fresas a mi madre.

-¿Que hay de cenag? Estoy muegta de hambgue.

Le pongo la mano en la barriga.

-Cada día estás más enogme.

Sirius suspira resignado y se va a sentar a la silla. Al menos si has estado con Cedric no has estado con Harry a solas.

Por otro lado, Rosalin te mira examinándote. Está claro que te nota extraña y sabes por su mirada que te está preguntando qué te ocurre.

Es como un "vamos a tu cuarto a hablar y me cuentas".

Niego levemente antes de sentarme a la mesa.

-¿Qué tal el día aquí? ¿No cenamos?

No quiero hablar con mi madre de eso. Con nadie. No quiero recordarlo.

- No. Tu madre se ha comido hasta al hipogrifo.

Rosalin:- No seas exagerado, Sirius. Antes te comería a ti.

- Miedo me das. Anda, prepararé la cena.

Comienza a cocinar por lo que ya sabes llo que habrá de cena: huevo frito con bacon y queso.

Rosalin no insiste en que le cuentes, aunque obviamente está preocupada. Prefiere cambiar de tema.

Rosalin:- ¿has visto qué enorme está ya? No sabes cómo se mueve. ¿Ya has pensado algún nombre?

-Siguius, como su padgue. O James, en memoguia del mejog amigo. No soy buena paga los nombgues.- me encojo de hombros. -¿Albus?

Comienzo a devorar en cuanto me da mi plato.

- Menuda poca imaginación que tienes, ¿eh? ¿A que no sabes quién te puso tu nombre?

Rosalin:- Albus no me gusta. Sirius no está mal. Aunque como salga tan protestón como su padre...

- ¿Protestón yo? Tu hija desaparece por la mañana sin avisar ni nada en plena guerra. ¿Te parece normal?

Rosalin:- Es Karen. No le iba a pasar nada, Sirius. ¿A que no, Karen?

- Como sea. Dumbledore mandó un recado para ti. Te vendrá a buscar en dos días para no se qué misión con él. Por otro lado... yo también tengo misión a partir de la semana que viene, así que Molly se ha ofrecido para que paseis esos días o semanas con los Weasley.

-¿Misión con Dumbledogue? Imagino que no diguía más detalles...es Dumbledogue...Y mejog que mamá esté con la señoga Weasley, sí. Después de todo ha tenido muchos embagazos. ¿Qué tienes que haceg tú?

Rebaño el huevo con el pan.

- Lupin y yo vamos a ir en busca de Greyback, el hombrelobo que le mordió. Su baja en las filas enemigas sería un duro golpe para ellos.

Rosalin:- No necesito que nadie me cure. Aunque será divertido pasar allí unos días, ¿no crees Karen? Podrás volver a volar. Necesitas mejorar ese lanzamiento.- te guiña un ojo.

-No voy a jugag contga una embagazada, mamá...- sonrío -Pego sí, segá divegtido.

La idea de jugar al quidditch...no me seduce. Me apetece volar, es cierto. Pero...pero el primer recuerdo "nuestro" con Harry, vue volando, y estrellándome, con la escoba. Se me hace un nudo en la garganta solo de pensar en escobas y quidditch. Quizá no me meta al equipo este año.

-Y si está Hegmy segugo que estagá atacada pog las notas de los TIMO.

Rosalin:- ¡Es verdad! Habrá que buscarte un buen regalo para las estupendas notas que traigas. ¿Qué te parece entradas para el europeo de quidditch del próximo verano?

Sirius te da una palmada en el hombro.

- A lo mejor hasta estás tú jugando con Inglaterra o Francia.

Sonríe. Parece que el mosqueo se le ha pasadol. Al fin y al cabo escaparse sin decir nada es algo que también haría él.

-No hace falta nada de guegalo. Y tampoco cgueo que sean tan buenas como pensáis. Pego bueno...con lo cabezotas que sois, sogpguendedme.

Termino de limpiar el plato y me levanto para fregarlo.

-¿Cuándo nos iguemos? Y ya no volveguemos antes de ig a Hogwagts supongo ¿No? Paga haceg el baúl digo.

