Partida Rol por web

Zalg alcanzó a Ugluk tras esquivar las flechas que les lanzaban, seguramente los elfos y demás estarían cerca pero por el momento los habían despistado. 

Tras correr durante unos minutos más alcanzaron una zona que parecía segura, hicieron oido y no escucharon a nadie acercarse. Estaban un poco al norte de donde se encontraba el campamento, pero entre ellos y su objetivo estaban los elfos, y aquella enorme araña que había huido antes del ataque fatal, que su capitán Glashburz no había sabido manejar.

Había percibido emerger de entre la maleza a Zalg, sangrando como un jabalí, y de inmediato fingido una tremenda alegría:

-Eh, por el Ojo, conseguiste escapar. ¿Cómo es eso? Habría jurado que vi cómo te desplomabas…

Claro que al mismo tiempo andaba barruntando: “Bueno, éste me servirá como entretenimiento para las posibles arañas con que nos topemos…”

-Vamos, ¿cómo estás? Tenemos que llegar a la torre para dar la voz de alarma; vendremos con más compañeros, y un líder mejor, y entonces los despedazaremos.

Bien, parece que los enanos tiene la piel dura, vayamos pues en busqueda de mas refuerzos...

No puedo fiarme de este cobarde traidor, seguramente me delatara o acusara de alguna perversidad en la torre he de anticiparme a el.

“Por las cuencas vacías de un elfo, ¿qué será eso?”, reflexiono, “Por suerte, dispongo de carnaza que vaya por delante de mí”. Y entonces, fingiendo congoja, alerto:

-Oh, Zalg, nos están siguiendo, ¿no lo oyes? Rápido, adelántate por ahí, deja que cubra la retaguardia.

No, yo no oigo nada, pero no me parece prudente separarnos siendo dos...si fueramos mas podriamos hacer una formacion de combate...pero asi. Ven conmigo no quiero que salgas corriendo a las primeras de cambio como en el combate con los enanos.

-¿Qué estás insinuando? –mascullo. -Te juro por las tetas rancias de mi madre que vi cómo caías. Por eso escurrí el bulto, ¿quién si no habría ido a dar la voz de alarma? Está bien, adelántate tú, yo seré tu sombra.

Continuo caminando y un poco mas retrasado va mi compañero. Saco mi hacha y espero cualquier cosa, Esta muy intranquio a lo mejor ha oido algo que yo no... hay que permanecer alerta, esos elfos son muy silenciosos.

Caminaron acercandose entre la maleza pero no encontraron nada. Todo parecía tranquilo. Las ramas no se volvieron a mover. Se hizo un silencio tal que pudieron escuchar sus propios latidos del corazón.

Vamos, no debemos perder mas tiempo, aqui no hay nada....aceleremos un poco la marcha.

Zlag comenzó a correr a paso ligero.

Este silencio me da mala espina. Con cautela, me adelanto en pos de Zalg.

Los dos orcos escucharon un silbido que provenía de los árboles cercanos. Se dieron la vuelta y se fueron a apartar instintivamente, pero fue tarde. Una flecha alcanzó a cada uno. A Ugluk en el hombro izquierdo y a Zalg en el muslo de la pierna derecha. No consiguieron precisar desde que árbol había sido lanzado el ataque.

Rapido han de ser mas elfos....a la espesura.