Partida Rol por web

Me alegro que estemos de acuerdo en que es evidente que es tu culpa. - dice el mago con una sonrisa sardonica - Y entiendo que los abrazasoles de tu secta piensen que la mejor forma de presentarse ante un posible licantropo asesino que intenta esconder su proceder con un disfraz de mendigo sea restregarle en la cara que matar puede que sepa, pero disfrazarse no. Sin embargo, tengo que reconocer que intentar colarle que los clerigos a los que acudio y no pudieron ayudarle, mandandole aqui hace 20 años, puede que ahora si le ayuden y el Hay un favor que queria pediros: Id a hablar con vuestro hermano. Si ese con el que es evidente que no tienes buena relacion - El mago pestañea coquetamente, a modo de burla - tienen que ser de cosecha propia. Buen trabajo! - Le dice imitando el gesto que le ha dirigido la clerigo.

Tomando aire, niega con la cabeza.

Y tambien te confundes en esto, Ateela. Debemos pasar la noche en el Templo. Lo presiento

Es necesario que vea que es eso del aliento de Nethys. Quizas haya respuestas para encontrar nuevas fuentes de poder magico - añade para si

- Si tú y éste ---dice Ateela señalando a Dorwas--- no hubiérais sacado el tema del hermano, no habría pasado nada de esto. Como para fiarse ahora de tus presentimientos. De qué nos han valido hasta ahora? De nada! Pasar la noche en este lugar cuando no tenemos ni idea de lo que hay aquí es muy peligroso, hasta un crío de cinco años se daría cuenta... O es que nos estás ocultando algo? Acaso tienes tus propios intereses para meternos aquí?

Asi que ahora la culpa es mia y del enano. Vaya, debe ser el unico subconjunto en el que nos encontramos juntos: Excusas para que Ateela no acepte que la culpa es suya- Jaali mira al cielo moviendo la cabeza como si no creyese lo que esta oyendo - Y claro, eso evidentemente significa que tengo motivos ocultos... En fin, las cosas de siempre. Ateela, actuaste de forma irracional al descubrir su identidad y al proponerle volver a palacio. No le des mas vueltas. Examina tus sentimientos, sabes que es verdad... - Se gira al resto - En serio, debemos dormir en el Templo. Yo dormire aqui. El resto haced lo que querais

Cuando el resto del grupo comenzó a comprobar que la cortina de oro, la cual Dorwas ya estaba empezando a tasar mentalmente y pensando la forma de descolgarla, era una mera ilusión, no pudo evitar acercarse a comprobarlo él personalmente, pasando la mano por ella.

Miró a Morbo y le dijo. ¿Ves? Como te decía, la magia es capaz de hacernos creer lo que no es y que las ilusiones parezcan realidad.

Después, Jaali y Ateela comenzarón una de sus típicas discusiones entre ellos, ya que nadie más parecía interesado en entrar en un rifirafe con ellos.

Eh, eh, a mí no metáis ahora en vuestras discusiones de pareja. dijo Dorwas levantando las manos cuando Ateela le señaló. Está claro que ninguno somos lo que se dice diplomáticos de nuestras razas o religiones.

Cuando Jaali mencionó que, si era necesario, él dormiría solo en el templo, estuvo tentado de forzar al resto del grupo a dormir fuera pero, en cambio, dijo un Yo creo que debemos permanecer todos juntos. Aún quedan horas de luz añadió mirando hacia el sol por los restos de las ruinas así que quizá podamos echar un vistazo al interior.

- Haced lo que queráis. Luego no lloréis para que las mujeres vengamos a resolver la faena como con los gnolls! Voy a comprobar que los alrededores del templo parecen seguros. Por lo menos, alguien tendrá que comprobar que no nos estamos metiendo de cabeza en una emboscada. 

Hecha una furia, Ateela sale del templo por la entrada oeste en dirección a las ruinas. Luego rodeará el templo mirando a ver qué se ve por los alrededores. 

Mirando con desagrado a su espada suspira y dice "Yo me quedo con Jaali"

Jaali ve irse a Ateela

En el bote. Esta en el bote.

Despues, al oir a Morbo y a Dorwas lanza interiormente un suspiro de alivio (ya que le aterraba dormir solo en el templo) y añade

Pues nada, cuando el perimetro este seguro, bajemos a ver lo que encontremos. Recordad ir con los ojos bien abiertos.

A pesar de las protestas de Aatela, los hombres deciden bajar al subterráneo.

La placa que tapa el agujero es demasiado pesada para que la pueda mover ninguno, son necesarios los esfuerzos combinados de Dorwas y Morbo para apartarla. Debajo de ella hay un agujero cuadrado, sin ninguna clase de escalera, que desciende unos 10 metros en picado. En las paredes quedan los restos de unos relieves que probablemente representaron a dioses y hombres en el pasado, pero que ahora son casi irreconocibles. Es fácil descender utilizando los relieves como apoyo, cosa que por el desgaste que presentan, ya se le ha ocurrido a otras personas.

En el fondo del pozo, hay una plataforma de piedra, del tamaño justo del agujero, adornada con runas mágicas y águilas.

Con cuidado bajáis hasta el piso inferior, donde un pequeño corredor con escaleras desciende hasta una gran habitación de techos muy altos de los que cuelgan unos extraños candelabros de cerámica que iluminan la habitación con una extraña luz azul.

Todo esta mucho mejor conservado que arriba, y las cuatro estatuas que pueblan la habitación son totalmente reconocibles: al suroeste un mandril se agacha amenazador, en el noroeste un faraón de mirada seria, una figura humanoide totalmente tapada por telas en el noreste, y el mismo faraón, pero esta vez con un gesto de enfado y odio en la esquina sureste.

Junto a las otras dos salidas, en el suelo tirados se pueden ver los fragmentos de madera, parte de las grandes puertas que en el pasado las tapaban.

Observáis que en los restos de las puertas hay señales de garras de una pantera enorme.