- Hazlo por si acaso. Si se da el caso de volver no pierdes nada. Eso sí, no te olvides de Lupin. Y ahora... ¡a dormir!

Ayuda a tu madre a levantarse y ésta te vuelve a mirar algo preocupada. No insistirá, pero no puede evitar preguntarse qué ha pasado.

- ¿Recoges tú los platos, hija? Así ayudo a la gorda de tu madre a subir las escaleras.

Colleja de Rosalin a Sirius.

Rosalin:- La gorda de tu mujer se vengará de lo que acabas de decir, Black. Buenas noches, hija.

-Buenas noches a los dos.- les sonrío.

Saco mi varita y muevo platos y  demás al fregadero, allí lo limpio todo con "fregotego" y despues lo seco y coloco en su lugar. Me gusta practicar magia siempre que puedo.

Al terminar, voy a mi habitación. Estoy perticularmente orgullosa de ella. He conseguido que no se escuche fuera nada de lo que pasa dentro. Ni dentro nada de lo que pasa fuera. Excepto, y eso es lo complicado, si se me llama. Si una frase lleva mi nombre, la escucharé. Me costó trabajo conseguirlo.

Una vez allí, me pongo a hacer el baúl con todo lo que necesitaré.

Al terminar, escribo dos cartas.

"Ginny:

No le he dicho a nadie lo que ha pasado, si no lo has hecho aún...por favor no lo hagas hasta que estemos en el tren. No quiero que mis padres se preocupen.

K.B."

"Harry:

No le he dicho a nadie lo que ha pasado, si no lo has hecho aún...por favor no lo hagas hasta que estemos en el tren. No quiero que mis padres se preocupen.

K.B."

Cojo a Lupin y le doy las cartas.

-Cuando vayas a volver seguramente esté ya en la madriguera, así que llévasela primero a Harry, y después a Ginny y ya te quedas allí ¿Ok? Alais, cher.

Cuando ya no lo veo por la ventana...todo es demasiado. Me tumbo en mi cama, con la colcha por encima, y dejo que las lágrimas caigan de nuevo hasta que me duerma.

A los dos días, cuando el sol comienza a ponerse, Dumbledore llama a la casa. Los tres familiares estais en la cocina y el anciano director llega tan amable como siempre.

- Buenas tardes a todos. ¡Vaya! Rosalin, que buen aspecto tienes, parece que el pequeño se está alimentando bien. ¿Da mucha lata? Bueno, creo que dará menos que la que dio Karen, ¿no? Sirius, Remus te está esperando en el punto previsto en cuanto dejes a Rosalin en la Madriguera. - ahora te mira a ti a través de sus gafas de medialuna pareciéndote que puede leerte los pensamientos y sentir tus emociones.- ¿preparada para marcharnos, Karen?

-Clago, señog. Un segundo.

Termino lo que quedaba de mi cena en dos bocados y me levanto, recogiendo lo que he ensuciado, antes de acercarme a él.

-Lista.

Agito la mano en dirección a mis padres, como despedida.

-Nos vemos en la Madguiguega.

Sirius:- ¡Pero dame un abrazo al menos pedazo de despegada!

No obstante ya habéis cerrado la puerta principal tras vosotros. Comenzais a caminar atravesando la plaza.

- Bueno, ya sé que te has aparecido en más de una ocasión asi que no creo que te resulte extraño que nos aparezcamos una vez más. Vamos a visitar a un antiguo amigo mío. Quiero que ocupe el puesto de profesor en Hogwarts. Pero me temo que para convencerlo te necesitaré. Espero que no tengas ningún inconveniente. Además, es muy importante que decida venir a trabajar a Hogwarts.

-¿Que me necesitagá?...No sé en que puedo ayudagle, pgofesog, pego hagué lo que pueda.

¿Que me necesita a mi? Que gago...¿Qué puedo haceg yo que él no pueda?

-Cuando quiega, pgofesog.

-_-u espego que no sea pogque es un salido o algo así...